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BILBAO BBK LIVE – Jueves 21 de junio – Bilbao
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VHALDEMAR, BLOOD SIMPLE, MASTODON, JULIETTE LEWIS,
STONE SOUR, WITHIN TEMPTATION.
De ecléctico podría denominarse el Festival BBK Live que tenía lugar en Bilbao (en sus dos primeras jornadas) los días 21 y 22 de junio. Ecléctico por los grupos y complicado por sus fechas. Un festival que tiene lugar un jueves y un viernes ya indica que está muy centrado en los asistentes más cercanos, complicando las cosas en gran medida a aquellos que debían viajar para ver un cartel atípico y que cuya mayor atracción para un servidor era la actuación de IRON MAIDEN. Además de los ingleses, el jueves compartirían escenario LAUREN HARRIS y STONE SOUR, en las tablas preparadas para los grupos “principales”, y el segundo escenario se reservaba para la actuación de VHALDEMAR, BLOOD SIMPLE, MASTODON, JULIETTE LEWIS y WITHIN TEMPTATION. Variedad sonora, sin duda, que llevaba al recinto de Kobetas, a las afueras de Bilbao, a cerca de 15.000 personas, en una demostración, de nuevo, que los sonidos más duros tienen un gran tirón más allá de fechas o precios.
La subida a Kobetas se realizaba mediante autobuses puestos por el Ayuntamiento y, si bien en algún relevo se pudo tardar algo más en subir, lo cierto es que la frecuencia era bastante elevada. Una vez en el recinto se recogía la pulsera de tela con una atención excelente por parte de los que allí estaban trabajando y se accedía a un recinto amplio, con los dos escenarios separados lo suficiente como para poder preparar las actuaciones sin que el sonido se mezclara, césped, árboles, y una gran carpa de descanso. Indudablemente la visión del recinto alegraba a los que ya hemos estado en muchos festivales y las condiciones no son siempre las mejores. Puestos variados, reponedores de cerveza móviles e incluso regalo de rodajas de sandía. En general muy buen ambiente para ir viendo poco a poco a los grupos que ejercieron de auténticos teloneros de los dueños y señores de la noche, Harris y compañía.
Fernando Checa
Una vez en el recinto, el cual abrió con un pequeño retraso, llamo mi atención la pulcritud del mismo y detalles como sofás en la caseta de prensa, red wifi, gradas vip (las cuales estaban ocupadas por fauna de lo más diversa) y en general todo muy colorido, aunque todo sea dicho, personalmente me gustó más la ubicación del supuesto escenario ‘pequeño’, donde abrieron la jornada los locales VHÄLDEMAR,una de las bandas más heavys del panorama nacional así como una de las más exportables, quienes dieron un señor concierto pese al escaso tiempo con el que contaban, apoyados por un publico considerable en cuanto a número pese a la hora y día de la semana que era.
La ‘hijisima’ LAUREN HARRIS actuaba en segundo lugar en el otro escenario y sencillamente poco más que su belleza me llegó a convencer, y es que mucho tiene que mejorar aún esta jovenzuela. Nuevo paseo hasta el otro escenario (a estas alturas el festival comenzaba a conocerse como “el festival de los kilómetros”) para hacer acto de presencia en la descarga de BLOOD SIMPLE, banda que me engañó por completo al pensar que se trataban de otra banda de mismo nombre pero de más vertiente más autentica como es el black metal. Mucha rasta, ropa ancha y clichés varios tanto entre el respetable como sobre el escenario, donde no aprecié nada que me llamara demasiado la atención, de hecho hubiera disfrutado más dentro de un estilo parecido con los bilbaínos BULLETNOISE.
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STONE SOUR se me antojaba un grupo interesante, en parte por la presencia de un batería tan espectacular como es “el puto de Ecuador”, más conocido como Roy Mayorga, que a posteriori me pareció totalmente desaprovechado es esta banda (con lo que me gustó con SEPULTURA…), por no mencionar que se me hizo cuando menos extraño ver a Corey Taylor ataviado con una americana y con el pelo corto, aunque eso no fue impedimento para disfrutar de un concierto en la línea que se esperaba de ellos.
