Vaya retorno el que nos propone todo un clásico de la
Bay Area, Exodus han vuelto y de que manera, hasta Gary Holt ha decidido dejarse
de nuevo el pelo largo para el retorno de la banda. Elementos estéticos
aparte, el grupo ha vuelto con una fuerza tremenda, recuperando su clásico
sonido sin reservas y dispuestos a hacernos Thrashear hasta dislocarnos el cuello.
Desde el principio la caña te ataca con Scar Spangled
Banner, War Is My Sheppard tiene una fuerza demoledora, Blacklist tiene todos
los elementos de la Bay Area, Shroud Of Hrine tiene un tremendo riff muy machacón,
Impaler es todo un ejercicio de Thrash Metal, y así podría seguir
hasta el final.
El sonido también está muy logrado, Andy Sneap
ha conseguido emular fielmente y con calidad el rollo de la banda en los 80.
Las guitarras de Gary Holt y Rick Hunolt están bien trabajadas, Sealed
With A Fist tiene un gran solo, y la batería de Tom Hunting tiene una
importante presencia, algo carente de fuerza pero bastante lograda para lo que
acostumbramos hoy en día. La formación se completa con el bajista
Jack Gibson, acompañante de Gary Holt en Wardance, y que ya grabara con
Exodus aquel directo de reunión editado bajo el nombre de Another Lesson
In Violence en 1997.
Hay algún que otro retazo moderno en temas como Forward
March, el citado Sealed With A Fist o Throwing Down, pero son solo eso, retazos
que no mancillan en absoluto un magnífico retorno repleto de Thrash Metal
del clásico, del de verdad, además hay que decir que los dos últimos
son temas pertenecientes a la época de Wardance.
La voz de Steve Zetro Sousa no ha perdido ni un ápice
de fuerza ni de carisma, estando a la altura de discos como Pleasures Of The
Flesh o Fabulous Disaster, y completando el conjunto de manera grandiosa.
El disco se cierra con una aguerrida Tempo Of The Damned, que
te recuerda para que han vuelto Exodus, para thrashear con pura violencia.
Sin duda alguna un gran retorno que devuelve toda la credibilidad
a un auténtico clásico. A ver si la gente se toma interés
y deja de pensar en Machine Head como un grupo de Thrash Metal, porque si escucháis
este disco, os daréis cuenta de que no tiene nada que ver.
Thrash or be Thrashed!!!
Antonio Cerezuela