+ AMARANTHE + KISSIN’ DYNAMITE
Domingo 13 de Enero de 2019 – Sala La Riviera – Madrid
Estuvimos viendo en Madrid a POWERWOLF, AMARANTHE y KISSIN’ DYNAMITE en lo que para muchos fue el inicio de la temporada 2019 de conciertos.
Era casi la hora de empezar KISSIN’ DYNAMITE y todavía quedaba mucha gente por entrar en La Riviera.
La cola llegaba hasta el cruce y empezaba a serpentear por el Paseo Virgen del Puerto. Una pena porque los alemanes liderados por el vocalista Hannes Braun salieron a comerse el escenario.
Ellos tienen el lema de “traer de vuelta el rock de estadios” y, de hecho, su estilo va muy en esa dirección, recoger el testigo de los grandes del hard rock con riffs cañeros, grooves potentes y estribillos pegadizos. Después del pistoletazo de salida con “I’ve got the fire”, que me sorprendió porque la gente cantó el estribillo y no paró de animar ni saltar, Hannes saludó en español: “Hola, Madrid. ¿Qué tal? ¡Somos KISSIN’ DYNAMITE de Alemania!”.
En sus poco más de 40 minutos de actuación repasaron toda su discografía, salvo su primer álbum, y triunfaron sobre todo con la cañera y explosiva “Highlight zone”, “Waging war”, muy heavy, y “I will be king”, en la que el vocalista apareció con cetro y capa para dar cuenta del título del tema.
Creo que es una de las formaciones del hard rock más frescas y con más actitud que hay en el panorama actual. Tienen un vocalista que, sí, recuerda mucho por timbre a Myles Kennedy, pero el resto del grupo lo hace muy bien, aunque tuvieran momentos de sonido algo embarullado. Lo importante es que la gente disfrutó mucho a juzgar de cómo animaba a los alemanes y los comentarios tras el show fueron de sorpresa y aplauso ante ellos.
No te los pierdas si te gusta el hard rock con tintes glam y heavy y con melodías muy comerciales. Volverán a España en octubre con sus propio conciertos.
Setlist de KISSIN’ DYNAMITE
- I’ve got the fire
- Somebody’s gotta do it
- Highlight zone
- Love me, hate me
- Waging war
- You’re not alone
- I will be king
- Flying colours
Hay que felicitar a la organización de esta cita porque los horarios se cumplieron a rajatabla.
Justo a la hora prometida, a las 19.10, empezaba a sonar una pequeña intro que presentaba Helix, el disco que AMARANTHE venía a presentar esta noche.
La sala ya estaba casi llena y se notaba en la zona central, donde había más “apegotonamiento” por estar cerca del escenario. Se nota que esta banda tiene muchos seguidores y que esta noche no solo era POWERWOLF el principal atractivo.
Los suecos empezaron con “Maximize” de su anterior álbum, MAXIMALISM, y lo primero que me llamó la atención fue ese salto de profesionalidad que se aprecia con respecto a KISSIN’ DYNAMITE, que lo hacen muy bien, pero nada que ver con el rodaje y lo milimétricos que son AMARANTHE.
De hecho, yo mismo no soy particularmente seguidor de que todo esté estudiado en el escenario, cada movimiento, cada gesto, sobre todo porque si ves un concierto de una gira casi que los has visto todos. Pero, las cosas como son, AMARANTHE hacen muy bien su trabajo y que tengan tres vocalistas le da mucho dinamismo al show.
Otro punto que siempre se discute es sobre lo pregrabado que lleva un grupo en directo. Por el estilo que es, con una fuerte base electrónica, AMARANTHE lleva mucho pregrabado, incluyendo también coros y apoyos de voces en estribillos, que quizás es lo que menos me gustó. Entiendo que la electrónica la tengan que lanzar, y te puede gustar más o menos que esto tape a la batería real, pero no deja de ser el estilo del grupo. Sin embargo, teniendo tres cantantes ahí arriba no comparto del todo que recurran a tantos coros y voces enlatadas.
