Crónica y fotos de SAUROM en Madrid

Viernes 21 de Marzo de 2025 – Movistar Arena – Madrid

Y llegó el día. Los gaditanos SAUROM sorprendían días antes de su actuación en el Movistar Arena anunciando que presentarían su recién estrenado nuevo álbum «El Principito» ante más de 7000 personas. Lo oís bien… miles de entradas vendidas para ver a una de las bandas más trabajadoras del planeta, que esta noche llegaban a Madrid a marcar un hito en su historia… una de esas veladas que, dependiendo de su resultado, marcan un antes y un después en la carrera de la ya veterana formación.

El álbum está cosechando un éxito increíble entre fans, y sus viajes cruzando el charco ya son legendarios, con lo que quedaba comprobar el poder de convocatoria y poderío de los profetas en su tierra. Ojo… España no es un territorio fácil para ganar la batalla, pero quién no arriesga, no gana. SAUROM decidieron jugarse todo a una carta, y, estratégicamente, colocarla sobre el tapete en una baza que podría ser maestra. Un movimiento delicado y decisivo.

Cuando entré al recinto, el ambiente era increíble, de hermandad, de felicidad… un espectro de edades impresionante, gran cantidad de merchandising entre los asistentes, que llevaban desde gorros de la banda, a todo tipo de atuendos acordes a la filosofía juglar de su propuesta.

Una maravilla el comprobar que la gente que sigue al grupo a todas partes, sigue soñando, viviendo y apostando por música como la de SAUROM . Fue cuando eché la vista al gran escenario y volví a mirar hacia el público cuando me di cuenta de que ya lo han conseguido… han sido capaces de aunar a una gran cantidad de almas de todos los pelajes, gracias a su cercanía, honestidad y música… en definitiva, gracias al corazón que le echan y derrochan a cada paso que dan.

Muchos años peleando, invirtiendo, pateándose España y parte del extranjero, para lograr la panorámica que estaba observando. Impresionante y emocionante cuanto menos, el comprobar que han conseguido resultados similares a los de compañeros como WARCRY o MÄGO DE OZ. Pocos lo logran… SAUROM son parte de ese círculo sagrado. Pero yo digo…¡ya era hora!

Se apagaron las luces, y el vocerío de niños, padres, fans, curiosos y apasionados se alzó… en la enorme pantalla podíamos ver, a gran resolución y con mucho detalle, algunas animaciones de calidad incuestionable, preciosas, bien elegidas, todas ellas relacionadas con «El Principito». Me encanta el cómo van combinándose la cantidad ingente de focos que han colocado para la ocasión, mientras el hype da pasos de gigante caminando junto al prólogo de su nuevo álbum, para poner el recinto patas arriba con «El Mordisco de la Serpiente».

No puedo dejar de frotarme los ojos ante el tremebundo espectáculo audiovisual que han montado… algo sin precedentes, amigos. Pero más incrédulo quedo cuando veo que sobre el escenario empiezan a aparecer coros, Elizabeth Amoedo de AGAINST MYSELF, que se pasea por la pasarela vestida de rojo, vientos, niños, gaiteros… ¡esto es una locura absoluta!. Todavía siento emoción cuando recuerdo todo lo que vino después del puente más folk. Y lo mejor de todo, es que, a pesar del gran esfuerzo que es hacer que todo ruede en buena dirección ante semejante majadería… ¡sonaba muy bien!. Incluso «El Batallón» y «El Batalloncito» de Mordor no perdía nota.

Algún acople inicial, pero el sonido templó enseguida, tanto, que pudimos disfrutar desde el inicio sin tener que hacer demasiados esfuerzos. Alucinante el ver como, a pesar de ser el último tema del último álbum, todos alucinaban con él, cantando cada verso de la letra, lo que demuestra el cariño, respeto y amor que la gente siente hacia el nombre de SAUROM y todo lo que deciden mostrar al mundo.

