Inicio Conciertos Crónica y fotos de KING DUDE + OTUS en Madrid

Crónica y fotos de KING DUDE + OTUS en Madrid

25 septiembre, 2024, 5:39 pm

+ OTUS

El Sótano – Madrid

Sábado 21 de Septiembre de 2024 – El Sótano – Madrid

Septiembre siempre ha sido un mes de cambios, de inicios y también de finales.

El pasado sábado en la sala el Sótano, ubicada en el madrileño barrio de La Latina, despedíamos el verano y abrazábamos el otoño de la mano de unos KING DUDE que llevaban una buena pila de años sin visitarnos, motivo por el que la pequeña sala presentaba un aforo casi completo en lo que prometía ser una noche verdaderamente especial, de reencuentro, con tan sólo dos fechas en nuestro país en una gira que seguramente, por los estragos que provocó la pandemia, hace ya años no se ha podido materializar antes. Abriendo en la capital, un artista que no podía haberse escogido con mejor gusto, un Juan Viguera (AATHMA) con su proyecto en solitario, OTUS, que aunque hace algunos años que no nos ofrece nuevas canciones (ha tenido y tiene cosas mucho más importantes entre manos), era el complemento ideal para una noche de oscuridad acústica e introspección, que comenzaba ya con una entrada más que digna en la sala madrileña.

OTUS fue, como digo, el aperitivo perfecto. Me llamó la atención muy positivamente que la mayor parte del público descubriese este proyecto ‘in situ’, y de ahí las reacciones tan positivas por parte de un público muy entusiasmado ante los aterciopelados cortes que Juan iba desgranando, con un sonido transparente, perfecto, y un músico completamente mimetizado con su música siempre humilde, casi hasta timorato por momentos, que nos transportó muy lejos haciendo muy grande una sala más bien pequeña, con techos realmente bajos, que dificultaba un poco la visibilidad. OTUS nos encantó por su sencillez, su riqueza y por la maravillosa voz de Juan a través de temas como “I’ll Dig And I’ll Dig”, “Caballos en la Nada” o “Your Kingdom’s Gone”, que como digo tuvieron una gran acogida entre el público, con un sonido etéreo, y fue todo lo que tiene que ser un ‘oponer’, y seguramente mucho más.

Aún tuvimos que esperar un rato largo, ya con la sala llena creo que al completo, para ver aparecer las luengas barbas de TJ Cowgill junto Gary, que le acompaña en toda la gira en coros, diferentes instrumentos y como gancho para infinidad de chascarrillos locos. Hacían acto de presencia sin demasiadas ínfulas, y comenzaba a sonar “My Beloved Ghost”, de su lejano trabajo debut de idéntico nombre, en medio de un sonido maravilloso, puro, oscuro y mágico, frente a un fondo que a los más bajitos nos costaba ver, pero que incluía algunas proyecciones evocadoras y la suerte de runa que acompaña la imaginería de la banda desde hace años. Acto seguido, y sin lugar aun para presentaciones, llegaba “Deal With The Devil”, con unos arreglos de percusión por parte de Gary espectaculares y unos ecos fascinantes que le imprimían un aura muy especial al tema, aunque ya empezábamos a notar especialmente en el músico acompañante que algo no estaba a su gusto. Fue en “Jesús In The Courtyard”, cuando el dúo paraba el tema en seco, cuando vimos claro que algo les desconcertaba, lo que les obligaba a pedir al técnico que subiera monitores. Solucionado el percance, la banda reanudaba el tema y el concierto con un público acompañando en el estribillo, y ya no volvió a acontecer otra cosa en más de 2 horas que no fuera su folk gótico evocador y oscuro, mezclado con mucha ‘spoken word’ y altas dosis de humor.

El espectáculo que ofrece KING DUDE es digno de verse al menos una vez en la vida, pero desde luego no es para todos los públicos. La experiencia es algo bizarra, pero a la vez atractiva; un concierto que en lo musical resulta cautivador, con atmósferas de una pureza increíble que brotan de la voz de Thomas como si de un oscuro manantial se tratase, intercaladas con muchísimos ratos de soliloquio por parte del músico, que no deja pasar la ocasión de romper el ‘momentum’ una y otra vez incluso en mitad de los temas para contarnos todo tipo de chascarrillos e interactuar todo el tiempo con el público, haciendo gala de un humor ácido y casi macabro por momentos que nos dejó ratos sensacionales. Es cierto que quien acudiese al concierto única y exclusivamente por la parte musical se pudo ver algo defraudado, o incluso diría que puede llegar a desesperar si no se sabe a lo que se va o si el idioma resulta una barrera, pero KING DUDE es esto y personalmente lo pasé en grande, como así creo que lo disfrutó la mayoría de asistentes.

Como comentaba, su concierto fue una montaña rusa que incluyó muchos momentos de pura magia en lo musical y ratos para partirnos en dos con un sinfín de anécdotas que a menudo me costaba trabajo creer que fueran ciertas. En cualquier caso, la gracia de Cowgill para estas cosas está fuera de toda duda, y en ese sentido Gary es el complemento perfecto para la tarea. Un tema de los que dio mucho juego fue por ejemplo “The Hottest Girl On Earth”, donde el músico nos explicaba cómo se mudó a Australia por amor en plena pandemia, de donde surgió el tema, e incluso nos dijo que ese mismo día era su cumpleaños, procediendo Gary a llamarla para que le cantásemos el cumpleaños feliz. Otro de los temas más divertidos, y donde el público superó por mucho las expectativas del duo fue en “Lucifer’s The Light Of The World”, un tema que sonó divertido y pérfido con una gran participación y que nos dejó otro de los momentos de la noche.

Hubo un rato justo después, con un público ya más que volcado, en el que TJ se quedó solo en escena, rato que el músico aprovechó, entre otras cosas, para pedirnos que le propusiéramos temas que queríamos escuchar, que después él y de forma prácticamente improvisada iba tocando en algunas ocasiones casi al vuelto y en algunos casos interrumpiéndolos también, lo que dio lugar a un rato verdaderamente divertido del que sonaron temas muy poco habituales como “Holy Christos”, “River Of Gold” o “Hello Mary”. Antes, y durante “I Was Evil”, otro de los momentos más desternillantes de la noche cuando TJ parecía quedarse sin púas, apareciendo Juan de OTUS en escena para prestarle una, momento que le valió para el reconocimiento por parte del músico americano y por supuesto otro aplauso más por parte de toda la sala.

Para “The Satanic Temple” Gary volvía al escenario, y entrábamos en la recta final del concierto ya con algunos de los temas más esenciales del grupo como “Watching Over You” o “Lord, I’m Coming Home”, y menos momento para el humor. Lo anunció el propio TJ, no habría bises, y cumplió su palabra cuando sonaba “Barbara Anne” y cerraba el espectáculo. Igual que al principio, cuando los músicos departían amablemente en el puesto de merchandising con todo el que quisiera, todavía caerían algunos whiskies a la finalización de su concierto en el mismo sitio. Un concierto del que nos fuimos ampliamente satisfechos y, de alguna manera, también hechizados, y que esperemos que no tarde tanto tiempo en repetirse.

Setlist KING DUDE: