ABIGAIL WILLIAMS + ANGELUS APATRIDA
Martes 8 de Diciembre de 2009 – Sala Razzmatazz II – Barcelona
Abrieron la noche ANGELUS APATRIDA quienes, ahora más que nunca, podemos decir que son el bastión y máximo exponente del thrash metal en nuestro país. El concierto tuvo un regusto recíprocamente especial por parte de la banda y de la audiencia.
Por un lado, desde un primer momento, Guillermo y compañía agradecieron al público el apoyo incondicional que siempre han recibido y que ha sido una de las causas de que el grupo haya fichado recientemente por la poderosa Century Media. Por otro lado, entre la audiencia se vieron caras conocidas de numerosos miembros de otras bandas catalanas del estilo (Aggression, Crysys, Steelgar…) que, junto a ANGELUS APATRIDA, auguran un futuro excelente para el thrash metal nacional. Con el objetivo de no perderse la actuación de la banda que abría la velada, fueron muchos los que desde un primer momento formaron cola en la sala a la hora de apertura de puertas.
Con este buen ambiente y con los buenos directos a que nos tienen acostumbrados, ANGELUS APATRIDA ofrecieron un excelente concierto. El público no les falló y ellos estuvieron a la altura. Descargaron los temas más emblemáticos de sus dos trabajos editados («Vomitive», «Corruption», «Versus The World»…) y nos dejaron los dientes largos con una muestra de lo que será su próximo esperadísimo álbum «Clockwork». La banda compenetrada en todo el momento, un buen rollo generalizado y un sonido como una muralla hicieron que se metieran en el bolsillo a aquellos pocos que todavía no les conocían o no habían presenciado ninguna actuación de ellos todavía.
Excelente la entrega de Guillermo quien junto a David nos ofrecieron unos buenos duelos de esos solistas que tanto agradan. Victor y José en la parte rítmica se mostraron indiscutibles y, en general, el entusiasmo se respiró sobre y ante el escenario. Una gozada para todos aquellos que hemos crecido y disfrutado con las mejores bandas de la Bay Area en la época dorada del thrash metal, estilo que ha resurgido con gran fuerza en estos últimos años. Y aquí están nuestras bandas nacionales, sin nada que envidiar a grupos internacionales y con ánimos de romper fronteras y llegar a lo más alto posible.
Un 10 para ANGELUS APATRIDA y una enhorabuena masiva que esa noche se les realizó para todo lo positivo que se les viene encima.
Texto y Fotos: Carlos Oliver
Todo concierto tiene sus elementos plausibles y sus aspectos negativos, y su peso en la balanza son los que hacen decantar tu valoración. ¿Pero qué se produce cuando ésta se mantiene en equilibrio? Conformismo y cierta indiferencia.
Empecemos por lo malo, para así acabar la crónica con buen sabor de boca. Por desgracia ya estamos acostumbrados y seguimos tragando con la poca generosidad de los grupos a la hora de ofrecernos minutos de repertorio, a que se bajen del autobús para cumplir y a por el siguiente. Mi interpretación de que a las 23:10 ya estuviéramos de vuelta a casa es que ARCH ENEMY desaprovechó 50 minutos de sala. Minutos que resultan insuficientes para el incombustible Biff Bifford, por ejemplo, pero que por lo general desperdician grupos como el escandinavo.
Si en la hora y poco de repertorio se incluyen un solo de batería y dos de guitarra, pues lo que nos queda son unos cincuenta minutos escasos de la tralla que todos andamos buscando. ¿Todos? Bien, parece ser que hay quien se acercó a la sala Razzmatazz II buscando otro tipo de estímulos. Hasta tres veces tuvo que escuchar Angela Gossow cierto sector del público coreando que se quitara la camiseta. Compañeros, que estamos en un concierto de metal, no en un club de strip tease. No quiero ni imaginarme qué gritarían estos individuos en un show de CRUCIFIED BARBARA. No darían a basto.
Los gritos de «fuera, fuera» de despedida a ABIGAIL WILLIAMS, si bien son menos reprobables al mostrar una opinión se supone en lo estrictamente musical, no dejan de producirme vergüenza ajena. Un consejo a los gritones de turno (que no me extrañaría que fueran los mismos que querían ver a Angela en paños menores): si vuestra intención es mermar la ilusión de grupos noveles, la indiferencia puede resultar más dolorosa que la reprobación, sin abandonar la condición de público respetuoso al mostrarla.
