+ BLACKBRIAR + AD INFINITUM + FROZEN CROWN
Miércoles 23 de Octubre de 2024 – Sala La Riviera – Madrid
Uno de esos días del año para los que muchos seguidores de nuestra música habían puesto el contador hacia atrás, es el que pudimos ver el pasado miécoles en la capital, concretamente en La Riviera, en el que se ofrecía un cartel compuesto por nada menos que KAMELOT, AD INFINITUM, BLACKBRIAR y FROZEN CROWN. Como principal reclamo de la gira, se usaba un “The Awakening”, el nuevo disco de KAMELOT , que, aunque ya había tenido su presentación en España a través de algún festival veraniego, no había contado con una gira de respaldo… la de verdad, y que la teníamos en España. La que todos los fans de los americanos esperaban, y es que desde hace mucho tiempo, la banda de Thomas Youngblood se ha convertido en una de las más queridas del Planeta Tierra, y no precisamente por casualidad, pues no han dejado de editar álbumes maravillosos, y hacer las cosas de modo muy profesional, estudiado milimétricamente, y siempre con un estándar de calidad altísimo. Ya han pasado unos cuantos años desde que Karevik tomase el micro, y la banda ahora se encuentra, en mi opinión, en un momento muy dulce, especialmente de cara a una legión de seguidores que disfrutan cada paso de la banda, que por regla general, siempre es al frente. Por ello, la sala contaba con un ambientazo impresionante para ser miércoles, y se notaba ese aura especial que se siente en los grandes eventos. Ayudaba mucho el contar con una parrilla de salida plagada de grandes nombres… nombres que arrastran más público si cabe, entre el que se aunaban entre dos y tres generaciones.
Con un gran telón con el nombre de la banda y el kit de batería prestado, los italianos FROZEN CROWN salían al escenario con una energía contagiosa, pero con un sonido especialmente agudo que hacía que algunos de los matices de su música se perdiesen. La banda comenzó su espectáculo con "Neverending" de su “Crowned in Frost”, y desde el principio quedó claro que su power metal engancha a la sección más joven del público, que parecía disfrutar de lo lindo de una Giada "Jade" Etro, que, sin duda, es una gran frontwoman, aunque en lo personal, considere que, de realizar más movimientos de voz, haría que, al menos en directo, su timbre sería mucho más accesible y asimilable. Cuestión de gustos, como siempre digo… porque la banda suena rodada, y además, sus músicos no solo tienen un potencial inmenso como instrumentistas, sino que se nota que viven lo que tocan, y lo hacen con convicción. Fabiola "Sheena" Bellomo, Alessia Lanzone y Federico Mondelli fueron sin duda el gran atractivo del show para mí, pues creo que compenetran y coordinan muy bien sus instrumentos, suenan de maravilla y saben cual es su rol en cada parte de los temas. Un inicio de concierto cargado de buena vibra que no paró durante la media hora que estuvieron sobre las tablas. Para presentar su “Call of the North” del año pasado, interpretaron el tema homónimo, y esas guitarras iniciales de corte moderno, cercanas al metalcore, nos llevan a un tema en el que quizás el sonido empeora respecto al primer tema, dejando más desvestida la voz de una entregadísima Giada, aunque ya finalizándolo, fue regulado pudiendo disfrutar de una versión más nítida de su música.
Era hora de presentar “Warhearts”, su recién estrenado nuevo álbum (impresionante el ritmo de composición y edición de música el de esta gente), y lo hacen a través de "Steel and Gold", una de las que más me llegó de su show por aquello de presentar elementos clásicos del power metal muy bien llevados, con un gran estribillo, una estabilidad sonora que dejaba disfrutar de cada elemento sin llegar a la excelencia, y de nuevo, una Giada dándolo todo, aunque reitero, me resulte mucho más agradable de escuchar en estudio que en directo, contexto en el que su voz se siente más lineal y con menos profundidad. “Winterbane” contó con representación en "Far Beyond", y esa velocidad deudora de DRAGONFORCE (por ello el propio Herman Li colaboró en la grabación original), mientras que "I Am the Tyrant", haciendo gala de voces compenetradas entre Giada y Federico, despedían un concierto potente, estudiado, ensayado, en el que si bien hubo algunos puntos que me hicieron activar las alarmas, a juzgar por la reacción del público, llegaron a convencer.
