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OPETH – Heritage

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Discografica: Roadrunner Records
Puntuación: 8/10

OPETH – HeritageNo han fallado en su deuda trienal con su público, y tampoco en su compromiso con la creatividad y la vanguardia. OPETH regresan tras su aclamado "Watershed" (2008), con mucho material entre medias, y la firme determinación de sentar nuevas bases en su ya de por sí "deforme" trayectoria, o eso parece, porque aunque el punto de inflexión aquí parece claro, siempre puede pensarse que este es sólo un experimento, como aquel "Damnation" (2003) que nos enamoró a todos en su día y que todavía hoy es único.

La décima creación en estudio de OPETH se llama "Heritage", y es algo que tenía que suceder, un huracán de aire fresco para todos los que pensaban que la banda de Mikael Åkerfeldt ya lo había dicho o hecho todo y que se habían acomodado en cualquier tipo de fórmula. "Watershed" fue un trabajo brillante, reconocible y bastante más imaginativo que "Ghost Reveries", pero aun así, lo que los suecos nos traen esta vez es algo que nadie hemos escuchado antes y que, como seguro que repetiré a lo largo y ancho de esta reseña, poco o nada tiene que ver con el metal, lo que no tiene por qué ser necesariamente malo (ni bueno). Con "Heritage", la música de OPETH cobra una nueva dimensión, explora nuevos senderos y se adentra en una versión de sí misma un tanto ‘retro’ que desde luego no es apta para todos los gustos (nunca lo fue, no obstante), pero que con las escuchas, el fan de esta banda debería saber acoger y disfrutar como si de un clásico se tratase, pues esa es la intención subyacente del grupo, crear una pieza de música atemporal y compleja, en el sentido más completo de la expresión. Para ello, han contado con una técnica de lujo que ha tenido que ver y mucho en el producto final. En la producción, Jens Bogren ha vuelto a obtener ese sonido casi etéreo que lleva tiempo imprimiéndole  OPETH en su última etapa, y en la mezcla, la vuelta de Steve Wilson (PORCUPINE TREE) no es una casualidad, y es que él es, casi tanto como el resto, el culpable de que este trabajo suene tan bien como suena.

En ese apartado de mezcla, Steve Wilson ha realizado el trabajo más pulcro y completo que un servidor le ha escuchado en esa faceta hasta ahora, y estoy además muy seguro que lo ha disfrutado y de lo lindo. En "Heritage", OPETH tributan a su "herencia", a todas esas influencias que de un modo u otro han tenido que ver en el devenir musical de una de las bandas más exitosas del metal en los 90’s.  Este es un trabajo casi de rock progresivo, un rock progresivo que, lo crean o no, suena a OPETH, como si a pesar de no utilizar guturales ni guitarras contundentes ni ritmos acelerados y ensordecedores no hubieran perdido su identidad en absoluto. Todo sigue ahí, esas melodías, ese componente atmosférico, toda la esencia del grupo sigue prácticamente impasible en esta nueva aventura discográfica pero desde un enfoque diferente. Que nadie se piense que esto no suena a OPETH porque, guste más o menos, estarían muy equivocados. Las influencias de las que hablábamos son muchas y muy sutiles, dejes de bandas a lo KING CRIMSON, CAMEL, YES, DEEP PURPLE incluso, atmósferas evocadoras, muy del gusto 70’s desde un punto de vista a veces inquietante, en un disco donde Per Wilberg se despide a las teclas con un trabajo soberbio donde ha desplegado toda su imaginación acoplando sus composiciones a unos temas de estructuras anárquicas, impredecibles, que en ocasiones, en su sutileza y emotividad, llegan a parecerse más al jazz o a la improvisación que otra cosa.

Cierto es, que de estos nuevos temas o de este nuevo concepto de OPETH, podría haberse hecho algo más accesible, algún tema más ameno, pero entonces creo que estaríamos hablando de "Damnation". "Heritage" es diferente, un trabajo arduo, y como tal tiene su propia personalidad, una personalidad cambiante, que evoca, que provoca, que crea ansiedad, anhelo, ternura, miedo, un disco en el que Mikael ha depurado su voz más que nunca y donde quizás el papel de Fred es algo menos relevante que en otros (salvo por algunos solos verdaderamente alucinantes), no así el de los dos "Martines", que crean un equipo muy compenetrado y electrizante en un disco que en su sección rítmica es pura magia, inverosimilitud e imprevisibilidad, jazz/ prog rock en estado puro.

