Viernes 26 de Junio de 2009 – Recinto de Valdespartera – Zaragoza
QUEENSRŸCHE
Y si el de TARJA fue la sorpresa positiva, una vez terminaron APOCALYPTICA y su curiosa aunque ya no tan sorprendente y novedosa propuesta, el concierto que defraudó a la mayoría el viernes fue el de QUEENSRŸCHE. Y es extraño porque musicalmente siempre han sido un cañón y la calidad de la banda está fuera de toda duda, pero esta vez no tuvieron su mejor noche precisamente y los de Geoff Tate (por cierto, con pinta de mafioso de cuarta fila de película yanqui, ¿que no?) dieron un concierto muy, muy irregular, con un set list bastante desacertado (pese a las sorpresas), y además teniendo que lidiar con muchos problemas de sonido que lastraron la actuación desde el principio (de hecho, tuvieron que salir más tarde y a su vez recortar dos o tres temas del set). Si a todo esto le sumamos que la voz del «jefe» Tate esta noche no estuvo a su nivel (vale, cantó correcto pero sólo esto no vale con los grandes… y es que no nos brindó ni un agudo ni una mísera subida vocal de las que le hicieron grande), nos quedamos con lo que fue, un concierto a medio gas, que además despertó desde el principio poco interés en el público.
Supongo que son días que te levantas con el pie izquierdo, que comienzas mal un concierto y que ya no hay manera de levantarlo, y eso que el set comenzó bien y con sorpresas agradables con temas del «Rage for order» (siempre muy grande el «Walk in the shadows», aunque incluso ésta quedó sosa esta vez) del 86, aunque rápidamente recurrieron a los temas del nuevo disco que, para qué nos vamos a engañar, sigue la senda negativa de los extraños últimos trabajos de la banda, y encima con letras de recuerdo y apoyo a los soldados norteamericanos que, fuera de su país, no es precisamente una temática que cale muy bien entre la audiencia (al menos en Europa).
Me gustó ver a Michael Wilton con su guitarra de calaveras (no así la batería de Scott Rockenfield, más sencilla que nunca), y hay que destacar la colaboración de su nuevo guitarra/teclista, que además ayudaba mucho a Geoff en los coros y segundas voces (no me preguntéis porqué, pero me acordé mucho del caso de MEDINA AZAHARA, con un Manuel Escudero que ayuda muy mucho a Manuel Martínez en directo), pero ya digo que la actuación no despertó en ningún momento, con una banda correcta y profesional pero que se notó que por lo que fuera no estaban cómodos en el escenario y en ningún momento llegaron a coger la chispa que siempre han tenido. Además, la gente tampoco estuvo esta vez con ellos y la verdad es que los míseros 40 minutos que nos brindaron pasaron sin pena ni gloria por el escenario del METALWAY.
A nivel de set list, ya digo que hubo mezcla de temas clásicos como «Walk in the shadows», «Jet city boy» (y eso que comenzó con la intro del «Best I can», pero extrañamente de repente se cortó y pasaron directamente al siguiente tema) o el extraño final con «Take hold of the flame» de su reputadísimo primer EP (aunque por supuesto que ya sabíamos que no caería «Queen of the Rÿche»… un tema que me da la impresión que Geoff ya no puede acometer) pero que pareció metido con calzador y que además cortaron casi al ras para terminar abruptamente el concierto. Y entre medias algún corte nuevo que, lo siento por ellos, pero no ha calado nada al menos entre el público español como las sosas y pesadas «Men down!» o la infumable «A dead man word’s». Una lástima porque a priori era uno de los puntos fuertes del festival, pero lamentablemente esta vez QUEENSRŸCHE nos dieron un concierto muy mediocre, aburrido y alejadísimo de lo que la historia de la banda debería ofrecer. Supongo que mezclar viejos tiempos con algo tan diferente como «American soldier» y encima afrontar la temeridad sin ni siquiera una mirada a «Operation mindcrime» (aunque fuera la temática total de su anterior gira y ahora quisieran cambiar en un gesto que pese a todo les honra) es muy peligroso, y al menos en Zaragoza, no funcionó en absoluto.
