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+ FIRE ROSE
Viernes 20 de Septiembre 2024 – Sala Copérnico – Madrid
Menudo ambientazo que había en Copérnico nada más entrar. No me extraña, pues Ronnie Romero volvía a estar en la ciudad y siempre que el chileno ha pisado nuestro país desde que cogió la rampa hacia el olimpo en el que está, ha sido para dejar momentos imborrables por nuestros escenarios.
Ahora que ha decidido volar solo con la edición del disco "Too Many Lies, Too Many Masters", resulta ser su prueba de fuego personal, y a juzgar por el movimiento de gente que había en la sala, está claro que ya ha llegado a su momento dulce, es decir, que la gente quiera ver a Ronnie independientemente de si es junto a un músico clásico o no. Es claro que la gente quiere disfrutar del vocalista.
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FIRE ROSE saltaban al escenario, y la sorpresa fue mayúscula, pues no solo empezaron sonando perfectos desde que comenzase "Get it All" de su reciente disco "Blood on Your Hands", sino que la actitud de la banda fue la de arañar las tablas, morder y darlo todo… ¡esa es la actitud!. Practican un hard rock cercano al de gente como CRAZY LIXX u otros de la escena sueca, con matices más duros, deudores del heavy metal, comandados por su frontman Philipp Meier, que bordó cada nota vocal, sin dejarnos respiro, con un ataque perfecto desde el inicio.
El sonido de la BC Rich de Simon Giese era muy grueso, cristalino y profesional…tanto, que cuando te alejabas del escenario, parecía una grabación de estudio. Muy, muy pro, de modo que la gente fue acercándose al frente del stage. Siguieron presentando el álbum y sonó "Rise Like the Sun", y las guitarras dobladas, además de sonar perfectas, nos presentaban un tema de gran estribillo que enseguida empezó a cantar un tímido público que poco a poco se iba desinhibiendo ante la poderosa propuesta de FIRE ROSE.
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La base conformada por Janick y Simon es de gran peso para el sonido de la banda, y todo se pericibía realmente genial, pero es que Philipp no solo posee una gran voz, sino también una sonrisa continua que le dota de mucho carisma, y eso gusta. Curioso que continuasen con el último tema de su álbum de 2016 "Devil On High Heels", y nos mostrasen un sensacional "We Are Wild" que no inventa la rueda, pero con ese riff old school, y la tónica general de la composición, nos lleva a acordarnos de los magnos PRETTY MAIDS.
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El caso, es que el concierto transcurría y todo rozaba la perfección a través de verdaderos himnos como la melódica "Fields of Honor", con un desarrollo muy BONFIRE, de su último lp, o "Heroes", que parece ser una de las grandes apuestas actuales de la banda, a juzgar por el ahínco y las ganas que le ponen presentándola.
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Con todo el público pendiente de ellos, y disfrutando de verdad del show, "Blood On Your Hands" volvía a asaltarnos con otro magnífico estribillo, mientras que el inicio de "Devil on High Heels", muy deudor del "No More, Mr. Nice Guy" de Alice Cooper, nos devuelve a los FIRE ROSE más macarras, mientras que la fantastica "Wheels of Fire" y su poderoso riff (muy en la onda CRASHDÏET, en un híbrido con BONFIRE, por cierto), de su álbum de 2016, daba por finalizado un espectáculo en el cual, no me cabe duda, se llevaron más de un merecido seguidor, pues ofrecieron un concierto sin fisuras, cargado de energía, buenos temas, actitud y buena vibra…¿qué mas se puede pedir cuando vas a ver a una banda telonera desconocida para la gran mayoría?. Geniales.
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Con una expectación y cariño que se respiraban a partes iguales, el único extra visual de una proyección con el logotipo del artista chileno, y el lobo de la portada de su álbum debut de 2023, la banda asaltaba el escenario de Copérnico como el súper line-up que es. Empezar el show con "Stand Up and Shout" de DIO, es toda una declaración de intenciones, pues con ello, el bueno de Ronnie, que cada vez posee una imagen más agresiva, tatuado, cargado de avalorios y pelo cada vez más largo, garantiza un público a sus pies desde el inicio. No solo José Rubio borda cada nota y hace que el tema suene más pesado y afilado de lo que ya es, sino que Ronnie parece haberse vestido con el alma del elfo favorito de todos…¡qué voz!. Desde mi posición, la guitarra sonaba un poco baja, pero moviéndome un poco, todo se percibía muy eléctrico, y permitidme el tópico…como un trueno… es el mejor modo de describirlo.
