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FIREFEST – Crónica y Fotos de UNRULY CHILD, W.E.T., STRANGEWAYS, ALIEN, STEVE AUGERI, etc

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Firefest

 

Un otoño más tenía lugar en Reino Unido la cita más importante para los seguidores del AOR. En este caso se trataba del octavo Firefest y, como siempre, el cartel atesoraba los suficientes atractivos para congregar a una buena cantidad de fans en Nottingham. Es de agradecer que la organización siempre consiga incorporar alguna golosina en forma de grupo poco visto o de "reunión imposible". Posiblemente el gran pelotazo de este año venía dado por la vuelta de Marcie Free a escena, acompañada por UNRULY CHILD, con los que había decidido regresar y editar en 2010 un nuevo álbum titulado Worlds Collide.

La organización del Firefest había decidido apostar una vez más por el formato de tres jornadas, con un viernes un poco más ligero en cuanto a número de grupos y un sábado y un domingo realmente intensivos. En total, 18 bandas en 3 días, lo que a algunos se nos antoja excesivo. En definitiva, un asunto que suele generar debate. ¿Debería recuperarse el formato de dos días? ¿Reducir el número de bandas dejando un cartel más corto pero de gran potencial? ¿La opción actual es la más idónea? Las opiniones son de lo más diverso…

Viernes 21 de octubre, Rock City

A veces las malas noticias acaban trayendo cosas buenas. Eso podríamos decir con respecto al cambio de ubicación del viernes. Como venía siendo habitual, el sitio elegido había sido la Nottingham Trent University, pero con meses de antelación (afortunadamente) a los organizadores del Firefest les comunicaron que la universidad iba a entrar en obras, lo que podía imposibilitar la celebración del show. Hubo suerte y el acontecimiento fue trasladado a la Rock City, una noticia positiva a todos los niveles. Sobre todo teniendo en cuenta que las entradas para el viernes ya estaban agotadas desde hacía tiempo, y que la mayor capacidad de la Rock City había permitido ampliar la venta.

SERPENTINEFirefest

El cartel del viernes también había sido modificado respecto al anuncio inicial, añadiendo un cuarto grupo. Hablamos de SERPENTINE, elección más que lógica siendo esta una de las bandas más destacadas del AOR británico en la actualidad. SERPENTINE abrieron esta edición del Firefest con el guitarrista Christopher Gould a la cabeza (por cierto, curiosa su Gibson Zakk Wylde) y con la ausencia anunciada de Tony Mills, sustituido en la formación desde hace unos meses por el cantante Matt Black. Matt hizo un buen papel, cumplió y manejó las canciones de una manera muy natural, pero lo cierto es que quedó lejos de alcanzar la espectacularidad de Tony, sobre todo en los tonos más altos. Y es que Mills es mucho Mills, como había demostrado días atrás con TNT en Madrid. Ante una Rock City a medio gas, SERPENTINE presentaron un elenco de temas de sus dos álbumes, en el que destacaron canciones como Lonely Nights o Whatever Heartbreak. La verdad es que los británicos cuajaron una buena actuación para ser el primer grupo de la noche, aunque no consiguieron derretir la frialdad que se apoderaba de la sala en esos compases iniciales del festival.

HOUSTON

FirefestHOUSTON era una de las bandas que despertaba más interés al representar esa bocanada de aire fresco procedente de Escandinavia por parte de gente muy joven que está realizando un notable trabajo en estudio. Su presencia parecía un guiño al cartel del año pasado compuesto por H.E.A.T, CRAZY LIXX y RECKLESS LOVE, los cuales reventaron la Nottingham Trent University agotando las entradas con semanas de antelación. Sin embargo, para mí HOUSTON distaron mucho de lo esperado y me parecieron una banda que todavía se encuentra muy verde a la hora de subirse a un escenario como el de la Rock City, con un nivel en directo y una calidad bastante inferior a lo que podemos escuchar en disco.

Los suecos arrancaron con una de sus mejores canciones, Hold On, con un Hank Erix enfundado en una bata de boxeador que abandonaría minutos después. Por cierto, curiosa la mezcla de imagen de cada uno de los miembros de la banda en escena. La verdad es que Hank le puso muchas ganas y se esforzó por meterse al público en el bolsillo, pero en mi opinión el grupo musicalmente hablando no funcionó, adoleciendo de la solidez y la cohesión necesarios entre los dos guitarras y la sección rítmica, teclados aparte. Aparte, está muy bien querer animar al personal haciendo poses y repartiendo sonrisas, pero sin descuidar jamás lo musical. Y en este caso, esta premisa no se cumplió. Ver a uno de los guitarristas y al bajista partiéndose de risa tirados por el suelo en vez de estar tocando es una muestra de lo que comento. En cuanto al set-list, el grupo presentó varias de sus canciones en los 40 minutos asignados y ofreció una versión del Don’t You Know What Love Is de TOUCH, (que por cierto saldrá en el próximo lanzamiento de HOUSTON titulado Relaunch, con participación de Mark Mangold incluída). Comentar que para este tema la banda hizo subir a su productor al escenario, el también compositor Ricky Delin (compañero de batallas entre otros de Tommy Denander), el cual participó a las voces junto a Hank Erix (para el resto del show el cantante tuvo el apoyo de coros grabados).