Texto: David Esquitino
Fotos: Estrella
TWISTED SISTER
Y tras la decepción de QUEENSRŸCHE, la única manera de levantar al 100% la ya noche en en el festival era con un concierto de los que nunca, nunca fallan, y efectivamente TWISTED SISTER cumplieron con su papel de siempre favoritos con el mejor concierto en mi opinión de todo el fin de semana. Además, supongo que de casualidad no tiene nada, pero fue el más numeroso con diferencia del viernes y de los que mejor sonó, y es que los más grandes siempre cumplen y lo de TWISTED SISTER fue una vez más apoteósico.
Encima, fue un concierto especial porque este verano están celebrando el 25 aniversario de su famoso «Stay hungry» y lo están tocando al completo en los festivales. De todos modos, salieron con retraso y al final «sólo» nos deleitaron con los 45 minutos del disco en directo (algo más corto en estudio), dejándonos totalmente satisfechos pero con ganas de mucho más, vamos, como después del mejor polvo pero que al final rápidamente tu cuerpo ya te está pidiendo más (bueno, teniendo a Dee Snider delante no sé si la comparación es válida pero todos/as sabéis lo que quiero decir). Impresionante el enorme telón de fondo con el logo y dejando bien claro el tema del veinticinco aniversario, dos grandes telones laterales imitando el escenario callejero con vallas/rejas de entonces, el pie de micro rosa (por supuesto) y todo el mundo ansioso ya a las 11 de la noche a que los mayores «sickmotherfuckers» de la historia hicieran aparición…
Y dicho y hecho, recién pasadas las 11 salió la banda al escenario (con su vestuario clásico, faltaría más, y eso que dicen que después de esta gira lo dejarán un poco atrás) al ritmo de «Stay hungry» y cuando ya salió Dee a la carrera desde el lateral se desató la locura, y es que hay pocos frontmen con el carisma, energía, fuerza y encima buen rollo macarruzo que destila el neoyorkino. Lógicamente la locura se desató con «We’re not gonna take it», tocada mucho antes de lo habitual (por el orden lógico del disco en este caso), el clásico inmortal de la banda que además en directo siempre aderezan con las coñas en español cantando el famoso estribillo «Huevos con aceite» para nosotros (y yo me sigo partiendo viendo la cara de Dee diciéndole a Eddie Ojeda, «¿de verdad que cantan eso?»). Para «Burn in hell» el escenario se torna en infierno absoluto mientras Dee «el hermoso» canta el tema con el escenario a oscuras y una luz roja en su cara (sí, la misma del principio de «Heaven and hell» el domingo pasado… en fin…), y es increíble la macarrería e incluso «acongoje» que produce el rítmico y salvaje tema.
Después de la coña de turno de JJ French cantando «Cielito lindo», quizás bajó un punto el listón con «Captain Howdy», aunque personalmente fue un lujazo escuchar la pegadiza «Street justice» por primera vez en directo (y eso que TS ya han venido a España unas cuantas veces desde la primera en 2003 en Jerez). Obviamente hacía un rato que se habían metido al público en el bolsillo, que ya eran por derecho el mejor concierto de todo el día y estaban poniendo el listón muy alto para que ni siquiera MOTÖRHEAD les fuera a hacer sombra esa noche… y sí, pese a los tímidos coros en TARJA, los «oés» ya habían atronado varias veces en Valdespartera y sólo estábamos a mitad de concierto… Ahora era el turno de otro superclásico y es que «I wanna rock» levanta a un muerto, y es un tema que siempre, siempre es un trueno en directo (genial Dee pidiendo que le dijéramos el nombre del tema a lo Halford con «Breaking the law»: «I wanna… ¡¡¡¡¿what?!!!!»). Era impresionante ver a más de 5.000 personas (y así no me quemo con las cifras, jeje) con el brazo en alto y coreando «¡Rock!», y a la par mirar al escenario y ver al enorme Mark Mendoza golpeando su bajo verde y bailando a su estilo… Emoción, mucha emoción cuando Dee nos pregunta si sabemos el orden del disco y cuál es el tema que viene a continuación… y de repente comienzan los acordes de «The price», para mí la mejor balada junto a «The idol» de W.A.S.P., de la historia del hard/heavy. Precioso momento que supongo que hasta el más durísimo blackmetalero le tuvo que emocionar (jodío Dee, ¿qué tendrá en la voz para que este tema te ponga los pelos de punta?).
