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+ AGAINST MYSELF
Jueves 8 de Febrero de 2024 – Sala Bóveda – Barcelona
La perseverancia es una cualidad que a algunos músicos les ha servido para que las bandas que lideran se hayan acabado consolidando como nombres importantes e influyentes dentro de sus respectivas escenas. Morten Veland, es el nombre que hay al frente, y que guía los destinos, de la nave SIRENIA desde hace ya casi 25 años. A lo largo de esa larga andadura han desfilado una ristra de buenos músicos por el seno de la formación noruega, pero sin duda lo que ha marcado a fuego la personalidad de la banda han sido las diferentes vocalistas. Desde hace unos años, concretamente desde que publicaron en 2016 “Dim Days Of Dolor”, la encargada de llevar la voz cantante ha sido la francesa Emmanuelle Zoldan.
Si la memoria no me falla SIRENIA no pisaban los escenarios de la capital catalana desde finales del pasado 2018, con lo que a causa de la “maldita pandemia” no tuvimos ocasión de verles en vivo por aquí defendiendo su anterior “Riddles, Ruins And Revelations”, así que su retorno había suscitado bastante expectación entre sus incondicionales. Como compañeros de viaje en esta nueva incursión en tierras catalanas SIRENIA contaron con el apoyo de AGAINST MYSELF quienes tras dejar unas fantásticas sensaciones en su participación el pasado verano dentro del Can Mercader Festival regresaban para brindarnos un exhaustivo repaso a lo que ha sido su más reciente entrega discográfica “Tides Of Insanity”.
Con algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto aparecían en escena los chicos de AGAINST MYSELF dispuestos a ofrecernos una buena sesión de metal con tintes sinfónicos. Con el nombre de la formación presidiendo el escenario, y precedidos de la grandilocuente introducción “The Gathering”, los castellanomanchegos daban el pistoletazo de salida a su presentación dando buena cuenta de “Providence”. Evidentemente, el centro de todas las miradas recayó sobre su frontwoman, Elisabeth Amoedo, quien nos hechizó con sus altísimos registros y su magnetismo personal a la hora de interpretar. Pero sería injusto no destacar al resto de sus compañeros, especialmente al guitarrista Unai Iglesias que con su guitarra de mástiles gemelos y sin clavijero se encargó de alternar riffs descomunales con pasajes más melódicos y rebosantes de virtuosismo.
He de reconocer que me sorprendió muy positivamente la reacción de un público que les acogió con los brazos abiertos, y que acompañó a la banda en todo momento. Así que el cambio de registro no tardaría en llegar durante el arranque de “Beyond The Sea”, donde la base rítmica se dejó notar con fuerza mientras los teclados nos proporcionaban ese colchón melódico que se encargó de liderar unos giros progresivos que servirían para que los instrumentistas de la banda nos mostraran sus habilidades técnicas. Tras recibir la cálida acogida del respetable, Elizabeth se encargaba de darnos las buenas noches y recordarnos que está era su tercera visita por aquí antes de invitarnos a transitar a través de “The Tempest”, que nos dejaba a sus fantásticas melodías imponiéndose sobre los poderosos redobles de Charly Carretón mientras las columnas de humo se alzaban en la parte frontal del escenario dando un toque épico a su desarrollo.
Cercana y muy simpática, la frontwoman gallega bromeó sobre el atípico tiempo invernal antes de adentrarnos en las ambientaciones más intrigantes y con tintes arábicoss de “Sweet Chants Of Death”, durante la que Elizabeth volvió a alternar registros angelicales con otros más extremos y guturales. He de reconocer que el show de AGAINST MYSELF se me acabó haciendo muy corta, y es que el último capítulo de su descarga estuvo reservado para la pieza que presta título a su segunda y, hasta el momento, última entrega de estudio: la extensa “Tides Of Insanity”, que nos dejaba la estampa de todos los presentes moviendo los brazos de izquierda a derecha para poner el perfecto colofón a su fantástica presentación.
Gustaron y convencieron, AGAINST MYSELF dejaron claro sobre el escenario de la sala Bóveda que son una apuesta segura y una formación muy a tener en cuenta de cara al futuro. Tienen imagen, calidad y muchas ganas de gustar y convencer. Así que anótate su nombre y si se cruzan en tu camino no dejes pasar la ocasión de verles en directo.
