Tim Owens lo ha vuelto a hacer. Después de escuchar el adelanto «Starting Over» me había creado muchas expectativas con este disco, pensando que por fin Owens había sacado un LP de Heavy Metal a su medida en el que su extraordinaria voz brillara como nunca lo ha hecho, pero lamentablemente no es el caso.
Owens ha vuelto a sacar un álbum a caballo entre su faceta más moderna y su amor por el Heavy Metal más clásico, y o mucho me equivoco, o volverá a fallar estrepitosamente en su intento por satisfacer dos sectores de público tan diferentes.
Por un lado, los acérrimos de las sonoridades más actuales no comulgarán demasiado con la voz extremadamente heavy de «Ripper», y por otro, el sector más clásico no aceptará en absoluto con esos ritmos machacones y los temas para saltar.
«Play My Game» peca exactamente de lo mismo que el primer álbum de su banda BEYOND FEAR, se abre con un tema excelente, pero luego todo se va diluyendo quedando solo la sombra de lo que pudo ser y no fue.
Tim «Ripper» Owens es uno de los mejores cantantes actualmente en activo, pero tocando palos a ver cual resulta no creo que llegue a ningún sitio, de hecho, hasta ahora así ha sido. Sinceramente creo que debería definirse en un lado u otro, y con esa voz tan espectacular creo que debería quedarse con el Heavy Metal. No es coincidencia que los mejores temas de BEYOND FEAR y de este «Play My Game» sean los más clásicos, mientras que el resto se basan en una repetición de clichés manidos hasta la saciedad dando lugar a un montón de cortes insulsos, carentes de personalidad y totalmente exentos de gancho.
Todas esas bases modernas están mezcladas con excelentes solos de guitarra muy heavies y una voz a la antigua usanza, lo que en la mayoría de las ocasiones termina enfangando el resultado final y no sonando ni a una cosa ni a otra.
El CD se abre de forma atípica pero inmejorable con un medio tiempo cuyo riff del principio recuerda irremisiblemente al clásico «Sacred Heart» de DIO; «Starting Over» es una canción emotiva con un estribillo sobresaliente y un sentimiento en la voz que solo unos pocos son capaces de conseguir. Sigue «Believe», un tema en el que ya se atisban los derroteros por los que va a ir el álbum, pero que todavía tiene unas guitarras muy interesantes y un estribillo distraído. A pesar de eso, el álbum comienza a caer desde el principio en los tópicos con riffs pesados y machacones para luego acelerar el tempo al final. Con el tercer tema «The Cover Up» se acaba el disco, un solo en la entrada cortesía de Jeff Loomis (NEVERMORE) del todo impresionante desemboca en una estrofa muy heavy y poderosa que llega a un estribillo interesante hecho a la medida de este superdotado cantante. Junto a estos temas que marcan la diferencia también está «Death Race», incomprensiblemente situado al final del CD pero que sobresale sin esfuerzos entre tanta maraña con un ritmo dinámico y veloz acompañado por un riff muy heavy; este sí es el «Ripper» Owens que yo conocía.
A partir de aquí todo es terreno pantanoso, «Pick Yourself Up» es tediosa y aburrida, «It Is Me» se basa en un riff que hemos escuchado ya millones de veces, oscuro, carente de dinámica y aderezado con unos arreglos que son de todo menos originales; y todo esto es también aplicable a «No Good Goodbyes», «The Light», el tema título y a prácticamente todo el disco.
Algo salvable podemos encontrar en «The World Is Blind», la cual posee un riff con buenas maneras pero que tiene un acabado a mi modo de ver equivocado; no obstante, tiene una buena línea de voz y un estribillo aceptable. También se podría ser condescendiente con «To Live Again», aunque es una balada poco efectiva, algo así como un «Starting Over» de segunda división, se deja escuchar y por lo menos rompe la tónica del CD.
Hablando ya del plano instrumental y de sonido la ejecución es de sobresaliente, no podía ser menos con tamaño elenco de músicos, y el sonido es bastante bueno, de hecho incluso afilado y muy heavy para el tipo de disco que es, pero si no hay temas, es como el que tiene tos y se rasca los cojones hablando en plata.
Tim «Ripper» Owens necesita aliarse con un guitarrista compositor, que tras escuchar este disco bien podría ser John Comprix o Bruce Kulick, y sacar un auténtico trabajo de Heavy Metal que nos haga a todos caernos de culo y que le confirme como lo que es, uno de los mejores cantantes de Heavy Metal que jamás haya existido.
Dos canciones sensacionales, tres buenas, una aceptable y seis nefastas hacen un cuatro y medio siendo generoso.
Antonio Cerezuela
Lista de Temas:
- Starting Over
- Believe
- The Cover Up
- Pick Yourself Up
- It Is Me
- No Good Goodbyes
- The World Is Blind
- To Live Again
- The Light
- Play My Game
- Death Race
- The Shadows Are Alive
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