Mencionar también que esta vez, el uso del mellotrón está mucho más extendido, lo que ayuda a crear ese efecto oscuro/ psicodélico tan 70’s, llegando a crear por momentos un ambiente pseudo ‘post – dark – wave’ a lo DEAD CAN DANCE que te mete de lleno en el disco. Los efectos por supuesto no se quedan ahí, y es que aquí OPETH han probado de todo y todo muy extraño, en el mejor de los sentidos. Uno de los temas que mejor resume todo esto es sin ir más lejos "I Feel The Dark", un corte no demasiado técnico donde los suecos transmiten exactamente lo que el título, con un Mikael a voz desnuda junto con una guitarra acústica que se repite a la que después se van sumando elementos de electrónica, vibraciones extrañas y pasajes oscuros que hacen de este corte de lo más inquietante y denso, con un cambio justo hacia la mitad del tema que lo cambia todo por completo, pero que sobre todo, y a pesar de que faltan elementos típicos en OPETH, sigue sonando a ellos. Tras el precioso preludio de piano (que me recuerda mucho a una intro de Final Fantasy), "The Devil’s Orchard" empieza el trabajo en esa línea neblinosa pero recordando más al rock progresivo clásico desde el punto de vista eléctrico, con menos atmósferas y más guitarra eléctrica, un tema con más cuerpo, por así decirlo, desde mi punto de vista uno de los temas más logrados del trabajo junto con "Haxprocess" , "The Lines In My Hand" y "Folklore", que es con mucho la pieza más abstracta de todo el disco, y una de las más elocuentes también, por qué no decirlo.

Esto es lo que en definitiva es OPETH, antes y ahora, una banda casi contra – cultural, segura de sí misma, que cuenta con una de las mentes más privilegiada del "metal" en nuestros tiempos que ha hecho lo que ha querido y que pone a su favor eso que tantos temen, el riesgo. Y siempre ganan…

Jorge del Amo Mazarío (jorge_del_amo@rafabasa.com)
Twitter: @Jorge_del_amo

Lista de temas:

  1. Heritage
  2. The Devil’s Orchard
  3. I Feel The Dark
  4. Slither
  5. Nepenthe
  6. Haxprocess
  7. Famine
  8. The Lines In My Hand
  9. Folklore
  10. Marrow Of The Earth

 

 

 

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18 COMENTARIOS

  1. A mi es un disco que me ha gustado muchísimo. Para mi el sello de identidad de Opeth no reside tanto en los riffs machacones y en las distorsiones, sino en que suponen un reto al oyente con cada disco con una forma de componer,estructurar las progresiones de acordes, etcétera muy concerta y a la vez muy anárquica. El día que Opeth no sorprendan y no nos aporten retos, sí que se perderá su magia, no cuando dejen de meter partes propias del death metal.

  2. El disco no está mal, pero esto no deja de ser una pena: ha muerto una gran banda de death metal. Ahora, lamentablemente, ya es otra cosa. El propio Akerfeldt dijo que no volverían a ese estilo. En fin, una banda menos para seguir, tendré que conformarme con sus discos viejos.

  3. Para mi el disco va a mas a cada escucha siendo ahora mismo un disco notable pero que estoy seguro que acabare adorando. Para mi la evolucion del grupo ha sido totalmente natural aunque quizas algo acelerada desde Warweshed, como si faltase un cd entre medias. De todas formas creo que esta debe ser la formula de un grupo denominado progresivo, como dice el autor, con cada obra suponer un reto al oyente y dar pasos hacia adelante; lo conrario a mi entender que ha hecho Dream theater que haciendo un cd muy bueno parece que llevan una trayectoria totalmente circular en cuanto a evolución.

    Por otro lado esta claro que Mikael ha sido totalmente valiente sacando un cd asi y no creo que se le debiera criticar nada. El death puede ser musica poco comercial y muy dura pero creo que en cuanto a lo primero el estilo del grupo lo es mucho menos.