Antes de empezar a desgranar lo que fue la descarga de SIRENIA hay un par de matizaciones que me gustaría hacer. La primera, es que la banda aterrizó en la ciudad Condal con una alineación de cuarteto, sin contar para el directo con la presencia de un teclista, ni de un bajista. Y la segunda, es que pese a lo granado de su producción discográfica el grueso del repertorio que interpretaron esta noche estuvo centrado en el material de sus últimas entregas, el perteneciente a los álbumes que han grabado con su actual frontwoman: Emmanuelle Zoltan. Con el nombre de la formación proyectado sobre la parte trasera del escenario el cuarteto tomaba posiciones en escena para dar por inaugurada la velada al ritmo de “Addiction No.1”, con la que consiguieron enganchar a un público que rápidamente se dejó arrastrar por su propuesta sin importarle que muchos de los arreglos que sonaron estuvieran pregrabados.
Tras un rápido saludo, que llegó justo después de la primera cálida ovación de la velada, era un buen momento para que todos nos pusiéramos a saltar junto a la banda siguiendo el contagioso ritmo del tema que prestaba título a lo que su fue su trabajo de 2016, -el que supuso el debut de su actual vocalista-, y que desde entonces se ha convertido en una fija en todos sus repertorios “Dim Days Of Dolor”, que inundaba el recinto con una sucesión de luminosas melodías que se vieron potenciadas a su máxima expresión con la brillante interpretación de una Emmanuelle que se mostró elegante y pletórica a lo largo de todo el show.
La esencia del metal más épico y de tintes sinfónicos quedaría plasmada en el brutal inicio de “Into The Night”, con el tándem de guitarras que conformaron Morten Veland y Nils Courbaron dando la entrada a esos magnificentes coros que hicieron que el tema ganara en intensidad y pegada, provocando la algarabía de unos seguidores que no dudaron a la hora de jalear a la banda durante la parte intermedia del tema. Con el cuarteto habiendo conseguido conectar con el respetable, y habiendo creado esa química tan especial, era un buen momento para presentar alguna de sus nuevas composiciones, de modo que la elegida para ser la primera representante de “1977”, fue precisamente su pieza de apertura “Deadlight”, que arrancaba de forma relajada para poco a poco ir creciendo, aunque este fue uno de los temas en los que más echamos en falta la aportación de un bajista que se encargará de cimentar la labor del batería Michael Brush.
Evidentemente está noche tampoco faltó el sinfonismo épico que impregnó temas como “Treasure N’ Treason”, con Emmanuelle estirando al máximo sus cuerdas vocales antes de seducirnos con sus registros más líricos y preciosistas. Y es que los guiños a sus compatriotas NIGHTWISH fueron una constante a lo largo del show, ya que temas como el novedoso “Sintry Heart” sirvieron para que Mr. Veland y sus muchachos nos mostraran su vertiente más elegante y sofisticada, dando buena cuenta de esos duelos de guitarra que sirvieron para acabar recabando la efusiva respuesta de una animada audiencia.
Sin embargo, todo se tornaría más oscuro y amenazador durante “In Styx Embrace”, que combinó de forma resolutiva las cristalinas líneas vocales de la frontwoman francesa y los rotundos guturales de Morten Veland dando al tema una pegada descomunal que hizo que el personal alzara los puños en señal de aprobación. El retorno sobre las composiciones de su último redondo estuvo marcado por los ritmos más marcados y los riffs más compactos de “A Thousand Scars”, que jaleada por el público fue de entre las nuevas de las que mejor funcionó en directo. Pero sin duda si hubo un tema que la gente bailó y coreó como sino hubiera mañana fue su particular adaptación del clásico ochentero de Desireless “Voyage,Voyage”.
Tuvimos que esperar hasta la recta final del show para poder disfrutar de algunos de sus primeros clásicos, y es que para encarar la parte final del show SIRENIA optaron por las ambientaciones más etéreas y envolventes de “My Mind’s Eye”, con la que se permitieron un fugaz guiño a aquel ya lejano “Nine Destinies And A Downfall” de 2007. Tras reiterarnos Emmanuelle su agradecimiento y el de sus compañeros por la acogida recibida tocaba poner el punto y seguido a la velada, y para ello que mejor que dejarnos arrastrar por la suntuosidad melódica de “The Other Side”, que sonó como un cañón respaldada sobre unas guitarras bastante más crudas que las de su versión en estudio.
El remate definitivo para una descarga que acabó resultando algo corta, en cuanto a duración se refiere, quedó reservado para el tema que abría su obra de 2009 “The Path Of Decay”. En definitiva, buen concierto de unos SIRENIA que en mi opinión se apoyaron en exceso en los arreglos pregrabados a la hora de llevar su propuesta al directo, y que centraron su descarga en el material facturado en la última etapa de su longeva trayectoria. En cualquier caso, me dio la sensación de que la mayoría de sus seguidores se fueron a casa con un buen sabor de boca, aunque creo que no les hubiera importado que la banda hubiese interpretado algún temas más.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Alfredo M.Geisse
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