+ FINSTERFORST + HEIDEVOLK
Sábado 8 de Octubre de 2016 – Sala Marco Aldany – Madrid
Ha empezado la temporada de conciertos en Madrid, para todos los gustos y de todos los estilos, algunos fines de semana, incluso demasiada oferta. El pasado sábado 8 de Octubre, nuestros pasos nos llevaron a la Sala Arena, antigua Heineken y actual Marco Aldany.
Con un cartel repleto de buen Folk Metal y una apertura de puertas puntual, apenas 10 minutos, los encargados de abrir la velada eran los alemanes FINSTERFORST, quienes salían a por todas, conscientes de que serían la banda que menos tiempo estaría en el escenario y con la sala presentando una gran entrada.
Con un nuevo álbum en su haber, #YØLØ, el grupo salió a escena vestidos como si acabaran de trabajar en una mina de carbón, sucios y con harapos. Pero además, cargados de una buena dosis de cachondeo, pues Oliver, el vocalista, salió con gafas que brillaban en la oscuridad. Y menos mal, porqué por momentos era lo único que se veía en el escenario, hasta que se entró en razón y un cañón de luz empezó a iluminar a los artistas, que a fin de cuentas, es a quien la gente viene a presenciar.
Con «Bottle Gods» dieron rienda suelta a su buen hacer sobre las tablas, entreteniendo y arrancando los primeros moshes en el público, repleto de gente joven, bendita entrada en razón del ayuntamiento de la ciudad. FINSTERFORST no son unos desconocidos para el público español, y eso se notó en el ánimo con que los asistentes coreaban los temas, con mayor o menor suerte, pues «Zeit Fur Hass» es de difícil pronunciación, por poner un ejemplo. No faltó la mítica «Mach Dich Frei!», que puso patas arriba a la sala.
Casi sin darnos cuenta, su actuación terminó de forma abrupta, dejando a la sala caldeada para lo que se nos venía encima. Como buen jefe de ceremonias, el vocalista agradeció a la gente la entrega y se despidieron bajo una lluvia de aplausos.
Los siguientes en subir a la palestra fueron HEIDEVOLK, quienes ya en el Leyendas del Rock se dieron cuentas de la legión de seguidores que tienen en nuestro país, siendo co cabezas de cartel, era de esperar lo acontecido en la sala Arena. A los holandeses ya les había visto en Graspop hace unos años y me habían gustado mucho, han perdido un poco de «punch» sin su tercer vocalista, pero lo cierto es que se comieron la noche en Madrid. Jacco de Wijs ha llegado fuerte al grupo y Kevin Storm acompaña como tercera voz, con lo que tampoco se ha perdido tanto.
«Velua»es su más reciente trabajo de estudio, sin duda el menos conseguido de su carrera hasta el momento, pero no por ello un mal disco como quedó patente en su concierto. Tras una breve intro que encendió los ánimos del respetable, «Winter Woede» caldeó la sala, poniendo la primera piedra del que sin duda sería el concierto de la noche. «Opstand der Bataven» y «De Toekomst Lonkt» dieron continuidad al atronador inicio, haciendo temblar los cimientos del recinto.
Pero era sólo el aperitivo. «Saksenland» sonó genial, poniendo en liza ese gran disco que es «Valhalla Wacht», donde las voces armónicas toman el control de una canción que la gente ya se sabe, a pesar de su dificultad, y que más de un valiente coreó desde el público. Eso sí, el estribillo, no hubo voz que se callara, convirtiendo el centro de la sala en un ring de batalla amigable. Conscientes de que tenían al público en la mano, «Urth» fue una bestialidad que pasó sobre las cabezas de los entregados asistentes, que coreaban y mecían el puño al cielo.
Superado el ecuador de su actuación con «Drankgelag», la gente había puesto todo de sí para que el paso de Heidevolk por la capital no fuera una mera anécdota, poniendo el listón muy alto para quienes les seguirían sobre el escenario.
El grupo iba a toda pastilla, con un setlist bastante largo para no ser las estrellas de la noche, pero convirtiéndose en protagonistas por méritos propios. En el último tercio de su concierto, pudimos bailar y saltar al son de «Vinland», «Velua» y «Herboren In Vlammem». Pero lo mejor siempre es el postre, y con la gente extasiada, «Vulgaris Masgistralis», ese tema de NORMAAL que tan bien interpretan los holandeses, arrasó con las fuerzas que quedaban entre los asistentes. Enorme concierto el que dieron Heidevolk, dejando una difícil tarea a los cabezas de cartel.
Pero claro, EQUILIBRIUM son perros viejos en estas batallas, y con cierta ventaja sobre el terreno, lo hicieron de maravilla, cumpliendo e incluso superando las expectativas de los asistentes, a pesar del mal sonido con el que arrancaron. Aún así, «Erwachen» fue la elegida para dar el pistoletazo de salida a un concierto que terminó siendo lo que todo el mundo esperaba: una fiesta pagana en toda regla.
Con algunos cambios en sus filas, una constante en la banda, pues Jen Majura ha dejado el grupo para tocar con Evanescense, la banda presentaba en esta gira a Makki, el bajista que ya tocó en otros míticos como son Suidakra. Con toda la fuerza que tiene su directo, era de esperar que, para cuando tocaron «Heimat», el público estuviera entregado a la propuesta de los alemanes. Le siguieron «Karawane» y «Blut Im Auge», marcando el paso firme hacia hacerse con el trono de la noche. Si bien Heidevolk fueron los más entretenidos, la experiencia es un grado, y con una mezcla bien aderezada de Folk y Black melódico, dieron buena cuenta de su dilatada trayectoria discográfica.
La noche pasaba rápida y mientras, fuera de la sala, el frío empezaba a avisar de que por fin había llegado el Otoño. Pero dentro de la Marco las cosas eran bien distintas, con «Prey» y «Born to Be Epic» poniendo el calor en la noche y haciendo que los pogos se sucedieran por doquier. Las tropas locales no desfallecieron en ningún momento, haciendo frente con bravura a las hordas desencadenadas con «Himmelsrand» y «Nordheim», ambas trallazos que amenazaban con tirar abajo las paredes del local.
«Unbesiegt» dio un pequeño descanso, dando el tiempo justo para recuperar el aire y para que el grupo bajara un poco las revoluciones. Pero era sólo un espejismo, pues para el final se dejaron toda la artillería pesada. El primer aviso fue «Rise Again», seguida de «Freiflug» y «Der Sturm», pillando a más de uno desprevenido. El final había llegado, y que mejor cierre que «Eternal Destination», canción con la que cerraron una gran noche de Folk Metal en la capital y con la que se despidieron de unos exhaustos asistentes que les dedicaron una sonora ovación.
Texto: Yalinku Melero y Kiran Villalón
Fotos: Yalinku Photos
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Conciertazo. Yo creo que todos los que estábamos lo gozamos. No veias a nadie parado en ningún momento.