Miguel, radiante de felicidad, impresionante… imponente, y el resto de la banda cómodos desde el inicio, dándolo absolutamente todo…cada gota de talento y de sudor. Si a ello le sumas un montaje monstruoso que lo envuelve todo, chispas, una sección de video impresionante, iluminación por todas partes… ni los pequeños errores de sonido tienen cabida en el comentario… sublime, incluso para cualquier banda extranjera. Lo que estábamos viendo en Madrid era de un primerísimo nivel.

Cuando comenzó «Irae Dei», contando con los grandiosos coros reales, ese tono más duro y la banda «on fire», nos dimos cuenta de que debíamos vivir, saborear y paladear cada segundo de show, de esta noche… la dupla Narci y Raúl supo que estaba ante algo gigantesco y bordaron sus partes más BLIND GUARDIAN, mientras Migue se dejaba la piel en ofrecer una interpretación vocal muy top, a la vez que Antonio y Santi no dejaban que hubiese compás sin musicalidad… ¡qué grande es «Maryam»!.

Entre cortinas de fuego, chispazos y mucho talento, cosas como «Nostradamus» fueron de lo mejor que puede hacer una banda nacional en un escenario, especialmente si es interpretada por titanes como Ramón Lage, Isra Ramos y la propia Elizabeth. Impresionante lo envolvente de los coros, y una conexión con el público totalmente emocionante, algo que he visto y vivido con muy poquitas bandas, nacionales e internacionales. Una preciosa simbiosis la que estábamos disfrutando, y un privilegio que se han ido ganando con los años y el saber estar, todo sea dicho.

«La Hija de las Estrellas» del majestuoso «Música», fue uno de los temas en los que Migue más me emociona, y así lo hizo en directo, en una interpretación perfecta por parte de todo el elenco. El estribillo… ensordecedor, volviendo a la plena actualidad con «Baobabs», en la que todo el mundo puso voz al acompañamiento del tema, y a las durísimas guitarras que acompañan a este, que en directo suenan mucho más agresivas y pesadas.

Llegados a este punto del espectáculo, a nadie se le ocurrió poner un «pero». Todo eran saltos, gritos y emociones que acompañaban a cada bailarín, juglar… fue tanto el talento que pasó por el escenario, que casi podías perder la mirada en él, o incluso, no encontrar a algún músico al que querías ver en un momento concreto.

Para la mítica «La Leyenda de Gambrinus», Isra volvió a poner su impronta, mientras que en las siguientes «Músico de Calle» o «La Batalla de los Cueros de Vino» (del ya clásico «Juglar Metal», y uno de los álbumes más especiales de la historia de la banda), contaron con invitados como Apatazanca en la primera, o los ya habituales WYRDAMUR y EX VENTUS en la segunda, quienes lograban, junto a los propios SAUROM , que todo lo que veíamos, escuchábamos y respirábamos, fuese más creíble de lo que ya resulta ser.

«No Seré Yo», de nuevo con Lage y Ramos, nos recordaba que no hace demasiado, teníamos en nuestras manos un álbum llamado «El Pájaro Fantasma» del cual, por cierto, hubo menos representación de la que me esperaba, mientras que hacía aparición uno de los favoritos, «Vida», con la preciosa «El Hada y la Luna», que para servidor fue el momento «lento» de la noche. Migue siente cada palabra, y hace que todos nos unamos ante semejante derroche de emoción, hasta el punto de que pocos móviles arriba se pudieron ver, arropándose de las voces de las 8000 almas que estaban gozando de SAUROM en Madrid.

El pegadizo riff de «El Principito» nos devolvió al lado más eléctrico de la banda, a través de una de las mejores letras y composiciones del último álbum, con un estribillo maravilloso que retumbó sobremanera en el Movistar Arena.

Me encantó la presentación de Migue para la divertida «Mejor Sin Tí», mientras la preciosa «Reina de Mis Sueños» del fantástico «´Música», con ese aire NIGHTWISH, dejaba que Elizabeth nos prestase una emocionante versión del tema a dúo con un pletórico Migue, que es cantante, sí, pero también uno de los frontman más humildes y carismáticos de la actualidad en nuestro país.

