GRAVEYARD – Innocence & Decadence
Discográfica: Nuclear Blast
Parece ser que para afrontar el final de año o algo por el estilo se ha concentrado un boom de lanzamientos durante estas últimas semanas y la gente anda con el criterio por las nubes y con las ganas de escuchar otras cosas reducidas al mínimo. Pero hay cosas que no pueden ser eclipsadas bajo ningún concepto y el nuevo disco de GRAVEYARD no debe ser pasado por alto.
Fieles abanderados de esa tendencia hacia un rock revival que nos transporta treinta o cuarenta años atrás y que siempre ha tenido gran aceptación dentro del público sueco, dándose bandas como ellos o sus hermanos WITCHCRAFT, así como en todo el territorio europeo en general, donde hemos podido apreciar la acogida del nuevo disco de KADAVAR, por ejemplo. Su música es un verdadero deseo de honra a una generación y a un modo de vida, a la gente que sentó las bases de lo que musicalmente suena hoy en día. Hasta su presencia estética se ha quedado marcada en el siglo pasado. Como la propia banda ha dicho alguna vez «Como todo en la vida, depende de lo que elijas ver y escuchar».
Nadie duda que las influencias lo son todo en la vida, lo que mamamos durante nuestra vida es lo que nos acaba haciendo lo que somos y en la música pasa lo mismo. En este disco encontramos un amplio espectro cromático de influencias y detalles; desde blues más agresivo, al más sosegado, pasando por el un enérgico rock clásico repleto de una gran cantidad de ejecuciones bien apreciables que hace que constantemente se nos vengan a la cabeza referentes que todos tenemos como pueden ser Mark Knopfler, Phil Lynott o Jim Morrison. Este Innocence & Decadence esconde un sinfín de sensaciones que nos lleva por diferentes estados de euforia y melancolía durante poco más de cuarenta minutos.
Tras acompañar a MASTODON y CLUTCH en su gira americana durante los meses de abril y mayo, los de Gothenburg se centraron casi por completo en sacar adelante este nuevo trabajo. A pesar de que ya se había empezado a gestar el álbum, la salida del bajista Rikard Edlund hizo que tuvieran que replantearse su situación y orientar sus prioridades a sustituir ese hueco. Finalmente para ello encontraron al que ya fuera guitarrista de la banda en su primer trabajo, Truls Mörck, que pasa a ocuparse del bajo. Cómo se nota que les gustan poco los cambios de formación, es el segundo que hace en casi diez años y rescatan el que fue el primero para sustituir a este. Con el grupo completo y la composición bien trabajada, el cuarteto se encerró en los Atlantis Studios de Estocolmo para grabar con la ayuda del productor Janne Hansson (ABBA, OPETH) que contó con la colaboración de Johan Lindström (TOBRUKET), que también ha ayudado añadiendo algún órgano Hammond y otros arreglos. Así, todo queda en casa. Por supuesto la técnica empleada para grabar no podía ser otra que la grabación en directo en estudio, convirtiendo en originales las formas de plasmar su música. Podemos decir que este trabajo ha sido grabado, mezclado y producido de manera completamente analógica y han creado un pequeño studio report en el que nos lo muestran.
Lo primero que llama la atención del disco, su primera impresión, es desde luego la portada, que bien podría ser una obra de Escher llevada al color, pero no, en este caso se le ha encargado artista predilecto de la banda, que ya ha trabajado con ellos anteriormente, su nombre es Ulf Lundén, a quien han dejado plena libertad para este encargo. Desde luego, aunque no fuera la intención, parece que la portada hace justicia al disco, un excepcional sube y baja de tempos y emociones que también destaca por sí misma.
Con la primera escucha ya te vas dando cuenta del rollo que lleva el disco, y ya desde esta misma primera se podría hacer una diferenciación a grandes rasgos de los temas que contiene el plástico en dos grandes grupos: una parte de ellos representan un rock n’ roll pegadizo, enérgico y cañero, como pueden ser Magnetic Shunk o Never Theirs To Sell; en contrapartida, encontramos otro puñado de temas más tranquilos y atmosféricos que aluden a un blues rock correcto y sosegado, véase Too Much Is Enough o Far Too Cloose.
El disco empieza fuerte, con un temón a ritmo de shuffle, Magnetic Shunk, un shuffle muy cañero y rabioso eso sí. Repiten la fórmula con ese patrón al inicio como hicieron con Ain’t Fit To Live Here que abre su memorable Hising Blues, gracias al cual recibieron un premio Grammy en su país natal a la mejor banda de rock. La cosa no se relaja con una verdadera maravilla como es The Apple & The Tree, sin duda un single muy bien elegido. Tiene un rollito DIRE STRAITS en las guitarras muy guapo y un hedor a THIN LIZZY en lo compositivo que con su propio toque por supuesto forman una simbiosis muy interesante. El primer contraste del disco lo pone Exit 97, un tema más solemne y pausado. Con lo que desde luego no contrasta es con anteriores temas de la banda como Hard Times Lovin’ o la exitosa Uncomfortably Numb. Desde luego me sorprende y me alegra la importante e impecable presencia que la batería ocupa en este disco, destacando el nivel técnico de Axel Sjöberg así como su precisión y limpieza en el tema anterior.