TERRY BROCK

Después de la floja actuación de HOUSTON la cosa empezaba a ponerse seria con la presencia de dos veteranos dentro del universo melódico. El turno llegaba en primer lugar para TERRY BROCK. En esta ocasión se presentaba en solitario, acompañado por los músicos que hasta hace poco formaban VALENTINE junto a Hugo. Es decir, todos ellos repetían presencia en el Firefest. Por otro lado, no era la primera vez que Terry tocaba junto a Zappa y compañía. Aparte de trabajar juntos en la grabación del álbum Valentine, ya habían compartido escenario antes de este Firefest. Sin ir más lejos en el Lokerse Feesten de 2009 VALENTINE aparecían con Terry de artista invitado. La valía de los músicos y del vocalista estaba fuera de toda duda. El último disco de Terry, Diamond Blue, también presagiaba un buen concierto. Sin embargo este show tampoco fue el que hizo reaccionar definitivamente a una Rock City que se iba llenando cada vez más.Firefest

Terry comenzó su set de forma muy tranquilita, demasiado diría yo, con un marcado carácter acústico desde su primer tema, Face In The Crowd. La verdad es que el grupo estuvo impecable y Terry bastante bien de voz como es habitual en él (nada que ver con su actuación del día siguiente), pero el tempo lento del repertorio y la frialdad que se transmitía desde el escenario, con un Terry inmóvil, guitarra acústica al hombro y ojos cubiertos por unas gafas de sol, no fueron la mejor de las ayudas para que el público empezara a despertar y se metiera en el concierto desde un primer momento. La cosa mejoró de la mitad del show en adelante con Broken, un tema más movido en el que Terry se deshizo de la guitarra acústica, enlazado con Diamond Blue, una de las mejores canciones del disco homónimo. Este álbum fue el protagonista del repertorio, como era de esperar, aunque imperdonablemente (al menos para mí) no sonó una de sus canciones más significativas, Jessie’s Gone. Terry también tuvo algún guiño hacia su primer disco en solitario y tampoco faltó un clásico en sus repertorios, Forever Again de THE SIGN. Para rematar el concierto, Soul Salvation, tema que da título al último cd de VALENTINE; muy curioso de escuchar en la voz de Terry, quien lo adaptó a la perfección, aunque fue difícil no recordar esa magia que desprende Hugo y que inevitablemente eché en falta. Respecto a la banda, hizo un trabajo perfecto a lo largo de todo el show. Sin embargo insisto en que para mí faltó esa chispa, un Terry Brock mucho más suelto, menos apegado a la guitarra acústica y que supiera ganarse a la audiencia, y un set-list mejor elegido de forma que no decayera tanto el pulso del concierto.

JIMI JAMISON

El cierre quedaba reservado para el gran protagonista del Firefest 2010, cuyo show en DVD por fin se ponía a la venta esa misma noche. JIMI JAMISON cuajó el año pasado una actuación para recordar, para la gran mayoría la más destacada de aquella edición e incluso para alguno que otro la mejor en la historia del Firefest. Con este recuerdo en mente el público no faltó a la cita, superando los tres cuartos de aforo (lo cual para un pre-show como se denomina al viernes del Firefest no está nada mal) y esperando revivir una actuación memorable. La banda era la misma que acompañó a Jimi entonces: Tommy Denander a la guitarra, los chicos de H.E.A.T Jimmy Jay y Jona Tee al bajo y a las teclas respectivamente, y Magnus Ulfstedt a la batería. Sólo faltó Dave Dalone (guitarrista de H.E.A.T) a los coros; aunque visto el papel prácticamente testimonial que ejerció el año pasado tampoco era de extrañar que esta vez no les acompañara.

FirefestSi comentaba que al público en general le estaba costando entrar de lleno en esta edición del Firefest, Jimi lo consiguió en escasos segundos abriendo con dos canciones como It’s The Singer Not The Song y Burning Heart. De nuevo vimos a un Jimi motivadísimo y a un buen nivel, aunque no me pareció tan fino de voz como el año pasado, sufriendo un poco en algún momento puntual de canciones como First Night o High On You. De todas maneras Jimi Jamison ofreció de nuevo un gran show que, sin ser tan redondo como el de 2010 al menos para mí, sin duda fue el más destacado de la noche, e hizo disfrutar a una sala que, al igual que 12 meses atrás, coreó su nombre en más de una ocasión. Indudablemente las canciones también tienen mucho que ver en esto. Y es que si algo tiene el catálogo de SURVIVOR son temazos. Jimi tuvo un poco más de tiempo de actuación que en 2010. Cambió el repertorio añadiendo varios temas (a destacar Oceans de When Seconds Count) y suprimiendo algún otro, pero básicamente mantuvo el mismo bloque. Como novedades principales, la inclusión de un corte de su reciente trabajo junto a Bobby Kimball, Chasing Euphoria, y otro de su época con COBRA, Blood On Your Money. Respecto a la banda, poco que añadir respecto a su actuación del año pasado: estuvieron geniales una vez más, destacando de nuevo un sensacional Tommy Denander a la guitarra.

Por si fuera poco, después de una avalancha de temas de SURVIVOR el fin del concierto se convirtió en una auténtica fiesta. Hank Erix de HOUSTON y Ricky Delin se unieron a la banda en I’m always here, mientras parte del equipo del Firefest se paseaba por el fondo del escenario con camisetas rojas y tablas de surf. Como traca final, el inevitable Eye Of The Tiger, subiendo más miembros de HOUSTON y algunos de SERPENTINE a escena para participar del momento. Hasta Kenny Leckremo, ex-cantante de H.E.A.T y ahora residente en Winchester, fue subido literalmente al escenario para unirse a los demás, aunque fuera en un segundo plano. En definitiva, un show que dejó muy satisfecho al público y que convirtió a Jimi una vez más en el gran triunfador de la noche.