Sin lugar a dudas MASTODON era para mi de lo mejor del día, esperaba mucho de ellos, pero o bien yo tenían un mal día o lo tenían ellos, ya que aunque su descarga fue de lo más correcta, personalmente les vi un tanto faltos de ‘chicha’, algo fallaba, y que decir de JULIETTE & THE LICKS…pues que me pareció cuando menos curioso que la actriz que tan bien me lo hizo pasar en películas como “Abierto hasta el amanecer” abriera para IRON MAIDEN, y no se si por curiosidad o que pero lo cierto es que consiguió reunir un público de lo más numeroso, y me pudo gustar más o menos su estilo, pero lo cierto es que ganas le puso, atreviéndose incluso a arrojarse al público, algo que no se ve muy a menudo en un festival.
Ángel Ruiz
Hablemos de IRON MAIDEN. Tan sólo unos meses después de su última visita a Barcelona, y con su “A matter of life and death” ya muy rodado tocaba abrir el set list nuevamente a otros temas. Pero no nos engañemos, IRON MAIDEN creen en su trabajo, para bien o para mal, y eso significa que si tienen un disco nuevo en el mercado y no están en gira “Grandes Exitos” su concierto va a pivotar sobre los últimos temas.
Así, a nadie extrañó que el tema que abriera el concierto fuera “Different world”, primer corte de su último disco, que servía para que los 6 más deseados se comieran las tablas. MAIDEN son un espectáculo en sí mismos. Mucho más que un concierto. Y de eso dan cumplida muestra decenas de giras. La escenografía es importante, y si bien era similar a la utilizada en Barcelona la última vez que vinieron a España, no por ello deja de estar estudiada al milímetro. Desde los sacos de arena hasta el último de los detalles del ambiente bélico que “A matter…” trata de criticar. Los telones, utilizados desde hace tantos y tantos años son otra parte importante de la presentación de cada canción.
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Seis músicos en escena perfectamente implicados en su papel. Al frente un Bruce que parece ser eterno. El frontman por excelencia que no para de moverse de un lado a otro consciente de que las miradas le siguen hasta el último gesto. Pero sin descuidar la voz. Muy bien empastada desde el comienzo y en “These colours don´t run” y en “Brighter than a thousand suns” cumpliendo de forma excelente. Como única pega tal vez el exceso de agudos en algún momento, pero sin abusar de los ecos y, por supuesto, sin la mínima falta de entonación.
Adrian y Dave siguen fundiendo sus guitarras de una forma excelente. Adrian mucho más técnico y Dave incorporando más libertad en su interpretación. Y como apoyo, Janick, algo más comedido en esta ocasión, pero sin parar de jugar con su guitarra, corriendo y haciendo todo tipo de poses. Su aportación musical en directo es limitada, pero visualmente nadie puede dudar que pone en su interpretación todo el corazón.
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De Harris ya se ha dicho todo a lo largo de tantos años. Que sigue apuntando con su bajo como el primer día a las primeras filas, que canta todas las canciones, que no para de mover su melena hacia arriba y hacia abajo. Que es, en definitiva, el espíritu de IRON MAIDEN. Incluso llegamos a perdonarle la manía de los últimos años de salir a tocar como el que va a un ensayo, con la primera camiseta y pantalones cortos que tiene a mano. Su derroche es tan grande que es perdonable el que en ocasiones su bajo parezca querer comerse el trabajo de las tres guitarras.
Nicko, el carismático batería curtido tras sus tambores, simpático como siempre, sin parar de sonreír, en los momentos en los que abandona su inmenso trono. La pieza que hace encajar todo. Incluso el pegamento que parece restañar los egos y las vanidades que en una banda así es imposible dejar atrás. Y es que IRON MAIDEN además de una banda de heavy Metal son una empresa, que nadie se equivoque. Profesionales como ninguno, su interpretación es perfecta, y la complicidad entre sus miembros aparece cuando debe, pero lejos han quedado aquellos tiempos de amistad y compañerismo de los ochenta. Hoy son aún más grandes y lo importante es mostrar oficio como sólo ellos pueden hacer.
