LUJURIA + ESCLAVITUD en Madrid. Crónica y fotos.

+ ESCLAVITUD

Sábado 7 de Marzo de 2009 – Sala Heineken – Madrid

Aunque el último trabajo de los segovianos, «Licantrofilia», salió en el verano pasado, e incluso ya habíamos podido escuchar algunos de los nuevos temas en el concierto que dieron en el Leyendas en agosto, todavía no se había realizado la presentación oficial en Madrid, fecha siempre importante para todas las bandas… Pero LUJURIA en concreto siempre ha preferido dejar la capital para los últimos tramos de sus giras, como también ha vuelto a ocurrir esta vez. De hecho, el concierto estaba previsto para el pasado 28 de febrero, pero la coincidencia inicial con SAXON+ICED EARTH (que lamentablemente al final se ha pospuesto para más adelante) y OVERKILL+EXODUS ese mismo día les hizo ser prudentes y retrasarlo una semana. De todos modos, tampoco les salió demasiado bien la jugada porque el sábado tuvieron que lidiar con todo un Real Madrid-Atlético, (y es que, aunque muchos no lo entendamos, sabemos que el fútbol siempre resta asistencia), y además con el primer concierto de SOZIEDAD ALKOHOLICA en Madrid después de mucho tiempo, eventos que inevitablemente influyeron a que en el concierto de LUJURIA hubiera menos gente esta vez (una media entrada en la Heineken) que en otros conciertos de la banda en la capital. Pese a todo, LUJURIA siempre se ha caracterizado por ser una banda luchadora y que se sobrepone a las adversidades sin problemas, y ofrecieron un buen concierto, netamente heavy (y la acepción no es un tópico sin más en este caso), en total comunión con un público totalmente fiel y entregado, y con ese punto cercano, entrañable y casi familiar que siempre tienen los conciertos de los segovianos.

Pero comencemos por el principio, y es que nos gustaron los teloneros, una banda tinerfeña de heavy metal llamada ESCLAVITUD, que personalmente no conocía más que de nombre, y que dejaron una grata impresión durante la aproximadamente media hora/tres cuartos que ofrecieron de show. Lamentablemente me perdí sus primeros 10 o 15 minutos de actuación (os pido disculpas, chicos), pero es que esa mala costumbre que se está tomando en Madrid de empezar los conciertos realmente pronto los fines de semana, muchas veces hace que no se pueda llegar a tiempo al comienzo.

De todos modos, les pillé en medio de su largo medley de clásicos del rock y el heavy, interpretando de maravilla hits como «Back in black» de AC/DC, «Rock you like a hurricane» de SCORPIONS, «Resistiré» de BARÓN o «Running free» de IRON MAIDEN, y levantando mucho a un público aún algo frío pero que ante una buena ración de clásicos no pudo evitar calentarse. Remataron el concierto con dos temas suyos, entre los que me quedo con «Orgullo y libertad», heavy totalmente clásico, demostrando que son una banda a tener muy en cuenta de cara al futuro, y eso que no son nuevos en esto precisamente o unos jovenzuelos intentando sacar la cabeza con su primer grupo. Ates de retirarse, que lo cortés no quita lo valiente, dieron las gracias a LUJURIA por traerles para abrir su concierto en Madrid y dejarles usar su equipo, y a todos los asistentes por el buen recibimiento. ¡Bien por ellos!, y ya digo que les tenemos ya fichados para próximas ocasiones.

Pero era la noche de LUJURIA y de «Licantrofilia» en directo (que tocaron casi entero), y pasadas las 21:15 de la noche ya estaban sobre el escenario flanqueados por un bonito telón con la portada de su logo del Escuadrón 69 (tema que eché de menos en su set list, por cierto), y presentando en sociedad (al menos en Madrid) a sus dos nuevos miembros: Maikel a la batería (excelente el tío) y Ricardo Mínguez al teclado, bien en su labor (aunque, aparte de en temas concretos como «Las tablas de Moi-Sex» o la guapa versión con letra adaptada del «Shoot in the dark» de OZZY, sigo sin terminar de pillarle el punto a los teclados en LUJURIA… opinión personal, ojo). Bueno, tenían ganas de tocar en la capital y se notó, con una banda en un estado excelente, realmente rodados, y encantados de tocar ante su público madrileño (con visitas de ciudades y pueblos de alrededor como Guadalajara, Toledo, Segovia…, por supuesto). Me sorprendió en este caso, eso sí, el atuendo de Óscar, más sobrio que otras veces, vestido enteramente de negro (es que la última vez que les vi, en Zaragoza junto a TWISTED SISTER, SAXON y EDGUY, iba completamente de blanco y quizás no me esperaba tanto contraste en el cambio, jeje) y apareciendo en escena inicialmente con una capa vampiresca (cual Halford «Nostradamus» en esta última gira de JUDAS aunque cambiando el plateado de la del Metal God por el negro seda/oscuridad nocturna más propia de los lobos aullando a la luna… mensajes de libertad, por supuesto).