Sábado 22 de octubre, Rock City

Con el fin de semana llegaban los platos fuertes del festival. Uno de ellos se había incorporado pocas semanas antes, después de conocer la espantada de WARRANT (el cabeza de cartel el sábado). Hablamos de W.E.T., proyecto de la factoría Frontiers que suma la voz de Jeff Scott Soto a las composiciones de Erik Martensson de ECLIPSE y Robert Sall de WORK OF ART. De esta unión había surgido en 2009 uno de los mejores discos de los últimos años. Pero lo cierto es que pocos pensábamos que llegaría el día de poder disfrutar en directo de lo que parecía un simple proyecto de estudio. La oportunidad se presentó cuando WARRANT dejaron colgados a los organizadores del Firefest y W.E.T. decidieron echarles un cable. Lo que podría haber sido una catástrofe (perder al grupo principal) se convirtió en una agradable sorpresa para muchos con la confirmación de W.E.T. Una vez reestructurado el cartel, STEVE AUGERI tuvo que ejercer de headliner. Ajustando por aquí y por allá, el problema se había solucionado de la mejor manera posible.

TALONFirefest

Los norteamericanos TALON regresaban a Reino Unido para arrancar el sábado en una Rock City de ambiente y temperatura gélidos a esas horas del mediodía. Abrir la jornada siempre es complicado y para TALON no fue una excepción. Por motivos personales el actual cantante de TALON no podía viajar a Inglaterra en esas fechas, así que el grupo se presentó con su vocalista original Michael O’Meara. La banda hizo un corto recorrido por sus álbumes a lo largo de 40 minutos de actuación. Sonaron canciones como Wrecking Ball, Paradise, Evil o Walk Away. El sonido no fue el mejor, pero la verdad es que a la banda no le faltaron ganas de hacer un buen show. Michael O’Meara llegó incluso a cantar desde el foso intentando ganar la atención de la gente, pero lo cierto es que era complicado derretir el ambiente. Me pareció un concierto correcto, aunque personalmente no me llegó a enganchar demasiado.

JEFF PARIS

FirefestLlegaba el turno para JEFF PARIS tras la actuaciones de VEGA y SILENT RAGE (por cierto, de VEGA vi los primeros temas y me pareció una banda muy bien plantada a la hora de ejecutar su material en directo). El caso de JEFF PARIS era similar al de artistas como KANE ROBERTS o los mismísimos UNRULY CHILD, en el sentido de que hacía muchos años que no se subían a un escenario para tocar un set-list propio compuesto por los temas que la gente esperaba esa tarde/noche. En el caso de Jeff, parece que no lo había hecho desde el Gods del ’93, es decir, hacía 18 años. Los músicos que le acompañaban en este Firefest 2011 eran los que habían tocado la noche anterior con JIMI JAMISON, es decir, los suecos Tommy Denander, Jimmy Jay, Jona Tee y Magnus Ulfstedt. Algo muy lógico teniendo en cuenta que Jeff está preparando un nuevo álbum junto a Tommy Denander.

Al igual que con Jimi, la banda cumplió con nota. A destacar especialmente unos teclados que jugaron un papel muy importante. Jeff por su parte fue posiblemente el frontman más atípico de esta edición del Firefest, con sus peculiares gestos y su aspecto de "yo sólo pasaba por aquí". Sin embargo se entregó en su peculiar forma de actuar, echándole muchas ganas y transmitiendo el deseo de realizar un buen show. En cuanto a lo fundamental, la voz, Jeff tardó un buen tiempo en calentar pero poco a poco fue mejorando y al final firmó un concierto aceptable vocalmente hablando. Aunque a fin de cuentas, el protagonismo principal fue para las canciones y, por consiguiente, para el excelente hacer de Jeff como compositor. Y es que el show ganó muchísimos enteros gracias a un set-list muy bien escogido entre los tres primeros álbumes de JEFF PARIS, con temazos como Saturday Night, Wired Up o Stop Playing With My Heart sin olvidar los súper conocidos Cryin’ (una de las canciones más coreadas del festival; por cierto, también sonaron Charmed Life y One Night Alone) y Lucky This Time, popularizados a nivel masivo por VIXEN y MR. BIG respectivamente. Jeff también tuvo un momento para el recuerdo, quedándose solo en escena con una guitarra acústica para interpretar el I saw red de WARRANT, prosiguiendo con una versión del Rainbow In The Dark de DIO. En definitiva fue un concierto entretenido, cuyo punto fuerte estuvo en un fantástico repertorio de temas obra de este gran compositor.

W.E.T.Firefest

A pesar de no estar en el cartel inicialmente, si un grupo despertó expectación ese fue W.E.T. Sólo había que mirar la sala y ver que estaba casi llena. De hecho me pareció que Soto y compañía congregaron la mayor cantidad de público de todo el fin de semana. Y es que la ocasión parecía única, ya que W.E.T. no deja de ser un proyecto de estudio, donde cada uno de los componentes tiene su propia banda y donde se antoja bastante complicado que en algún momento decidan emprender una gira o algo por el estilo. Evidentemente, sobra decir que era la primera vez que estos músicos se subían juntos a un escenario. Un par de días ensayando en Estocolmo y ya está, rumbo a Nottingham. Con estos condicionantes las dudas podían ser numerosas, pero en este caso la presencia de Jeff Scott Soto como frontman era la mejor de las garantías. Y Soto, como siempre, no falló.

Podríamos decir aquello de llegaron, vieron y vencieron. Sin hacer un concierto totalmente redondo, W.E.T. fue la banda que se llevó de calle a la gente y, por lo que se respiraba en el ambiente, se erigió en "triunfadora" de la jornada del sábado. Ni siquiera un sonido bastante malo pudo ensombrecer el ánimo del público. Y en este punto me gustaría hacer un inciso. En mi opinión, en esta edición del Firefest han sido muy pocos los grupos que han sonado realmente bien. De hecho, para mí, sólo CONEY HATCH sonaron p-e-r-f-e-c-t-o-s. Y repito, es una lástima porque en otras ediciones del festival a las que he acudido el sonido había sido excelente. Daba igual donde te colocaras en la sala, los grupos sonaban potentes pero a su vez cristalinos. Esta vez no me ha parecido así, y de verdad que para un festival como el Firefest es algo que me ha decepcionado bastante. W.E.T. como os comentaba sonaron mal. Una pena porque se trataba de una actuación que se presagiaba única.

