GRAVE NOISE + OPERA MAGNA + EDGE OF FOREVER
+ MYSTIC PROPHECY + TIERRA SANTA + ETHERNAL
+ MIKE TRAMP-Songs of WHITE LION
+ PERROS DE PAJA + KILLUS
ZURBARÁN ROCK BURGOS 2023
Viernes 7 y Sábado 8 de Julio de 2023 – Parque de San Agustín – Burgos
Sábado 8
GRAVE NOISE
Con todo el calor, a eso de las 16,30, arrancaron los apadrinados por Alberto Marín de ANKHARA, quienes les ha producido y apoyado.
Era la primera vez que los veía, y sinceramente, me parecieron “la caña”, una de esas bandas que desde el principio sabes que van a ser arrolladores, como fueron. Es claro que tenemos potencial de grupos nuevos en este país. Sin duda, GRAVE NOISE es uno de ellos.
El principal motivo era presentar su álbum, «Roots Of Damnation», del que ya hablamos en nuestra web, a finales del pasado mayo, y aunque no hubo aún demasiada gente, los que estuvimos disfrutamos de su tralla.
Vi casi todo “el bolo” con Sílver, el cantante y sus colegas, y el vocalista, me decía: “Joder, con estos chavales, ¡¡cómo suenan!!”
Para los que no los conozcan, GRAVE NOISE hacen un thrash metal que se acerca a ANGELUS APATRIDA o CRISIX y se dan la mano con otras bandas contemporáneas como INJECTOR, TRALLERY, entre otras. Poseen influencias sonoras de GOJIRA, PANTERA o TESTAMENT, mezclando el thrash, con toques groove, hardcore, y letras ásperas, cargadas de rabia y críticas al sistema.
Arrancaron con el trallazo “Rotten System”, con su vocalista y guitarrista Iker Sanz, como protagonista, quien se echó la banda a sus espaldas. Siguieron con «Mutant Goat» de su «From The Cradle To The Grave» y «Disorder».
Me gustó mucho su batería Fer Mediavilla, con mucho empaque y dominando. Aunque el resto de la banda no se le quedó a la zaga. Su bajista Toñín, que también cantó fragmentos y voces, lleva el sostén del grupo, junto al buen y eficiente guitarrista Edu Sanz, el miembro aparentemente más thrash de la banda.
Iker, con la gorra vuelta y camiseta de RAT-ZINGER, instó varias veces para que el público se moviera y amenazó con “bajar a dar caña”, cosa que más tarde hizo, tocando entre el público.
De su show me quedó con “Fuckcism” en el que originalmente, en el estudio, colaboró con un solo el guitarrista de ANGELUS APATRIDA David Álvarez, y “The Ghost Plague” muy MACHINE HEAD, potente de verdad.
Hay que darle confianza, y que se rueden más, poco a poco. Son una banda que apunta muchas maneras y dieron mucha tralla en Burgos.
Texto: Rafa Basa
OPERA MAGNA
El día anterior ya tuvimos una buena serenata de Power Metal de la mano de FREEDOM CALL, y puestos a escoger un exponente nacional del género, no se me ocurre ninguno mejor que los valencianos OPERA MAGNA. A la espera de que den un nuevo paso discográfico, aparte del recientemente editado “Of Love and Other Demons” (que son regrabaciones en inglés de sus tres últimos EP), creo que dentro de su estilo tienen muy pocos rivales que puedan plantarles cara, ni en cuanto a técnica, ni en lo que respecta a nivel compositivo, en nuestro país.
Sin embargo, a pesar de lo dicho, y comparándola con las innumerables veces que les he visto en directo, aquella no fue su mejor tarde. Y no es que no demostrasen que como músicos son unos portentos extraordinarios, pero el sonido, que no les acompañó en absoluto, el horario, y los cambios en el line up de casi última hora, provocaron que su actuación quedara más limitada de lo habitual. También es lo que tiene cuando una banda te acostumbra a la excelencia en todo lo que hacen.
Tras la introducción musical, ya sonaba a todo trapo “Por Un Corazón De Piedra”, con unos templos medidos y encajados al máximo, y conforme avanzaba, fueron subiendo de nivel técnico para dar una buena muestra de lo que son capaces, destacando ya de primeras un José Broseta descomunal en esos agudos impensables. Durante gran parte del concierto, emplearon bases pregrabadas (algo habitual en ellos) para ensalzar esa fuerza épica de sus temas. Una de las grandes sorpresas, recuperada en directo desde no hace mucho, fue “Tierras de Tormento”, de su primer álbum “El último caballero”, brillando ese solo de bajo a cargo de Alejandro Penella, al que siempre es un gustazo ver tocar, y con el añadido de esas teclas que no estuvieron en la grabación original.
Me quedé bastante descolocado cuando vi que tras la batería no estaba Adrián Romero, sino Jorge Alcázar de los también residentes en Valencia DRAGONFLY. Con una semana escasa, según nos contaron, para aprenderse el repertorio, les sacó del apuro, hizo lo que buenamente pudo, pero se echó mucho en falta su batería anterior, que parece haber partido caminos con la banda. Ndr.: La banda dará noticias en torno al puesto de batería, en breve.
El vocalista se soltaba la melena en “Donde Latía un Corazón”. A partir de aquí, Penella empleó los dedos para tocar, que es como más me gusta verle, y F. Javier Nula nos deslumbró con uno de sus solos a cien por hora, pulcro y exacto hasta la última nota: salta a la vista que es un guitarrista fuera de lo común en lo que a velocidad y técnica respecta. Con José Broseta puedo aplicar lo dicho al inicio de la crónica. Se esforzó al 100%, tanto en su faceta de frontman como en lo vocal, con un control tremendo en temas como “El Entierro Prematuro”, pero le costó conectar, y aunque consiguió dar el do de pecho en cada estrofa (porque de recursos, va sobrado), estuvo un pelín por debajo de lo que nos tiene acostumbrados, forzando y padeciendo más. Nula nos sirvió otro espectáculo en bandeja, con shredding, tapping, tirando de palanca, de armonías… una auténtica bestia de las seis cuerdas, provocado por el vocalista para que tocara más y más rápido.
Caña bruta para “El Corazón Delator”, levantando, ahora sí, saltos y cuernos a tope entre el público. Pródiga en florituras por parte de Alejandro y Javier Nula, fue uno de los puntos tope en cuanto a agudos por parte de Broseta, con un final verdaderamente espeluznante, alcanzando unos tonos casi ilógicos. El mismo, ofreció una amplia variedad de registros al principio de “Hijos de la Tempestad”, que nos enganchó a todos a cantar. Soberbio en este sentido, y también como frontman, J. Broseta continuó peleando para encandilar al respetable, al tiempo que las cuerdas de Nula volvían a sacar humo con esas escalas a la velocidad del rayo, y Alejandro, con sus dedos cabalgando, se asomaba al borde del escenario. Otra que tocó gran variedad de tempos fue “Después de ti”, desde aquellos más suaves hasta los más complejos y enrevesados. Los que se fijasen en la ‘carrera de notas’ que se echaron entre el guitarrista y el teclista Nacho Sánchez, arropados por una base sinfónica, sabrán a lo que me refiero. Por desgracia, el ‘regulero’ sonido continuaba haciéndoles un flaco favor.
Debido a problemas técnicos, y posiblemente, a que Jorge arrancó antes de hora (o al límite de tiempo que tenían), “Para siempre” fue tocada sin Enrique sobre el escenario, y eso se notó en el peso de las guitarras, especialmente en la parte del solo. Eso sí, fue una de las más coreadas, y una de esas en las que Broseta volvió a dejarnos con los ojos abiertos de par en par. Ya con el gran Enrique Mompó de vuelta, imprescindible para la siguiente “Horizontes de Gloria”, se marcó el único solo, como tal, que ejecuta él en directo, con gran actitud, combinando a la perfección las notas con Javier, y en general, notándose un gran compañerismo entre todos los músicos. Los cuatro en línea, durante el último punteo, y sin parar de agitar el cuello, nos acompañaron disfrutando hasta un final de lo más virtuoso.
Texto: Javi Estan
EDGE OF FOREVER
EDGE OF FOREVER puso su sello en el festival, con su aurea melódica, de canciones muy bien construidas musicalmente y melodías con gancho, y con Alessandro Del Vecchio quien cantó en el grupo y en algunos tramos tocó su teclado. Alessandro es un teclista, cantante, productor y compositor italiano, conocido por sus colaboraciones con artistas de hard rock como Jørn Lande, SUNSTORM, HARDLINE, EDGE OF FOREVER, LEVEL 10, VOODOO CIRCLE, SILENT FORCE… Él trabaja para el sello de hard rock y AOR Frontiers Records, y produce muchos de sus lanzamientos. Recientemente se unió a THE BIG DEAL al bajo y a TYGERS OF PAN TANG en el pasado ROCK IMPERIUM. Vamos… que lo normal es verle en directo con cualquier banda de la discográfica, tocando en directo.
Lo cierto es que Del Vecchio cantó bien, sin demostrar ser un gigantesco cantante, pero demostrando cualidades y muchas ganas, junto al gran guitarrista Aldo Lonobile, con quien Alessandro demostró gran compromiso.
Presentaron temas de su reciente “Seminole”, y repasaron el resto de sus cinco discos.
La verdad es que estuvieron entretenidos, le echaron ganas, pero no es una banda como para “tirar cohetes”. Están bien, pero poco más. Lo bueno del ZURBARÁN ROCK BURGOS es que este tipo de banda “menos vistas” destacan y quedan bien. Es lo que en mi opinión pasó con EDGE OF FOREVER, una banda que sin ser “de primera especial” sonaron bien, y demostraron saber lo que hacen, y además muy bien.
Me gustaron temas como «Get Up On Your Feet Again», «Native Soul», «Crime Of Passion» o «Breath Of Life».
Tras una excelente «Promise Land» , Del Vecchio nos presentó la canción que hicieron con Jeff Scott Soto «Prisoner» en 2004, que les quedó muy bien, aunque el vocalista tuvo que cantar en un tono más bajo que le costó.
El final con «Feeding the Fire» y «Seminole» redondeó un concierto notable.
Texto: Rafa Basa
MYSTIC PROPHECY
Cambio de escenario, y de la imagen mostrada en su pantalla, mientras quedábamos a la espera de que MYSTIC PROPHECY invadieran el escenario. Desde Alemania, y con toneladas de Heavy Metal como para parar un tren, se trataba de una de las confirmaciones, por decirlo así, más atípicas del cartel, y al mismo tiempo, también de las más agradecidas. Tenía muchas ganas de verles, sobre todo tras la cancelación, en 2021, de las cinco fechas que nos los iban a traer por aquí.
Con su letra plagada de las típicas consignas del Heavy Metal, y contando con un sonido atronador, “Metal Division” fue la primera carta que pusieron sobre la mesa, desplegándose ante nosotros una banda muy engrasada desde el principio, que invirtió mucha energía en hacernos disfrutar, especialmente presente en la bajista Joey Roxx, que no abandonaba las primeras línea, y la contundente batería a toda mecha de Hanno Kerstan en el inicio de “Burning Out,” que también puso nuestros pies en movimiento de inmediato, alentados por las continuas carreras sobre el escenario. Sorprendentemente, había muy pocas gente viéndoles, con grandes huecos en la parte próxima al escenario. Eso sí, los que estuvimos allí, disfrutamos a tope del pesado Metal que desprendían temas como “Hellriot”, muy de directo, con una batería que de nuevo se escuchaba aplastante.
