Sábado 20 Febrero de 2016 – Sala Oasis – Zaragoza
Viajé a Zaragoza una vez más. Esta vez para entrevistar y ver en directo a los legendarios PEDRO BOTERO, banda que tras veintitrés años regresaron discográficamente con un buen álbum llamado «17/50» que está gustando a sus seguidores de siempre y a los más jóvenes.
Por la tarde, charlé con el incombustible Rubén Bartolomé, voz principal y guitarrista rítmico, y Nano Pérez, bajista y también cantante, en el Bar El Pozal de Casetas y luego, me apunté a disfrutar de su presentación en la Sala Oasis, que, por cierto, gozó de una más que excelente entrada.
Para como están las cosas de mal económicamente, más el desinterés de algunos por lo nacional, y que la misma noche había más conciertos en la ciudad, la verdad es que PEDRO BOTERO triunfaron y fueron valientes de tocar en una de las salas más complicadas de llenar en la capital maña. La parte de abajo estaba casi llena, por lo que la velada fue una fiesta total, con un público que además se entregó y casó con la banda, cantando sus canciones y disfrutando.
La noche arrancó con NOTANBLUS , una banda también de Casetas, que animaron al público y se marcaron un buen concierto. Lo suyo es el rock n Rock, con algunos ramalazos de hard rock. Lo cierto es que sonaron engrasados, con ganas y seguro que con más actuaciones y más trabajo consiguen llegar a donde merecen.
Destaco momentos de su actuación como cuando tocaron «Corazón de Rock n Roll», «Un sitio para mí», «La última noche» y «Que nunca cambiemos». Habrá que seguirles de cerca.
Tras los cambios, PEDRO BOTERO saltaron a escena, con un público postrado ante ellos desde el principio, con ganas de pasarlo muy bien. Con una intro, la banda salió «a por todas» con un buen sonido, unas luces muy bien colocadas y abundantes, en un escenario grande como es el de la Oasis, donde lucieron muy bien, demostrando unas ganas de darlo todo, tremendas. Cierto que esta noche no solo era especial para los fans, sin duda la cita era «la mejor cita» y la noche estaba cargadísima de emociones, que se fueron desatando y mostrando canción tras canción, y más con el público entregado, por lo que los «posibles» nervios fueron perdiéndose y la banda dio una gran medida y un conciertazo.
Es claro que PEDRO BOTERO son una banda con sabor, con carisma, y con algo que solo se consigue con el paso de los años: la solera, y eso se plasmó esta noche. Aunque el no me lo dijo, sé que su líder Rubén Bartolomé vivió una experiencia única cargada de emotividad y emoción, pero es que no era para menos.
Junto a los viejos miembros Rubén Bartolomé y Nano Pérez, hoy por hoy el grupo ha sabido fortalecerse por dos excelentes fichajes. El gran guitarrista Cesarito Royo (IRON MAÑOS) y el jovencísimo Alejandro Duarte a la batería (NAPALM STORM). Ambos le han dado un remozamiento a PEDRO BOTERO, cada cual con sus armas. Cesarito me gustó especialmente. Es un guitarrista de mucha calidad y destreza, a la altura de los mejores de nuestro país, además de haberse hecho un hueco perfecto en el cuarteto. En mi opinión, los dos han metalizado y heavytalizado el sonido de la banda, lo que yo particularmente agradecí. Hacen que los viejos temas suenen más poderosos y punzantes, sin duda.
El concierto giró en torno a temas de los llamados «eternos», himnos que formaron parte de la historia pasada y felizmente revivida de PEDRO BOTERO, y algunas de las canciones del nuevo álbum, «17/50», un disco que conserva su espíritu y su mensaje musical y letrístico, pero basado y trasladado al siglo que vivimos, y con un sonido que ya hubieran querido los primeros discos.
Una ruidosa ovación dio el pistoletazo tras la introducción para que sonara «Pedro Botero» , de «17/50», al que de forma rotunda siguió «Ponte Las Pilas» donde Rubén vestido muy roquero, con chaleco de cuero y pañuelo en la cabeza cantó con su característica rabiosa y un poco garrasposa voz, mientras Cesarito metaleaba con su guitarra y Nano dejaba muy claro que estaba disfrutando como nadie, con poses, acercándose al público, provocando y tocando muy bien, mientras Alejandro le pegaba con mucha contundencia.
Sonó «Sangre» donde especialmente César dio una lección a la guitarra. La especial «Esposa o Esclava», mostró un lado más sentimental y emotivo. No olvidemos que la letra habla con rabia de la violencia de género.
«Castigo» incendió el escenario y una vez más a los fans quienes cantaron a pleno pulmón, mientras Nano se vistío de protagonista de este especial tema
«Ser Paranoico» fue el siguiente legendario recuerdo, al que siguió uno de los temas con más tronío de la banda. Llegó la hora para el clásico «Guerrero» . La noche esn ese momento se convirtió en fiesta total, con el respetable con los brazos en alto y las gargantas cantando su letra y estribillo. César se marcó un gran solo para dar caña a «No Hay Oro» con la banda entregadísima en cuerpo y alma. Llegó el recuerdo para Abel, al que Rubén dedicó «Soledad» . Como todos los seguidores de PEDRO BOTERO, sabéis que Abel Bartolomé nos dejó en primavera del 2013, y fue una gran pérdida para el rock y la banda.
La fiereza y poderío rompió nuestros tímpanos de nuevo con «Ponte a Cantar» , del nuevo álbum, donde Alejandro tocó con mucha potencia. Tras este, llegó otro nuevo tema: «Hechicera», con el grupo casado especialmente encima del escenario.
«Otra Noche Para Olvidar» y el tema que da título al nuevo CD «17/50» sonaron como si fueran canciones de toda la vida, viejos himnos.
Llegó el «momento Nano , cuando introdujo con su presentación y su bajo y su voz todo un clásico como es «Rosa Negra», para que una vez más el público cantara y cantara.
Tocaron «Furia» , otro corte de «17/50», con cierto aire de rock sureño, al que siguió otro nuevo: «Todo Me Da Lo Mismo». Ambos sonaron muy bien.
Pero la revolución general llegó con «Me Falta El Aire con el que PEDRO BOTERO se despidieron ante el clamor total.
«Cansado De Esperar» fue el primer corte del bis al que siguió la bonita acústica «Dama De La Oscuridad» , con mucho sentimiento, y Rubén cantando con gran garra.
«Pasajero De Los Vientos» dio paso al final repleto de emoción y triunfo total. Para cerrar ésta épica e histórica noche, tocaron «Volverás a Escuchar Su Llamada» y «Desertor», tema que constantemente pidió a voz en grito el respetable a lo largo de la velada.
PEDRO BOTERO fueron felices e hicieron dichosos a sus numerosos seguidores quienes abandonaban la sala con una sonrisa plena y placentera… Con motivos, sin lugar a dudas.
Ahora los BOTERO vuelven a la carretera. Ojalá su triunfo sea como mínimo «la mitad» que el que cosecharon esta noche en Zaragoza.
No quiero despedir esta crónica sin dar las gracias a su productor y amigo Leonardo Gil. ¡Nos veremos muy pronto!
Texto y fotos: Rafa Basa
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