Con “Wratchild” el concierto comenzó a encararse de otra manera. No justifico en absoluto a los que quieren escuchar sólo temas antiguos, pero tras más de veinte minutos de concierto la explosión de ilusión que se vive en las actuaciones de MAIDEN llegaba realmente con el viejo tema y especialmente con “The trooper”, canción en la que Bruce, casaca roja incluida, se dedica a ondear la bandera británica. Momento no por esperado menos emotivo. Lo que ya no era tan esperado fue “Children of the damned”, pese a la promesa que la banda había hecho de tocar varios temas de “The number of the beast”. Y el caso es que es un tema que se ajusta perfectamente al tipo de música que en estos momentos hace el grupo. Dickinson cantando maravillosamente bien y los miles de gargantas que abarrotaba Kobetas rompiéndose por fin la voz.
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Nuevamente a la actualidad, “The rencarnation of Benjamin Breeg” y “Fort he greater Good of God” iban a ser otros casi veinte minutos en los que la banda muestra su perfil más técnico. Son conscientes de que el público está ahí, Bruce se convierte en intérprete casi teatral y Harris no cesa de moverse, pero el espíritu más festivo queda sustituido por una forma de interpretar algo más seria, más distante. Gustan estas canciones, no cabe duda, pero es incomparable con el momento en que el primer “inflable” hace su aparición en la parte trasera del escenario y Bruce comienza una letanía aprendida por cualquiera que escuche Heavy Metal. “The number of the beast” abría paso definitivamente a la parte que todo el mundo acaba pidiendo en un concierto de la Doncella. Incluso ellos parecen descargarse de tensión y cuando 20.000 personas gritan como lo hacemos en nuestro país la música de “Fear of the dark” el grupo comprende qué es eso que les lleva a repetir una y otra vez dentro de nuestras fronteras.
“Run to the hills” y “Iron Maiden” con los ya clásicos gritos del “Scream for me Bilbao” nos acercaban a un concierto que por momentos iba sonando mejor, en el que los músicos estaban cada vez más enganchados. Aun quedaría tiempo para los bises con una versión mágica de “Two minutes to midnight” en la que Bruce confirmó que el año que viene estarán tocando “en este territorio geográfico” (conste que tras la pregunta sobre el número de españoles y de vascos que había en el recinto demostró ser un excelente relaciones públicas y buen conocedor de un tema que, por otro lado no tiene nada que ver con la música) y haciendo una gira en la que tocarán de nuevo los grandes éxitos como “Rime of ancient mariner”.
El cierre llegaba con un excelente “the evilthat man do” y una fantástica interpretación de “Hallowed by thy name” coreadas como nunca. Atrás habían aparecido en las tablas un Eddy tambaleante, como es de rigor, y el famoso tanque, una prueba más de la grandiosidad de un espectáculo que, no por conocido es menos deseado.
Un gran concierto, en definitiva. Difícil decir si mejor o peor que otros. Yo mismo he visto a IRON MAIDEN quince veces y ya no querría comparar. Simplemente creo que los miles de fans que abarrotaron el primer día del BBK Live disfrutaron y de lo lindo. Y en cualquier caso, en poco tiempo volveremos a tenerles por aquí para sacarnos la eterna espina de esa canción que nunca tocan.
Al festival le quedaba tras MAIDEN un grupo, WITHIN TEMPTATION. Muy alejados del tipo de fans que había subido masivamente al recinto del Festival, WITHIN TEMPTATION tiene un importante número de incondicionales a los que no importó la bajada de temperatura que se notó y que hacía que la espera para ver a la banda de Sharon Den Adel se hiciera demasiado larga. Finalmente, los holandeses salían a escena con la banda algo mermada tras la baja por enfermedad de su guitarrista Ruud Jolie. “Our solemn hour”, “The Howling”, “Frozen” o “Stand my ground” fueron desgranados ante una audiencia que observaba las evoluciones de la guapa Sharon, perfecta en su labor de vocalista cuasi operística y no tanto en cuanto a sus movimientos en escena, un tanto repetitivos a base de mover el puño intentando animar a un público cada vez más frio.
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La falta de Ruud llevaría a que el público pidiera ayuda al público a cantar “What have you done now” y pese a lo bajo de la temperatura, algo pareció animarse un concierto que también contaría con correctas interpretaciones de “Ice Queen”, “Jillian” o de la archiconocida “Mother Earth”.
Papeleta difícil para un grupo atípico dentro de un cartel extraño y tal vez demasiado variado. Ahora queda por delante el que puede ser día más grande, al menos en cuanto a asistentes: El próximo viernes 29 de junio con la descarga de METALLICA. ¡A disfrutarla!
Fernando Checa
Fotos: Stuart McDonald
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