Con su kit de batería personalizado y cuatro torres de luces frontales que dieron un juego tremendo a la dinámica del show como atrezo, estábamos preparados para la llegada de AD INFINITUM al escenario madrileño, teniendo que haber variado su horario de salida (por motivos que desconozco), pues el orden de actuaciones no era el marcado inicialmente. Es muy grande el crecimiento de la popularidad de la banda suiza en los últimos años, y es que, ahora que he podido disfrutar de su directo, entiendo el por qué. Por supuesto, el line-up suena de auténtico lujo como pudimos comprobar desde que empezaron su espectáculo con "Follow Me Down" de su recién estrenado trabajo “Abyss”, con un doble bombo que sonaba demasiado alto, pero que ya dejaba vislumbrar la calidad de la alineación…pero fue abrir la boca Melissa Bonny y comprender, ipso facto, el por qué de tanto revuelo alrededor de esta artista. Y no digo vocalista, porque es mucho más que eso. Melissa es sentimiento, saber estar, espectáculo y calidad…¡ahora sí que lo entiendo todo!. Te puede gustar más o menos la fusión de metal moderno con elementos más accesibles y voces guturales, pero lo que está claro, es que en gente como ellos radica el futuro de la música dura. Una puesta en escena sobria, cargada de magnetismo, solo pudiendo poner el "pero" de las camisetas de Adrian Theßenvitz (guitarra) y Korbinian Benedict (bajo), que con una negra sin más, hubiese quedado un efecto más visual y serio, en consonancia con lo que vemos en escena. Cuestión de percepciones.
La banda suena sólida como una roca y para "Aftermath", el público ya estaba totalmente pendiente de la banda, especialmente de una Melissa espectacular, grandiosa, pletórica…mucho más, ahora que podíamos disfrutar de su versión más desgarrada en el tema, y un sonido que ya era de notable alto. La atmósfera que generan los acolches de teclado pregrabados y la dureza de la guitarra de Adrian, junto a la pegada de Niklas Müller, son suficiente respaldo para una vocalista única en su especie. Por otro lado, los temas como "Upside Down" de su “Chapter III – Downfall”, son los que más lucen en directo por su estribillo, fusión de grandes riffs y el inmenso abanico de posibilidades que ofrece la garganta de su vocalista, especialmente cuando te sorprende con unos guturales de dicción perfecta y una energía abrumadora. Volvimos a "Abyss" con la que, para mí, fue la canción de su noche, junto a la siguiente "Anthem For the Broken", que siendo un medio tiempo, genera un gran aura sobre el escenario, y un clímax óptimo para dinamizar el repertorio. Además, el lucimiento de Adrian en el puente del tema, acercándose a la primera línea de escenario, es sensacional…su guitarra sin pala suena increíblemente técnica y precisa. Llegamos, casi en un suspiro, a la mitad de su aparición con "Outer Space" de su último disco, demostrando que se puede mezclar vigorosos riffs en bajas afinaciones con la preciosa voz de Melissa, que navega a su antojo entre tonos dulces y perfectos guturales en milésimas de segundo con un control pasmoso…¡un lujo para los oídos!. Para no desviar la atención de su nuevo lp, sonó la recién estrenada "Surrender", que, para oídos abiertos, resulta ser todo un temazo de metal pop (¿existe este término?) cuyo efecto y recepción me encantaron esta noche. Ese explosivo estribillo marcado por un gutural es una bomba cuando se ve, vive y disfruta en directo.
Por lo que pude observar, "Animals" de su “Chapter II – Legacy”, es una de las más queridas, pues se podía escuchar a la gente cantando el estribillo, siguiendo con la presentación de su nuevo trabajo en una potentísima, técnica y pegajosa "The One You’ll Hold On To". De cara al final del concierto de AD INFINITUM, temas como "My Halo", más accesibles pero igualmente poderosos en sus bases, son la línea marcada que será santo y seño para el futuro de la banda y sus conciertos, mientras que "Unstoppable" cerró el círculo mirando a su pasado, generando pasiones, ganándose adeptos y dejando muy claro el por qué el nombre de la banda va copando las mentes y playlists de una gran cantidad de público. Un concierto impresionante de una banda en ascenso, que esperamos poder ver en otra gira propia para presentar "Abyss". No os los perdáis.
