Los que me seguían a mediados de los 80´s y principios
de los 90´s en la radio y en alguna revista sabrán y recordarán
que en aquel entonces HOUSE OF LORDS era una de mis más
claras debilidades, uno de mis grupos favoritos en cuanto al hard rock melódico
se refiere, o como decían algunos AOR/Pomp, un estilo que para mi jamás
recuperará en la actualidad la majestuosidad, ideas y frescura que poseía
en aquella época dorada, aunque, sinceramente hay contadas excepciones.
La vuelta de HOUSE OF LORDS era para mi una
de las más esperadas, pero debo decir tristemente que tras escuchar éste
nuevo álbum mi decepción ha sido importante. La banda ha vuelto
para hacer un álbum sin inspiración y mediocre, comparado con
obras magnas como fueron su debut «HOUSE OF LORDS»
del 88, o «Sahara» que aparecía dos años más
tarde. Este «The Power And The Myth» si lo intentamos asemejar con
el que fue el último álbum de la banda «Demons Down»
es mejor cambiar al 100% el chip ya que no posee la clase, elegancia, calidad,
y sobre todo no hay ni una canción que pueda acercarse a lo que HOUSE
OF LORDS nos dejó como última herencia sonora en 1990.
Ciertamente yo tenía serias esperanzas que su vuelta iba no solo a ser
digna, sino excelente, pero desafortunadamente no es así. Recuerdo con
gran estima el disco en solitario que su gran vocalista James Christian publicó
en solitario bajo el título de «Rude Awakening» donde había
temas geniales como Pleasure And Pain, Don’t Start Me Up, o la increíble
«Best Girl», todo un himno comercial del melodic rock que si hubiera
tenido una mejor producción estaría entre los 100 grandes temas
del género. También recuerdo como inmensa su actuación
en el GODS del 95 en acústico junto a Chuck Wright y Lanny Cordola…
Es claro que tras escuchar su retorno discográfico, lo mejor que puedo
hacer es tirar de su vieja e imprescindible discografía y disfrutar con
temazos como «Pleasure Palace», «Remember My Name»,
«Love Don’t Lie», «Sahara», «What’s
Forever For» o «Inside You», que no encontraré en éste
«The Power And The Myth». Me duele decirlo, pero es así.
Las inconmensurables canciones de HOUSE OF LORDS, las bases
melódicas, los estribillos, la sensibilidad y sentimiento los han dejado
olvidados en el baúl de los recuerdos casi totalmente, solo se asoman
en mínimos retazos sonoros.
Su regreso ha sido sin su teclista Gregg Giuffria (ex-Angel)
que ha desestimado unirse a la banda por que según parece prefiere dedicarse
a su carrera en solitario. Para suplirle, han tocado en el disco Derek Sherinian
(Dream Theater), Ricky Phillips (Bad English, Styx), Alan Okuye (Rat Bat Blue),
y Sven Martin (Tattoo), que han hecho un buen trabajo como intérpretes,
pero poco más. Me explico… al final la baja de Giuffria se nota
demasiado, pero no como teclista, sino como claro compositor. Parece como si
el actual line up, formado por el cantante James Christian , Lanny Cordola a
las guitarras, Ken Mary, a la batería (que toca como un poseso, dejando
clara su gran clase) y Chuck Wright , al bajo se hayan quedado desangelados
tras su marcha. Si querían hacer un álbum lleno de buenos temas
y ellos no eran capaces podrían haber echado mano de compositores como
Mark Spiro, Mark Baker, o similares que ya trabajaron en anteriores etapas para
ellos, pero no, han preferido manifestarse sonoramente de la forma que lo han
hecho, lo que es muy respetable, yo lo respeto, pero aunque me llaméis
egoísta, no lo acepto. Un retorno así no lo merece una gigantesca
banda como fue HOUSE OF LORDS; siento ser tan duro, de verdad,
pero por más que oigo éste nuevo álbum no me convence;
bueno, sí, su portada, la instrumental que le da título, el estribillo
de «All Is Gone», y las baladas «Am I The Only One»
y «Child Of Rage»…pero eso para una formación que ha
sido «tanto» no es suficiente.
El disco arranca con dos temas que no están mal, y que
tratan de asemejarse a lo que fueron HOUSE OF LORDS, sin conseguirlo.
«Today» y «All Is Gone» son dos canciones con fuerza
y melodía, pero carentes de la brillantez, actitud y melodías
de antaño. El estribillo de la segunda es lo mejor del álbum.
Si el resto del disco hubiera seguido su tónica estaría hablando
de otra manera de él. Christian sigue cantando bien, pero sin llegar
a ser el magistral vocalista lleno de elegancia que conocíamos; para
mi está desconocido en casi todo el álbum menos en las baladas
y en éste corte. En «Am I The Only One», la primera balada,
con aires orientales James Christian está bastante acertado, como digo.
«Living In Silence» es para mi una de las peores piezas del disco.
El tema título, «The Power And The Myth» es un instrumental
donde el lujo y la majestuosidad brillan, pero no es un tema cantado, y curiosamente
se asemeja más a Spock´s Beard que a los propios HOUSE
OF LORDS. «The Rapture» sigue más pasos orientales
y posee claras reminiscencias de Led Zeppelín a lo «Khasmir».
«The Man Who I Am» es otra balada, más moderna si cabe. «Bitter
Sweet Euphoria» es un tema mediocre y demasiado opaco y oscuro para una
banda como ellos, lo mejor de éste es la aportación de Ken Mary
en su redoble de entrada. «Mind Trip» posee ambientes de los 70’s,
donde vuelve a brillar Mary con sus contratiempos, y para cerrar el álbum,
la tercera balada «Child Of Rage», donde Christian vuelve a cantar
realmente bien.
De verdad, alguien que ha amado a HOUSE OF LORDS
como yo no se puede conformar con un álbum flojo como éste. El
disco no es malo, ni horrendo, ni tedioso, pero si se aleja muchísimo
de lo que honestamente podían habernos regalado tras tan largo paréntesis
y más de dos años preparando, componiendo y grabando éste
«The Power And The Myth». Si eres neófito en la materia a
lo mejor te convence, pero si tienes las anteriores joyas del grupo te decepcionará
tanto como a mí. Es posible que seas tan fanático que te guste.
No seré yo entonces en ese caso el que discuta contigo por que jamás
nos pondremos de acuerdo.
Nos conformaremos con verles en directo (espero y deseo) y
vibrar con sus viejos y maravillosos añejos éxitos. Algo nos queda…
Rafa Basa