Tal vez, como el propio disco, el final del concierto bajó un punto el pistón con dos temas menos reputados como «Don’t let me down» (muy roquera y macarrilla pese a todo y bien recibida), y una más sosilla «The beast», aunque para rematar quedaba la última bala en la recámara, y es que «SMF» es otro de los superhimnos de la banda, otro de los temas de reivindicación de lo que somos y de lo que TWISTED SISTER se siguen sintiendo bien orgullosos (unos sickmotherfuckers callejeros, barriobajeros y macarruzos), y que siguen proclamando con orgullo a los cuatro vientos. Y mucho antes de lo que la mayoría deseábamos se cerró el concierto con la presentación de los «cinco miembros originales» («no cuatro, ni tres ni uno», jeje, un crack Dee hablando en castellano) de la banda y la enorme y merecidísima ovación de la noche para el que sin duda fue el mejor concierto cuanto menos del viernes… Pensándolo ahora (y entonces, vaya) claro que hubiera estado bien tres o cuatro clásicos más para cerrar la actuación («Come out and play», «You can’t stop rock n’roll», «The kids are back»… y yo sigo reivindicando «Love is for suckers», jeje), pero como se suele decir, lo breve si bueno y macarra dos veces bueno. ¡Muy grandes otra vez TWISTED FUCKIN’SISTER!
Texto: David Esquitino
Fotos: Rafa Basa
MÖTORHEAD
Lo de MÖTORHEAD, para variar, es mucho. Mira que han venido veces a España, que los hemos podido disfrutar ya un montón de veces, y que incluso algún insensato te puede decir «uff, qué pereza, otra vez los Mötor», pero es salir al escenario, decir Lemmy con toda la chulería y sencillez eso de «Good night, we are Mötorhead and we make rock n´roll», y comenzar la carnicería. Y esta vez lo tenían más difícil porque les tocaba salir después de la apisonadora que habían sido TWISTED SISTER, aunque lógicamente será por tablas, temas y clase a su manera… De hecho, quizás hacer una crónica de MÖTORHEAD al final se llena de tópicos, pero es que no dejan de ser tres tíos que se suben al escenario, meten más ruido que nadie y de repente ponen todo el auditorio patas arriba. Ésta vez eran semicabezas de cartel, con lo que contaban con algo más de tiempo que las bandas previas (unos 70 minutos), y además jugaban a la carta segura de que en España se les tiene un gran aprecio, así que tirando de esto y un comienzo brutal con «Iron fist» (que fue una sorpresa para empezar, la verdad) y «Stay clean», se hicieron con el concierto desde el principio.
Más tópicos, lo reconozco, pero ver a Lemmy encima de un escenario, en su eterna postura «cabeza arriba» y con sus ya clásicas botas blancas por encima de los elásticos sigue siendo mucho. Y luego Phil Campbell y su ya clásica pose chulesca regalándonos riffs supremos sin pausa desde su Explorer naranja (aunque sacó varias guitarras también), acompañado del espectacular Mickey Dee (¿cómo hará para meter tanta cera y todavía tener tiempo de mover el pelo al ritmo de los temas?) para completar el trío de oro, rematan lo que ya por sí sólo es una puta lección de rock n´roll y de cómo debería ser y comportarse una banda encima de un escenario: Telón con portada de disco reciente del grupo, un par de adornos (en este caso un pequeño telón delante de la batería elevada a modo de enrejado de mazmorra medieval), torre de amplis, «volúmen al 11» y a decir una y otra vez que hasta que ellos ya no estén el trono ni se toca.