De nuevo, el escenario se cambia de vestido, y un gran telón nos anuncia que los neerlandeses BLACKBRIAR están a punto de pisar el stage. Batería propia, y la banda, que lleva presente en la escena desde 2012, comienza su espectáculo con "Mortal Remains". Cuentan con un inconveniente inicial, y es que de haber salido a tocar después de FROZEN CROWN, sus carencias no hubiesen resaltado tanto…pero salieron después de AD INFINITUM, lo cual jugó en su contra sobremanera. Especialmente, porque, de lo que escuchamos en el EP, “Our Mortal Remains”, a lo que pudimos ver en La Riviera, va un abismo, sobre todo en lo que respecta a su vocalista Zora Cock, cuya voz en estudio es estupenda, pero que en directo se deja por el camino muchos de los matices que le hacen especial en sus trabajos profesionales…no se si es que no fue su noche, pero el esfuerzo por teatralizar quedó ensombrecido en algunas partes en las que se iba de tono, y eso que la banda lo hizo realmente bien instrumentalmente hablando, sin problemas de sonido aparentes, y con una correcta puesta en escena. Aunque temas como "Crimson Faces" no hubiesen desentonado en los primeros álbumes de unos WITHIN TEMPTATION, lo cierto es que, con una banda bordando cada nota, no logro conectar con la voz de Zora, elemento principal de su propuesta, ya que podías escuchar unos segundos de lucidez, con un bonito timbre, hasta que llegaba el momento en el que te sorprendía negativamente alguna disonancia en los tonos.
Es curioso cómo hay composiciones de la talla de "Spirit of Forgetfulness" de su “A Dark Euphony”, al cual le di bastante cancha, que desmerecen tanto en directo, al no trasmitirme todo lo que sí logran cuando les escuchas en estudio. Finalmente, la linealidad se apoderó del concierto, y aunque sí que pudimos observar como había una sección del público disfrutando de lo que veían y escuchaban, lo que yo percibí fue un verdadero bache en el transcurso de la noche. Temas como "Selkie" lograron dejar atisbos de luz, aunque llegaban al set otros más exigentes como "Deadly Disminuendo" en los que Zora pudo demostrar y no lo hizo, arropada por la solvente banda, que es capaz de reproducir las grabaciones de estudio a la perfección. Me gustó mucho, eso sí, la diferente "Far Distant Land", en la que su vocalista me recordó en tonos más relajados a BLACKMORE’S NIGHT, dejando patente que si el show hubiese caminado por esa senda, otra impresión me hubiese dejado. Ni la más accesible "Cicada", ni su himno "Until Eternity" lograron quitarme esa sensación de estar viendo a una banda profesional, ensayada, trabajada, que no logra transmitir lo que quiere y requiere. Una verdadera pena, porque en estudio no dan un paso en falso, el nivel instrumental en directo es el óptimo, pero no podía abstraerme y dejar de pensar que Zora no lo pasaba bien en una gran cantidad de tonos. Tendré que acercarme la próxima vez que vengan, para comprobar si lo de Madrid fue fruto de una sola noche puntual. Ojalá la respuesta sea que sí.
