Esta banda de Barcelona arranca con su primera obra sorprendiendo a más de uno. Por juventud y por nombres, nadie podía esperar un producto de semejante factura. En condisiones normales, un disco debut de esta índole lo calificaría como de 10, pero para no herir sensibilidades, bajaremos la puntuación a la espera de que la experiencia y el tiempo los coloque sin miramientos en la calificación de excelente.
Calificar su música, me resulta complejo, cada vez estoy más apartado de las miles de etiquetas que pueblan nuestra escena. Llamarlo simplemente Metal podría ser demasiado general, pero no se me ocurre un calificativo mejor. Y es que bajo una amalgama de riffs portentosos, se cimentan altas dosis de sensibilidad, sutileza, incluso delicadeza, contrastando con una base hiper contundente más propia de sonidos extremos en cuanto a sonoridad. Los siempre buscados contrastes buscan la contra replica en una melodías vocales cerca del Hard Rock de toda la vida
La producción a cargo de Alberto Rionda es impecable, dando el protagonismo a la voz de Israel Ramos, un alumno aventajado de muchos maestros que aprovecha sus cualidades hasta el extremo. Es indudable su parecido vocal con Ramón Lage, de la misma forma que es imposible hablar de este trabajo sin nombrar a los AVALANCH de la última época, una influencia más que palpable, si tomamos como referencia trabajos como «Los Poetas Han Muerto».
El trabajo de Rionda da buena cuenta de las solitas, siempre pulcras y precisas, dejando a las claras que la busqueda de la perfección es la meta. ¿Le puede quitar frescura al trabajo? Quizás, pero sin esta perfección la música no se mostraría con la intensidad que lo hace, y es que las orquestaciones, muy puntuales, transportan y evocan paisajes, incluso emociones.
Tras la intro cargada de misterio y simbolismo que da título al trabajo, nos encontramos con «Por El Río Olvidado», un tema cargado de belleza y de múltiples detalles; base prominente, sutiles armonías que van recorriendo el tema sobre unos riffs que cabalgan sobre la voz de Israel Ramos.
«La Cruzada del Miserable» cuenta con la colaboración de Ramón Lage. La similitud entre ambas voces es evidente, hasta el punto que alguien ajeno a los derroteros de AVALANCH seguramente no los distinguiría. Un tema con buenas melodías, y un contrapunto interesante en un final con piano con aires nostálgicos realmente conseguidos.
«Héroe» es un cote con una influencia más evidente del Heavy Metal más convencional, incluso contando con un estribillo hímnico, y con un buen juego de voces, aunque sin echar mano de los presumibles coros. Inmensas melodías en un tema donde la voz de Israel se sale en todos los sentidos.
En «El Pastor Y La Luna» encontramos unas guitarras más graves, en un medio tiempo que se acelera en el estribillo. En esta ocasión, y de forma acertada, incluyen orquestaciones creando paisajes evocadores de una forma brillante.
En «Árbol Viejo» encontramos la colaboración de Alberto Rionda en las guitarras acústicas, Roberto Junquera en la flauta, y de Xenia en la voz femenina. Un tema calmado, donde las orquestaciones aparecen ahora de forma evidente. En esta balada se puede comprobar la inmensa producción que atesora este trabajo. Una power ballad con todas las de la ley, emulando a las grandes obras de grupos como SCORPIONS, o los propios STRATOVARIUS.
Los violines de «La Última Canción» nos adentran en un tema con aires más modernos, con bases sampleadas en su inicio y con unos toques más melancólicos. Para nada un tema suave, las estructuras y la base son netamente metaleras, pero al mismo tiempo encontramos nuevamente la siempre omnipresente sutileza en las melodías y en algunos detalles.
«VI» aparece como una apisonadora, un tema directo, más agresivo, más cercano al Power Metal convencional. Riffs veloces acompasados a una batería completamente abrasiva y un juego de armonías cuidadas hasta el paroxismo que se funden entre si en un amasijo musical realmente interesante.
«Anochecer» tiene unos aires a los anteriormente conocidos como RHAPSDOY que le dan un toque novedoso. Estructuras muy similares a los primeros trabajos de la banda, donde las orquestaciones se fundían a la perfección con los patrones más metálicos, aunque nuevamente el piano de Sergi Camps le da un punto especial al tema.
«Fausto», un tema oscuro, con orquestaciones y aires arábigos, con riffs secos y marcados, y un trabajo vocal cargado de contrastes, ahora si echando mano de coros y de múltiples cambios, en un tema realmente complejo y cargado de aires progresivos.
El trabajo se cierra con «Sobre las Hojas», un corte instrumental donde se hace un resumen de forma orquestada de algunos de los pasajes del trabajo.
Sinceramente, no me esperaba tanto. El disco me ha sorprendido por varios motivos, entre ellos la juventud, el estilazo que se gastan, la elegancia, y por que se nota un trabajo compositivo impresionante, a parte de la producción impoluta que atesora. Si con un primer trabajo han conseguido esto, no me imagino de lo que pueden conseguir con experiencia. Una apuesta segura. El no apostar por el Metal hecho aquí, ya va siendo una excusa de mal pagador.
Àlex Sánchez Cerro.
alex_sanchez@rafabasa.com
Tracklist :
- Caminos del alma
- Por el río olvidado
- La cruzada del miserable
- Héroe
- El pastor y la luna
- Árbol viejo
- La última canción
- VI
- Anochecer
- Fausto
- Sobre las hojas
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