La interacción con el público de Roberto Diapakis, frontman y líder de la banda, fue constante, pidiendo palmas e invitándonos a cantar todos y cada uno de los estribillos, presentando los temas y contando anécdotas sobre ellos. A veces interrumpía demasiado el ritmo del concierto, pero cuando comenzaban de nuevo a sonar, lo hacían como pura dinamita, con Evan K dando vueltas por la parte trasera del escenario en “Killhammer” y Joey, una bajista que está más que rodada en directo, tirando de actitud en “War Panzer”, pisando los monitores y arqueando la espalda. Roberto se movía como pez en el agua, sorteando a sus compañeros y dirigiéndonos miradas y gestos cómplices, incitándonos a corear la pesada “Unholy Hell” (ojo, cómo sonaban esos riffs y ese bombo) mientras Markus Pohl aportaba sus coros. Siempre con una sonrisa en la cara, también tenía mucha química con su colega Evan K, y ambos tiraron del carro más que nadie en momentos como el que nos traía “Hail to the King”, despatarrándose en ella ambos guitarristas.
La celebrada “Dracula” subió el termómetro entre los relativamente pocos que seguíamos siendo entre las primeras filas, aunque hay que decir que el público en general era ahora mucho más numeroso. Buen solo de Evan y poderosísimo doble pedal de Hanno, cuyo impecable sonido nos conquistaba cada vez más. Y es que la mayoría de temas, aunque no los hayas escuchado previamente, poseen estribillos y ritmos que son un imán para cantarlos. Se equivocaba Roberto al presentar el siguiente tema, que en realidad correspondió a “Demons of the night”, Heavy como el infierno, con el que seguían dando cancha a su último trabajo “Hellriot”. Ahora sí era el turno de la sorprendente versión del tema “Shadow on the Wall” (Mike Oldfield), revestida de cuero y tachuelas para la ocasión. Y triunfó, vaya si triunfó, a raíz de todas esas voces que se escuchaban entre la peña. El vocalista pidió a todas las mujeres allí presentes que gritasen con él (aunque algunos parecieron no captar el mensaje) para posteriormente dedicarles a todas “Here Comes the Winter” de su “Metal Division” (2020), el disco que más sonó aquella tarde.
Como siempre, Markus Pohl aportaba ese semblante tan positivo, pero también unos buenos coros, potentes riffs y punteos de apoyo. Por su parte Joey se mostraba sumergida y entregada al 100% en el concierto, y siempre que podía, venía a plantarnos cara, a apuntarnos con su bajo, e incluso a bromear con sus compañeros. Imprevisto, aunque divertido, ese coscorrón con Evan, que no tuvo más repercusión, durante “Eye to Eye”. Roberto, entre frase y frase, captaba ese momento en que lo pasábamos en grande para acercarnos el pie de su micro, y escucharnos todavía más fuerte. Como anécdota, comentar que en la pantalla ‘se colaron’ imágenes del logo de Killus durante este tema. El tramo final quizá se me hizo un tanto cuesta arriba, a pesar del cañonazo que supusieron los tres ases que les quedaban en la manga, por la relativa linealidad de los temas.
Si bien casi todos los instrumentos gozaron de muy buen sonido, este no fue perfecto, y lo peor le tocó al guitarrista Markus Pohl, ya que las partes en las que más se lució en solitario, apenas se escucharon. El vocalista seguía empeñado en pedir palmas para “Ravenlord”, y precisamente fue un solo de Markus en que abrió la fulminante “Metal Attack”, uno de esos temas que son, al mismo tiempo, una declaración de intenciones y un futuro fijo en sus directos, aunque esté también extraída de su último disco que, por cierto, me ha encantado. Para poner punto y final, con “Metal Brigade” nos exprimieron hasta la última gota de sudor, haciéndonos colaborar con nuestras voces mientras, emocionado, Roberto no paraba de bascular de un lado para otro, con la mirada siempre puesta en nosotros. Eso sí, para mi gusto, alargaron demasiado esta última.
Texto: Javi Estan
TIERRA SANTA
TIERRA SANTA es una de esas bandas en cuyos directos puede haber enormes diferencias, dependiendo de la forma con la que enfoquen y confeccionen su setlist. Son capaces de hacer correr electricidad por tus venas en el mejor de los casos, o de causarte el mayor de los sopores en otros menos afortunados. Por suerte, tras la pausa que les tuvo alejados unos años de los escenarios, parece que aprendieron bien la lección, y nos están dejando unos directos de lo más compacto, bien petados de clásicos, y sin apenas concesiones a la velocidad.
Y de hecho, así lo hicieron el ZURBARÁN ROCK 2023, y como en otros tantos festivales que les he visto, les disfruté de lo lindo, y evidentemente no fue debido a que sean un prodigio musical, sino porque fueron directos al grano, a esos estribillos que todos conocemos, a castigarnos el cuello con una batería que no paró un instante, a empalmar temas sin descanso… ¡A gatillo! Renovaron temas en el repertorio sustituyendo algunos clásicos por otros de su último trabajo, “Destino”, pero eso sí, muy bien escogidos e insertados de forma coherente entre el resto. Por ejemplo, para empezar, tiraron de “Pecado de Ángel”, de cadencia más relajada, y luego se sirvieron de un valor seguro que todos cantaríamos a piñón, como “Indomable”. Y ¡sorpresa! Ángel San Juan, que tiende a tomarse su tiempo para “arrancar” a moverse, ya comenzó de lo más contento y animado, blandiendo su melena, acercándose a sus compañeros, etc. Y cuando el público, en el segundo tema, ya grita sin parar el nombre de la banda a coro, es que las cosas se están haciendo muy bien.
