Con el verano ya llegando a su fin y con los últimos chapuzones en el mar/río/piscina correspondientes, pasemos igualmente un rato divertido y agradable degustando una buena ración de death metal polaco (así, ya de paso, nos refrescamos algo, que tenemos que tener los ventiladores echando chispas). Polonia siempre ha sido, es y será un bastión importantísimo en lo que a música extrema se refiere, llevando en muchos casos la batuta con grupos como VADER o BEHEMOTH, auténticos estandartes del metal en Polonia (bueno, no deberíamos olvidar a las huestes de mi «amado» Robertito Oscurito aka GRAVELAND), exportadores de ese death por el que es tan famoso el país del este. Si la influencia que tienen estos grupos es importante, imaginaos como sea dentro.
Así, como otros muchos grupos, nos encontramos ante un grupo que ejecuta Death Metal… esto no seria ninguna sorpresa, claro… lo que si es una sorpresa bien recibida es lo que nos ofrecen: Death Metal vanguardista en el que los elementos electrónicos son bien recibidos junto a pinceladas de Black Metal ciertamente sutiles. Sin duda la mezcla promete bastante y es que, por decir nombres (las comparaciones siempre son odiosas), hay una influencia clara de unos BEHEMOTH etapa intermedia aka «Satanica» (snif) junto a metal vanguardista del signo de EPHEL DUATH (puntualmente, claro)… y es aquí donde podemos llevarnos cierto chasco (quien avisa no es traidor, es avisador) ante semejantes comparaciones. Todo eso dicho arriba suena muy bien (vanguardia, técnica, BEHEMOTH, etc…) pero, en mi opinión, los muchachos en vez de rematar la faena se han ido un poco por las ramas. Pero vayamos antes a contar algo del grupo.
SHADOWS LAND es una banda polaca que se forma hacia el año 1995 aunque no es hasta 1997 cuando sacan su primera demo («Ephitaph») en una onda Death/Doom. Con su segunda demo («Smell Of Pain» en 1999) dan un giro hacia el death y empiezan a girar con bandas de la talla de DISGORGE, YATTERING o KHARBATHOR. Pero el gran salto lo dan en el 2004 con su primer disco » ANTE CHRISTUM (natum)» editado por Omose junto a Empire Rec y formando parte de la plantilla de la discográfica francesa. Y es con este combo con el que sacan su nuevo disco » Terminus Ante Quem», con el que pretenden lanzarse al estrellato con su Death Avantagarde (con el que ya han girado por España acompañando a HATE ETERNAL recientemente)
Zambulléndonos en el disco, hay una voluntad de principio a fin de hacer algo por encima de la media. De eso no hay ninguna duda. Los tres componentes se exprimen al máximo tanto en composición como en técnica para traernos un producto novedoso que les haga sobresalir por encima de las masas. Para ello utilizan continuas florituras técnicas, cambios de ritmo brutales y ornamentos electrónicos que llenan este disco de un espíritu «post», amén de las composiciones intrincadas, para nada las habituales de estrofa-estribillo-estrofa-estribillo. Aquí se rompen continuamente en un juego de agresión continua, mordiéndose como perros rabiosos, para dar un resultado, cuanto menos, impactante. La inclusión de teclados y efectos me produce dos sensaciones diferentes: por un lado a veces resulta desagradable y cargante mientras que otras veces son melodiosas y bellas. Pero sin duda el protagonista de este disco son las guitarras, ejecutadas a la perfección por Aro, que las dobla y juega con ellas a la perfección, ejecutando bellas melodías. A su vez, Aro es también el vocalista, el cual es de ese tipo de vocalistas que me gustan mucho pues es brutal y a la vez perfectamente audible ya que posee una voz potentísima. En el lado rítmico tenemos a J.Nerexo, batería de una gran técnica y precisión, y Lexative, bajista eficaz y que aporta mucho con su gran estilo. Destacar por este lado sin duda el gran trabajo de Nerexo con una batería completamente arrolladora y brutal.
Todo eso juega a su favor… pero, por el contrario, el disco puede llegar a sonar cargante ya que tanto cambio de ritmo, la dificultad de encontrar una melodía conductora que lleve la canción a buen puerto así como la inclusión de elementos electrónicos (loops, baterías electrónicas, efectos) de manera indiscriminada en muchos casos lo hace pesado. Además, el que las canciones se vayan superponiendo unas con otras sin solución de continuidad hace que nos hallemos perdidos pues se hace difícil seguir el ritmo alocado del disco.
Hablando ya algo más en general del disco, son nueve canciones, algo corto, lo cual es de agradecer, porque ante semejante sobrecarga de técnica, puede uno acabar bastante cansado de oír las pajas mentales de unos lunáticos. Se inicia con «The absolute» de una manera muy sutil creciendo hacia un growl brutal de Aro con el que comienza la veda. Los cambios de ritmo son vertiginosos, con progresiones continuas y partes que recuerdan a los EPHEL DUATH por sus golpes de riffs disarmónicos. «Narcotic Vision (the meeting)» entra como un cuchillo con unas guitarras frías que van aumentando su potencia poco a poco mientras, en un crescendo, el resto de los instrumentos se unen a la orgía de devastación. Tras un trance de tambores ritualistas, la canción vuelve a coger fuerzas para escupirnos a la cara el resultado final… posiblemente el mejor tema del disco.
«The energy of masses» comienza con percusiones programadas y una voz infernal que da paso a unas distorsiones blackmetaleras en la que se va cogiendo ritmo y velocidad, con melodías progresivas hasta que desemboca en un medio tiempo que nos lleva al «Interlude», pieza completamente electrónica de bastante buen gusto que sirve de relax ante la tormenta técnica que nos aguarda. «Hunger Of Infinity», inicia con melodías de guitarras que juegan unas con otras ayudándose de muy buenos juegos de doble bombo y de percusión… el gran problema es que a partir de aquí podemos caer en un trance en el que perdamos el contacto con la música por la abrumadora cantidad de cambios, riffs, etc…
«Efface yourself» destaca por la inclusión de partes más rápidas y brutales que el resto, jugando con blast-beat de una manera bastante coherente mientras que «And the master says…» sigue el esquema de los medios tiempos propios de BEHEMOTH, con una voz arrolladora que se ve alterada por la alternancia entre parte rápida y lenta. La última gran canción de este disco es «LUX NOX» , que, desde el comienzo, certifica su trato de canción preferente con ritmos marciales y progresiones que acompañaran a la canción junto a guitarras melódicas. La combinación de tiempos rápidos y lentos es verdaderamente efectiva así como las rupturas de ritmos bruscamente. El disco se cierra definitivamente con «Space of Light», tema instrumental que pasa de una parte meramente electrónica con programaciones machaconas a otra metálica en la que se combinan las dos vertientes, la electrónica y la metalera.
En conclusión, estamos ante un buen disco de una banda joven que puede decir mucho. El principal problema es que tienen el síndrome de demostrar cuan buenos son y cuanto han trabajado en las composiciones, hasta el punto de resultar incompresibles e imposibles de seguir… pero, claro, no podemos negar el valor de su valía técnica y de lo vanguardista de su propuesta. Creo que aún les queda mucho camino por recorrer y para ello convendría que definiesen más las composiciones.
David Lázaro Gutiérrez
Track list:
- The Absolute
- Narcotic vision (the meeting)
- The energy of masses
- Interlude
- Hunger of Infinity
- Efface yourself
- And the master says…
- LUX NOX
- Space of light