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Sábado 4 Febrero de 2006 – Sala Rock Eagles – Logroño
Un gran concierto el que ofrecieron los míticos ÑU el pasado sábado en Logroño, en la sala Rock Eagles , capitaneados por el gran compositor José Carlos Molina, excelente maestro de ceremonias y mejor músico. A nadie se le escapa que la carismática personalidad del flautista le ha llegado a traicionar en algunas ocasiones, con algunos desafortunados comentarios, que como él mismo nos comentaba antes del concierto, pertenecen ya al pasado. Ahora mismo está totalmente centrado con su actual formación, que ya cuenta con una antigüedad de 5 años según nos comentaba Molina, y eso se nota sobre el escenario.
El propio José Carlos me comentaba que : «Hoy voy a cantar sentado, es una sala pequeña y el ambiente tan acogedor y cálido me pide un concierto así, va a estar muy bien. Ayer en Pamplona fue bestial, estuvo muy bien, hacía tiempo que no disfrutaba tanto, me sentía bien, mi voz respondió perfecta y todo sonó de puta madre, quedamos muy contentos todos con el bolo de ayer viernes.»
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Con todo esto me las prometía muy felices y así ocurrió. La peña de Logroño respondió a la llamada del ÑU y el público abarrotó la sala. Con media hora de retraso empieza el concierto con un clásico del grupo llamado «Manicomio», el cual suena muy heavy, y es que como todo el concierto en sí, la ausencia de teclados en la banda – se fue Jorge Calvo- ha transformado a ÑU en un grupo más duro, más Hard Rock o como lo queráis denominar. La base rítmica a cargo de Bumper y Gorka Alegre se hace notar. Están perfectamente sincronizados y le ofrecen una buen apoyo a Manolo Arias ( ex – BELLA BESTIA, NIAGARA, MURO…) el cual disfruta con cada nota que exprime de su guitarra.
A pesar de contar esta noche con un equipo muy reducido de sonido –la batería está a pelo, con el bajo y la guitarra minimamente pasados por mesa y con el plano de la voz y flauta sin sobresalir demasiado por encima de los demás instrumentos- la gente agradece su entrega y aplaude cada tema que va cayendo, como «No hay ningún loco», «La granja del loco»- especialmente celebrada-, «Perro ladrador», «Destierro» e «Imperio de Paletos».
El mercurio del termómetro no para de subir a una velocidad frenética a través del tubo y es entonces, tras una cariñosa presentación del Molina cuando empieza a sonar «Preparan» y los allí congregados alcanzamos el cielo. Aunque al principio de la descarga el sonido no era muy bueno, a estas alturas del show la cosa cambia y todo va sonando mejor. Le llega el turno al «Tren» seguido de un meddley de DEEP PURPLE que aterriza sobre el público como una grata sorpresa.
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Es ahora cuando el magnífico y virtuoso batería Bumper, muy influenciado por el gran e irrepetible Bonzo, el que demuestra lo que vale un peine interpretando un solo a la vieja escuela, de esos que se podían oír hace 30 años en discos de los ZEPPELIN, PURPLE y cia. Tras él, Manolo Arias no se hace esperar y nos deleita con un meddley de JIMI HENDRIX con muchísimo gusto. Todo un detalle de gran calidad, marca de la casa Arias.
El concierto llega a su fin, y José Carlos Molina nos presenta una de las canciones más esperadas de la noche, «El Flautista». Es sin duda el tema más coreado del set-list y al acabar, el público se lo agradece muy sonoramente. La banda se retira y ante los ya tradicionales silbidos y gritos del personal, ÑU salen a escena para hacer un único bis, su tema «Más duro que nunca» que suena como dios.
Ha sido una hora y media de buena música, de buen hacer por parte de unos músicos profesionales que han sabido tocarnos la fibra sensible y también del organizador Boggie Rock, el cual se está arriesgando programando Rock en unos tiempos en los que la asistencia a los conciertos de bandas nacionales no pasa por un buen momento. Gracias ÑU.
Texto y fotos: Francisco Gonzalo
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