Y como lógicamente para muchos era el concierto del día (con el permiso de TWISTED SISTER, que sigo pensando que fue el más numeroso del viernes), aquello estaba a tope, y todos los asistentes teníamos ganas de roquear al ritmo de «Metrópolis», la casi hardroquera «Another perfect day», la caña de «Over the top» (muy grande) o incluso alguna interesante mirada a los últimos trabajos como con «One night stand» o «In the name of tragedy» (dedicada con sorna e ironía a los políticos, «a vosotros os gustan los políticos, ¿verdad?, pues esta canción habla de ellos»), y a eso que a mitad del show hubo cierto bajón con dos o tres temas más sosos y paradillos que tuvieron el concierto en «stand by» durante 10 o 15 minutos. De todos modos, la apisonadora volvió con la tralla increíble de «Going to Brazil» y sobre todo la magia de «Killed by death», que además se convirtió en «el momentazo» del festival porque de repente salió nada más y nada menos que Dee Snider ya vestido de calle (elásticos, camiseta sin mangas, chaleco y botas, vaya) para «macarrear» y cantar el estribillo en el escenario del superclásico de MÖTORHEAD, en un momento de verdad que fue inenarrable, muy, muy grande, y sinceramente muchos nos emocionamos de verdad al verlo (yo el primero): pura decadencia y suciedad clásica, y sobre todo el decálogo de actitud multiplicado al infinito. Antes de rematar con el bis, era imposible que no cayera «Ace of spades» que, como tantos clásicos, quizás en casa o en un garito puede llegar a cansar, pero en directo es una bomba que estalla sin remisión.
Y nada, después de los saludos pertinentes, presentaciones, incluso un breve sólo de batería, coñas varias de Lemmy con nosotros y también entre ellos, era el momento de poner carpetazo a la clase magistral de rock en directo que nos dieron otra vez los británicos. Como suele ser habitual, fue con otra de sus rompecuellos, «Overkill», con la que remataron la faena y nos dijeron de nuevo hasta pronto… No superaron para mí a TWISTED SISTER pero la medalla de plata del día la tengo clara.
Texto: David Esquitino
Fotos: Rafa Basa
WARLOCK
El fin de fiesta del sábado, a la par que una de las actuaciones más esperadas del festival, era la reunión de WARLOCK, por supuesto con nuestra querida Doro al frente, pero esta vez subiéndose al escenario con el nombre y la banda que ella siempre ha idolatrado por encima de todo. Y tengo que decir que, pese a que hay que reconocer que la reunión como tal nos interesaba a pocos (y es que lamentablemente en este país se siguen conociendo cuatro bandas contadas con los dedos de una mano), fue un concierto que nos dejó a la mayoría una sensación agridulce. Por supuesto que fue bonito ver a la tigresa rubia con los guitarristas Peter Szigeti y Nico Arvantidis (todavía melenudos) y el batería Michael Eurich (la formación clásica de la banda… y que juntos grabaron «True as steel», quizás su disco menos reconocido y al que dieron bastante cancha), todos ellos en buena forma, especialmente Eurich, pero por otro lado no dejó de ser un concierto de DORO con otros músicos (de hecho, incluso el bajista era su mano derecha desde hace muchos años, el espigado Nick Douglas) y a muchos se nos quedó ese regusto de que no vimos nada diferente con respecto a lo que suele ofrecer Doro Pesch en sus conciertos en solitario.