Ahora sí, después de las luces y sombras de sus conciertos previos, pero con una media alta (claramente beneficiada por la actuación de AD INFINITUM), el escenario se preparaba para el acontecimiento… para muchos, uno de los más importantes del año. Los dos escudos sobre el escenario con el logo de KAMELOT, ya nos habían predispuesto para que intuyésemos que el atrezo no iba a ser básico. Cegadoras al frente, la enorme y preciosa batería elevada de Alex Landenburg a la derecha, el teclado decorado de Oliver Palotai a la izquierda y un enorme telón que cubría fondo y laterales con una ampliación de la preciosa portada de “The Awakening”. Precioso expositor para ver a una de las bandas que más pasiones levantan en la actualidad. Luces azules, la intro, humo y tensión esperan a que salgan los músicos, uno a uno, a saludarnos y…¡boom!. "Veil of Elysium" de “Haven” empieza haciendo latir nuestros corazones. Se siente movimiento entre el público, la banda sale con toda la energía del mundo, y el sonido debe disminuir los graves, aunque deja disfrutar de una banda que ha salido arrasando…aplastando. El tema es cantado por cada asistente y pronto empiezan los cañones de humo a adornar el escenario… Karevik ha venido a por todas y borda el tema, mientras que la banda no deja que quede ningún elemento al azar..no hay flecos sueltos. Esto es arte, teatro, belleza, y cuando cae "Rule the World", ya con un sonido notable, La Riviera se tiñe de pura magia, y es que aquel tema del Ghost Opera, aún con Khan, es sencillamente estremecedor, aunque los arabescos teclados todavía no se escuchan todo lo que debiesen…eso sí, si cierras los ojos, casi puedes escuchar la voz de Roy, aunque Tommy ya se haya instaurado como uno de los mejores vocalistas de la escena. Intensas tonalidades rojizas resaltan la preciosa ilustración del fondo, y Youngblood también da una lección de como debe sonar una guitarra en directo…el resto de la banda…¡ufff!. Nivel muy, muy alto, señores. Sean Tibbets no para de moverse y la batería de Alex lo llena todo. Aquí no falta de nada.
La primera canción de “The Awakening” fue "Opus the Night (Ghost Requiem)", y ahora sí, los teclados de Sean se pueden escuchar perfectamente. Llegamos a uno de los mejores estribillos de la noche en el que Karevik ni se despeina, llegando a todos los tonos habidos y por haber, mientas que Melissa (de AD INFINITUM), subida a una plataforma y caracterizada como la chica de la portada del álbum, nos deja unos apabullantes coros que erizan la piel, literalmente.
Parece que Haven caló en la historia de KAMELOT y nos dejan un perfecto "Insomnia" que, entre tonos verdosos, genera un gran clímax, que hace que Tommy siga desplegando artillería, sin ser de sus temas más exigentes, destacando el duelo de teclado y guitarra del puente, que sonó espectacularmente bien, para dar paso a uno de los momentos de la noche con "When the Lights Are Down" del venerado “The Black Halo”, obra maestra del género que levanta pasiones tal y como pudimos comprobar en La Riviera. Aquí sí, Tommy bajó la afinación de su voz respecto al original, aunque lo hizo con tal maestría, elegancia e inteligencia, que apenas se notó, sin mostrar la composición debilitamiento ni pérdidas en ningún momento… lo que viene a ser un profesional como la copa de un pino. Impresionante. Llegamos a “The Shadow Theory” y la preciosa "Verpertine (My Crimson Bride)", con ese halo más bello, positivo y power del tema, que se transmite de inmediato a un público totalmente entregado a la causa, aunque si de tetralidad e impacto visual hablamos, "New Babylon" de “The Awakening” se lleva la palma. Los tonos rojizos, las dos figuras femeninas caracterizadas, y una Melissa que junto a Tommy nos dejó un espectacular momento en la parte central del tema, complementando voces, como ya hiciesen en su versión original. Y uno de los mejores discos de los últimos treinta años en cuanto a power metal como “Karma”, se vio reivindicado por el tema homónimo justo a continuación, para el cual, gracias a una banda colosal y un Karevik de otro universo, no pasan los años. Un clásico traído a la actualidad con toda la fueza de antaño.
Creo que el debut de Tommy con KAMELOT con “Silverthorn” fue uno de los más triunfales álbumes tras un cambio de vocalista del que ha sido testigo la historia de nuestra música, y qué mejor modo de recordarnos aquel maravilloso trabajo que con la brutal "Sacrimony (Angel of Afterlife)", que, arropado por fogonazos de humo y una energía apabullante, Karevik encapuchado y Melissa haciendo otra aparición triunfal, nos regalaron una de las mejores interpretaciones de la noche y un momento imborrable para todos los asistentes que cantaron el estribillo a pleno pulmón. "Willow" nos devolvió a la actualidad, y sirvió para que todos cerrásemos los ojos y nos dejamos llevar por la belleza, la musicalidad y la magia del tema, que fue preámbulo de un segundo tramo incontestable, que empezó por "The Human Stain", más experimental, oscura y atmosférica, y que continuó, como era de esperar, con un breve solo de batería, premonitorio de la brutal "March of Mephisto".
