+ THE LAST INTERNATIONALE + JUDAS PRIEST
+ OZZY OSBOURNE + H.E.A.T. + PORRETAS + BOMBERS
Jueves 5, Viernes 6 y Sábado 7 de Julio – Parc de Can Zam – Santa Coloma de Gramenet – Barcelona
JUEVES 5
THE LAST INTERNACIONALE
Dado que estaba viendo el impresionante concierto de los alemanes ACCEPT y al poco empezaban JUDAS, no pude ver la actuación completa de THE LAST INTERNACIONALE.
El grupo del guitarrista Edgey Pires y la vocalista y bajista Delila Paz me pereció una banda impresionante, muy a tener en cuenta. Solo vi dos temas, pero lo que vi y sentí fue importante. Suenan muy setenteros, me recordaron a bandas como HALESTORM, BLUES PILLS o incluso JOAN JETT, quien ahora de nuevo ha vuelto a la actualidad debido a su reciente pasao por Vitoria.
Sonaron muy bien, con mucha garra, y su vocalista Delila Paz me pareció un gran descubrimiento.
Le seguiré la pista.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Carlos Oliver
JUDAS PRIEST
Vi a JUDAS en Barakaldo y me encantaron, pero curiosamente me gustaron más en ROCK FEST BARCELONA. El show fue parejo, menos “Night Comes Down” y el “Victim Of Changes” final que no lo tocaron, la actitud muy similar, puesta en escena, estado musical y escénico…Todo fue calcado, salvo Halford, que en mi opinión cantó incluso mejor y al que vi más motivado y activo aún.
También ayudó para que el show luciera más intensamente que en ROCK FEST BARCELONA si hubo pantallas laterales, y la visibilidad fue mejor, incluso el sonido.
En mi opinión, JUDAS fueron los reyes supremos del viernes, con permiso del Príncipe de las Tinieblas Ozzy, que para mí estuvo muy bien, pero no llegó al mega nivel de PRIEST.
Toda la banda salió al ataque, incluido Andy Sneap a quien noté más activo, móvil y motivado que en Barakaldo. Claramente Richie Faulkner demostró que su papel es predominante en PRIEST, en cuanto a pose, actitud, situación escénica, solos… El rubio guitarrista, además de componer junto a Tipton y Rob todas las canciones del nuevo álbum, ahora es el “segundo” líder del grupo en vivo, con todos los permisos de un Halford que volvió a ser el Dios que es es, pero refortalecido en todos los sentidos, especialmente en el vocal. Cantó muy bien, incluso se marcó un “Painkiller” como hacía tiempo no le escuchaba. El esto del show cantó sobresalientemente, se cambió de indumentaria varias veces, y se movió con una soltura y rotundidad impropia de los casi 67 años que tiene. Hill estuvo incombustible y perfecto como un reloj y Travis tocó con clase, pegada y poder.
Vivir un show de PRIEST en 2018 como el que vi en ROCK FEST BARCELONA o Barakaldo es un regalo, un lujo para los fans; y es que la banda se mantiene a un nivel fabuloso, aparte de haber publicado un “Firepower” fantástico para los tiempos que corren, demostrando que la creatividad a la hora de componer ha subido su listón particular una vez más. Ojalá otras bandas de su nombre y nivel sacaran un disco a su altura.
La actuación fue avanzando y convenciendo tema a tema, arrancando con un grandioso “Firepower” cantado con el alma por Rob, “Grinded”, “Sinner”, -que me volvió a encantar-, “The Ripper”, con un Sneap que brilló en los doblajes de guitarra junto a Richie, y un “Lightning Strike” muy afilado. Como he dicho, la banda estuvo a gran altura, mientras las pantallas laterales reflejaban su complicidad, las sonrisas de Faulker, las poses y a un Rob como Rey supremo de la noche.
El momento “Turbo” hizo que el público gozara especialmente, asi como con “Tyrant” donde los más viejos seguidores, -entre los que me incluyo-, nos deleitamos a raudales.
Aunque las proyecciones centrales fueron igual de “pobres” en la mayoría de los temas, el show se vio grande, a la medida de unos JUDAS inmensos que se volvieron a marcar un “Rising From Ruins” imperial.
La recta final de la actuación la llenaron de clásicos donde todos cantamos y disfrutamos. La salida de la moto en “Hell Bent for Leather” fue ovacionada y como ya he comentado, la interpretación de “Painkiller” fue muy buena por parte de Halford.
En los bises volvió a aparecer Tipton. La emoción floreció al máximo entre los fans y la banda. Fue precioso verle ahí, de nuevo. El momento cuando Rob le besó fue enternecedor. Glenn es feliz cada noche cuando, a pesar de su avanzada enfermedad, sale y toca para sus fans de PRIEST junto a sus amigos Rob y Hill, como diciendo… “Moriré con la Botas Puestas”, pero “Feliz!!!”
Un impresionante concierto. Espero y deseo que la banda venga en gira y toquen más temas de su nuevo álbum. Me encantaría disfrutar de temas como “No surrender”, “Never the Heroes” o “Evil Never Dies”, por citar tres.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography)
OZZY OSBOURNE
Tras las descargas de ACCEPT y JUDAS PRIEST, la responsabilidad de completar ese triunvirato de ensueño que todo seguidor del heavy metal clásico firmaría con los ojos cerrados fue OZZY OSBOURNE. Él es un “personaje” único e irrepetible, superviviente de una vida plagada excesos, pero tras más de medio siglo en el negocio musical y a punto de cumplir 70 años sigue en activo y liderando festivales como el ROCK FEST BARCELONA.
Todos sabemos que nunca fue un vocalista especialmente dotado, pero OZZY OSBOURNE ha firmado a lo largo de su longeva trayectoria algunos de los números más memorables de la historia del heavy metal. Así que su carisma, su particular forma de moverse por el escenario, y sobre todo, la banda que le acompaña: Zakk Wylde a la guitarra, Blasko Nicholson al bajo, el teclista Adam Wakeman, y el batería Tommy Clufetos; acabaron siendo claves para que Mr. Madman se convirtiera en uno de los indiscutibles triunfadores de esta quinta edición del festival.
Evidentemente, además de lo anteriormente expuesto, el montaje y la puesta en escena también ayudaron. Con una enorme pantalla trasera, una cruz presidiendo el escenario, y un espectacular juego de luces. Pero, como comentaba anteriormente, su carisma, la mística, y un repertorio repleto de clásicos imprescindibles sirvieron para hacer vibrar a un público que disfrutó del show al máximo. Quizás haya quien opine, -no sin razón-, que Wylde se extendió demasiado en sus solos, o que Ozzy estuvo más veinte minutos ausente del escenario. Pero al final del show las sensaciones generales fueron bastante positivas.
A modo de introducción tendríamos ocasión de ver un recorrido fotográfico a través de la vida de nuestro héroe justo antes de que la locura se adueñara del recinto al reconocer el personal los compases iniciales de “Bark At The Moon”. Repitiendo la estampa que tantas veces hemos visto, Ozzy permaneció balanceándose sobre su pie de micro durante la ejecución de los temas más rápidos y marchosos. Mientras que fue durante los más relajados, como el misterioso “Mr. Crowley”, que presentó con los brazos extendidos y mirando al horizonte; cuando el veterano frontman se permitió algún paseo por la parte central del escenario.
Tras recabar la primera gran ovación de la noche, la cruz trasera que presidia el escenario se iluminó para dar la bienvenida a un “I Don´t Know” que sonó arrollador, con un Clufetos impecable, machacando sus marches, mientras Wylde se paseaba exultante por el escenario mostrando su amplio catalogo de poses a lo guitar-hero ataviado con una falda de cuadros. Y es que al guitarrista se le ve últimamente mucho más ágil y delgado, recordándonos al joven hacha que nos deslumbró en la gira “No More Tours”.
Pese a la amplia producción de Ozzy en solitario todos sabíamos que no faltaría algún jugoso guiño a su etapa con Black Sabbath. Pues bien, el primero en llegar fue “Fairies Wear Boots”, desatando la euforia entre los presentes, y más si tenemos en cuenta que la gira de despedida de los de Birmingham no ha pasado por tierras catalanas. Como era previsible, y lo cierto es que se agradeció, también hubo tiempo para el habitual reparto de cubos de agua entre las primeras filas durante “Suicide Solution”, con la que Ozzy volvía a incidir en el material de su primera entrega en solitario “Blizzard Of Ozz”.
