Crónica y fotos de WINGER + HOUSTON en Madrid

+ HOUSTON

Domingo 9 de Junio de 2024 – La Riviera – Madrid

Tarde de elecciones, deporte y… puro hard rock. De muchos quilates.

Empezaron a tocar los suecos HOUSTON, que, para quien no sepa de su existencia, contaron en algún momento de su carrera con nombres de la talla de Mats Olausson (d.e.p.) o Tommy Denander… casi nada. Delante de su logo proyectado y un pequeño kit de batería situado a la derecha del escenario, salían a escena avasallando con «She is the Night» de su álbum de 2021, «IV», y la sensación de haber retrocedido 30 años en el tiempo fue generalizada… ¡pero de verdad!. El sintetizador Nord creando ambiente, la batería de Erik Modin sonando mucho menos artificial que en el tema original, la guitarra de Calle Hammar bordando cada nota elegantemente… y un frontman fantástico como Hank Erix, que, con un timbre que personalmente me parece idóneo para su música. Pareciese que volviésemos a aquella época en la que gente como TOTO, FM, FOREIGNER, JOURNEY o SURVIVOR copaban los sentimientos de los amantes del aor… ¡qué elegancia, saber estar y ganarse al público desde el primer minuto!. La calidad de sonido asombrosa, un juego de luces que casi emulaba los que se componían de «macetas» rojas y azules… una delicia para los más nostálgicos, que terminó de cuajar cuando empezó a sonar «Live Forever» de su último «Re-Launch III», ya con unos cuantos ojos más asombrados, mirando al escenario, disfrutando single tras single…y es que si de algo van sobrados los suecos, es de «hits». Nos habían ganado, y nos dejamos llevar. Doy fe de que auténticos adeptos al género alucinaban a mi alrededor con la banda, que estaba sonando de lujo.

Si echamos la vista a su álbum «III» de 2017, encontramos un súper tema llamado «Everlasting» que hubiese acaparado las FM de haber sido publicado en los años 80, y que disfrutamos como si lo conociésemos de toda la vida, pues no hay duda de que Hank y sus chicos presentan tan bien su producto, que enganchan con su propuesta a primer contacto. Me encantó la limpieza, destreza y delicadeza de su guitarrista Calle acariciando las cuerdas, que dejó en cada tema una masterclass en cuanto a su instrumento, sonando impecable, preciso y muy, muy elegante… ¡tremendo!. Pero casi os digo que era tal la calidad de lo que sonaba por el equipo, que iban pasando los temas y cada vez iban a más si cabe. «You’re Still The Woman» es todo un himno de hard-aor, no menos que otra súper composición llamada «On the Radio» de su «II», momento en el que pude presenciar como algunos asistentes mostraban mucha emoción con el momentazo que estaban generando HOUSTON. Ni un segundo de respiro para seguir dándonos lo mejor de sí con futuros clásicos del aor como «A Lifetime in a Moment» que podrían haber facturado JOURNEY sin rodeos. Pero es increíble que «Truth Slips», con esa atmósfera, calidad y feeling, pertenezca a un debut del género, y más siendo de 2010, al igual que «Hold On», con ese teclado tan tópico como mágico del inicio. Caviar para entendidos, exigentes y soñadores del género.

La banda alucinaba con la respuesta del ya numeroso público, y nosotros con lo que nos habían regalado… «Runaway» seguía poniendo banda sonora nuestro flashback personal, volviendo al maravilloso debut con «1000 Songs» y dejando la vara de medir, tan alto, que ya sabíamos que la entrada había merecido la pena, y es que si no los conocías y eres amante de las mencionadas bandas, enhorabuena…son jóvenes, tienen una discografía intachable y ofrecen conciertos tan sensacionales como el de La Riviera.

Con la retirada del kit de HOUSTON, unos ajustes y estando los que teníamos que estar,  las luces se apagaron y ahí estábamos esperando a poder ver a uno de los grandes nombres del hard rock de los 90 (más bien, porque de sus discos icónicos, solo el debut es de los 80, ya que «In the Heart of the Young» es de los 90, y mi favorito de los 3, «Pull», del 93), en mi caso, por primera vez, con lo que la emoción, el ansia y las ganas de ver al elenco se unían en un mar de sensaciones. La banda salió a por todas con «Stick the Knife in and Twist» de su último disco, «Seven», y aunque el sonido de la batería de Rod Morgenstein no era del todo nítido, y había un pequeño sonido de «eco», el inicio fué tan demoledor, que el derroche de energía se contagió a todos los asistentes… Kip, mirándonos a través de sus características gafas, gozando de un estado vocal más que notable (sin llegar a la perfección, pero transmitiendo fuerza, calidad y mucho control sobre sus cuerdas), y la dupla Reb Beach-Howie Simon partiendo la pana, pero partiéndola de verdad, junto a un Paul Taylor, que estuvo yendo del teclado hacia su puesto de guitarrista y viceversa con una maestría pasmosa durante todo el show…¡menudo line-up!. Uno de los mejores que puedes ver en directo en la actualidad, sin duda, y sonando, muy pero que muy duros.