Dicho lo cual, los tres cantantes se salieron, cada uno en su registro. Destaca por encima de todos la brillante y aguda voz de Elize, que no falló ni una nota y no paró de repartir gestos de amor en forma de corazón con sus manos hacia los seguidores. Nills es muy buen cantante y para nada se apoca con Elize, hay muy buenas armonías entre ellos. Y Henrik está ahí para repartir estopa con sus guturales, y lo hace estupendamente.
“Hunger” sonó especialmente cañera y afilada, “Helix” demostró ser todo un hit y entiendo por qué el grupo la eligió como título para el álbum, y “Amaranthine” fue ese momento balada emotivo que tanto gusta en los conciertos de metal.
Reservaron para el final una buena dosis de pólvora metalera. Antes de los bises dejaron el listón alto con “Drop Dead Cynical”, que puso a toda La Riviera a bailar y saltar. Tras el pequeño descanso antes del final, el bajista, Johan, dio su particular show con el micro. Me limitaré a decir que se bebió un tercio de un trago (bien es cierto que el público le increpó a ello) y que acabó enseñándonos los calzoncillos. Fue un momento muy simpático. Todo un personaje este Johan.
Para rematar la faena arremetieron con “Call out by my name” y “The Nexus”, dos pelotazos que definen muy bien el estilo de los suecos y que dieron por terminado un muy buen concierto que la gente disfrutó de lo lindo.
Setlist AMARANTHE:
- Intro
- Maximize
- Digital World
- 365
- 1.000.000 Lightyears
- Hunger
- Amaranthine
- GG6
- Helix
- Drop Dead Cynical
Bises - Call Out My Name
- The Nexus
Y, ahora sí, el plato fuerte de la velada. Una vez más, puntuales a los horarios anunciados, empezó el espectáculo de POWERWOLF.
Independientemente de que te guste más o menos la música que hacen, hay que valorar lo que el grupo pone de su parte para sumar a su concierto.
El diseño de escenografía es genial. Simula una especie de cementerio y el telón del lobo domina todo el ancho en la parte posterior.
Está dividido en dos niveles. En el superior se encuentran el teclado a la izquierda, una plataforma central para que los músicos suban y bajen, y, a la derecha, la batería. En la parte de abajo, una escalera central que da mucho juego y, en medio, el pie de micro con forma de espada del vocalista Attila Dorn.
Las luces estuvieron muy cuidadas durante todo el espectáculo. Cada canción tenía sus colores pensados y cada haz estaba pensado.
Por supuesto, las pintas de sacerdotes/monjes no muertos que lleva la banda (cara pintada de blanco y negro, túnicas, etc.) suman a que, visualmente, lo de POWERWOLF merezca mucho la pena.
Pero es que aparte están sus canciones. Y vaya canciones. Hacía mucho tiempo que no veía un grupo que conectaba tan bien con el público con su música. Cada estribillo e incluso cada riff de guitarra, todo era un ejercicio conjunto entre el grupo y la gente, que no dejaba de cantar y corear a los alemanes.
Y, antes de repasar el repertorio, diré que su sonido fue espectacular. Sonaron a cañón, todo muy definido (en las últimas filas había quien se quejaba de que faltaba volumen, aunque a mí no me lo pareció) y sin renunciar a nada. Bueno, sí, a llevar un bajista en directo, que es algo que no termino de entender. Efectivamente, el bajo suena pregrabado y dice mucho de lo que valora la banda el protagonismo de este instrumento, pero es una decisión suya y hay que aceptarla.
Arrancaron con “Fire and Forgive”, que es también la primera canción de su álbum The Sacrament of Sin, que es con el que están en gira ahora. Desde el primer minuto el sonido fue brutal y el grupo salió a comerse el escenario.
Enseguida uno se da cuenta de que el teclista Falk Maria Schlegel es también el animador oficial del grupo. En las partes en las que no toca su característico órgano de iglesia el músico anda correteando por el escenario y animando al público, algo que se agradece si tenemos en cuenta que Attila es bastante estático (aunque eso no quiere decir que no haga cosas, como explicaré).