Curiosamente, uno de los momentos en los que pudimos ver a Ozzy flaquear vocalmente hablando fue a lo largo de “No More Tears”. Pero, afortunadamente, ahí estaban Wylde y los teclados de Wakeman para ayudar al “jefe” a pasar el mal trago y salvar la situación. No abandonaría el material de su trabajo de 1991, ya que ese ambiente hipnótico y un tanto más relajado se mantuvo a lo largo de “Road To Nowhere”, que nos dejaba la estampa del frontman invitándonos a agitar los brazos.
Tras presentarnos a su fantástico bajista, Blasko, unas estruendosas sirenas acabaron dejando paso a uno de los himnos imprescindibles del heavy metal “War Pigs”, abocándonos hacia un bizarro final, con Wylde alargando su solo para acabar bajando al foso y terminar tocando su instrumento con los dientes. Mientras esto sucedía Ozzy aprovechó para desaparecer del escenario. Y entre bambalinas se pegó un buen rato, ya que durante el extenso medley instrumental que conformaron “Miracle Man”, “Crazy Babies”, “Desire” y “Perry Mason”, fue el guitarrista quien ejerció como líder de la banda mientras su “jefe” aprovechaba para recuperar el aliento.
Acto seguido le llegó el turno a Tommy Clufetos, quien exhibió técnica, pegada y plasticidad a la hora de tocar su instrumento. No fue hasta el arranque de “I Don´t Want To Change The World” cuando Ozzy regresó al escenario con nuevos bríos y dispuesto a volver a hacer enloquecer al personal con un trallazo incontestable como “Shot In The Dark”, que a la postre fue el único recuerdo que se permitió a “The Ultimate Sin”.
Con la gente en estado de éxtasis era un buen momento para poner el punto y seguido al show, y para ello que mejor que “Crazy Train”, que acompañada de un fantástico juego de luces nos dejaba a Ozzy recorriendo el escenario mientras se despedía del personal. No tardaron mucho en encenderse las luces para que la banda nos sorprendiera gratamente con la exquisita “Mama, I´m Coming Home”. Para el final, como no podía ser de otra forma, Ozzy se guardó otra de sus cartas ganadoras “Paranoid”, con la que, ahora sí, se despedía definitivamente.
Al final creo que el veredicto del público fue claro. Triunfo indiscutible de un OZZY OSBOURNE que gustó y convenció a una audiencia que le despidió como la leyenda viva que es.
Texto: Alfonso Díaz
H.E.A.T.
Tras Ozzy, H.E.A.T salieron “a matar”, y mataron, nos aniquilaron. La salida de su show fue un misil, con un desatado y loco.
El primer mazazo fue Bastard of Society, fulgurante y más heavy que su original, seguido de un Late Night Lady más contundente y rápido que el grabado en estudio para el disco "H.E.A.T", y un impresionante Mannequin Show donde Erik llegó al éxtasis escénico y vocal.
Pero dicho listón bajó, en mi opinión, con los temas menos hard y más electrónicos por los que H.E.A.T han optado en su nuevo álbum Into the Great Unknown. "Redefined" llegó demasiado pronto y apagó las llamas del principio.
El show siguió siendo de mucho octanaje, cuidado, pero a partir de ahi recordé su último concierto en Madrid, falto de energía y brillantez. La banda elegió otro camino, más melódico, pop y electrónico, alejado de sus mejores momentos más hard, y hay que respetarlo, y yo lo hago, pero me ha rabia que en un festival no se armen con sus mejores temas, recuperen material de su álbum más importante, como fue Address the Nation de 2012. Sé que muchos pensáis como yo, pero la banda va por otros derroteros en el presente. Veremos en el futuro…
Erik siguió cantando de lujo y la banda ofreciendo un show repleto de calidad, pero alejado de lo que muchos esperamos tras el inicio.