Todo el mundo brazos arriba acompañando al mítico riff inicial, y una interpretación épica de la mano de Tommy y Melissa, que pudo de sobra con los tonos de voz femenina, pero también con las líneas vocales que grabó Sagrath de DIMMU BORGIR originalmente… un momento para enmarcar de nuevo, que no cesó en intensidad cuando, tras una pequeña intro de teclado, empezó a sonar uno de los himnos más imperecederos del power metal y de toda una generación como es "Forever". Uno de mis temas favoritos de la banda y de aquellos años en los que crecíamos rodeados de buena música, que alargaron hasta la saciedad entre presentaciones, incisos y demás elementos quizás no demasiado necesarios, que abarcaron espacio para haber tocado al menos un tema más…o dos.
Suena una introducción de teclado para iniciar los bises, y Karevik nos sorprende nuevamente, pues era él quien se había calzado los zapatos de Oliver, para, bandera en mano, volver a bajar al frente del escenario para interpretar "One More Flag in the Ground", seguida, y para finalizar, de "Liar Liar (Wasteland Monarchy)" del “Haven”, cerrando un concierto cargado de emotividad, calidad incuestionable, magia de la de verdad, música excelsa y entrega absoluta.
Unos KAMELOT que vinieron a comerse Madrid y no dejaron ni una miga. Que se lo pregunten a todos aquellos que, ojipláticos, despedían a la banda entre ensordecedoras ovaciones, aplausos y toda la calidez que os podáis imaginar. Una experiencia paroxística, me atrevo a decir. Uno de los conciertos del año.
Texto: José Rojo
Fotos: Óscar Gil Escobar
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Si hubieran pasado por Barcelona, no tengo claro si hubiera ido.Por una banda, me encantan Kamelot, tienen mucha calidad,los sigo desde que sacaron el Forth Legacy, los he visto tanto con Roy como con Karevik y siempre me han parecido muy profesionales.Por otra banda, el setlist me parece más que visto.Canciones como Rule the world, Veil of Elysium,Insomnia,When the Lights Are Down,Sacrimony,Liar Liar,Forever,Karma,March of Mephisto… están más que vistas y oídas.Y encima del discreto The awakening, tocan Willow (aburridísma),Opus of the night (prescindible) y One More Flag in the Ground (también prescindible), cuando hay canciones mucho mejores en ese disco. ¿Tanto cuesta currarse un setlist más novedoso?.¿Hace falta alargar Forever hasta que amanezca (hace 19 años que lo hacen)?. No dudo que hicieron, tanto en Bilbao como en Madrid, unos conciertos muy buenos, porqué son una banda excelente, pero creo que hace demasiado que han caído en le pozo de la autocomplacencia.
Todo talento el majestuoso Tommy Karevik.
Excelente crónica José Rojo (y muy curada)!! Me identifico con todas y cada una de tus palabras y además me quedo tranquilo, ya que después de leer la crónica de Bilbao , pensé que había sufrido algún tipo de alucinación mental transitoria.
Te agradezco que hayas sabido reflejar el ambiente tan mágico y especial que generaron en el público el Sr. karevik y cia, ya que como bien describes en tu crónica, una gran parte del público salió ojiplática , boquiabierta y muda (de tanto cantar y gritar)
Para mí al menos , un concierto extremadamente emotivo que dudo se me olvide fácilmente
Coincido con la crónica, al menos en la parte de Kamelot y Blackbriar que son los dos únicos que llegué a ver por motivos laborales. Sabor agridulce, por un lado feliz por el gran bolo de Kamelot, por otro sensación de que me birlaron 50 minutos de gozo al cambiar el running order de Ad Infinitum (de los que me quedé con muchas ganas) y Blackbriar (tediosos, en mi opinión).
Nota final del concierto: 10.
El único tirón de orejas, como siempre, en mi opinión, es el mismo: basta ya de dedicar 15 minutos a jugar con el público en Forever y tocad 2 canciones más. Ya hay un par de solos durante el concierto y un compendio de temas para dar algo de descanso a cada miembro. No entiendo cómo no se dan cuenta de que se hace súper cansino ese parón eterno en medio de la canción.