La formación que presentaba W.E.T. era la esperada: Jeff Scott Soto a la voz, Robert Sall a los teclados, Erik Martensson al bajo y los también miembros de ECLIPSE Magnus Henriksson a la guitarra y Robban Bäck a la batería. La unión de los cinco músicos superó la prueba de fuego del directo. Jeff demostró una vez más su enorme valía como frontman, aunque también es cierto que esta vez le vi menos bailón y arrastrando cierto cansancio en la voz. Para mí la gran sorpresa fue Erik Martensson. Me pareció un tío con muchísima garra, un animal del escenario. Por si fuera poco, al igual que en el disco metió unos coros impresionantes. Me encantó. En el otro extremo, un Robert Sall bastante recatado, que sonreía tímidamente y al que se le veía impactado por lo que estaba viendo desde el escenario. Cumplió con sus labores de manera intachable, pero le faltó soltarse un poco más.

Por último, hablemos del set-list. Personalmente me esperaba que tocaran el álbum entero. Vale que lo tocaron casi entero, a falta de tres cortes, pero esos tres los eché en falta. Opinión personal: ¡imperdonable que se dejaran un temazo como Running From The Heartache! En compensación, la gran sorpresa (y uno de los grandes momentos del festival) fue escuchar un tema de WORK OF ART, The Great Fall. Y es que W.E.T. decidieron hacer honor a las bandas de las que proceden sus siglas. Así, sonaron How to Mend A Broken Heart de ECLIPSE, The Great Fall de WOA (en estos dos temas Erik fue el cantante, Soto se hizo cargo del teclado y Robert ejerció de guitarrista) y Mysterious de TALISMAN (con Robert también a la guitarra).

El set-list se completó con un medley acústico. Con el recuerdo de Marcel Jacob presente a lo largo de todo el concierto, especialmente en Comes Down Like Rain (recordemos que los vídeos con W.E.T. fue lo último que nos dejó), la banda quiso homenajear a otros compañeros fallecidos recientemente. Así, Jeff tomó asiento junto a Erik y Robert (con sendas guitarras) y juntos nos ofrecieron fragmentos de DIO (The Last In Line), GOTTHARD (Need To Believe), Y&T (Forever), GARY MOORE (Still Got The Blues) y WARRANT (Heaven). Especialmente emotivo fue el momento final, en el que Soto se queda solo con la guitarra acústica y arranca con Mysterious hasta que el grupo se le une para hacer la canción completa en eléctrico. Con las emociones a flor de piel W.E.T. pusieron el punto y final con One Love, tema que no dejó a nadie indiferente, y el cual sirvió de remate para una actuación que se hizo muy corta y que, ojalá, volvamos a tener la ocasión de repetir. De momento, disfrutaremos de una de las "bandas madre": WORK OF ART tocarán en enero en Madrid, cita que, al igual que en el caso de W.E.T., se me antoja ineludible.

STRANGEWAYS

FirefestEl show de STRANGEWAYS en 2010 fue una decepción para muchos. Un set-list que no era el esperado junto con una actuación que no terminó de agradar hicieron que bastante gente, entre la que me incluyo, saliéramos del concierto con una pobre impresión. Este año surgía la oportunidad de verlos de nuevo y esta vez ofreciendo el Walk In The Fire al completo. Tal y como había sido anunciado, la banda se tocó el disco entero, comenzando con Where Are They Now y cerrando con After The Hurt Is Gone. Sólo hubo espacio para un par de temas más: los bises Only A Fool y Where Do We Go From Here pertenecientes a Native Sons.

Aparte del set-list había otra novedad: la vuelta de Dave Stewart al bajo, completando la formación que había grabado el álbum Walk In The Fire. La verdad es que la banda me pareció mucho más en forma que el año pasado. Musicalmente ni un pero a su actuación. Los temas sonaron clavados al disco, destacando especialmente la guitarra de Ian Stewart y la batería obra de Jim Drummond. Sin embargo la "apuesta segura", que era la voz de Terry Brock, en esta ocasión fracasó. Terry hizo un mal concierto. Sabiendo de su gran valía como cantante y habiendo presenciado su actuación en solitario del día anterior, sorprendió verle realmente cascado con STRANGEWAYS. Sufriendo a lo largo del repertorio, dejando cantar a la gente parte de Love Lies Dying y apoyándose lo más posible en los coros de sus compañeros, no tuvo su mejor noche. Parece ser que estaba luchando con un catarro bastante fuerte. No me extrañaría, porque lo del concierto con STRANGEWAYS no fue normal.

Dejando aparte los problemas de voz de Terry, la actuación de STRANGEWAYS fue correctísima musicalmente hablando y, además, fue de los grupos que mejor sonaron en todo el Firefest. Pero aún así, para mí hay algo que falla en la ecuación y no acaba de funcionar. El show volvió a quedar un poco descafeinado y, a pesar de las grandes canciones que sonaron, la actuación no acabó de explotar de forma definitiva. Quizás sea la frialdad de Terry como frontman de la que hablaba en su actuación en solitario. Quizás la banda no sabe imprimirle esa chispa a los temas en directo necesaria para conquistar al público. Quizás sea un poco de todo… La verdad es que el grupo me gustó más que el año anterior pero los problemas de voz de Terry fueron un escollo; el set-list fue bastante bueno… Aún así y teniendo todo en cuenta, por segundo año consecutivo he llegado a la conclusión de que STRANGEWAYS no me enamoran en directo como sí lo hacen en disco.