Detalles estilísticos aparte, comentar que el concierto llegó prácticamente a las dos horas, que centraron su repertorio en presentar el último disco (quizás eché de menos algún clásico extra como el citado «Escuadron 69», «Sin parar de pecar», «Merece la pena» o «La favorita del rey»), y que me gustó mucho la interpretación de la banda, destacando a un Chepas tocando muy bien, y a un Julito siempre en primera línea disfrutando como el que más y demostrando que tiene más corazón de heavy metal que nadie (y supongo que orgulloso de su principal trabajo compositivo en los temas del último trabajo). Gallardo como siempre se mantuvo más sobrio y en un relativo segundo plano, pero sin descuidar ni por un momento su importante labor al bajo, y Óscar a su vez, también como siempre, demostrando que es un frontman especial y que él no es sólo un cantante (más limitado) sino un perfecto transmisor de ideas, además de uno de los mejores exponentes de esa actitud, personalidad y rollo heavy de siempre que muchos veces echamos de menos en demasiados conciertos faltos precisamente de esa chispa callejera y barriobajera (en el mejor sentido de la expresión, por supuesto). Y eso que estuvo menos beligerante que otras veces (bueno, relativamente, que algunas inteligentes y acertadas perlas hacia Dios, la Familia Real y demás sí soltó), centrando quizás su mensaje esta vez en ese orgullo de ser y permanecer roqueros y heavies que a veces dejamos de lado, y siempre haciendo apología de esa libertad y rebeldía que esta condición nos otorga y nos exige.

Comenzaron directamente con el tema que da título a su reciente nuevo disco, una guapa «Licantrofilia» perfecta para dar el pistoletazo de salida al concierto. Y eso que el sonido no se portó demasiado bien con la banda esta noche (especialmente al comienzo), sonando muy alto el bombo de la batería y quizás también algo excesivo el teclado para mi gusto. «Jekill y Mrs Hyde» fue la primera mirada atrás, seguida de la sincera «Arañando el cielo», dedicada emotivamente a Javier Gálvez, fallecido hace un par de semanas, y con el público totalmente entregado desde el principio. Además, me gustó comprobar que la gente se sabía los nuevos temas de cabo a rabo, síntoma inequívoco de la buena aceptación que ha tenido «Licantrofilia» después de un demasiado distinto «…Y la yesca arderá» (del que no tocaron ningún tema creo recordar), que gustó mucho a unos cuantos pero que no convenció demasiado a los fans más clásicos de la banda.

Seguíamos con nuevos temas y era el momento de uno de los mejores del disco, un «Tigresa blanca» que sonó de maravilla en directo (ya el sonido iba afinándose mejor), y que la banda interpretó perfecta. Tras esto, era el momento de irnos a los primeros tiempos del grupo con eso que todos hemos querido ser alguna vez, ¿verdad?, ¡»Estrella del porno»! Como curiosidad, comentar que Óscar aprovechó para sacar una bandera republicana del «Komando Kordoba», que le habían regalado a la banda unos días antes en su concierto en la citada ciudad andaluza… bonito detalle siempre de LUJURIA de acordarse de su público en cualquier concierto y dedicarles con cariño temas, recuerdos y frases cariñosas (que sé que lo hacen de corazón, lo que les honra). Era el momento de ponernos cariñosos con «Cadena perpetua lejos de tí», un tema que siempre ha gustado mucho entre los seguidores de la banda, aunque reconozco que a mí nunca me apasionó (por mucho que me guste la letra, y es que todos sabemos que el amor no entiende ni de cadenas, ni de barreras o convencionalismos). Pese a todo, sonó muy bien, y me gustó mucho el detalle de las luces azuladas y moradas enfatizando el ambiente de la canción, además de los muchos mecheros que adornaron la canción… ¡»a la vieja usanza», leñe!

Aunque el sonido no terminaba de ser perfecto, sí iba mejorando por momentos, y se notó en la bailona y hardroquera «Las tablas de Moi-Sex», que me encantó cómo quedó en directo, al igual que «Prisionera», y es que aunque LUJURIA sea una banda de heavy metal clásico, le tienen totalmente cogida la medida a esos temas más melódicos e incluso hardroqueros que poco a poco van incluyendo en toda su discografía. Seguíamos en esta tónica con «Cuerpo de mujer», su «Cuerdas de acero» particular dedicada a ese instrumento que tan feliz nos hace (el segundo que más feliz nos hace, vale, que yo también a veces me pongo lujurioso, jaja). Bromas aparte, me gustó mucho esta parte intermedia algo más hardroquera y con Chepas disfrutando de lo lindo de estos riffs un tanto más roqueros. El single «Cae la máscara» sonó demasiado dura en directo y con una base muy cruda que me convenció menos (aunque reconozco que no ha sido de los temas que más me han gustado del disco), aunque la aceptación general fue buena.