Poco tardaron en caer clásicos, y el riff de «Seventeen» del laureado debut, levantó mucha polvareda. El riff inicial sonó calcado milimétricamente al original… es lo que tiene que sean los mismos músicos que componen la banda durante años, en su gran mayoría. El resultado es este… una apisonadora de directo en forma de músicos. Técnica que se funde con diversión, y no altera el resultado. Todo el mundo cantando el famoso estribillo junto a un Kip visiblemente emocionado y una banda que captó enseguida ese sentimiento. Ver a los guitarristas hacer volar las notas del tema, es toda una delicatessen, máxime cuando el sonido del concierto, sin llegar a la máxima de las excelencias, era muy notable. Lo suficiente para hacernos gozar del gran inicio, que incluso contó con algún problema técnico con el bombo de la batería, que el frontman, muy profesionalmente, se encargó de resolver sin que apenas se notase en el resultado final.

Claro que para «Can’t Get Enought» de su segundo «In the Heart of the Young» ya nos tenían flotando en una nube. Pero es que los guitarrazos de Beach son de otra dimensión, amigos… ¡como darte contra un muro!. El riff sonó monstruoso, Kip transmitiendo emociones, la base rítmica aplastante, y nosotros viviendo cada uno de los hits que iban cayendo, mientras que la siguiente triada sería, bajo mi opinión, el tramo más increíble de la noche, que empezó por «Down Incognito» de «Pull» y sus impresionantes matices, que sonaron de lujo por los bafles, seguido del tema de apertura de su «Seven», «Proud Desperado» en el que los guitarristas se marcaron unos geniales coros de «uh-ah» y desplegaron repertorio de recursos, además de mi tema favorito de la etapa histórica de WINGER… un «Junkyard Dog (Tears on Stone)» con cuyo riff, que incrustaron sin intro y a la yugular, hizo retumbar el suelo de La Riviera, y, por ende, nuestras ganas de disfrutar de uno de los mejores temas de la historia del hard rock.

El inicio de «Hungry», aunque deja entrever que es un tema meloso, nada más lejos de la realidad… esta noche sonó pesado, y todos, incluidos los músicos, disfrutamos de su espectacular estribillo y coros, para llegar a ese punto en el que los más amantes de los grandes temas soft de nuestro rollo, alucinaron. «Miles Away» es de esos temas que levantan mecheros, y si hay algo que me gustó, es que el público, con una media de edad por encima de los 45, dejó los móviles en el bolsillo para disfrutar del grandísimo acontecimiento que era tener a WINGER en la ciudad. Del mismo álbum cayó «Rainbow in the Rose», y aunque es de los cortes más musculosos del disco, me faltó la propia «In the Heart of the Young», que parece ser, al estar al final del disco, está un poco olvidada… veremos a ver en próximas giras, pero no tengo claro que sea de las favoritas de la propia banda (hago un llamamiento).

Por supuesto, hubo momento solista para un Beach que sudó, literalmente, sobre su guitarra, mientras nos dejaba estupefactos con su pulida técnica, mientras iba incluyendo a sus compañeros en su momento «guitar hero» conforme íbamos abriendo la boca de incredulidad ante su indudable e impresionante calidad como músico. Curiosamente, de sus álbumes entre «Pull» y «Seven», solo cayó «Pull Me Under» de «Karma», y aquí sinceramente, le doy el único tirón de orejas a la banda… ¿cómo no incluyen en el set «Tears of Blood» del su último disco?. Uno de los mejores temas grabados en el 2023, no podía quedarse fuera del set, y lo hizo. Aunque comienza a sonar «Time to Surrender» con ese grandioso riff deudor de los 80, y se nos pasa el disgusto ipsofacto. El solo de batería de Rod, muy dinámico y acompañado de sonidos pregrabados, fue el anuncio a bombo y platillo de que esto no iba a durar para siempre, y «Headed for a Heartbreak» marcó el principio del fin de la gran fiesta del hard rock, cuya banda sonora la puso «Easy Come Easy Go» del 90, el hit «Madalaine», y, como regalo adicional para Madrid, un potentísimo «Blind Revolution Mad», tema que abre mi disco predilecto de la banda (ahora también «Seven») y que, curiosamente, hoy cerraba uno de los mejores conciertos de hard rock que he podido disfrutar en la capital en este año.

La banda se despedía por todo lo alto, repartiendo baquetas, chocando la mano a las primeras filas, y alucinando entre ovaciones, griterío, emoción y muchas sonrisas… ¡normal!. Es el resultado de darlo todo sobre el escenario. Que tu público se va a casa alucinando, y dispuesto a soñar con tu próxima venida.

Texto: José Rojo

Fotos: Óscar Gil Escobar

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