POWERWOLF siempre ha jugado con el imaginario eclesiástico en su música y en sus directos y esta noche no iba a ser menos. Attila nos dio la bienvenida a la misa del heavy metal y en torno a ello organizaron todo el setlist con diferentes guiños.
Creo que los propios alemanes se sorprendieron de la acogida que tuvieron. Decía Attila que era la tercera vez que tocaban en Madrid y, sin duda, el lleno de La Riviera es una recompensa a sus más de quince años de trayectoria.
Como el setlist es de casi una veintena de canciones no voy a repasarlas todas, pero destacaré las que más me llamaron la atención.
“Amen and attack” fue un pelotazo de power metal en toda la cara con la gente gritando a pleno pulmón; “Let there be night” fue el momento balada, con un Attila en las escaleras rodeadas de fuego. Visualmente impactante y les quedó genial; “Armata Strigoi” fue estupenda. Aquí Attila intentó explicar cómo había que cantar el riff, que está dividido en cuatro partes, pero solo le hizo falta enseñar la primera. El público comenzó a cantar el resto y él mismo alucinó.
“All We Need is Blood” y “We Drink Your Blood”, aparte de dejar claro el mensaje de que les gusta la sangre, creo que son temas bandera de POWERWOLF: pegadizos, cañeros y auténticos himnos para su comunidad.
El grupo suena engrasado, no fallan ni una nota y me sorprendió lo bien que está de voz Attila que, parece que no, pero tiene ya 48 años. Aparte de cantar a un gran nivel, hace de perfecto maestro de ceremonias, muy empático con la gente y muy dicharachero. De hecho, engañó a algunos cuando dijo que “Lupus Dei” iba a ser la última canción. Al fin y al cabo habían tocado ya 15 temas y para muchos era suficiente. Pues no.
Tuvieron tiempo para bises y entonces sí, concluyeron con “Sanctified with Dynamite”, que dejó a la gente gritando al final el típico oé oé oé (la mejor señal para identificar cuando es un buen concierto), “Coleus Sanctus”, con un estribillo hiperpegadizo (aquí la gente empezó a corear la canción del “Caaampeones de Euroopa”, que es de “Seven Nation Army” de The White Stripes), y “Werewolves of Armenia”, un colofón para la que, sin duda, será una noche para recordar para los amantes del heavy y de los hallelujah en los versos de las canciones.
Setlist de POWERWOLF
- Intro (Lupus Daemonis)
- Fire and Forgive
- Army of the Night
- Incense & Iron
- Amen & Attack
- Let There Be Night
- Demons Are a Girl’s Best Friend
- Killers With the Cross
- Armata Strigoi
- Blessed & Possessed
- Where the Wild Wolves Have Gone
- Resurrection by Erection
- Stossgebet
- All We Need Is Blood
- We Drink Your Blood
- Lupus Dei
Bises - Intermission (Agnus Dei)
- Sanctified With Dynamite
- Coleus Sanctus
- Werewolves of Armenia
- Outro (Wolves Against The World)
Texto: César Muela – Twitter
Fotos: Óscar Gil Escobar
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
El resumen es sencillo, bien pagado, gran concierto, gran puesta en escena, y duracion correcta. Lo unico que el oro liquido ya esta a 11e, lo de la riviera es criminal. Toco tragar saliva.
En mi opinión, el mejor concierto al que he ido en los últimos 2 años (el anterior que había dejado el listón a este nivel fueron Avantasia en el mismo recinto, y es que los conciertos en sala tienen algo especial).
Sólo un apunte: el bajista de Amaranthe se bebió dos quintos seguidos del tirón, no un tercio 😉
Powerwolf brutales,se salieron.
Creo que Amaranthe ganarian sin la voz femenina.
Muy mal a quien se le ocurrio abrir a las 17:30h las puertas con toda la gente que habia y que nos impidio a muchos ver completo el show de Kissin Dynamite,lo que oi estuvo bastante bien.