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Crítica del CD de LEAH – The Quest

16 septiembre, 2018, 4:25 pm

LEAH – The Quest

Discográfica: Inner Wound Recordings

Puntuación Popular

(1 votos) 10/10

Acabo de recibir el nuevo disco de la cantante canadiense Leah McHenry, que para esta ocasión ha contado en su line up con gente tan conocida como: Troy Donockley (NIGHTWISH) a las flautas, Barend Courbois (BLIND GUARDIAN) al bajo, Timo Somers (DELAIN) a las guitarras, Sander Zoer (ex- DELAIN) a la batería y Chen Balbus (ORPHANED LAND) al Saz y el Oud. En suma una alineación de lujo.

Tras una vistosa portada, se esconden diez temas que como es norma en mi forma de escribir comento para todos vosotros en las siguientes líneas.

Abren fuego con el tema título “The Quest” que dura “solo” diez minutos, y en el que nos podemos encontrar con un metal sinfónico preciosista, donde todos los instrumentos están al servicio de la bonita voz de McHenry que nos transporta a un paraje místico y medieval lleno de sentimiento y magia. En el que también tiene cabida un buen solo de guitarra. Este tema sería la banda sonora perfecta para una partida de rol de Dragones y Mazmorras. También me recuerda mucho a lo que hace Enya si tuviera guitarras potentes. Desde luego es para escucharlo con tranquilidad y unos buenos cascos.

“Edge of Your Sword” sigue por la misma senda de la anterior, música realmente bonita y llena de matices, pero que no destaca precisamente por la potencia de sus guitarras. También puedo escuchar ecos de los WITHIN TEMPTATION más relajados, sobre todo por el bello estribillo que brilla con fuerza a lo largo de la pieza. Destacar también el corto pero efectivo solo en su parte instrumental.

Seguimos la escucha con “Lion Arises” es más metalera, con una gran melodía inicial, pero siguiendo de cerca el preciosismo que impera en toda su duración. Una vez más podemos disfrutar de un pegadizo estribillo como punto álgido para una canción evocadora y llena de misticismo. Sin olvidar otro gran solo que contribuye a cerrar el entramado musical con nota.

“Heir” tiene un comienzo bombástico gracias a las orquestaciones, muy presentes a lo largo de todo el plástico y que dotan de color y grandilocuencia a su base musical, sin olvidar a sus guitarras rítmicas que dan fuerza y sustentan a otra llamativa parte central. Excelente su parte instrumental, donde se mezclan todos los instrumentos para darnos una espectacular y muy cinemática melodía.

La siguiente en caer se titula “Ruins of Illusion” y sigue siendo una bella y pausada composición sinfónica, en donde la gran protagonista es la estupenda voz de su cantante, que nos da una sentida interpretación y nos deja de nuevo una bonita parte central llena de sentimiento.

“Labyrinth” se inicia con el piano/flauta como acompañamiento de la evocadora voz de Leah, que como digo me recuerda sobremanera a Enya. Pero sin perder ese halo de metal melódico, aunque uno realmente tranquilo, y dando sobre todo importancia a su parte melódica y pegadiza, con la guitarra como mero acompañamiento y base, salvo en los solos que son realmente importantes e impactantes en casi todas las composiciones, como es el caso que nos ocupa.

Me está gustando mucho este disco, dado que todas las composiciones son realmente bellas, aunque puede no ser del gusto de todos por su falta de guitarras potentes.

Acto seguido suena en mis cascos “Abyss” que sigue a pies juntillas lo ya escuchado. Siendo una pieza que está en los límites del llamado metal melódico, porque sigue teniendo guitarras eléctricas, aunque solo en momentos puntuales, para dar fuerza y potencia a un corte que basa todo su atractivo en el gran trabajo puesto en todos sus instrumentos. Me repito mucho, pero es que tengo que destacar lo realmente bonitas que son todas las canciones incluidas en este “The Quest”.

“Oblivion (Between Two Worlds)” es una etérea y sentida balada donde los protagonistas son el piano y la flauta, pero sin olvidar la trabajada base orquestal en su background, que da base a una parte central luminosa y con un punch brutal. Me encantan las dobles voces que la adornan, al igual que su atmosférico y lleno de feeling solo. Una joya de tema.

“Ghost Upon a Throne” es más dinámica y potente al mismo tiempo que realmente accesible y comercial en el buen sentido. Tremendo el trabajo realizado en las voces del background y las orquestaciones, para un corte que entra a la primera escucha. Otra de las influencias claras de esta mujer es sin duda WITHIN TEMPTATION, dado que esta composición podría entrar perfectamente en cualquiera de sus discos.

Ya para cerrar este sobresaliente redondo podemos disfrutar de “The Water Is Wide” que no desentona para nada con el resto de piezas incluidas en este larga duración. Una etérea orquestación es la única acompañante para la grandísima voz de McHenry que se luce a lo largo de su escueto minutaje, para una composición con aires celtas y que podría estar en cualquier banda sonora de películas como BRAVEHEART.

Como resumen diré que me ha encantado el disco. Desde luego no es para llevárselo al gimnasio, dado que es por lo general muy tranquilo, pero sí que apetece y mucho, escucharlo en un ambiente relajado con los cascos puestos para captar la gran belleza y melodía que atesoran todos sus surcos, por no hablar de la gran producción que tiene. De los discos más bonitos que he tenido el placer de escuchar este año.

Bruno Molina

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