Jueves 22 de Septiembre de 2016 – Sala But – Madrid
Nueva cita con los fieles madrileños de una de las figuras que mejor han sabido aguantar el paso del tiempo dentro del hard rock mundial, el señor Dave Meniketti, o lo que es lo mismo Y&T.
Una vez más la banda californiana fue acogida con el calor habitual del público capitalino que prácticamente llenaba la céntrica sala But a pesar de que el precio de la entrada no era precisamente barato y de celebrarse el concierto en mitad de la semana laboral.
Así pues una vez puestos en situación, llegaban las nueve menos cuarto de la noche y el cuarteto norteamericano pisaba las tablas entre la ovación general dándonos la bienvenida con la más que apropiada "On With The Show", sonando poderosos y melódicos pero sobre todo transmitiendo un enrome feeling que prolongaron durante su alrededor de dos horas de actuación siempre comandados por el gran Meniketti que está mejor que nunca, cantando magníficamente y tocando la guitarra con una capacidad para emocionar como pocos pueden hacerlo, muy bien secundado por John Nymann en la otra guitarra.
Continuaron con la siempre acertada "Lipstick and Leather" en la que se dejó notar la última incorporación al grupo, el bajista Aaron Leigh fichado recientemente para sustituir a Brad Lang retirado de los escenarios por sus adicciones.
En cualquier Leigh caso no pareció para nada un recién incorporado formado una notable base rítmica con el batería Mike Vanderhule que sin necesidad de perderse en filigranas sigue confirmándose como una garantía de solidez y precisión a las baquetas.
Más temas del LP "In Rock We Trust" (1984) con el himno "Don’t Stop Runnin’" que sonó algo más dura de lo habitual con un afiladísimo solo de Meniketti siendo coreada con fuerza en su estribillo por parte de todos los presentes, que nos relajamos un poco con la más pesada "Dirty Girl" primera referencia al magnífico "Earthshaker" (1981), volviendo a hacernos corear en la indispensable "Mean Streak" mientras seguían alternándose la Les Paul y la Stratocaster en las manos del maestro de ceremonias que no perdió apenas tiempo entre tema y tema, una de ellas para recordar a Leonard Haze batería original del grupo recientemente fallecido antes de atacar con la cruda "Down n’ Dirty" que pasó algo más inadvertida al igual que "Don’t Break Me Down" una de las cuatro que cayeron pertenecientes al último disco en estudio de la banda "Facemelter" (2010).
A continuación y a petición de algún fan nos regalaron una maravillosa "Winds Of Change" que no aparecía en setlist y en la que se lució un apasionado Meniketti que maneja como nadie la intensidad de los temas lentos, para seguir con una poderosa "Blind Patriot" en mi opinión el mejor tema de su última remesa que sonó potentísimo con su claro estribillo igualmente acompañado por el respetable, antes de llegar a uno de los momentos álgidos para mi gusto cuando interpretaron "I’ll Keep On Believing" que no es de las más habituales en sus repertorios y que me supo a gloria con su inmensa melodía vocal.
Momento para los clásicos indispensables más cañeros como "Black Tiger", puro poderío, al que sucedió otra impresionante "Midnight In Tokyo" que comenzaron de forma lenta antes de romper y ponernos a botar, para seguir con la marcadamente rítmica "Take You To The Limit" luciendo la precisión a los tambores de Vanderhule que continuó siendo protagonista en los redobles palmeados y coreados de la áspera "Hang ‘em High" que precedió a una mágica "I Believe In You" pedazo de baladón con explaye guitarrero de Mr. Dave volviendo a ponernos los pelos de punta.
El tiempo pasaba volando y nos acercábamos al final con la festiva "Contagious", único recuerdo para el disco homónimo de 1987 entre la que colaron un breve solo de batería además de cambiar el original de guitarra haciéndolo algo más largo, dejando luego más protagonismo a las voces y las melodías con la siempre divertida "Summertime Girls" que fue muy coreada, como la más heavy "Rescue Me" pura contundencia y clase, para despedirse antes de los bises con la más reciente "I’m Coming Home" que ya se ha ganado un hueco por derecho propio.
Y para la vuelta a escena nada mejor que "Open Fire" adrenalina en estado puro que se desbordó por completo con una excelsa interpretación de la icónica "Forever" que no por previsible deja de resultar mágica e indispensable en cada show de los de San Francisco.
Cierre perfecto para un concierto que tardaremos en olvidar de una banda y sobre todo de un músico como Dave Meniketti que siempre es una garantía total de calidad y entrega resultando una cita ineludible para todos sus seguidores.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Perez
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en dos palabras im presionante
Es la sexta vez que los veo y he de decir que a pesar de haber sido un concierto fantástico no me pareció sublime como las otras veces que les he visto. El año pasado que tocaron en la sala Shoko me los perdí porque coincidía con Anatema. Lo digo porque empiezo ya a notar que el paso de los años afecta a Meniketti que hasta el momento estaba perfecto.
Me falló un poco el sonido cosa impropio de la banda y de la sala BUT aunque días después he sufrido algo mucho peor en el mismo recinto viendo a Angra que directamente fue nefasto.
No obstante, un 8 le doy y son cosas ya normales. A la voz le vi fenomenal y a la guitarra le vi menos fino que en otras ocasiones. El nuevo bajista no me gustó tanto como Brad Lang y en los coros lo noté.