Menos mal que hubo momentos en los que todos nos congratulamos con una potente interpretación de Beg Beg Beg (con una parte de clásico de AC/DC Whole Lotta Rosie y Piece Of My Heart de Erma Franklin), un gran "Emergency" y "Living on The Run" que todos cantamos.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Alvaro Ochoa
PORRETAS
Con la noche ya bien entrada tocaba pegarse una nueva excursión al escenario ROCK TENT para presenciar la descarga de una banda querida y longeva dentro del rock nacional como son PORRETAS. Los de Hortaleza son siempre en directo sinónimo de fiesta y diversión, y así lo entendieron todos aquellos que prefirieron su punk-rock festivo al hard rock melodía de los suecos H.E.A.T.
Cercanos, simpáticos y comunicativos, los madrileños salieron dispuestos a mover al personal, y vaya si lo consiguieron. Entre los disparatados bailes del público, los jocosos comentarios, y los puños en alto se fueron sucediendo temas como el propio “Hortaleza”, “Jodido Futuro” y “El Gran Engaño”, que retratan a la perfección nuestra complicada situación social.
A lo largo de sus sesenta minutos sobre las tablas tampoco faltaron algunos temas de temática más disparatada como “Tripis” y “La Del Furbol”, con la gente absolutamente desatada coreando su pegadizo estribillo; o esa declaración de intenciones que es “Última Generación”.
Evidentemente, como suele suceder en todos sus conciertos, no se olvidaron de rendir un emotivo recuerdo a su compañero Rober, al que dedicaron “Y Aún Arde Madrid”. Ni tampoco su personal adaptación de algunos de los clásicos populares de la música nacional con temas como “Resistiré” del Dúo Dinámico. El desmadre final llegó, como no podía ser de otra forma, con el disparatado “Si Lo Sé Me Meó”, “Marihuana” y el tema que da nombre a la banda, “Porretas”.
Texto: Alfonso Díaz
BÖMBERS
Tras una larga y agotadora jornada festivalera los noruegos eran los encargados de finiquitar las actuaciones en los escenarios principales. Pese a sus ocupaciones previas con IMMORTAL y ahora con ABBATH, Olve Eikemo lleva más de veinte años calzándose las botas del mítico Lemmy Kilmister en su proyecto de versiones: BÖMBERS.
El trío que ya participó en la edición del pasado año salió dispuesto a hacer mover la cabeza a los que todavía tenían ganas de fiesta, proponiéndonos un set infalible y en el que no faltaron trallazos del calibre de “The Hammer”, “Iron Fist” y “Stone Dead Forever”,
Además, Eikemo también protagonizó una de las anécdotas del festival, ya que al inicio del show se tropezó con uno de los monitores y acabó entrando tarde en el primer verso del tema de apertura “The Ace Of Spades”. En cualquier caso, la descarga de BÖMBERS fue una excelente opción para dar por terminada esta primera jornada del festival, ya que fue una pesada ver como Eikemo emulaba al gran Lemmy al decir aquello de : “We are Bömbers and we play Rock N´Roll too”.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Alvaro Ochoa
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Judas en el download se salieron pero obviamente el concierto no tuvo los condicionantes del Rock Fest, es decir, set mas corto, escenario 2 y arrancando de día, no tuvo ese aura de grandiosidad que contó Ozzy por ejemplo…
Y no nos olvidemos de un Rob retorciéndose como una constrictor.
Rob Halford hasta cantando en una silla de ruedas con Jeff Becerra de Possessed merece todos los respetos.
Y qué decir del gran Glenn Tipton,que llevando lo mejor que puede esta putada que le ha pasado,todavia le que le quedan ganas y amor por la música.
Y respeto por sus seguidores,al salir,saludar a todos y tocar temas legendarios lo mejor posible.
Siempre que Tipton sale,demuestra tal respeto por los fans,por la música,por el Heavy…que es ENVIDIABLE.
PROFESIONAL hasta con una ENFERMEDAD.
Rob retorciendose…si,posiblemente para intentar que en el aspecto vocal y en su totalidad las canciones queden lo mejor posible para que TÚ las disfrutes.
Si algo no se le puede echar en cara a todos ellos es que siempre fueron profesionales.
