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+ DISCONNECTED
Viernes 28 de marzo de 2025 – Sala Groove – Portugalete
Esto de ser hijo de uno de los grandes es un arma de doble filo que nunca sabes por dónde puede salir. Esta noche nos visitaban THE RAVEN AGE , banda en la que se hace imposible no mencionar la presencia de George Harris, hijo del bajista de IRON MAIDEN.
Bien es verdad que eso les dio la oportunidad de telonear hace un tiempo a La Doncella y que la banda ha tenido oportunidades de girar y de tocar en muchos lugares; pero, a la hora de la verdad, cuando el grupo encabeza su gira, le toca bregar en el barro de la carretera y de salas de limitado aforo, ganando público paso a paso.
En esas están también los estilísticamente afines DISCONNECTED, que abrieron la velada con una propuesta de melódico metal contemporáneo muy afín a los propios cabezas de cartel. En este caso su propuesta es algo menos orgánica que la de los británicos. Los franceses han editado un par de LPs y un EP desde su creación en 2016. De ello dieron cuenta arrancando con el tema que también abre su debut “White Colossus”.
Tras ese “Living Incomplete” saltarían ya a su más reciente obra “We Are Disconnected”, un orgulloso título que refleja la actitud con la cual la banda se mostró en el escenario, ganándose al público a base de entrega y pasión, especialmente encarnada en su vocalista Ivan Pavlakovic, arropado con algunos doblajes disparados que daban envoltura al sonido del grupo.
Cuajaron una intensa actuación en la que expusieron con nitidez unos temas que sacan de la melodía muchas dosis de rabia, aunque siempre marcadas por el entusiasmo y buen rollo de una banda que puso todo sobre las tablas para agradar con temas como “The Wish” o“Life Will Always Find Its Way”. Cerraron apostando por el nuevo single “We Carry On”, impactando a base de sentimiento y una ejecución muy fluida, reflejo de una banda trabajada y preparada para llegar al corazón de aquellos que buscan algo actual en el metal sin perder las reminiscencias melódicas de los clásicos.
En esa misma línea se mueven THE RAVEN AGE, aunque cabe destacar en su caso el sonido orgánico que exponen, alejado de algunas bandas contemporáneas que cada vez tiran de más partes que luego en directo deben ser disparadas. Al menos en este caso nos encontramos con una banda excelentemente armada en la que el propio George Harris adquiere un papel menos principal, sosteniendo a la banda con una buena base de riffs y melodías de guitarra pero dejando los solos para el excelente guitarrista Tommy Gentry. Desde la batería Jai Patel empuja a la banda, mientras que el bajista Matt Cox se muestra siempre en primera línea apoyando constantemente en coros a un frontman con tanta soltura en el escenario como Matt James.
Los cinco cuervos integrantes de la banda aparecieron embadurnados de negro hasta el cuello para presentar su nueva obra “Blood Omen”, aunque no desaprovecharon la oportunidad de repasar sus tres discos editados hasta la fecha, incluyendo el nuevo single “The Guillotine”, con el que arrancaron.
Dieron continuidad a la potencia con “Promise Land” y “Forgive And Forget”.
La actuación contó con diferentes partes en las que se alternaron tramos fuertes con momentos sosegados en los que incluso el vocalista se calzó la guitarra acústica.
Así fueron desfilando por nuestros oídos “Nostradamus”, “Surrogate”, “The Face That Launched A Thousand Ships” o “Scimitar”. Manejaron en todo momento unos tiempos de actuación que hicieron muy variado el recorrido por sus temas, acelerando con “The Day The World Stood Still” y “Essence Of Time” antes de volver a relajar un tanto la descarga con “The Journey”, con Matt apoyando con guitarra acústica.
La banda parecía marcharse demasiado pronto del escenario, pero regresaron rápidamente para ofrecer una última parte en el que vivimos grandes momentos, con el vocalista bajando incluso a pie de escenario para mezclarse con el publico en algún momento. Siguiendo con la variedad expuesta nos brindaron “Seventh Heaven” y un clásico particular de su primera obra como “Angel In Disgrace”.
Aún faltaban emociones con “Serpents Tongue” y “Grave Of The Fireflies”, con tiempo para que pudiéramos ver las manos alzadas moviendo los móviles con la linterna encendida de un lado a otro.
Dejando para la despedida “Fleur De Lis” cerrando una actuación en la que disfrutamos de una banda tremendamente rodada, que cuida su puesta en escena y que sienten lo que están interpretando dentro de una propuesta deudora en muchos aspectos del heavy metal de siempre, pero con un sonido evolucionado y actual.
A diferencia de lo frio que pudo resultar cuando tuve oportunidad de verles en un gran recinto teloneando a IRON MAIDEN, en esta distancia corta la banda recogió mucho más calor del público, pudiendo apreciar de una manera más real esas cualidades descritas que les harán ir conquistando almas en cada lugar que visiten.
Texto y fotos: Antonio Refoyo (www.lamiradanegra.es)
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