Y allá vamos con la retahíla. De momento, otra del “Destino”, “Por el Valle de las Sombras” menos acelerada pero con buenos compases rítmicos en su mitad de parte de la batería, para continuar con “Sangre de Reyes”, levantando unas cuantas manos al viento. Y no sé muy bien si fue por accidente o formaba parte del show, pero Roberto Gonzalo se fue al suelo de espaldas, susto que quedó en nada, y ni siquiera interrumpió la curva creciente de intensidad, que continuaba imparable con “Apocalipsis”. La cuestión es que, precisamente, ese ánimo extra que envolvía a la banda también alcanzaba a Roberto, que mostró muchísima más soltura escénica de lo que suele ser habitual en él, agachándose, levantando el mástil, saltando… Dentro de sus posibilidades, estaban acertando de pleno, y se les veía contentos de estar allí. Y no era para menos. Posiblemente se trataba, ojo, del concierto más concurrido de todo el festival.
Otelo, con mucho más protagonismo de su teclista Juan Antonio San Martín y esos aires más Hard que quisieron imprimirle a sus temas a partir del “Indomable”, empastaba de maravilla con ese trueno llamado “Tierras de Leyenda”, que lo puso todo patas arriba. Ángel lo hizo (a diferencia de otras…) bastante bien con los tonos elevados, y al batería sudó la gota gorda, pero nunca levantó el pie del acelerador tras sus parches. “El Dorado” es mi favorita del “Destino”, sonaron geniales esos coros, y “Drácula” fue una de las pocas que nos trajeron desde su “Legendario”, con un solo cojonudo del ex- Red Wine Dan Díez… aunque Ángel, por su parte, la masacró cantando los estribillos totalmente fuera de tono. Más bases chulas de teclado en “Otelo”, y Dan comportándose sobre el escenario, con sus movimientos, en plan Wolf Hoffmann, enfocando el mástil hacia nosotros.
Otra muestra de que los temas más recientes también gozan del cariño multitudinario es que, incluso antes de pronunciar el título de “La Leyenda del Holandés Errante” todos la recibimos ya con grandes ovaciones, e incluso pasamos por alto algún que otro compás fallido en la batería. Silencio por parte de la banda, y de repente… una Pegaso a toda leche, muy esperada, en la que por una parte, ambos guitarristas se coordinaron de lujo, pero por otra, la guitarra de Ángel, al igual que sucedió en el concierto de MYSTIC PROPHECY con la de Markus Pohl, sonaba tan baja que apenas se escuchaba tras la bulla que armaba la batería. También se agradecieron, de vez en cuando, esos dejes más AOR, como sucedió en “El Laberinto del Minotauro”, sobresaliendo las teclas de Juan Antonio, muy disfrutada por todo el mundo.
Inexorablemente, nos acercábamos al final, un final que, no por menos predecible, acaba partiéndolo por todo lo alto, con “Alas de Fuego” y, sobre todo, “Legendario”, tocada a tres alturas entre las cuerdas de Ángel y Dan, junto a los teclados, aunque a decir verdad, por el tema del sonido de la guitarra de Ángel… sonó algo extraña al faltar una de las armonías. Al menos, todo ello desde el punto en el que me encontraba.
Pero una cosa también es cierta: a nadie pareció importarle esto último, porque todo el público seguía completamente volcado con ellos cuando, tras una breve y escueta despedida (típica de TIERRA SANTA), nos regalaron esas dos partes de la triunfal La Canción del Pirata, que terminó con la banda alumbrada por luces rojas, momento muy emotivo, y ese estallido de guitarras en su parte final que levantó nuestras últimas pasiones frente a ellos.
Texto: Javi Estan
ETHERNAL
También desde La Rioja llegaban ETHERNAL, que están presentando su debut “Unión”. Recomendable disco de heavy metal tradicional con la destacada voz de María Martinez, que además de poseer ese chorro vocal demostró ser una excelente frontwoman que siente y vive esos temas que, bebiendo de los clásicos, ofrecen a su vez destellos de una mayor elaboración por momentos, con los que pueden ir encontrando una personalidad que les haga ser reconocidos y reconocibles.
La gente disfrutó en el segundo escenario de canciones como “Diamantes De Sangre”, “Atrapada” o un “Deja Pasar” con una elaborada parte instrumental muy maideniana para agrado de los más tradicionales. En general, no deja de ser un grupo para los de la vieja guardia, con un elaborado trabajo de guitarras por parte de Jorge Melero y Josean Torrado “Torry”, que se ha plasmado en estudio y que no pierde fluidez en directo.
Sabían que tenían poco tiempo y no lo desaprovecharon para seguir con temas de ese debut, demostrando versatilidad con la balada “La Noche Más Oscura”, con la vocalista en el centro de las miradas. Tras “Caído Del Cielo” nada mejor que el propio “Unión” para recomendar el interés por su obra y para cerrar la actuación en un festival que reflejó precisamente esa “Unión” en torno a un estilo de música en el que Ethernal por supuesto que se merecen un hueco.
Texto: Antonio Refoyo
MIKE TRAMP – Songs of WHITE LION
Durante el cambio, hice memoria de todos esos temazos de WHITE LION que tanto me gustaban (y me siguen gustando) para tratar de adivinar cuáles caerían aquella noche, y al mismo tiempo, recordaba también aquel concierto en el LORCA ROCK 2008, que tuvo momentos muy irregulares, pero que a grandes rasgos, me convenció. No voy a mentir si digo que aguardaba el momento con muchas ganas, pero finalmente, terminó siendo un show… muy distinto a lo que yo esperaba.
Tal vez después de dos descargas tan feroces como las de TIERRA SANTA y, sobre todo, MYSTIC PROPHECY, necesitaba algo más cañero que perpetuara esa intensidad para no terminar cayendo rendido, o quizá fue el hecho de que los temas fueron interpretados con mucha lentitud y con una tonalidad muy bajada respecto a los originales… pero el inicio con Hungry me dejó bastante chafado, ya de primeras. Mike Tramp, con su guitarra colgada, incluso en ese comprensible momento de calentamiento vocal, me sonó excesivamente desmejorado, si bien físicamente se mantiene en muy buena forma. Desgraciadamente no fue algo puntual, y a lo largo del concierto, el mítico ex-frontman de White Lion se mantendría en esa tónica salvo momentos concretos.
