IRON MAIDEN – The Number Of The Beast- Edición Limitada
Discográfica: Warner Music
Catorce millones de discos vendidos, certificado como disco de platino y oro en varios países y, por encima de todo, una de las piedras angulares en la historia del heavy metal. “The Number of the Beast” es uno de esos discos imprescindibles para definir qué es el género, para entender la New Wave Of British Heavy Metal.
Quizás no fuera el disco perfecto. Ahí tenemos toda una legión de detractores de “Invaders”, aunque a mí me guste, y sobre todo “Gangland”, sobre la que el mismísimo Steve Harris asume que no estuvieron muy acertados en incluirla en detrimento de “Total Eclipse”.
Pero sin duda, “The Number of the Beast” fue un disco que llegó en el momento acertado, irrumpiendo con fuerza gracias a que fue su primer disco con el recientemente incorporado Bruce Dickinson a las voces. Si bien la leyenda ya había comenzado años atrás con sus dos primeros lanzamientos, “Number” fue el que hizo que ésta fuera creciendo, dándose a conocer a unas masas cada vez mayores y más ávidas de tener a IRON MAIDEN tocando en su ciudad, filón del cual el manager Rod Smalwood supo sacar buen provecho.
Y no cabe duda, que contiene grandes temas que a día de hoy son clásicos incontestables, algunos de ellos imprescindibles en sus conciertos, como el tema título, “Hallowed be thy Name” o “Run to the Hills”. Otros como “Children of the Damned” o “The Prisoner” han sido interpretados en giras más puntuales, siendo siempre apreciados entre el público de todas las edades que asiste a sus shows.
¡Y qué decir de esa gran portada, obra de Derek Riggs! Toda una maravilla que, en un principio, iba a ser utilizada como arte del single “Purgatory”, pero que el propio Smallwood consideró era un arte demasiado bueno como para formar parte de un sencillo.
Centrándonos en la remasterización y en su sonido, se trata de la edición que sacaron en 2015, sólo que ahora, por vez primera, en formato cedé digipack. En general, se han pulido bastantes detalles, con guitarras y baterías más realzadas. Me encanta cómo suenan los riffs ejecutados por Dave Murray y Adrian Smith, más limpios y apreciándose mejor los detalles, cada figura, cada matiz que incluyeron en la grabación original. La interpretación de Clive Burr también ha ganado en protagonismo, con un sonido de batería nítido, resaltando algunos detalles. Por ejemplo, los golpes de timbal que hay en la parte central con los solos de guitarra, están mucho más presentes que en la grabación original y así, hay bastantes más detalles que consiguen, en cierta manera, redescubrir un disco tantas veces escuchado como éste.
El digipack recrea fielmente el disco original, incluyendo el libreto tal y como fue concebido en su día, incluso con esa parte de letra que siempre faltó en “22 Acacia Avenue”, por reseñar un detalle que hubiera estado bien incluir.
El disco viene tal cual fue concebido en su día. Es decir, no han incluido los temas que fueron bonus track, precisamente porque la idea era editar el álbum en cedé con una remasterización actualizada pero a la vez respetando el listado de temas original.
Aparte, tenemos una figura a escala 1:24 del Eddie así como un parche del diablo, ambos fieles reproducciones de sus homónimos en la portada.
Todo ello lo encontramos en una caja de cartón de 13cm x 14,5cm x 7cm con la portada y detalles de su contenido, ideal para coleccionistas.
En definitiva, éste es el resumen de esta nueva edición de uno de los discos más celebrados en la historia del heavy metal. Quienes aún no tengan una copia física de “The Number of the Beast”, ahora tienen una buena oportunidad de hacerse con ella y quienes sean de ese tipo de fan acérrimo que no puede perder la ocasión para hacerse con todo lo que edita su banda favorita, obtendrá un interesante pack que adornará su estantería más preciada.
A mí, por lo pronto, me ha hecho escuchar, una vez más, un disco clásico e icónico de una de mis bandas favoritas. Y lo he disfrutado como el primer día.
J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
The Number es mi disco preferido de siempre, y puso banda sonora a una gran etapa en mi vida. Seré un purista pero no me gusta las reediciones de un disco, me gusta oírlo tan cual vio La Luz, con sus fallos con la tecnología de estudio del momento etc.. especialmente este trabajazo de Maiden
Hay discos que no necesitan una remasterizacion como en el caso de este, y nos gusta disfrutarlos tal y como están pero si que es verdad que también se puede disfrutar y mucho de una nueva versión en la que a veces descubres todo un mundo gracias a la tecnología actual, así que no me cierro a una nueva oportunidad de disfrutarlos.
Cierto, una cosa no quita la otra. Peeeero… un matiz muy personal: la cuestión es que, con tanta tecnología, todavía se les escapan crujiditos, motas de polvo insalvables… en algunas canciones que vuelven a vender como «mejor sonido hasta la fecha». Tal vez sea «inevitable», aunque ¿es necesario? Apoyemos la apertura cabal, las «opciones», pero siendo críticos.