    Para acabar decir hablar un poco de la evolucion de los oyentes de metal hoy en dia. Hace 20 años cuando emepece con esta musica un disco asi seria totalmente lapidado y hoy en dia sin embargo a pesar de haber opiniones diversas a muchisima gente le ha encantado el cd

  4. Para mí todo un señor disco: Producción real, músicos de verdad tocando, nada de compresores y disparadores… Un disco honesto, como pocos a día de hoy se hacen.
    Gana con la escucha, poco a poco vas descubriendo detalles, me encanta eso en un disco.

    Son la excepción de una escena (la heavy) totalmente atascada en cuanto a evolución.

  5. Yo cada disco de Opeth me lo tomo como un reto, siempre pienso «a ver que me tienen preparado y a ver si me gusta…» de hecho hay discos que no los aguanto mas de 3 cancioens y otros que me gustan mucho. Pero como dicen mas arriba, desde luego esa corriente de death metal ya esta mas que abandonada y me da que de ahora en adelante van a apostar mas por este sonido «tranquilorro». Le dare una oportunidad, pero nose yo si me gustara mucho…
    Eso si, todo mi respeto hacia el lider de esta banda.

  6. «Mencionar también que esta vez, el uso del mellotrón está mucho más extendido, lo que ayuda a crear ese efecto oscuro/ psicodélico tan 70′s, llegando a crear por momentos un ambiente pseudo ‘post – dark – wave’ a lo DEAD CAN DANCE que te mete de lleno en el disco.»

    Una frase que sólo podía salir de la prepotencia y soberbia propias de una mente Opethiana. Pura mierda ininteligible, vamos.

  7. Me costó un poquito meterme en este disco, pero estoy totalmente obsesionado con él. Llevo un par de semanas que no escucho otra cosa. Hasta 3 ó 4 veces diarias me lo pongo… Y a estas alturas puedo decir que es mi disco preferido de la banda.

    • Jajaja, Metamorfosista, me está pasando lo mismo! Creo que no es un disco para ponerte por la mañana de camino al trabajo. Para mí es un disco para ponerte tranquilo por la tarde/noche en casa y perderte entre sus arreglos y «complicaciones» musicales…

  8. Lo sigo escuchando y, a pesar de que tiene varias cosas destacables, no me parece un disco demasiado sólido. Insisto, es una pena que haya muerto una gran banda de death metal.

    No es que me cierre a otros estilos; de hecho, escucho mucho King Crimson, Jethro Tull, Uriah Heep y todas esas bandas de los setenta que seguramente son influencia de Akerfeldt y compañía, pero no hay caso, esta faceta de Opeth está lejos de ser lo que pretende.

    Si no se hubieran «vendido» las cosas serían muy diferentes. ¿Qué es lo que sigue?, ¿una versión pseudo-progresiva de Saint Anger?

    En fin, RIP Opeth

  9. Bueno, empezaré diciendo que nunca he seguido a Opeth porque siempre se le ha puesto la etiqueta de de death progresivo y siendo respetuoso con los amantes de ese genero, en especial el death, nunca le dí una oportunidad. Leyendo por causualidad una revista, vi un studio report, como músico que soy me interesó mucho el sistema de grabación y proceso natural del mismo así que sentí curiosidad por el disco, que a promera escucha me aburrió de sobremanera, pero obstinadamente seguí reproduciendo una y otra vez hasta haberle cogido el punto. Es un buen disco de psicodelia-prog retro o algo así, sin duda creo que han entrado en un terreno pantanoso, pero mientras les caiga la pasta de la discográfica, les haré la ola por sus cojones!

  10. Algunos no se enteran que Opeth nunca ha sido una banda de death metal convencional,ni falta que le hace vamos. Ellos siempre han sido algo mas y esa etiqueta se les ha quedado pequeña, muy pequeña… Pero es que eso no viene de ahora, ya viene de lejos… La verdad que no entiendo como a algunos les ha sorprendido este «cambio», «damnation» de 2003 tambien es una joya y esa influencia retro progresiva siempre la han tenido. Ademas la idiosincracia de Opeth es precisamente esa, ser inequitables y sorprender a la gente, ¿quien sabe si en el proximo disco vuelven a meter guturales y guitarras cañeras? Mejor no saberlo y que nos sorprendan. A mi me parece un disco muy honesto de Músicos muy honestos, una autentica maravilla. OBRA MAESTRA.

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