STEVE AUGERI

Habían pasado tres años desde la actuación de Augeri con TALL STORIES en el Firefest. En esta ocasión, Steve se presentaba con la que es su banda desde hace algún tiempo: ni más ni menos que los chicos de VALENTINE, los cuales se juntaron con Augeri poco después de disolver la sociedad que tenían con el también neoyorquino Hugo en VALENTINE y en EVOLUTION. Esto venía a significar que Zappa y compañía repetirían aparición tras haber tocado el viernes con TERRY BROCK.Firefest

Me apetecía mucho ver a Steve, al que no había escuchado en directo desde sus tiempos con JOURNEY. La verdad es que no hay mucha gente con la elegancia de Steve Augeri sobre un escenario, algo que JOURNEY no ha recuperado desde su marcha, pero lo cierto es que los problemas de voz que atravesó fueron lo suficientemente serios como para que Steve descansara durante algún tiempo y tuviera que abandonar la banda de San Francisco. Ahora quedaba comprobar qué tal había evolucionado vocalmente en los últimos años.

Tras volver con TALL STORIES y editar con ellos un álbum (concierto en el Firefest de 2008 incluído), parece que Steve se ha centrado últimamente en su propia banda, con un disco en solitario en el horizonte. Es curioso ver cómo los distintos caminos se cruzan, y más en esto de la música. Pero la verdad es que la unión entre Augeri y los ex-VALENTINE parecía la cosa más lógica del mundo teniendo en cuenta la experiencia que tienen a sus espaldas dentro del "universo JOURNEY".

Como el propio Steve reconoció, si él estaba ahí en la Rock City era por haber pertenecido a una banda muy grande… y por ello montó un set-list cargado de canciones de JOURNEY. No sólo no faltaron los clásicos (Lights, Wheel In The Sky, Ask The Lonely, Faithfully…), sino que además cayeron unos cuantos temas de ese disco que Schon y Cain tienen tan injustamente olvidado en sus conciertos: Arrival. Personalmente, escuchar Higher Place, Kiss Me Softly, All The Way y We Will Meet Again fue un verdadero regalo. De material no JOURNEY, poquito. Sólo cuatro temas de los 18 que sonaron: Jamie de TYKETTO y Sister Of Mercy de TALL STORIES, junto con un par de cosecha propia (Riverside y Rich Man’s Poor World). ¿Reprobable? Sólo puedo decir que ante estas canciones la reacción de la sala era prácticamente nula, mientras que con Stone In Love, Anyway You Want It o Don’t Stop Believin’  aquello era una fiesta. Creo que Steve optó por darle a la gente lo que la mayoría deseaba. Sí que me parece criticable que con tanto material la banda decidiera repetir una canción del set para cerrar el show, por mucho que fuera la inigualable Separate Ways, la cual, por consiguiente, sonó dos veces.

Steve, que desprendió la clase a la que nos tiene acostumbrados, cantó bastante bien, sin alardes pero defendiendo los temas de manera eficaz. Además, tuvo el apoyo de una corista sobre el escenario. La verdad es que me alegré de comprobar que vuelve a estar en forma para defender canciones tan exigentes como las del catálogo de JOURNEY, aunque sea alejado de las grandes giras. Respecto a la banda, lo bordaron, tal y como era de esperar; perfectamente conjuntados y con una musicalidad exquisita, como ya conocíamos de su etapa en VALENTINE. Por si fuera poco, con Augeri están nada más y nada menos que el guitarrista Adam Holland y el batería Mike Morales, los cuales formaban parte junto a Hugo de EVOLUTION, una de las mejores bandas tributo a JOURNEY que ha existido. Para cerrar el círculo en torno a JOURNEY, Jeff Scott Soto salió al escenario para acercarle la acústica a Augeri antes de Kiss Me Softly, lo cual entendí como un guiño de admiración y compañerismo, independientemente de que no compartieran un tema a medias.

En definitiva, la STEVE AUGERI BAND cerró la noche con lo que fue un verdadero tributo a JOURNEY, ante la ausencia de un disco propio. Posiblemente ejerció como la mejor banda de versiones de JOURNEY que pueda existir en la actualidad. Su posición como cabeza de cartel del Firefest seguramente fue excesiva, pero ya sabemos lo que sucedió con WARRANT. A pesar de todo me quedo con que la gente se lo pasó bien y, en lo personal, con haber podido escuchar otra vez todos esos temas del catálogo de los dioses del AOR en la voz del bueno de Steve.

Domingo 23 de octubre, Rock City

Después de un sábado donde hubo actuaciones destacadas como la de W.E.T., pero que no fue de esas grandes jornadas del Firefest que "hacen historia", llegaba el domingo con las ganas enormes de ver el regreso de Marcie Free a los escenarios. Pero UNRULY CHILD no eran el único atractivo del día. La jornada venía cargadita. Desde un grupo muy sólido como NEWMAN, pasando por la nueva sensación australiana WHITE WIDDOW, y el segundo retorno sorpresa del día, el de KANE ROBERTS. Eso sin olvidar a un viejo conocido que nunca falla como MITCH MALLOY y a dos bandas de las que quizás no se hablaba tanto, pero que al final sentaron cátedra en la Rock City convirtiéndose en lo mejor del festival.

NEWMAN

FirefestNEWMAN repetían presencia en el Firefest por segundo año consecutivo, aunque esto no era lo previsto. En principio, FARCRY deberían haber inaugurado la jornada del domingo, pero la banda norteamericana tuvo que renunciar al Firefest por motivos logísticos (principalmente por falta de presupuesto para cubrir los gastos de los vuelos). Por ese motivo, NEWMAN fueron anunciados varias semanas antes del evento. Y la verdad es que, al igual que en el caso de W.E.T., la sustitución salió redonda. De hecho, NEWMAN firmaron un gran concierto y me parecieron, de largo, el mejor de los grupos de la "parte baja" del cartel.