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La batería de Andy es el complemento perfecto a tanta energía… un profesional como la copa de un pino, que acompañado de Miguel Martín, forman un duo rítmico perfecto, y el teclado de Francisco Gil, que también es conocido por todos los que se hayan pateado las salas de Madrid en los últimos 20 años. La banda nada tiene que envidiar a ninguna de las que podáis ver provenientes de Suecia, Inglaterra o cualquier cuna de nuestra música. Arrasan, y así nos fueron demostrando con cada una de sus apariciones, sin solos interminables ni florituras innecesarias.
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Y a diferencia de otras actuaciones en las que se han basado más en covers, era hora de presentar, un año después, "Too Many Lies, Too Many Masters", con primera representación del mismo a través de "Castway on the Moon", tema que abre el álbum y que en directo suena a clásico… a pura gloria, especialmente cuando observas que todo es en vivo, no hay exceso de filtros, y suena tan poderosa como en el lp. Observas como la gente conoce el tema…buena señal, Ronnie. Parece que has calado entre los que tenías que hacerlo.
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Superado ese inicio que muchas bandas utilizan para ajustar, aquí queda claro que el rodaje, ensayo y profesionalidad han sido partícipes desde el arranque, y en el tercer "I´ve been losing you", el clímax ya estaba instaurado y acomodado, mientras que "Chased By Shadow", si hubiese sido compuesto por Vivan Campbell o Craig Goldy, hablaríamos de un gran tema de escuela Dio. Un single perfecto para definir lo que es Romero. Por supuesto, uno de los momentos cumbre para el propio vocalista es la interpretación de un "Stargazer" que borda puntada a puntada… no solo él, sino también un José Rubio que roza el cielo en cada nota, preciso, rápido cuando tiene que serlo… pesado cuando se necesita, y delicado cuando la composición lo requiere.
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Uno de nuestros grandes "shredders", que el viernes ofreció una masterclass de técnica y saber estar, no tratando de emular a Blackmore, pero otorgando feeling en cada nota, sin titubear y dotando a su incursión en la banda de mucha imagen y clase…solo hay que escucharle interpretar el pequeño fragmento de "Love Ain’t No Strangers" de WHITESNAKE, antes de abordarnos con un sensacional "Crossroads", también del álbum de Romero, que me gustó especialmente por ese regusto a la serpiente traído a la plena actualidad. Claro que cuando el reptil asoma de verdad, y escuchamos a la banda interpretar "Crying in the Rain", casi podías cerrar los ojos y transportarte a otra época, con un Coverdale en estado de gracia… ¡qué desparpajo a la voz, Ronnie!. No te pido que me lo superes… con que lo iguales, es suficiente, colega. Temas del "Too Many Lies, To Many Masters" como el homónimo o el potentísimo "Not Just a Nightmare", afianzan a Ronnie como debutante solista, y le posicionan en un buen lugar, que esperemos mantenga en el tiempo. El disco es sólido, y en directo lo defienden con grandes capacidades.
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Ronnie bromea y se dirige a nosotros casi en cada intermedio, para seguir provocando sensaciones nostálgicas, a la vez que de orgullo, entre los asistentes… pues cuando le escuchas cantar "Kill the King", es volver a pensar que podemos seguir disfrutando de esos clásicos en vivo gracias a voces privilegiadas como la suya, ni qué decir, que en "Rainbow in the Dark", la comunión banda-público y entre los propios miembros de la banda, conformaron un momento mágico, contando con una magistral interpretación vocal, una vez más.
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Tras presentarnos el último corte del álbum, "Vengeance", con gran respuesta, y felicitar a Corina, su esposa, sobre las tablas, entregándole un bonito ramo de rosas, presentarnos a la banda completa, e incluso contar algo de historia de su relación con ellos, llegó el momento del éxtasis y paroxismo a través de un "Child in Time" de DEEP PURPLE, en el que Ronnie nos erizó la piel emulando a Gillan, con mención especial a un Francisco Gil sublime tras su teclado, y a una banda que dejó una pulcra versión para el recuerdo, generando, sin duda, uno de los momentos más plagados de magia de la noche.
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Tras semejante momentazo, "Separate Ways" de JOURNEY y el clásico "Burn" de PURPLE, fueron banda sonora para despedirnos, entre ovaciones, de una banda en estado de gracia, pletórica, arropando a un Ronnie Romero cada vez más grande, tanto en cuanto a su puesta en escena, como con su voz. Un evento en el que estuvo justificado cada céntimo que el público pagó por la entrada y que no flaqueó en ningún momento, sino más bien al contrario…todo magia…todo grandes canciones…todo Ronnie. Grande entre grandes.
Texto: José Rojo
Fotos: Cesar Valiente Correspondientes al concierto del (Jueves 19 de septiembre 2024 – Garaje Beat Club – Murcia)
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
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