Rusia nunca se ha caracterizado por exportar grandes bandas de Metal a pesar
de su basta extensión, y de tener un buen número de seguidores.
ROSSOMAHAAR vienen dispuestos a arrasar con su Black Metal de corte sinfónico
y melódico.
«Me, The Misanthrope», es el inicio devastador a parte de toda una
declaración de principios. Ciertamente la producción no es todo
lo brillante que cabría esperar. La voz de Lazar, quién también
se ocupa de las guitarras y los teclados, suena natural y contundente, aunque
se nota que le cuesta desarrollar su estilo, podríamos decir que es una
especia de Lemmy pero en plan bestia. Las rítmicas tienen un sonido oscuro
y contundente, ritmos trepidantes y sin descanso. Los solos ciertamente son
escasos. La batería, al igual que la voz, suena muy natural, un tal Yanarrdakh
no se ha mostrado espectacular con este instrumento pero si muy efectivo. El
bajo de Knias es algo asombroso. Pocos grupos prestan atención a este
instrumento, sonando en ocasiones demasiado apagado y siempre en un más
que segundo plano, ahogado en un manto de guitarras, dobles bombos y efectos.
Pues Knias, a parte de machacar sin piedad las cuatro cuerdas, es poseedor de
una técnica y de unas líneas totalmente despiadadas y arrasadoras.
Gracias al sonido tan natural que como ya hemos dicho, tiene la batería
y las rítmicas, ha podido desarrollar su estilo de una forma espectacular.
Los teclados solo hacen acto de presencia para crear ambientaciones. El trío,
es completado con la colaboración de un maromo llamado Herr Stalhammar,
encargado del concepto de las letras, y del management.
«Quaerite Lux In Tenebris» es el tercer corte, con una estrofa asesina
y un estribillo relampagueante, donde muestran su lado más despiadado
y veloz. «Praising The Departure Of Spiritual Strength» vuelve a mostrar
como las gastan los rusos. Brutalidad devastadora, pero sin olvidar la melodía
y los continuos cambios de ritmo, lo cual hace que el trabajo sea muy ameno
para el oyente, incluso para quién no esté muy acostumbrado a
este tipo de sonoridades más extremas.
Ciertamente es una pena la producción, ya que en mi opinión no
ha mostrado el potencial de la banda. Las guitarras suenan demasiado lineales,
no me quiero imaginar lo que sería de este trabajo si hubiera contado
con el presupuesto de unos DIMMI BORGIR por poner un ejemplo. «Sacred War»
es un tema instrumental, con unas guitarras épicas sensacionales, para
dar paso a «Crescent Moon», el cual contiene unos teclados muy autóctonos,
uno de los mejores temas del trabajo. «Thos Spectres Within» tiene
un aire a los primeros compases de lo que se dio a conocer como Swedish Death
Metal, y el cierre con «Transeflamed Visions Of Your Mortal End» es
totalmente matador, en plan DISSECTION.
Cuando metas este compacto en tu equipo, no te olvides de subir los bajos para
flipar con el trabajo de Kinas.
Decir también que este es el tercer lanzamiento de Xtreem Music, compañía
española que ha renacido de las cenizas de Repulse Records, apostando
sin contemplaciones por la música más extrema. Deseamos que esta
nueva andadura de Dave Rotten siga en la brecha, y nos proporciones trabajos
de tan alto nivel como éste.
Álex Sánchez.
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