Por suerte en el otro lado de la balanza, la que equilibra el peso, se encuentra lo más importante, la música. En este aspecto el concierto de ARCH ENEMY fue impecable. Pero antes ANGELUS APATRIDA ofrecieron una gran actuación, tal y como nos ha relatado mi compañero Carlos Oliver.
En cambio ABIGAIL WILLIAMS, si bien lograron captar mi atención en un principio, acabaron por aburrirme. No consiguieron trasladar la atmósfera de su álbum al escenario, desapareciendo una parte importante de su sello de identidad, sin la cual el cuarteto de Phoenix resultó monótono. Su épica blackmetalera se quedó prácticamente en nada debido a unos flojos (en todos los sentidos) sintetizadores pregrabados.
A caballo entre CRADLE OF FILTH y DIMMU BORGIR, ABIGAIL WILLIAMS presentó su interesante (al menos grabada sí lo es) entrega «In The Shadow Of A Thousand Suns» durante cerca de media hora. Pero sufrieron problemas de sonido que acabaron por entorpecer un concierto lineal en el que no consiguieron conectar con la audiencia. Si entraron ya con cara de pocos amigos, se fueron con cara de no tener ninguno.
Un poco antes de lo previsto, y tras la intro grabada que da nombre a su nuevo álbum, ARCH ENEMY saltaba al escenario de un Razzmatazz II prácticamente lleno para presentar su «The Root Of All Evil», regrabaciones muy fieles al original de temas de la era Liiva pero con la variante de ser cantados por Angela Gossow. No era la primera vez que Angela interpretaba canciones originalmente cantadas por su predecesor, habiendo presentado entre otras «Diva Satanica», «Bury Me An Angel» o «Fields Of Desolation» en visitas anteriores.
La renovada «The Inmortal» sonó impresionante con la voz de Angela, una fuente constante de rabia, energía y calidad. Tras «Revolution Begins» se dirigió por primera vez al público, para presentar el primer gran hit de la noche «Ravenous», perfecto embajador del sonido que han hecho famosos a ARCH ENEMY. Tan agresivo como melódico, fue ampliamente coreado por un público que no dudó en hacer lo mismo ante los solos de «Blood On Your Hands», perfectamente doblados por los hermanos Amott.
«Demonic Science» y «Dead Eyes See No Future» mostraron a la Gossow más furiosa y al mejor Daniel Erlandsson, que permitió descansar a sus compañeros al ejecutar su habitual solo de batería rápido, contundente, algo participativo y guiado por el doble bombo. Una intro grabada precedió a «I Will Live Again», con los Amott como protagonistas nuevamente, y tras una irónica presentación de Angela Gossow (proponiendo encender mecheros para escuchar una canción navideña) cayó una tormenta sónica en forma de «Bury Me An Angel».
«Taking Back My Soul» y una cañera «Dead Bury Their Dead» fueron separadas por sendos solos de Michael y Christopher Amott que absorbieron la instrumental «Intermezzo Liberté». Tras una esperada «We Will Rise» el quinteto abandonó el escenario, para volver a pisarlo para disparar sin prisa, en el caso de «SnowBound», y sin pausa, en el de «Nemesis» y «Fields Of Desolation», los últimos cartuchos de la noche.
Precisamente de «Desolation» fue la cara de muchos al ver que el concierto había llegado a su fin. La verdad es que nos lo estábamos pasando muy bien en esta orgía deathmetalera… hasta que sufrimos el siempre molesto «Conciertus Interruptus».
Set list:
- The Immortal
- Revolution Begins
- Ravenous
- Blood on Your Hands
- My Apocalypse
- Demonic Science
- Dead Eyes See No Future
- Solo de batería
- I Will Live Again
- Bury Me an Angel
- Taking Back My Soul
- Solo de guitarra
- Dead Bury Their Dead
- We Will Rise
- Snowbound
- Nemesis
- Fields of Desolation
Texto: Hèctor Prat
Fotos: Carlos Oliver y Hèctor Prat
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