Parece que el power metal melódico también se ha acabado para KAMELOT. “Ghost Opera” nos muestra a unos KAMELOT oscuros, atmosféricos, casi góticos y fundamentalmente basados en los medios tiempos, tendencia que iniciaron en su anterior álbum “The Black Halo” y en la que ahora parecen adentrarse con convicción. Una orientación musical que, porqué no decirlo, en principio me resultaba altamente atractiva en una banda como KAMELOT, e hizo que mis expectativas personales fueran casi inmejorables.
Eso sobre el papel… sin embargo, en la práctica, el resultado, aun siendo bueno, se queda por debajo del listón establecido hasta el momento por esta banda, al menos en mi opinión. “Ghost Opera” peca de excesiva monotonía de principio a fin; temas de 4 minutos que no dejan mucho espacio más que para estructuras clásicas y previsibles, con excesiva reiteración en los estribillos, hacen que acaben pareciéndose demasiado entre sí y dejando una cierta sensación de falta de variedad.
Claro que el disco tiene también sus aspectos positivos. Esa innata elegancia, clase y capacidad melódica que han hecho de KAMELOT una de las bandas más preciosistas del metal melódico sigue innata, mientras Roy Khan vuelve a dar una lección vocal de buen gusto, dramatismo y teatralidad bien entendidas y una expresividad que pocos vocalistas igualan. Probablemente se trate de su mejor labor vocal hasta la fecha, que no es poco decir…
La ya clásica producción de Sascha Paeth y Miro aporta el sonido cristalino, potente y rico en arreglos que KAMELOT requieren para expresar su calidad artística. En este caso las orquestaciones, efectos de teclados, voces femeninas y demás detalles sonoros adquieren, si cabe, más importancia que nunca en detrimento de unas guitarras un tanto deslucidas que básicamente se limitan al aspecto rítmico.
KAMELOT eligieron como primer single el tema que da título al disco, pero, para ser sinceros, se trata de una canción mucho más representativa del sonido de los anteriores trabajos de KAMELOT que de éste. Únicamente “Silence of the Darkness” y el corte final “Edenecho” siguen esta onda de temas veloces con presencia de doble bombo.
En el resto del álbum KAMELOT nos presentan canciones como la inicial “Rule the World” (precedida por una breve pero bella intro con protagonismo del violín), medio tiempo de marcada influencia oriental que contiene uno de los mejores estribillos del álbum. “The Human Stain” es quizá el corte más sorprendente y distintivo, oscuro y con otro estribillo muy logrado. En “Blücher” aparece la voz invitada de Simone Simons junto a Khan conformando un tema de buenas melodías pero algo repetitivo en su estructura.
“Love You to Death” es la primera de las baladas del disco, con un precioso inicio muy suave, teclados, violines, y la participación vocal de Amanda Somerville, que con el paso de los minutos se acerca más al estilo de la clásica balada heavy, concluyendo con un solo de guitarra que trae ecos del estilo de CONCEPTION. “Up Through the Ashes” es un medio tiempo dominado por una abundante y rica orquestación, que nos ofrece un Khan sublime en las estrofas. Nunca dejará de sorprenderme la expresividad de este cantante… “Mourning Star” sigue una línea similar, incluyendo algunas partes corales en su inicio. La segunda balada llega con “Anthem”, muy suave y delicada, con un Roy Khan al borde de quebrar la voz en todo momento.
En definitiva, un relativo cambio estilístico y una buena colección de canciones algo lastradas por cierta falta de variedad compositiva es lo que KAMELOT nos ofrecen en el 2007 con “Ghost Opera”…
Saúl Miguel Garrido
Contenido:
# Solitaire
# Rule The World
# Ghost Opera
# The Human Stain
# Blücher
# Love You To Death
# Up Through The Ashes
# Mourning Star
# Silence Of The Darkness
# Anthem
# Eden Echo
# The Pendulous Fall
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