Una banda muy sólida donde todos los instrumentos sonaron a pedir de boca, buenos coros y el liderazgo de un Steve Newman fantástico de voz y con mucho gancho hacia la gente fueron sus armas. A pesar de abrir la jornada ante un público entre el que abundaban los red bulls y las caras de resaca, NEWMAN supieron llevarse el gato al agua con una gran actuación en la que cayeron temas de diversos álbumes; por ejemplo, If It’s Love, Stay With Me o el coreado One Step Closer. Además, invitaron a escena a Pete Fry, guitarrista de FARCRY, el cual había viajado por su cuenta hasta Nottingham. Juntos tocaron Over And Over Again, una de las canciones que Steve y Pete habían compuesto para el álbum Optimism de FARCRY. En definitiva, un gran concierto que dejó el listón muy alto para el siguiente grupo de la lista: los australianos WHITE WIDDOW.

WHITE WIDDOW

FirefestLlegaba el turno para uno de los grupos del momento, WHITE WIDDOW. Con dos fantásticos álbumes en el mercado como tarjeta de presentación, los australianos habían congregado a una buena cantidad de gente para ver su show a pesar de lo temprano de la hora. WHITE WIDDOW no se durmieron en los laureles, sabiendo aprovechar sus 40 minutos de actuación para ofrecer el máximo número de canciones posibles, repartidas al 50% entre sus dos discos. Así, animaron al personal con melodías infecciosas como las de Broken Hearts Won’t Last Forever, Cross To Bare, Strangers In The Night o Reckless Nights.

Lamentablemente a la banda le acompañó un sonido bastante malo, con una batería altísima (algo que se repitió a lo largo del festival) que se comía en muchos momentos el sonido de guitarra. Por otro lado, Jules Millis (un habitual asistente al Firefest) hizo un buen papel como frontman – motivado, simpático y cercano a la gente en todo momento – pero de voz estuvo muy flojo. Muy justo a lo largo del concierto y sufriendo en más de una ocasión, no cantó nada bien. Una lástima, ya que WHITE WIDDOW es su "criatura" y el trabajo en estudio de la banda ha obtenido una gran respuesta… pero creo que la voz es una asignatura que Jules debería mejorar, poniéndose a trabajar duro desde ya mismo. En contraste, destacó positivamente la ayuda de su hermano Xavier a los coros, que fueron realmente buenos. Por cierto, como era de esperar, Xavier fue uno de los grandes protagonistas por el derroche de teclados del que hizo gala y que, evidentemente, el material de WHITE WIDDOW requería.

Eso sí, el público disfrutó con los australianos. Y es que los estribillos pegadizos de WHITE WIDDOW se erigieron como el mejor remedio contra el cansancio y la resaca que lucían muchos en la pista de la Rock City. Mejor, porque había que prepararse para lo que vendría a continuación…

ALIEN

Por lo escuchado en los días anteriores y pese a su larga trayectoria, creo que ALIEN era de las bandas que habían pasado más desapercibidas en este cartel del Firefest. Sin embargo, los suecos ofrecieron un conciertazo de principio a fin. De hecho para mí, en global, fue el mejor concierto de esta edición del festival.

FirefestALIEN se presentaban con los miembros originales: Jim Jidhed a la voz, Tony Borg a la guitarra, Ken Sandin al bajo, Jimmy Wandroph a los teclados y Toby Tarrach a la batería. Vista la formación, no era de extrañar que el set list se remontara 23 años atrás y se basara en aquel fantástico disco debut. Así, no faltaron himnos como Go Easy, Only One Woman o la incomparable Tears Don’t Put Out The Fire. Cayó el disco prácticamente entero, aunque ALIEN reservaron el cierre del show para su último single, Ready To Fly, editado en 2010.

La banda sueca había hecho algunas fechas en su país después de la reunión, incluyendo una aparición en el Sweden Rock Festival de este año. Pero para los que no los habíamos visto en directo, el estado de forma del grupo fue una sorpresa mayúscula. Una musicalidad exquisita con Tony Borg al frente, unida a uno de los mejores cantantes que he visto nunca me dejaron con la boca abierta. Además, el sonido fue muy bueno, de lo mejor del festival (para mí sólo superado por el que consiguieron CONEY HATCH). ALIEN dejaron una impronta de calidad y excelencia difícil de superar, ganándose el apoyo de una Rock City que acabó rendida a la banda sueca y, especialmente, a un extraordinario Jim Jidhed. Lo de Jim de verdad que fue impresionante. Hizo gala de una voz con un cuerpo y una sensibilidad increíbles, se mostró en todo momento muy cómodo, muy sobrado, pero sobre todo con una maestría inigualable. Tanto, que en varias ocasiones la gente rompió a aplaudir agradeciendo el feeling y el espectáculo vocal que el señor Jidhed estaba ofreciendo.

En definitiva, a esas alturas del festival muchos lamentamos que ALIEN no hubieran estado más arriba en el cartel para que se hubiese alargado su actuación. Una verdadera pena. Esperemos que el grupo siga haciendo conciertos para tener la oportunidad de volver a verlos muy pronto porque estuvieron de sobresaliente alto.

KANE ROBERTS

KANE ROBERTS era otro de los nombres sorpresa en esta edición del Firefest. Tras muchos años alejado de los escenarios Kane volvía para ofrecer un repertorio de sus mejores temas, con TALON como banda de soporte. A pesar de haber realizado algún ensayo junto a TALON en California, el concierto fue muy flojo. Tanto tiempo apartado de la actividad sin lugar a dudas ha hecho mella en las capacidades de Roberts, hasta el punto de que la palabra "decepción" se escuchó más que en ningún otro momento del fin de semana. A Kane se le vio totalmente ajeno al público, estático, agarrotado, muy incómodo en el escenario, sin dejar de agarrar el pie de micro y echándose cada dos por tres la mano al monitor que llevaba en el oído. Yo creo que le preocupaba tanto no meter la pata en sus labores de cantante y en acertar con las letras (me pareció que por momentos tenía que leerlas), que eso condicionó toda su actuación. Como frontman, lamentablemente suspendió. En cuanto a su papel como guitarrista se le vio más cómodo, solventando la papeleta con mayor naturalidad.Firefest