Además, ni rastro de los telones especiales prometidos, castillo en ruinas y demás, y sólo un poco de pirotecnia/fuego al principio y al final intentaba aparentar que aquello era un superconcierto. Por supuesto que estuvo bien, que tocaron temazos y que Doro lo dio todo (y se la veía realmente emocionada, las cosas como son), pero es que aparte de «Figth for rock», «Midnite in China» y «All night» (que no son ni mucho menos tres de sus mejores temas), el repertorio se basó en las canciones de WARLOCK que toca DORO habitualmente. Comenzaron bastante potentes con «Earthshaker rock» y «I rule the ruins», pero ya digo que el repertorio en general (aunque muy interesante) no fue nada novedoso y todos nos quedamos con ganas de escuchar temas diferentes como pudieran ser «Sign of Satan», «Kiss of death», «Love song», «Out of control», «Time to die», «Without you», «Three minute warning»…
Hubo momentos intensos y poderosos como «Burning the witches» (con Doro animando a todos a hacer coros), el cañonazo que es «Metal racer» o «East meets west», la intensidad de «True as steel» (que en directo suena bastante más potente que en disco) o el momento siempre emotivo de «Für Immer» (que explicó Doro que fue un tema que compuso para España después de su primera venida aquí con JUDAS PRIEST en el 86 porque se quedó impresionada con la recepción de la gente con ellos), además de la imprescindible «All we are», con todo el mundo coreando, pero ya digo que la sensación fue de no estar viendo nada nuevo, y que nos estaban vendiendo como solomillo algo que sólo era chuleta (rica pero…). Ya para cerrar el show, no podía faltar la tralla insuperable de «Hellbound» (que sonó como un cañón, las cosas como son) y quizás también sorprendió que cerraran con la versión del «Breaking the law» que, digo lo mismo del principio, a todos nos gusta, pero siendo una reunión de WARLOCK pareció un tanto fuera de lugar o que al menos hubiéramos preferido un tema distinto de la banda para terminar.
En definitiva, fue un muy buen concierto, que nadie piense lo contrario pero quizás los fans de WARLOCK esperábamos otra cosa, y es que, como he pensado muchas veces (y la propia protagonista lo ha reconocido siempre) DORO no deja de ser una prolongación de WARLOCK y a la propia tigresa rubia lo que «le pone» son los temas de su vieja banda y siempre los ha tocado con su formación actual… y, precisamente por esto, el concierto fue menos especial de lo que muchos pensábamos. A ver si hay próxima vez y entonces sí se curran un escenario a la altura de las circunstancias y nos presentan un set list realmente distinto y especial. Aún así, gracias Doro por la oportunidad y por darte a ti misma este bonito capricho.
Texto: David Esquitino
Fotos: Rafa Basa
En la carpa Disco Metal, para cerrar la noche y dar paso a la fiesta, tocaron THE HIGHWAY TO HELL BAND, tanto hoy viernes como el sabado (ya lo hicieron en la fiesta gratis del viernes 19).
La banda tributo a AC/DC liderada por el «Angus catalán» Tite, y el gran vocalista Frank Hinojosa, tocaron muy bien, amularon a sus padres AC/DC a las mil maravillas, calcando sus máximos himnos y haciendo que los fans se lo pasaran en grande, llenando las dos noches hasta los topes la Disco Metal, y obligados a hacer varios bises a peticion popular y rindiendo homenaje a Bon Scott, ya que su repertorio estuvo basado en los discos donde el fallecido aún cantaba.
Es claro que es facil incendiar al público con temas de AC/DC como «Highway To Hell» o “Shot down in flames”, “Dirty deeds done dirt cheap”, “TNT”, o “Let there be rock”… Por ello THE HIGHWAY TO HELL BAND arrasaron ante un público que orgasmó al 100% !!!
Después de ellos, la Disco Metal funcionó «a tope» tanto el viernes como el sábado.
Rafa Basa
Fotos; Estrella
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TWISTED SISTER
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MÖTORHEAD
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WARLOCK
Fotos: Rafa Basa
THE HIGHWAY TO HELL BAND
Fotos: Estrella
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