De hecho, diría que puso mucho más énfasis en conectar con su público, algo que sí consiguió de forma evidente, que en poner más sangre a la hora de cantar sus canciones. En “Lonely Nights”, hacía piña con su inseparable compañero Marcus Nand, guitarrista con quien lleva ya unos años compartiendo escenarios, e incluso regrabando junto a él varios temas clásicos de su antigua banda, en ese último lanzamiento llamado “SONGS OF WHITE LION”. Una jugada comercial que, por otra parte, y a nivel de opinión muy personal, me sobra, como la inmensa mayoría de regrabaciones. Y siendo sincero, Marcus fue para mí, y con muchísima diferencia, la estrella que más brilló en aquel concierto. Tramp no ha perdido el tiempo a la hora de rodearse de excelentes músicos, como también lo es Claus Langeskov al bajo. Tanto, que quizá lo eclipsaron demasiado. Tras un cambio en la guitarra del cantante, recordaba él mismo los (olvidables) inicios de su carrera musical en nuestro país, y se lanzaba de nuevo con Tell me. El tema nos arrancó unas cuantas palmas y nos llenó de grandes recuerdos, respaldando la voz de Tramp esos coros de Claus y Marcus, quienes se movían por el escenario con mucha comodidad y soltura.
Entre Mike y Marcus, lograban acercarse cada vez más con sus seguidores, uno chapurreando español, y el segundo, hablándolo a la perfección. A la hora de cantar temas algo más exigentes como “Living on the Edge”, era inevitable no fijarse en esos quiebros vocales que chirriaban bastante. Y no digo que casi 35 años después tenga que cantarla necesariamente igual… pero lo cierto es que Tramp tampoco destacó precisamente por ser la mejor voz de los 80. Dedicándola a los niños del mundo, el vocalista dejó su guitarra al margen para acercarse a nosotros y mostrarse más suelto a la hora de cantar “Cry for freedom”, contando siempre con el impecable respaldo musical de sus compañeros, y en un momento dado, poniéndose en línea junto a ellos Entre tema y tema, volvían las adulaciones a un público que tampoco terminaba de arrancar, al menos, desde donde yo lo percibía. Otro detalle que no me gustó absolutamente nada fue la brusca interrupción una vez comenzada “Little Fighter”, cargándose parte del feeling de uno de mis temas favoritos de la discografía de WHITE LION.
Más cambios de guitarras, esta vez también para Marcus, que volvió a bordar, con sus pulidos movimientos, su enorme elegancia, y su impoluta forma de tocar, un tema muy meloso como “Love Don’t Come Easy”, de aquel queridísimo (y último) disco de White Lion llamado “Mane Attraction”, o “Wait”, en un escenario imbuido de luces suaves y niebla que acentuaban esa sensación de nostalgia. Mike se ponía en ese mismo plan, contándonos historias sobre las canciones (parando demasiado el show, a veces), y especialmente bonita fue la relativa a “When the children cry”, el único momento del concierto que consiguió erizarme la piel, con unos arpegios deliciosamente ejecutados por parte de Marcus, mientras los focos se centraban en su figura, y Tramp sentado al borde del escenario con su guitarra. Como imaginaréis, fue una de las más cantadas de toda la noche, algo que el frontman agradeció enormemente. También hay que recalcar que el sonido fue excelente en todo momento, muy suave, quizá hasta demasiado refinado, pero cristalino y muy bien ecualizado.
Entre esta última y “Broken Heart”, confeccionaron mi parte favorita de concierto, tocada en su versión completa, con arpegios y feeling al principio, y con bastante garra en toda su extensión. En ella, Tramp añoraba a Vito Bratta, afirmando: ‘But there’s nothing we can do about it…’, algo que me sonó un poco a desplante respecto a Marcus Nand que, repito por enésima vez, hizo un trabajo verdaderamente digno de sobresaliente alto, con una maestría, profesionalidad y un rollazo a lo Joe Perry que quitó el hipo. Tal vez si hubiesen dejado el concierto aquí, con esos ‘oes’ que les dedicamos tras ese gran hit, me hubiese dejado una mejor impresión, pero “Lady of the Valley”, a pesar de la solidez en las bases y la pegada en la batería, me volvió a llegar mustia, carente de chispa y alma. Y ya para concluir, en mi opinión, no podrían haber escogido un tema más desangelado que “Farewell to You”, que aunque nos hizo colaborar, me dejó una sensación, como el concierto en general, algo pastosa y más agria que dulce.
Texto: Javi Estan
PERROS DE PAJA
No dieron un concierto tan espectacular a nivel de músicos, ni tampoco lo pretendieron, pero sí se mostraron muchísimo más enérgicos, y eso, aunque realmente su estilo tampoco me llegase al 100%, fue algo que se agradeció enormemente a esas horas, con ese peso ya en piernas y espaldas. Con un estilo más moderno de lo que imaginaba, mezclando algunos elementos de Heavy Metal urbano con Rock de los 90 en sus riffs y melodías, PERROS DE PAJA nos transmitirnos la rabia y el inconformismo que poseen sus letras con mucho empuje.
Esta vez desde el escenario pequeño, situado a la otra punta de la plaza, la banda era consciente de que el suyo era uno de los últimos conciertos de la noche (tan solo quedaba el de KILLUS, en el escenario principal), y salieron a muerte, con las pulsaciones a tope para mantener arriba los ánimos. “Las Sombras que nos Cuidan” ya nos trajo una buena sesión de riffs implacables, gruesos, también con cierto toquecillo Stoner, por parte del guitarrista, que fue uno de los músicos más activos sobre el escenario. Retorciéndose y tocando con muchas ganas, nos acercó también solos rápidos y eléctricos que contrastaban a veces con las tonalidades bajas de sus temas, como sucedió en “La edad del sol”. No es que hubiese una barbaridad de gente viéndoles, pero se veía en sus miradas que estaban muy a gusto, encantados de poder regalarnos su música y transmitirnos esos mensajes combativos, llenos de mala uva pero también de inteligencia.