Una lástima que Kane no supiera darle el ritmo que demandan canciones como Wild Nights, Twisted o Rebel Heart. Y es que no sería por falta de temas animados en un set-list basado en el álbum Saints & Sinners, con la adición de un par de canciones de ALICE COOPER (Freedom y Prince Of Darkness), otra de su proyecto PHOENIX DOWN (I Want It Again) y una versión del Take It Off de KISS, que compuso con Paul Stanley. Ni siquiera la intentona de incorporar a dos provocativas bailarinas para acompañar a Roberts durante el solo de Dance Little Sister, hizo que este se soltara de forma definitiva. Si Kane había transmitido un carácter distante y retraído (por cierto, muy lejos de la imagen a lo Rambo que explotó en su día) la sensación de incomodidad se agrandó cuando abandonó el escenario unos 15 minutos antes del tiempo que tenía asignado. Ante la sorpresa de propios y extraños (y más en un festival donde los horarios se cumplen a rajatabla), Kane no volvió a aparecer dando así por concluído un show descafeinado y recortado en dos o tres canciones. Yo reconozco que pensé: para eso, que le hubieran dado más tiempo a ALIEN y mejor nos hubiera ido a todos… En fin…

MITCH MALLOY

FirefestMITCH MALLOY volvía al Firefest después de la grabación de su DVD. Tres años después, la gran novedad venía dada por su recién editado CD Mitch Malloy II. Un álbum que, según palabras textuales de Mitch, ha sido compuesto por y para los fans siguiendo los parámetros de su primer disco en solitario. Mitch no actuaba esta vez junto a Tommy Denander, sino con una banda de músicos italianos entre los que se encuentra el teclista Alessandro del Vecchio (EDGE OF FOREVER, MOONSTONE PROJECT, LIONVILLE) y donde me gustó especialmente el guitarrista Mario Percudani (HUNGRYHEART), de carácter bastante bluesy.

Mitch no falló. Ofreció un show muy entretenido, donde no faltaron las canciones que todo el mundo quería oir, junto con una buena actuación vocal y la simpatía y el gancho de costumbre. Quizás no tan dinámico como en las ocasiones anteriores que le había visto en Madrid, pero en definitiva, dio un buen concierto. Además aprovechó la circunstancia para presentar su nuevo CD, que encajó a la perfección con el material antiguo, mezclando temas como I’m The One o Falling To Pieces con clásicos como Stranded In The Middle Of Nowhere o Mission Of Love.

En mi opinión, el punto negativo del show fue una vez más el sonido, altísimo. Quizás ese fuera el motivo de que se escuchara a un Mitch un poco gritón en determinados momentos. Independientemente de todo, el público se rindió al encanto y a la "sonrisa profidén" de Mitch, le acompañó en canciones como Our Love Will Never Die y coreó su nombre en el momento de los bises, donde no podía faltar Anything At All. Con una emotiva despedida por parte de Mitch y un público volcado, terminó una de las actuaciones más aplaudidas del fin de semana de este Firefest 2011.

CONEY HATCH

Tras el show de MITCH MALLOY fue mucha la gente que abandonó la Rock City para ir a cenar o a descansar un rato antes del concierto de UNRULY CHILD. Y es que CONEY HATCH, a pesar de ser uno de esos grupos clásicos que no habían tocado nunca en Inglaterra, no se ajustaba del todo al perfil del resto de bandas del cartel, bastante más melódicas. Y eso, en festivales tan centrados en un estilo como es el caso del Firefest, puede desembocar en que la gente "sacrifique" al grupo que se aleja un poco del resto. Algo parecido sucedió el año pasado con LYNCH MOB o hace algunas ediciones con JORN. Sin embargo, el público que permaneció en la sala pudo disfrutar de un concierto con mayúsculas. Y es que CONEY HATCH mostraron un estado de forma envidiable tras su retorno a los escenarios del año pasado.Firefest

Los canadienses presentaban su formación original: Carl Dixon (voz, guitarra), Andy Curran (voz, bajo), Steve Shelski (guitarra) y Dave Ketchum (batería). Antes de continuar, quisiera destacar el detalle que tuvo Carl Dixon la noche anterior tras el concierto de STEVE AUGERI. Dixon y los organizadores del Firefest prepararon un acústico con entrada libre en el bar de un hotel cercano a la Rock City y normalmente copado por los fans que asisten al festival. Fue una buena forma de terminar la noche del sábado; una estupenda idea que no estaría nada mal que se repitiera en futuras ediciones.

CONEY HATCH ofrecieron un set de una hora y diez minutos de duración, arrancando con temas de sus dos primeros álbumes. Hubo que aguardar un poco más para escuchar algunos cortes de Friction, que yo personalmente esperaba con ganas, y los cuales no empezaron a caer hasta la mitad del concierto. Y es que en un festival como el Firefest no podían faltar She’s Gone, Girl From Last Night’s Dream o Fantasy, las cuales sonaron de vicio, y eso a pesar de la ausencia de un teclista en escena. De todas formas, el disco con mayor protagonismo en el repertorio fue Coney Hatch, con temas como You Ain’t Got Me, Love Poison, Devil’s Deck o la coreada Hey Operator.

Tanto en los temas más rockeros como en los más melódicos la banda estuvo impresionante, sacando el mejor sonido del festival sin lugar a dudas. Sin fisuras instrumentalmente hablando y con el tándem Dixon-Curran cumpliendo con nota en las tareas vocales, CONEY HATCH firmaron un concierto excelente. El único grupo de este Firefest sin teclista, que, en contrapartida, hizo gala de un sonido cristalino de guitarras y de una sección rítmica poderosísima. Por último, los canadienses demostraron unas tablas y un dominio del escenario que, unidos al buen rollo y a las ganas que le echaron (especialmente un Carl Dixon súper motivado y completamente en forma después del grave accidente que sufrió hace unos años), redondearon una actuación intachable.

