RAGE – Seasons Of The Black
Discográfica: Nuclear Blast
Un año han tardado RAGE en ofrecernos un nuevo producto discográfico tras su vuelta al sonido de la era «Black in Mind» protagonizada por «The Devil Strikes Again», editado en Junio de 2016. Ahora, con «Seasons of the Black» siguen esa línea continuista de su álbum anterior, la cual ya viene reflejada por el pequeño guiño de su título («Estaciones» o «Temporadas» de lo Negro).
Puede resultar preocupante el hecho de que en tan poco tiempo hayan editado un nuevo disco, teniendo en cuenta la gira que hubo entre éste y su predecesor. ¿Es un signo de utilización de una fórmula ya marcada a la hora de componer, o por el contrario esta última formación de RAGE que ya lleva dos años en marcha con el guitarrista Marcos Rodríguez y el batería Vassilios «Lucky» Maniatopoulos acompañando a Peavy Wagner derrocha creatividad a raudales?
En realidad, entrando en materia sobre la pregunta arriba planteada, «Seasons of the Black» es un disco definitorio de la marca RAGE, sin sorpresas y con cierta sensación de «piloto automático» puesto. A lo largo de sus once canciones, la banda repasa el estilo idiosincrásico de su etapa más laureada, con ese heavy metal marca de la casa, en esta ocasión ajeno a adornos superfluos y potenciando el concepto de trío en cuanto a su formación actual. Tenemos cincuenta y dos minutos de crudeza, donde la melodía y la accesibilidad al oído vienen, casi siempre, centradas en los estribillos. A esa sensación áspera no sólo contribuye la producción del sonido en general, sino la manera de encarar las melodías vocales por parte de Wagner, quien hace gala de un timbre cada vez más hosco, el cual junto a su particular dicción (derivada ésta última de su acento alemán, aparte de su manera de respirar y articular), por momentos da la sensación de cierta guturalidad.
Por lo demás, y como decía anteriormente, todos los elementos de RAGE están más que presentes, lo que hace este «Seasons of the Black» un álbum disfrutable para todos sus incondicionales. Incluyendo la lúgubre portada, con el gusto personal de Peavy por la paleontología, con la calavera en primer plano y las cruces de fondo en esa especia de Gólgota improvisado, aunque con la esperanza siempre omnipresente, reflejada por esos rayos de Sol abriéndose paso de entre las nubes.
Ya dan buena cuenta de lo que nos podemos esperar en todo el disco con sus dos primeros temas. Tanto «Seasons of the Black» como «Serpents in Disguise» son dos canciones rápidas, con ese sello tan propio, teniendo la primera de ellas ciertas connotaciones thrash en sus estrofas (sobre todo apoya esta teoría lo rudo de la voz) y estribillos más abiertos, permitiéndose la segunda un interludio melódico bastante resultón. Con «Blackened Karma» bajan un poco el pie del acelerador y abren más el espectro melódico, siendo una de las que mejor les ha quedado de cara al resultado final. «Time Will Tell» por su parte es dinámica, jugando con un gracioso juego de notas en sus estrofas rubricadas por un sencillo juego de arpegios, aunque aquí lo granulado del registro vocal enturbia más que colorea. Su estribillo es sencillo, con voces en coro dando la réplica a la principal pero efectivo y es de esos que a la primera escucha ya se quedan con facilidad.
«Septic Bite» es pesada, con un riff contundente y cruda, denotando la diferencia de su propuesta actual con respecto a la que desgranaban hace unos años donde bien hubieran podido haber incluido ciertos arreglos instrumentales añadiendo más instrumentos. No queda mal este desabrimiento armónico no obstante, del cual se saca buen partido en el siguiente «Walk Among the Dead», que probablemente pueda ser la pieza más dura del álbum, no ajena a la velocidad y una vez más a esa apertura melódica de su coro central. No perdáis de vista su solo de guitarra, sencillo conjuntando unos pocos licks armonizados, pero efectivo 100%. En similares tesituras estilísticas se mueve «All We Know is Not» con un estribillo más elaborado, alargado y pegadizo.
«Gaia» es una pequeña pieza acústica, una semi balada que sirve de introducción al tema más elaborado del disco, un alucinante «Justify» que ya abre por todo lo grande con esa armonía de guitarra, seguido de otro riff rápido donde su compañero «Lucky» marca a la perfección el contundente camino a seguir y el que probablemente sea el mejor estribillo de la obra. Su desarrollo instrumental tras el segundo de los susodichos es excelente, preparándonos para su desembocadura final y sentando el precedente para otra maravilla sonora, un «Bloodshed in Paradise» que ya con ese comienzo tritonal arpegiado y los coros gregorianos avecina que lo que se nos viene encima es otro pedazo de tema bien hilado y desarrollado durante sus más de cinco minutos y medio: pesado, oscuro, con cierta sensación de oscuridad y pesadumbre y otro coro central buenísimo sobre la sucesión de tres acordes. Por último «Farewell» rompe la tónica de todo lo anterior, siendo una balada/medio tiempo sensacional, cargada de emotividad y arreglos instrumentales, súper pegadiza (de hecho, me he sorprendido a mí mismo tarareándola varias veces a lo largo de los días) y a lo que lo único que le hubiera pedido es una voz más limpia en su ejecución. ¡Una preciosidad!
En general, estamos ante un disco continuista, sin sorpresas y apenas sin arreglos lejos de lo que los tres músicos integrantes puedan llegar a interpretar en un directo, faceta esta última en la que están en uno de sus mejores momentos, todo sea dicho. Un disco hecho para sus fans y como muestra de que RAGE siguen más vivos y activos que nunca.
J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Lista de Temas:
- Season Of The Black
- Serpents In Disguise
- Blackened Karma
- Time Will Tell
- Septic Bite
- Walk Among The Dead
- All We Know Is Not
- Gaia
- Justify
- Bloodshed In Paradise
- Farewell
Desde que descubriera a Rage allá por los años 2000s (haciéndome progresivamente con casi toda su discografía) no veo que me hayan defraudado en ningún momento. Larga vida a Peavy!
Rage son uno de mis grupos favoritos, pero tanto en este disco como en el anterior noto la voz de Peavy muy muy cascada