+ MIMI BARKS
Viernes 27de Mayo de 2022 – Sala Shoko – Madrid
Aun recuerdo cuando hace tres años, en la hasta ahora última edición del ROCK FEST, descubrí una banda que me dejó alucinado. Bajo un sol de justicia, por la tarde y en la carpa de conciertos, unos para aquel entonces desconocidos para mí COMBICHRIST desplegaban todo su arsenal sonoro con su personal manera de entender la música industrial, combinando lo agresivo del metal con sintetizadores y percusiones, auspiciados por unas melodías pegadizas y unas letras desgarradas. El fiestón que se montaron aquella tarde, tanto para los que les conocían como para los que nos estábamos enganchando canción a canción a su idiosincrasia, fue de órdago.
Viendo que venían a Madrid y una vez habiendo profundizado más en su música, la cosa estaba clara: era el momento de repetir.
Antes de eso, tuvimos la ocasión de presenciar la actuación de MIMI BARKS, la enésima intérprete que es 80% provocación y actitud y 20% talento, o eso fue lo que me pareció en la noche de aquel viernes.
Ya el nombre de su propuesta musical, metal trap, no deja indiferente a nadie, pese a que mí me pareciera más un metalcore mezclado con industrial del de toda la vida con sintetizadores y mucha caja de ritmos y poco más.
MIMI llevaba tan aprendida la pose de “rebelde sin causa” (y si la hubiera, no nos la llegó a especificar) que de los cuarenta minutos que tenía para tocar, sólo estuvo veinticinco de ellos sobre el escenario.
Entre medias dejó caer algún tema como “Deadgirl”, “Suicide” o “Rad”, más un sólo de batería que se marcó (ahí, ahí, aprovechando el tiempo a tope…) dejándonos con sensación de indiferencia.
Afortunadamente COMBICHRIST fue todo lo contrario, con un concierto que fue de menos a más en una primera mitad que ya evidenciaba la grandísima fiesta en la que se convertiría la sala durante el tramo final. Y es que ver a esta gente es como asistir a una rave, con todo el mundo botando, de fiesta y alegres.
Y es que no cabe duda de que los de Andy LaPlegua se han convertido en toda una institución dentro del metal industrial, reconocidos en todo el mundo como uno de sus máximos exponentes en la actualidad. Saben combinar lo mejor del género con los sonidos electrónicos conformando unas canciones pegadizas, que enganchan y sobre todo, son idóneas para interpretar en directo donde, como decía arriba, todo se convierte en una gran fiesta.
Comenzaron comedidos con uno de los temas gestados a lo largo de la maldita pandemia, “Not My Enemy”. Una canción que va entrando poco a poco, subiendo en intensidad a la par que avanza, lo mismo que la banda, que salió a escena envuelta en una inmensa cantidad de humo.
Fueron cogiendo el pulso y velocidad con “Guns At Last Dawn” así como con la enérgica “Get Your Body Beat”, que pone a bailar a cualquiera (incluyéndome a mi, que soy bastante parado, he de reconocer).
“Blut Royale” fue un mazazo sónico, sonando tan contundente como desconcertante es el videoclip que en su día hicieran de ella, aportando un extra de percusión gracias a los barriles que había a sendos lados de la batería (muy similares a los que popularizaran SKIPKNOT hace ya varios años).
Llegaría el momento para presentar otro de los nuevos temas, “Compliance”, algo más compleja en cuanto a la construcción de su estribillo aunque igualmente efectiva. Tras ella, el punto de inflexión, un alucinante “Hate Like Me” que cayó como el gran himno que por derecho es, con todo el público saltando, bailando feliz, pasándoselo en grande. Desde ahí en adelante, todos los temas fueron recibidos con la algarabía propia de un gran evento musical que todos disfrutaríamos hasta el encendido de luces.
Me gustó mucho “Zombie Fistfight”, así como la hipnotizante “Shut Up And Swallow”. “Never Surrender” sonó como si estuviéramos en plena discoteca dándolo todo en su pista hasta llegar a ese estribillo que te rompe -¡y de qué manera!- el esquema rítmico dándolo todo en agresividad.
La recta final llegó con la simpar “Maggots” At The Party” que es imposible no hacerte bailar, mientras uno de sus percusionistas terminaba entre aupado entre el público a la vez que machacaba su instrumento con las baquetas a la que siguió como guinda del pastel el clásico “What The Fuck Is Wrong With You?” a la que se sumó haciendo coros la mismísima MIMI BARKS, quizás como manera de compensar el cuarto de hora que había tocado de menos en su propia actuación, ¿quién sabe?
Una grandísima fiesta protagonizada por una banda que está destinada a ser de las más recordadas en el género, aunque con un telonero que para nada estuvo a la altura.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – www.twitch.tv/metal_dj_phoenix
Fotos: Alvaro Ochoa
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