“Conversos” fue otro buen ejemplo de ello, pero también de la desacomplejada variedad de ritmos y espontaneidad en la batería de Samu. Son casi 10 años los que PERROS DE PAJA van ya rodando por el mundo, y muchos con la misma formación, lo cual se reflejó en una gran sincronía, y retroalimentación anímica en sus gestos para con ellos mismos. Aquí hubo cera para todos, poniendo el foco en los curas a la hora de traernos El “Altar de los Cómplices”, sacando poco a poco dicho espíritu protestón. Riffs cortados y potentes, y ritmos rebotados, pero como digo, más cercanos a unos PEARL JAM a veces, que al Groove más moderno, eso sí, con un sonido más contundente, al que aportaban mucho también los tonos bajos de Jesús “Pitu”. De hecho, ellos mismos han citado, en redes y entrevistas, a ese tipo de bandas de los 90 como una de sus principales influencias.
Tampoco se salvaron de la quema los politicuchos corruptos, a quienes dedicaron, con la merecida falta de decoro, un tema como “El Odio Perlado”. Aunque musicalmente me gusto menos, su vocalista David puso todas sus fuerzas en transmitirnos, con esos ademanes tan tajantes y enérgicos, la protesta y el cabreo intrínseco en sus letras. Mucho mejor a nivel de frontman que de cantante (posee buena voz, pero se salía de tono cada dos por tres), este exprimió cada centímetro del escenario, sin dejar de moverse y agitarse, y soltando toda esa furia contenida con golpes al aire. También se mostró cercano y directo con el público, a la hora de brindar por la música, por la escena, y por la asociación Metal Castellae. Me encantó esa parte central en la letra de “Otra morada”, en formato de poema prosaico, recitada desde el corazón, antes de volver a líneas más agresivas. Incluso musicalmente tuvo algún pequeño retazo más técnico en guitarras y en la batería de Samu, desmadrado como él solo a lo largo de todo el concierto.
La inquietud volvió a adueñarse, tanto de Álvaro, a quien parecía que se le quedaba pequeño el rincón del escenario, como de su vocalista, que desplazándose adelante y atrás, continuaba desahogando tensión con esos movimientos tan provocadores. Era el último tema, “Las Mentes que Hoy Señalan”, había que darlo todo, y a ello nos motivó también esa forma de zurrar los parches de Samu. Se despidieron efusivamente de un público diverso, tras un concierto intenso, rebosante de ganas y honestidad. Estábamos los que fuimos desde el desconocimiento, algunos por pura curiosidad, y otros fans del grupo, a quienes se les vio cantar cada uno de los temas. Pero entre todos, dimos un ambiente muy propicio y cálido para este ‘casi’ final de festival. Solo quedaban por terminar los industriales KILLUS, que ya andaban reventando el escenario principal a lo bestia.
Texto: Javi Estan
KILLUS
Tras TIERRA SANTA y Mike Tramp, de los que nos ha hablado Javi Están, y que en el escenario VALDORROCK tocaran ETHERNAL, de los que habla Antonio Refoyo, llegó el final con una de las mejores bandas industriales y tralleras de este país: KILLUS.
Para mi son una “bandaza” sobresaliente. He contado varias veces que les vi hace años en RESURRECTION FEST con su anterior vocalista Supersixx, y me pareció una banda interesante, pero poco más, pero una vez que los vi en directo en Madrid hace poco, como invitados de BLOODHUNTER, ya con su nuevo vocalista Javi Ssagittar, me descubrí ante ellos, y me parecieron lo que son y lo que demostraron en ZURBARÁN ROCK BURGOS: Ser un de nuestros mejores grupos, poseer un nivel que nada tiene que envidiar a las bandas foráneas, por escena, temas, y espectáculo.
KILLUS, desde sus inicios, ya era un grupo con las ideas muy claras, y un combo altamente prometedor, pero, en mi opinión, con la entrada de Javi, han dado el estirón definitivo; muy grande.
¡¡Menudo conciertazo se marcaron en Burgos!!
Me dio la impresión, que la mayoría del público que allí había, salvo sus megafans, estaban con la duda, ¿Quién coño son estos KILLUS? Algunos empezaron a verlos, y pronto comenzaron a “flipar” con KILLUS. Me llamó la atención que gente aparentemente seguidores del hard rock más clásico (lo digo por sus camisetas de MOTLEY CRUE, WHITE LION o CINDERELLA), empezaron a saltar con ellos, y rápidamente notaron que KILLUS son gigantescos. Lo mismo que me ha pasado a mi. Al principio me parecieron un grupo interesante, y al final me descubrí ante la evidencia: ¡¡Son muy grandes!!
Con sus caras pintadas, sus indumentarias grotescas, y sus locos movimientos escénicos, nos conquistaron a todos. Es claro que llevan las bases industriales grabadas, pero el resto es dinamita real, emocionante, inquietante, corrosiva.
KILLUS son, para mí, unos personajes transgresores y desequilibrados, con un sonido arrollador y muy agresivo. ¿Que pueden gustar a seguidores como RAMMSTEIN, SLIPKNOT o LORD OF THE LOST? Posiblemente, pero lo de KILLUS es algo propio, altamente original, y muy poderoso.
Dicho todo esto, deciros que su concierto fue de menos a más. Parece que Javi tenía dudas al principio, pero una vez que se desató, “se hizo el puto amo”, empujado por los locos y enfermos Promutoxx al bajo, Ruk a la guitarra, que estuvo sublime, y Anhell a la batería, potentísimo.
Los momentazos de su gran descarga estuvieron marcados por El industrial «Ascending Antichrist», donde todo el mundo botó, el corrosivo y brutal «Nemesis» ambos de «Devilish Deeds», junto a “El Péndulo” con una vena rabiosamente pegadiza en su estribillo.
