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Crítica del CD de RANCOR – Evilization

11 julio, 2017, 9:25 pm

RANCOR – Evilization

Discográfica: Eventhink Metal Records

Puntuación Popular

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Paso a paso, sin perder el tiempo, pero sin prisas. Dejando que pase el tiempo necesario entre discos y giras para tenerlo todo bien atado, que las canciones nuevas estén bien hechas y ensayadas, aun dejando a sus fieles con ganas de escuchar el material durante bastantes meses. Así ha sido la carrera de los madrileños RANCOR en todos sus años de historia. Teniendo claro que, cada vez que han editado un nuevo disco -con «Evilization» tenemos ya el tercero- lo que tengamos entre manos sea el producto final que ellos han querido darnos. Aunque a veces la espera se haya hecho larga, es pulsar el «play» y darte cuenta de que todo ha merecido la pena. Ésta no ha sido ninguna excepción a la de momento inmaculada regla.

Continúan unidos, manteniendo esa formación casi perenne con Jorge y Serra en la base rítmica (batería y bajista respectivamente), Dani a las voces y los guitarristas Ricky y Vasco, siendo este último quien, como es habitual, se ha echado a sus espaldas el trabajo de grabación y producción, con notables resultados. Dejando además constancia de que se puede editar un álbum de manera casera -sin connotación peyorativa en ello- y grabar unas baterías reales, manteniendo la sonoridad y armónicos propios del instrumento y no morir en el intento, como hacen un 90% de bandas que, antes de enfrentarse al arduo trabajo de sonorizar, microfonear y registrar el sonido de una batería, optan por programar una caja de ritmos o editarla con programas que la hacen sonar artificial.

Vito Sicilia vuelve a poner su arte a disposición de la banda, casando perfectamente con la idea y el concepto de la banda, en este caso con la representación del diablo sujetando la rueda dentro de la que corre y gira el ser humano, sin moverse de su sitio por más que se esfuerce, cual hámster.

A nivel musical, «Evilization» es un paso adelante en la carrera de RANCOR. Esta vez los temas no son aptos para quedarse con ellos desde la primera escucha. Exigen que el oyente dedique más tiempo a explorarlos, asimilarlos y quedarse con una retahíla de melodías más complejas que antaño. La vuelta de tuerca le ha sentado bien, con una evolución bien entendida, meditada y para nada forzada. Siguen practicando su particular thrash de corte americano, con personalidad y a la vez repleto de influencias hacia sus ídolos de juventud.

«Idolize your Demons» es la primera de las once balas, disparada en este caso hacia la religión y el fanatismo hacia ésta. «It’s all false, it’s insane. All religions are the same!». Toda una declaración de intenciones impregnada de thrash clásico, suponiendo el puente perfecto para hilar esta obra con la anterior. «Cruelty» continúa con las buenas sensaciones, un tema muy heavy pero sin perder esa esencia propia de la Bay Area estadounidense con un estribillo pegadizo donde voz principal y coros alternan en lo que se antoja, un momento propicio para ser reproducido en directo y obtener una más que generosa respuesta por parte de los asistentes a cada concierto.

«Blue Depths…» es un corto instrumental en el que durante poco más de minuto y medio los guitarristas siguen un lick de guitarra que crece primero en un juego de ligados y más tarde en un solo. Sirve como introducción a «Black Devil Bite», tema machacón, con la caja de batería a toda pastilla, doblando el bombo en su puente y desemboca en otro efectivo estribillo. Por su parte, «Into The Fright Zone» es un tema más denso y elaborado, oscuro inclusive. La atmósfera opresiva que lo preside viene ya desde su pequeña introducción donde Dani susurra con simulado pavor «what is this place?», preámbulo a la aparición del tritono armónico sobre el que se construye el riff principal, a medio tiempo en su mayor parte. En definitiva, una canción diferente que añade nuevos matices y variedad, haciendo de éste un álbum aún más interesante.

Continúan las buenas sensaciones gracias a «Breath of Misery», con unas estrofas bien cuidadas a base de llevar ritmo en tónicas conjugados con figuras y armónicos, cambiando el registro a la hora del coro, acelerado y con una serie de frases hiladas bastante pegadizas. «Not a Slave» nos deja destellos de clase por parte de la base rítmica formada por Serra y Jorge ya desde sus inicios, en esa mezcla tan efectiva del thrash americano y una pincelada de funky en las notas de bajo. Llega el estribillo y es otra de esas piezas que en directo van a ganarnos por su conjunción entre voz principal y coro, amén de un solo de guitarra melódico que le queda que ni pintado. «Orgasmic Speed» hace honor a su título: súper rápida y desenfadada durante sus estrofas, machacona después, jugando con ritmos entrecortados y diatónicas, con otro gran solo bien construido, aunando técnica y melodía de manera audaz.

Encaramos la recta final con otro gran tema, elaborado, preciso y representativo de la evolución que RANCOR han experimentado con este álbum. «Fatal Disease» cuenta una vez más con estrofas complejas en cuanto a riffs y los ritmos que los soportan sobre los que Dani construye buenas melodías vocales, abriendo su musicalidad a la melodía cuando afrontan el estribillo. De parecido corte es «Breeding Spawns» donde, para ser la penúltima canción del álbum no nos lo ponen fácil, siendo uno de esos cortes que van de menos a más con cada una de las escuchas (de hecho, a día de hoy es de mis favoritos), cerrando con el que ha sido su single de adelanto, el pegadizo, reivindicativo y ácido «Spain is Pain» donde no dejan títere con cabeza en sus tres minutos y medio de duración. Corte rápido denunciando la amarga realidad de un país que es un chiste en sí mismo en cuanto a política social, intentando vender de puertas para afuera una «marca España» ultra maquillada.

En definitiva, estamos ante un notable álbum de thrash donde RANCOR dan un buen paso hacia adelante, evolucionando pero sin perder las señas de identidad adquiridas en sus dos trabajos anteriores. Algo menos pegadizo, haciendo que tengamos que pasarle varias escuchas para disfrutarlo de pleno, pero consiguiendo que la experiencia sea satisfactoria una vez las cartas puestas sobre la mesa comienzan a verse más claras. ¡Bravo por ellos!

J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com

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