Este es el primer argumento sonoro de la banda liderada por
el ex cantante de MURO, Sílver, por lo que a priori la pregunta es obvia…
¿en que medida este álbum es una mera continuación de su
carrera en MURO?
Una vez devorado éste «Ave Fénix»
a mi me parece que ni SILVER FIST ha abandonado la línea
de sus predecesores, ni SILVER FIST son un mero clon de los
fallecidos MURO, ni mucho menos. Me explico… sus argumentos fundamentales
básicos son meramente parejos: heavy metal puro y duro, pero con algunos
matices que quedan muy claros en éste debut que descubre caminos casi
inéditos para Silver y compañía. De entrada el nivel instrumental
es superior y muy destacable individual y colectivamente, los arreglos son notables,
Sílver canta mucho mejor y sin perder la garra metálica al 100%
intrínseca en él, usa unos tonos y melodías a veces más
cercanas a bandas de hard rock que a grupos típicos del heavy clásico.
Es claro que SILVER FIST son heavy metal con mayúsculas,
pero quería dejar claro que la evolución de MURO a ésta
etapa es importante y muy a tener en cuenta.
Las letras de SILVER FIST están muy
curradas, y hablan de muchos temas, pero siempre tratados desde el prisma del
heavy metal. Los textos son sentimientos del propio Sílver, desde su
alma, desde su corazón de metal; nunca olvidemos que Sílver es
un auténtico alfil del metal que vive por y para ésta música,
eso se palpa en cada uno de los 11 cortes.
La tralla comienza con una leve tormenta y tras un redoble
un tanto sintetizado de un Iván inmejorable en todo el álbum irrumpen
las guitarras cabreadas de Miguel y Nacho. Los dos demuestran ser grandes y
técnicos hachas de heavy metal, junto a un Mario al bajo que se muestra
como el elemento más gris del quinteto, aunque su labor es buena. Comienza
la batalla con «Ave Fénix», muy trallero, con un Sílver
que nos pone al día de sus claras intenciones tras la caída de
MURO. Este tema es el inicio de su nueva etapa, por ello en su letra encontramos
claros alegatos a su presente y futuro como «Hay que superar el dolor,
no voy a dejar de luchar, ¡por siempre Metal!». En la letra se mencionan
algunos clásicos relacionados con MURO…»Acero y Sangre solo
en tu interior, nunca fuiste un Traidor», «…Sólo en
la Oscuridad» o «…Tras el Telón…». Es uno
de los cañonazos del álbum que comparado con su anterior banda
se da la mano con MURO en lo sonoro y la mala leche, aunque por ejemplo en él
encontramos solos de guitarra especiales y unos coros más melódicos
que los que usaban los «enterrados en vivo». «El Predicador»
sigue la misma tónica de rabia y rechazo a lo establecido. En éste
caso, Sílver ataca al supuesto poder de cierto locutor radiofónico.
«Piel Roja», tema que ya existía en diferente
versión en la que fue la última maqueta de MURO, en principio
estaba dedicado a los colores rojiblancos que Sílver vive intensamente
cada domingo siguiendo fielmente a su Atlético de Madrid, pero para el
álbum su letra ha sido rectificada en parte para no herir sensibilidades…
Es el primer corte donde se nota la clara evolución de SILVER
FIST.
En el tema 4, «En Llamas» cualquier fan de MURO
se sorprenderá como yo lo he hecho. Para mi es el mejor del disco, es
un auténtico himno del metal. Es precioso realmente, en él, Sílver
canta como jamás cantó, con una voz sorprendente, acompañado
por una estructura sugestiva, un puente soberbio apto para cantar en directo
con los clásicos «oh, oh, ooohhh» dentro de una gran y trabajada
melodía, y un estribillo cargado de rabia y otra melodía «de
10», a modo de disparo sonoro certero.
«Armagedón» comienza con el bajo de Mario,
posee un riff de guitarras acelerado que aterriza en un ritmo entre cortado
altamente heavy. El siguiente corte, «Cuestión de Honor»
posee una estructura 100% Savatage, con un Sílver cantando con voz ultra
grave y una letra de repulsa a cierto ex presidente bigotudo que nos mandó
a la guerra. El tema 7, «Aunque no estés aquí» es
un baladón heavy muy logrado, con un Sílver de nuevo desconocido,
acústicas y hasta un piano de fondo. Su estribillo está cargado
de ira y poder.
El tema 8, «Cambiando la Suerte» es uno de los
cortes donde se nota la personalidad propia de la banda. Posee un buen riff,
unos interesantes dobletes de guitarras, una melodía de voz muy bien
elaborada y una estructura llena de caña y a la vez cuidados matices.
Vamos llegando al final con «Cielo o Infierno» que a modo de condena
recuerda a MURO en sus coros. En el tema 10, «Puedo oírte gritar»,
Iván nos redobla los oídos con potencia, el riff guitarrero y
la estructura es sobresaliente, siendo otro de los cortes más originales.
«Tú y Yo» cierra el disco con otro riff a lo Savatage que
desemboca en una estructura veloz que vuelve a recordar vagamente a MURO, con
unos coros rotundos y un estribillo hecho para cantar.
En resumen, un gran disco. Una vez escuchado animo a todos
aquellos que tenéis la camiseta de MURO a que os hagáis con él
y entendáis que la vida para Sílver sigue, aunque sea de otra
forma, y a la vez invito a cualquier fan del heavy metal en general a que disfrutéis
de una banda que en éste álbum deja claro que el heavy «de
verdad» sigue siendo su bandera. Eso sí, parece que en la actualidad
Sílver y sus secuaces han preferido alabar a bandas como Savatage en
detrimento de otros grupos como Motorhead o Accept, aunque reminiscencias de
éstos últimos sigue habiendo, pero menos…
Como cd extra aparece una colección de seis versiones
de clásicos del heavy metal que un servidor no ha podido degustar, de
momento, ya que nuestra copia promocional facilitada por la discográfica
no contiene esos himnos.
Viva el heavy metal, con SILVER FIST dentro
de él… ¡Larga vida a Sílver y a gente como él
que siente y vive el auténtico heavy metal!
Rafa Basa