Dos temas de su álbum “Ultrazombies” sonaron con rabia y rotundidad, “White Lines” con esos arreglos industriales estupendos y su estribillo con imán, pero cuando llegó el tema título “Ultrazombies” la revolución llegó y la locura se apoderó de todos.
Para rematar la jugada, nos regalaron la versión de “Gimme, Gimme, Gimme!” que puso patas arriba el ZURBARÁN, justo antes de un “Feel The Monster” bestial.
Grandes, enormes KILLUS.
Texto: Rafa Basa
Todas las Fotos: Antonio Refoyo (www.lamiradanegra.es)
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Ya lo dije con la crónica del viernes
Un festi de 10
Repetiré por ser un festi raro y único,
Más de estos tenían que haber
Tienes toda la razón. Un festival de 10. Organización, bandas, facilidades de acceso. Que dure muchos años
Lógicamente, las críticas son bastante subjetivas. Creo que el autor de esta, pensaba que iba a ver a White Lion. Yo tenía claro a lo que iba y para nada me defraudó, todo lo contrario. Una actitud estupenda de Mike y una banda con estupendos músicos. Le puedo asegurar también que en las primeras filas lo vivimos a lo grande.
Por cierto, ya podría aprender el frontman de Tierra Santa, de la actitud de Mike u otros, no he visto tipo más soso sobre las tablas.
No, lo cierto es que sabía bastante bien lo que iba a ver, porque de hecho ya vi a Tramp en el Lorca Rock del 2008, con un formato y setlist muy similares. Y si en aquella ocasión me gustaron (sin más), aquí me dejaron bastante frío. En ningún momento pensé en ver o imaginarme a Vito Bratta sobre el escenario. Pero vaya, que cada opinión o percepción es 100% respetable.
Todas los opiniones son respetables, sin lugar a dudas. Ojalá hubiéramos tenido al señor Bratta en el escenario, pero parece que eso ya no será posible.
Ojalá así fuese… como seguidor de White Lion, me encantaría. De todas formas, creo que le volveré a dar otra oportunidad a Tramp en el Leyendas, a ver si ahí me gusta más. Un saludo tío 🙂
Llevo años siendo de esos 50 o 60 personas que nos venimos acercando a los conciertos de Mike en salas, cuando no cancela por falta de ventas. Siempre me ha encantado cuando ha venido con sus canciones y en especial cuando lo hizo con las de white lion, no le he visto en un festival ni tampoco los músicos me han parecido excepcionales, me alegra saber que ahora si lo son y desde luego jamás me ha defraudado su voz es única y su carisma también. El disco de remembering es una chulada porque aún supo darle una vuelta de tuerca a esos grandes temas y dejarlos bastante chulos. Ahora en este nuevo no lo sé pero sólo por escuchar esos grandes temas en su voz me da igual que sean los clásicos con nuevos arreglos en acústico o lo que sea. Por desgracia su carrera en solitario es de las peores del mundo y se ve obligado a tocar los temas de WL.
Segundo año consecutivo que iba, y ya se ha convertido en una cita fija en mi calendario. Con respecto al sonido de las guitarras de Tierra Santa, yo lo que noté es que los solos de Dan siempre quedaban detrás de la guitarra de Ángel, y no se oían una mierda. Y no es la primera vez que me pasa viéndolos. Saludos.
Gracias por la crónica y fotos. Ojalá haber podido ir.
Pero necesito una aclaración sobre esto, respecto a Tierra Santa: «una de esas bandas en cuyos directos puede haber enormes diferencias, dependiendo de la forma con la que enfoquen y confeccionen su setlist.»
Igual estoy completamente equivocado, pero si hay una banda en la que en sus directos tienen CERO diferencias y que sus set list tienen CERO enfoques distintos, es Tierra Santa. Y lo digo para bien, porque a mí me gustan así. Pero tocan exactamente el mismo set list siempre, añadiendo 2 o 3 del disco que presenten. Me resulta curioso que se destaque que es una de esas bandas en las que puede haber enormes diferencias, cuando no se me ocurre una banda en la que haya menos diferencias, ya sea en cuanto al espectáculo que ofrecen o en cuanto al set list. Me habré tragado igual 15 conciertos de Tierra Santa a lo largo de los años y, repito, AFORTUNADAMENTE, para mí han sido todos prácticamente iguales.
Pues, con todo el respeto, no tenemos la misma concepción. Yo es una banda que he visto más de 10 veces en directo, y entre unas actuaciones y otras (tanto en festival como en sala) ha habido grandes diferencias, marcadas sobre todo por el setlist. Ejemplo. En Sonisphere 2013, se cebaron a meter temas del «Mi nombre será leyenda», medios tiempos y baladas, y me resultó tal coñazo que casi me quedo dormido de pie. Y en Leyendas del Rock 2019, fueron un cañón, con la batería a tope todo el concierto, empalmando temas rápidos con estribillos de esos que entran como la seda, y me pusieron a 100. A esa diferencia me refería. Como siempre, opinión personal, por supuesto, pero lo explico.
Pues igual es que me perdí esos años intermedios, que todo puede ser. De hecho, fui a ese concierto que nombras pero me olvidé las entradas y llegué más tarde (quizá eso hubiera marcado el destino de este comentario jaja).
Mi experiencia es que casi siempre han tocado lo mismo, que siempre han cumplido, que nunca han hecho nada fuera de lo común, que no pidas que dediquen más de 2 palabras entre canción y canción, y sota, caballo y rey. Pero vamos, que igual en la época 2012-2016 que no los vi se pusieron a tocar canciones más coñazo de esos discos intermedios, no te lo niego.
¡Saludos!
