Si bien el nombre de estos suecos pueda engendrar el repudio y la indiferencia a esa corriente imperante anti-Power, no está de más decir que con éste, su cuarto trabajo, han dado un paso de gigante a la hora de afianzarse dentro de la escena. No nos engañemos, aquí la gente se deja llevar mucho por la opinión más general; si hay tanta saturación de bandas Power, es por que en este momento, es el estilo que más vende en el resto de Europa. Te puede gustar o no, pero es innegable que dicho estilo está aportando gran cantidad de bandas, muchas de ellas, sino innovadoras, si importantes dentro de la escena metálica.
Con esto no es que esté considerando a STEEL ATTACK unos innovadores dentro del género, ya que se pueden considerar un clon de los que parecían una gran promesa: METALIUM, y que con sus dos últimos trabajos se han quedado un poco perdidos por el camino. Dicho cambio, parece reafirmado con la entrada de un vocalista pequeñín pero con un portento vocal, con un timbre tremendamente familiar a Henning Basse. Su nombre Ronny Hemlin, ha de ser tenido muy en cuenta. Ronny parece el impulsor para una nueva etapa de la banda, más agresiva y más cruda, dejando pomposidades y debilidades, la diferencia con el anterior «Predator Of The Empire» es tremenda en todos los sentidos.
Empezando dicho cambio por el aspecto lírico. Los 9 cortes, están basados en la religión, bajo distintos prismas, pasando por el odio o el miedo. La portada también está unida a este concepto. A pesar de su sencillez, es muy ilustrativa, en ella podemos ver una mano sangrante sujetando un rosario.
El repaso de los temas, se inicia con «Gates Of Heaven», en la cual ya podremos darnos cuenta que estamos ante unos alumnos aventajados de METALIUM, y no solo por la voz de Ronny, los coros, la potencia, los cambios drásticos de velocidad, la batería con doblebombopiñónfijo, y las rítmicas vertiginosas también son la materia prima de STEEL ATTACK. La misma sensación nos produce «Out Of The Flames», donde Ronny puede explayar más su capacidad vocal, y el juego de guitarras entre Johan y John saca unas cuantas chispas.
«Forsaken», posee una veloz estrofa, y un muy buen estribillo, ciertamente han sabido cuidar muy bien las melodías vocales, una de las bases de su sonido. «Bless My Sins» es de lo mejor, la más melódica, con estribillo de puño en alto y greñacas al viento, muy hímnica, sin la necesidad de teclados ni ambientaciones. «Immortal Hate» cuenta con la primera aportación de influencias extremas, unos pequeños fraseos en el puente. Solo de guitarra netamente helloweeniano.
«Son Of A Thousand Soul», es un medio tiempo, con una estructura más complicada, no acaba den encajar en el resto del álbum, y ha quedado un tanto deslucida. «Enslaved» tiene un cierto aire a MAIDEN, muy rápida con un fantástico riff, y un solo de guitarra realmente inspirado. «Voices», sigue manteniendo la tónica, una buena armonía, en plan árabe, nos adentra en un tema misterioso con una nueva exhibición vocal del amigo Ronny. Para acabar tenemos «When You Dream», uno de los temas más potentes, con una batería constante que sirve de armazón protector a las aguerridas guitarras.
Y ahí queda eso, si te gusta METALIUM ni lo dudes. Una banda más de Power, con una temática lírica bastante singular pero que no han inventado nada, pero lo que hacen lo hacen bien, y a mí con eso me basta.
Álex Sánchez (Era Del Metal ‘zine)