Eso no quita que se retuerza como una constrictor, se sufre viéndole colocando la pierna estrategicamente en la moto para intentar llegar a las notas…
Totalmente de acuerdo con la reseña de Judas y en respecto a Ozzy canto un pelín peor que en download y la guitarra de zakk igual de capada , se la ponen más baja a drede.
Judas muy bien, cumplieron de sobra y sonaron de cine.
Tras ver a Ozzy otras veces «intentar» cantar, tengo que decir que ésta vez le ví muy bien. El pero es que cada vez trago menos a Zakk Wylde. Se le empieza a ir la olla y ya no para de hacer harmónicos. El solo que hizo fue literalmente una mierda. A mucha velocidad, pero mierda igualmente, y además, innecesariamente largo. Y Paranoid la destrozó completamente.
Si quiere tocar las suyas así, adelante, pero las anteriores, y sobre todo las de Sabbath, que las respete un poco, ostias.
Judas Priest sin duda lo mejor del dia, Ozzy me sorprencio para bien, buenos conciertos y muy buen rollo.
Judas magnificos , si señor. Tanto en rockfest como en download la semana anterior. El sonido en esta gira mucho mas heavy , alto y contundente que en la pasada de 2015. Tal y como dice Rafa Basa , ojala vuelvan mas adelante ellos solos para hacer una gira de presentacion del firepower en condiciones , poqeu hay muchas canciones de ese disco que merecen ser escuchadas en directo.
Judas pese a estar bien, estuvieron muy fríos. El inicio fue soso para lo que nos tienen acostumbrados.
Halford cantó genial el Painkiller pero el esfuerzo hizo que no cantara el resto del concierto.
No sé porque dicen algunos que le dieron menos protagonismo a Judas que a Ozzy siendo que tocaron el mismo tiempo.
Por cierto, Ozzy me sorprendió gratamente. Genial!
Heat fueron capaces de mover al público pese a lo tarde que salieron.
Gran festival.
Lo que si me parecio cutre de Judas es que apenas se acercaron por la pasarela. Apenas Halford en un par de canciones , y Tipton al final para repartir puas. Es lo malo de las pasarelas , que te dejan el escenario un monton de metros atras , y si luego los musicos no se acercan , aunque estes en primera fila , es como si estuvieses alla detras. Scorpions , accept o helloween si que se enrrollaron mas en ese aspecto.
El concierto de Judas fue, efectivamente, una gozada. Y eso que lamenté que no tocaran Night Comes Down (que nunca la he podido disfrutar en directo) y eché de menos Victim of Changes. El concierto se me hizo cortísimo, quizás pq lo disfruté sobremanera debido, además de al nivelazo vocal de Halford, a un setlist con temas que no suelen tocar nunca como Saints in Hell (para mi uno de los momentazos de la noche sin duda) o Freewheel Burning. El montaje, sin ser nada del otro mundo resultó muy efectivo, espectacular y grandioso como bien afirma Rafa, y el sonido estuvo al mismo nivel. Es cierto lo de que solo Halford (y al final Tipton) se acercó a la pasarela y es una lástima pq es justamente ahi donde estaba un servidor y hubiera sido genial que hubieran hecho como Scorpions, que cada dos por tres se acercaban a esa zona para deleite de sus fans. En definitiva, un concierto genial, un regalo para los fans y que incluso Javier Bardem (es que nadie más se dio cuenta?) disfrutó como un loco desde la zona de invitados, a la izquierda de la pasarela, en una esquinita y ataviado con una gorra para que no se le reconociera jaja.
Totalmente de acuerdo contigo,Rafa.No tengo que añadir nada más.Como tú dices,ojalá vuelvan JUDAS de gira con su nuevo disco (que me parece un discazo).Me gusta mucho la idea que tienen de recuperar algún que otro tema de los de antes,como «Saints in hell» (me encantó!),»bloodstone»,»sinner» (de lo mejorcito del concierto),»Tyrant»…
Y qué decir de ACCEPT.Son muuuy grandes!!! Algún día espero que reciban el reconocimiento que se merecen.
Por cierto,PAINKILL,ahora que lo dices,un amigo mío sí lo vio (Javier Bardem) pasando al lado nuestro a media tarde,pero yo no me di cuenta.