No podíamos olvidarmos del recuerdo siempre constante en LUJURIA de las bandas que nos abrieron el camino y que fueron realmente importantes en nuestra historia heavy (riquísima, por cierto), y así volvieron a rendir homenaje a uno de nuestros grupos más injustamente valorados como fue MURO y su clásico «Traidor», que LUJURIA versionean desde que el propio Óscar cantara este tema (con dos enormes muñequeras de tachas como las que también llevaba «hoy», por cierto) en el concierto despedida de MURO en Caracol hace algunos años… Y por cierto, nos sopló, así «en petit comitè», nosequé de novedades con respecto a la banda original de Silver con algo relacionado con «El Largo» y tal… bueno, no digo nada, preguntarle a Óscar que yo sólo escribo algo que él comentó sobre el escenario el sábado. Bueno, y ya que nos ponemos «antiguos», tomo la palabra «a lo Sherpa baronil y al rojo vivo» diciendo que todos sabíamos que esto ya se estaba casi acabando, y era el momento de comenzar a dar paso a las sorpresas que tendríamos esta noche… comenzando por la participación de Tete Novoa, cantante de SARATOGA, para unirse a la banda en la interpretación de la gran «Joda a quien joda», sin duda uno de sus mejores temas, y que quedó realmente bien con Tete y Óscar haciendo dueto (uno más agudo y otro más grave). Y es que, ya sabéis, el rock no es moda, es un modo de vivir… y claro, a romper la ley ya nos enseñó JUDAS PRIEST (y nos lo recordarán en vivo y en directo ya esta semana, jeje).

Antes de otro de los mejores temas de la noche, y uno de los más emotivos (por la carga nostálgica y real que conlleva esta canción) como fue «Viejo rockero», me quedo con una frase de Óscar que me encantó: «somos felices amando el rock n’roll». Pues nada, seguíamos siendo felices con la versión de «Qué es mejor» de SHALOM (también incluida en «Licantrofilia»), para rematar el concierto antes de los bises con la esperada «Corazón de heavy metal» (para mí sin duda el mejor tema que tiene la banda) con la colaboración de un Santi de SOBREDOSIS, que no sé si le pasó la lija a Óscar, pero que sigue manteniendo un vozarrón y una personalidad encima del escenario impresionante. Con todo el público realmente animado y con ganas de muchos más (y es que al final, queramos o no, son los grandes clásicos los que terminar de poner patas arriba los conciertos), era el momento de una breve retirada antes de la parte final del show.

La última sorpresa de la noche (como ya nos había anunciado Óscar la semana pasada durante la semana pasada en la entrevista que tuvimos el placer de hacerle en radio) fue una excelente versión de la gran «Shoot in the dark» de OZZY, uno de esos temas especiales de la historia del rock que merece ser recuperado, y en este caso además rebautizado en castellano como «Salgo a matar», con letra dedicada en general a salir a darlo todo en un concierto, y en concreto a una noche siempre especial en Madrid. Antes de cerrar definitivamente, era el momento de acordarse de los «Goliardos», esos antiguos «heavies» que sabían mantenerse en su sitio y retirar la lengua cuando los nobles y altos estamentos de turno ponían el culo cerca. Y como broche de oro, aparte de una merecida ovación y una despedida siempre emotiva y sincera (agradecidos siempre a Madrid) por parte de la banda, os dejo otra frase lapidaria de esas que tanto le gusta remarcar a Óscar en directo (por cierto, con elegante cazadora guerrera negra y blanca en esta parte final del show): «El heavy metal es libertad siempre»… que a nadie se le olvide.

Y con esto, una última cerveza (aunque mejor ya después fuera de la sala, claro, que de los abusivos precios internos una vez más mejor ni hablamos), un bizcocho y la divertida outro de fondo con el «Just a Gigolo» de DAVID LEE ROTH, cerrábamos una nueva gran noche de rock y heavy metal en directo en Madrid con todos los músicos participantes sobre el escenario. Buen concierto de LUJURIA, con la única pega por mi parte (si se puede decir así cuando estaban presentando el nuevo disco), que quizás me sobraron un par de temas nuevos y faltaron ese par de clásicos extras que hubieran redondeado el show… Por cierto, y para la próxima… ¿ya será en Suecia?

Texto y fotos: David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)

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