Mira que a mí el rollo AOR. teclas, melodías suaves, etc… me flipa, pero en el caso de Tierra Santa, nunca me gustaron en esos registros, es una banda que no me encaja ahí. Me refiero sobre todo a la época del Apocalipsis / Mejor morir en pie, y ya más tarde, Mi nombre será leyenda, que fue un disco muy flojo en mi opinión. Y durante esos discos, las veces que les vi eran conciertos con un ritmo demasiado roto, con bajones demasiado importantes. Sigue siendo mi punto de vista, por supuesto, pero a partir de su vuelta a los escenarios en 2010 (con el Caminos de fuego, que ya me gustó más) volvieron también a las andadas, a lo suyo, que es ir a piñón fijo con los clásicos y lo temas rápidos Por lo demás que comentas, totalmente de acuerdísimo. Como frontman, Ángel me parece un -1, y en general, como músicos, más simples que un botijo. A veces, de hecho, me pregunto por qué han triunfado tanto. Pero lo cierto es que su sencillez e inmediatez también engancha cosa mala. Y me encanta. Y si dan un concierto como este, yo soy el primer que voy a verles sin importar las veces que lo haya hecho ya jeje. ¡Saludos!
Lo que son las cosas. Yo sin embargo considero que la verdadera marca de la casa, y lo que realmente diferencia a Tierra Santa de otras bandas, son esos increíbles medios tiempos. Menos vistosos en directo, sin duda, pero la gente que tenía alrededor estábamos todos cantando el estribillo de Otelo a pleno pulmón. Pura emoción.
Con todo el respeto… Los KILLUS se comieron a todas las demás bandas del sábado
Una puntualización. Francisco Gonzalo, ya no forma parte de Tierra Santa desde el pasado año, siendo Álex Alonso el batería oficial de la banda. Por compromisos varios, Álex no pudo estar en este concierto siendo sustituido por otro habitual del grupo, Alain Díez de los vizcaínos Sin más.
Muchas gracias por la información.
Sinmas
El sabado fue un dia laaaaaargo.De todo un poco.
Grave Noise apuntan maneras,si siguen trabajando consiguiran hacerse un hueco en el panorama nacional.Les falta pulirse un poco y espero que a base de conciertos vayan a mas
Opera Magna no son mi estilo,muy buenos musicos.El cantante iba sobrado,demasiado para mi gusto,tiene una voz impresionante pero no se si seria que tendria su micro demasiado alto,con menos fuerza hubiera sonado mejor,un poco estridente,solo es una opinion personal,hicieron un buen concierto,eso si
Edge Of Forever,como la critica,hizo un buen papel,aportando un buen rato de rock melodico,la seccion ritmica me gusto
Mystic Prophecy me gustaron,heavy metal clasico,letras demasiado tipicas,lo unico que quizas no me motivo.Diapakis tiene un proyecto paralelo MUY recomendable,Devil,s Train,mas hard rockero con gente como Jorg Michael(bateria) o Jens Becker(Bajista)Muy buen sonido de guitarras.Tienen tres trabajos a cada cual mejor.
Tierra Santa….lo siento, en directo no me transmiten mucho,les segui los primeros trabajos pero despues ya no les preste atencion,las veces que los he visto en vivo(varias,cuando vienen a la puerta de casa siempre hay que ver conciertos)no me gustan.OJO!!!!entiendo que hay gente que son fans de Tierra Santa hasta la medula,de hecho fui a las primeras filas a ver el ambiente y la gente disfrutaba con ganas pero mas atras la gente estuvo muy tranquila.El sonido no me gusto NADA,lo siento.Despues de como sono Mystic Prophecy,incluso luego Mike Tramp sonaron geniales en comparacion a Tierra Santa.Opinion particular, sin animo de polemica
Ethernal y Perros de Paja mantuvieron el temple a lo mismo que hicieron sus compañeros Sexma y Basati la jornada anterior,buena iniciativa para promover nuevos grupos
Mike Tramp,os hablo como fan de White Lion,los descubri en la radio con «Pride»(1987),no habia internet,redes sociales,radios independientes o revistas era lo unico que habia o las cintas de casette que te grababan los colegas,de hecho lo escuche en un programa de radio Autopista Heavy creo recordar en FM,Ni saber que existia ·Fight To Survive(1984).Vitto Bratta era uno de los guitarristas mas diferentes de aquella epoca,diferente,si.no se parecia a ninguno por su forma de tocar,por lo tanto lo que hizo el sabado Marcus fue digno de admirar,lo he visto con Mike en acustico varias veces y la verdad que hace muy bien su papel,pero el sabado rememore tiempos pasados pero… descafeinados.Mike no esta para mucho,voz muy gastada.Me seguire quedando con los cuatro trabajos de White Lion que he vuelto a escuchar estos dias despues del concierto.Vitto Bratta como guitarrista y estilo es insustituible.Una pena que desaparecio.Curiosidades de Mike Tramp ya conocereis su paso por España con Mabel y Studs(este disco me encanta)
Killus,ATRONADORES!!!! para mi la sensacion de la edicion de este año asi como fueron GATC el año pasado.No los conocia mas que de nombre pero con su participacion en el Zurbaran indague
y me sorprendieron para MUY BIEN.Parece mentira que un grupo como ellos en este pais apenas se le conozca,innovadores(en este pais me refiero)con un estilo no muy llegadero al publico,sonaron BRUTALES!!!al principio no habia mucha gente,me percate de ello,pero enseguida empezo a venir mas gente y sinceramente transmitieron 100X100 Metal y contagiaron al publico
Asi como Angelus Apatrida la noche anterior un 10 SioSi
Muy buen festival,si señor
para mi es mi tercer zurbaran y como los otros concierto de diez una organizacion impresionante por supuesto darles las gracias porque son amigos y una gente impresionante que lo dan todo para que los que vallamos estemos agusto en todo respecto a la cronica muy buena pero para mi mike tramp fue de lo mejor del concierto yo ya sabia lo que iba a escuchar no me lleve ninguna sorpresa y lo que tocaron lo tocaron muy bien con un sonido sobresaliente por muchos años mas zurbaran forever