UNRULY CHILD

Por fin había llegado el momento esperado por muchos. Y es que la aparición de UNRULY CHILD en el escenario de la Rock City tenía un componente fuertemente emocional para una buena parte de los que estábamos presentes. Tras una larga ausencia de la primera plana musical, la posibilidad de que Marcie Free decidiera retomar su carrera hasta el punto de volverse a subir a un escenario personalmente me parecía remota, por no decir imposible. Pero allí estábamos, a la espera de volver a escuchar una de las voces más grandes del AOR. Y os puedo asegurar que me quedaría corta al intentar describir la expectación que se mascaba en la Rock City en los minutos previos al show.

FirefestEl último disco de UNRULY CHILD había supuesto un buen preámbulo al volver a deleitarnos con esa voz tan familiar y tan añorada, pero claro, una cosa es el estudio y otra el directo… Y yo ahí reconozco que tenía mis grandes dudas sobre qué nos encontraríamos cuando Marcie saliera al escenario y empezara a cantar. Pues bien, los miedos se despejaron en la primera canción de la noche, Love Is Blind, al reencontrar esa voz que siempre me ha fascinado. Después de unas pocas notas, una Marcie cubierta de encaje negro ya se había metido al público en el bolsillo. Puede que estuviera desentrenada, poco habituada a realizar actuaciones e incluso algo nerviosa, es lo más natural, pero lo importante era saber si la voz seguía ahí. Afortunadamente la respuesta fue afirmativa. Marcie rayó a un nivel muy alto, se la vio sobrada de voz, aunque también falló en algún momento posiblemente por falta de rodaje. Según fue avanzando el concierto, vimos a una Marcie Free más y más cómoda, ofreciendo una actuación llena de emotividad y complicidad con el público, el cual la había recibido de la manera más expectante y calurosa. Esa atmósfera tan especial sólo se vio ensombrecida por el atril que se encontraba en mitad del escenario, donde Marcie tenía las letras de las canciones (esto sí que me cuesta entenderlo teniendo meses para ensayar; además, ¡a quién se le puede olvidar una canción como Who Cries Now!) y una serie de mini-discursos sobre, por llamarlo de alguna manera, su visión de la vida.

UNRULY CHILD se volcaron con su nuevo disco tocándolo prácticamente entero e incluso reservando el cierre del show para When We Were Young, una de las mejores canciones junto a When Worlds Collide o la inicial Love Is Blind. Del primer álbum tampoco podían faltar temas como el himno Who Cries Now (quizás al ser tan perfecto en disco me sonó un pelín falto de chispa en directo), Take Me Down Nasty (posiblemente el tema en el que disfruté más de la voz de Marcie), On The Rise (uno de los más movidos) o To Be Your Everything (que logró emocionarme como pocas veces). Lamentablemente faltaron otros como When Love Is Gone, que se echó especialmente en falta.

Sin duda alguna, Marcie Free fue la protagonista principal del show y la que acaparó la mayor atención de los presentes. En mi caso tengo que reconocer que logró dejar a sus compañeros en un segundo plano. Pero objetivamente la noticia no sólo era la vuelta de Marcie, sino su aparición diecinueve años después en un escenario con el resto de la formación original de UNRULY CHILD, con los que tampoco es que realizara demasiados conciertos en su momento. Todo esto podía ser presagio de que la banda no estuviera demasiado compenetrada, pero la verdad es que no fue así. En mi opinión, sin llegar a ser un concierto redondo como el de ALIEN o el de sus predecesores CONEY HATCH, sí fue un show más que destacable, digno de cerrar esta edición del Firefest, y de repetir en otra ocasión a la mayor brevedad posible.

Desafortunadamente, una vez más el sonido me pareció mejorable (de nuevo la batería y el bajo altísimos), al menos desde donde yo me encontraba. Por otro lado, prescindibles los solos de Larry Antonino y Jay Schellen, que de buena gana hubiera cambiado por otra canción. Pero en líneas generales, fue una actuación muy correcta de todos los músicos (eso sí, el chándal que lucía Bruce Gowdy hacía daño a la vista, cuanto menos), dando el respaldo necesario a la gran estrella de la noche.

En definitiva, fue un concierto emocionante, de esos que cuesta contar porque la atmósfera que allí se respiró fue para vivirla más que para explicarla. Pero el show podría resumirse en que UNRULY CHILD convencieron en directo y Marcie Free salió triunfante en su regreso. Según comentó Marcie después del concierto, les gustaría hacer más fechas en Europa el año que viene. Esperemos que así sea y que podamos disfrutar a pleno rendimiento de esa gran voz, la cual ha marcado las vidas aoreras de los muchos que siempre hemos admirado su trabajo, ya desde su etapa en KING KOBRA y hasta la actualidad.

Texto: Mar Tomás

Fotos: Sue Ashcroft y Marty Moffatt

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1 COMENTARIO

  1. MUY BUENA CRONICA, QUE ENVIDIA SANA ME DAS DE PODER DISFRUTAR ESTOS PEDAZO DE CONCIERTOS. ME HUBIERA GUSTADO MUCHO VER A W.E.T O MARCIE FREE. LA VERDAD ESTOS INGLESES TIENEN TREMENDA CON CONCIERTOS DE ESTE NIVEL DE FIREFEST, CARTELES COMPLETOS Y DE CALIDAD QUE A ESPAÑA NO VIENEN NI DE COÑA. UNA PENA LO DE TERRY BROCK Y LO DE KANE ROBERTS, PENSABA QUE ESTARIAN EN MEJOR FORMA. SALUDOS Y A SEGUIR ASI, SALUDOS MELODICOS.

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