Never Theirs To Sell vuelve a subir el tempo y la energía mostrándonos cómo suena realmente GRAVEYARD. Es uno de los temas más personales del disco en los que se desmarcan de lo habitual y nos hacen mover la cabeza con esos flams de caja aplaudidos que destacan en el tema. El punto más cósmico de aire psicodélico lo pone Can’t Walk Out, siendo el único que sobrepasa los cinco minutos. El tema cuenta con un estribillo bastante pegadizo, conducido por unas guitarras motorizadas al espacio y unos efectos sintetizados que empastan genial.
Con Too Much Is Enough vuelve la fuerza blussy. Un corte tranquilote y trabajado, con el que nos regalan detallitos tan extasiantes como el sonido de un Hammond o unos coros rollo góspel que le dan un aire soul al tema. En este tema escuchamos nítidamente el sonido limpio de sus Epiphone vintage, así como la impecable presencia de Joakim en la voz tanto aquí como en todo el disco, donde nos enseña las diferentes facetas y emociones que modula con su voz. Aunque aquí hay que decir que no está sólo, en From A Hole InThe Wall el regresado Truls Mörck aporta aquí sus capacidades vocales para interpretar un tema también de reminiscencia psicodélica, incluso con dejes de stoner. Además, Joakim volvería a delegar, en este caso en el guitarrista Jonatan Ramm para cantar Far Too Close, acompañando así a su polifacética guitarra, que lleva pasando durante la última media hora del extremo más melancólico y callejero, a ser un verdadero planeador revolucionado que distorsiona y te sacude. El disco lo despide una pequeña joya que Joakim Nilsson nos regala, un deleite acústico en el que solo encontraréis su voz, y su guitarra.
En conclusión, GRAVEYARD una vez más enchufan su máquina del tiempo para probar y conjugar diferentes géneros, donde bajo la batuta del rock y el blues, fluye un amplio espectro de detalles e influencias que van tomando presencia con las escuchas. Sin duda es un disco más experimental e introspectivo que los anteriores, donde han probado cosas nuevas sin perder su identidad, siguiendo y evolucionando el cambio de ritmo que tomó la banda con Lights Out. CREAM, THE DOORS, RAINBOW y un sinfín de grupos clásicos se os vendrán a la cabeza durante la escucha, y por lo menos a mi me han obligado a desempolvar algún título que tenía olvidado. No creo que les vaya mal si siguen ofreciendo cosas como este Innocence & Decadence, aunque desde luego su presencia en los top ventas no es extraña, y no puedo dejar de remarcar que estos fenómenos se marcaron un tripe sold out en Bilbao, Madrid y Barcelona en su visita a nuestro país en 2013.
Esperemos que nos dejen volver a llenar sus conciertos en nuestro país con este nuevo disco, porque aunque no hayan anunciado nada de momento, nosotros seguiremos pacientes disfrutando grandes trabajos como este llenos de carácter y rock n’ roll.
Carlos Esteban (@mapexvsmeinl)
Lista de Temas:
- Magnetic Shunk
- The Apple & The Tree
- Exit 97
- Never Theirs To Sell
- Can’t Walk Out
- Too Much Is Not Enough
- From A Hole In The Wall
- Cause & Defect
- Hard-Headed
- Far Too Close
- Stay For A Song
Buena crítica, de nuevo se han marcado un discazo esta gente. Como bien dices más experimental, de hecho el tema que canta el «nuevo» bajista me da la sensación de estar escuchando otra banda. No me acaba de convencer por eso ese tema, pero el resto destaca por su calidad y buen gusto. Eso sí, el Hisingen blues es el Hisingen blues…
Impaciente por vover a verlos en directo.
Saludos
me gusta el grupo más o menos, no son nada del otro mundo pero les ha tocado la lotería patrcinada por Nuclear -Blast, ahora lo que tengo es una pregunta para el redactor: ¿Hace falta escribir tantísimo para hablar de un disco? Joder, es que os pasáis ya de longitud, hombre, con trescientas palabras deberia haber suficiente para contar algo de este o de cualquier otro disco, si quieres dentro de unos días te hago una demostración cuando lo haya oído. Un saluti a tuti y tónica per tuti.
El problema en mi opinión de la crítica no es su longitud, que puede que también, sino el tipo de letra que ahora usa la web en estas secciones, que no facilita para nada su lectura….si Amazon con su kindle, apple, etc pierden su tiempo investigando tipografías para ayudar a la lectura será por algo!
Hola, Ya dijimos que faltan por hacer bastantes ajustes y cambios. De todas formas, también cuando hicimos el cambio radical de hace unos años hubo gente que no le gustó, como ahora. Los cambios son necesarios, pero A veces se hacen “raros” al principio. Con el tiempo ya veréis como os parece que la web ha mejorado, y mucho.
Pero repito…Aún quedan cosas por hacer e intentar mejorar
Paciencia, por favor!!!!!!!
Salud y metal
Rafa Basa
Discazo.