Por fin llegaba otro momento de mi favorito, «Sueños», y la sensacional y preciosa «Soñando Contigo», que junto a «Cuando Nadie Nos Ve» de «Música», nos dejaron una maratón de grandes y preciosas melodías, de esas que en directo, en este contexto y con un recinto volcado en las canciones, emocionan y erizan la piel… y de qué manera.

Ni un solo ser sin disfrutar junto a los músicos…sobrecogedor. «El Pájaro Fantasma» nos llevó a otro lugar, más épico, y todos a saltar…el riff sonó ultra-heavy, el violín de Jezabel Martínez acompañaba a la poderosa melodía del tema, pero es que fue ver a todo el mundo saltando, y creo que no quedó nadie sin levantar el puño cuando empezaron a sonar los coros. Claro que cuando «el pájaro» vuela al pasado, más concretamente a «El Laberinto de los Secretos» del «Once Romances» (con Ramón Lage)… ya sabéis, saca la cabeza la nostalgia, y las emociones (la palabra más repetida de esta crónica, por cierto), se disparan. Los mayores de 40 recordando, y los más jóvenes disfrutando del gran clásico.

Tras «Burlesque», un enérgico, profesional y visiblemente emocionado Joaquín Padilla, nos dejó uno de los mayores y más bonitos momentos de complicidad junto Miguel Ángel en «Vida», regalándonos ambos una interpretación vocal que les llevó a agarrarse del hombro y abrazarse varias veces sobre el escenario… momentos que solo surgen si entre bandas y músicos hay hermandad y respeto, así como algo especial, y entre SAUROM y LEGADO DE UNA TRAGEDIA, hay de todo lo mencionado. Esta noche fue la muestra de ello.

Miramos al presente con la bonita «Todo en Mi Vida», y nos rompimos el cuello mirando hacia atrás cuando sonó la extensa «El Monte de las Ánimas» del «Once Romances», continuando la fiesta con un guiño al pueblo mexicano a través de «La Llorona». A partir de aquí, los flashback, recuerdos y la fiesta fueron los protagonistas absolutos del show. Todo comenzó con «El Lazarillo de Tormes» junto a Isra Ramos, que casi sin descanso, vio como «La Musa y el Espíritu» dejaban sin aliento a un pabellón con todo el mundo cantando cada vez más alto. La fiesta juglar llegó a su punto álgido, el puño en alto, y las espadas sin filo con la maravillosa y positiva «Cambia el Mundo», una excelente oda al buen rollo que la banda derrochó, logrando excelencia. Impresionante interpretación (con algún problema de sonido inicial), y proyección, en la divertida y ya clásica «El Carnaval del Diablo» del «Sueños», con petardazos incluidos a cada final de estrofa, para hacernos tocar el cielo a través de «El Rey Que No Sabía Mandar».

Para ir despidiendo las tres horas de show, a Migue, arropado de gente de WYRDAMYR, todavía le quedaron fuerzas para bajar entre el público en «El Círculo Juglar» y mezclarse con esos fans a los que está tan agradecido, y que han hecho de SAUROM algo tan grande. Las «Historias del Juglar» fue el preámbulo de una hoguera final conformada por «Fuego», «Noche de Halloween» junto a Isra, Ramón Lage y Elizabeth, y un trago final, placentero y riquísimo, de nombre «La Taberna», con todo el personal abarrotando un escenario que pocas veces ha visto tanta dedicación, pasión, talento y emoción sobre sí mismo.

La noche pasó como un suspiro, y solo se puede describir con un sentimiento bilateral por parte de músicos y fans…f elicidad. Todo el mundo disfrutó y fue partícipe de uno de los grandes momentos que el mundo roquero ha vivido en los últimos años en la capital y en nuestro país SAUROM han hecho historia, y nosotros fuimos testigos de ese momento único. Ahora… ¿cual es el siguiente nivel?. Ahí estaremos para verlo, y nos sentiremos orgullosos de ello.

Texto: José Rojo

Fotos: Manu Arcas

Ndr.: Gracias a José Rojo y especialmente a Manu Arcas, -nuestro fotógrafo- quien esta noche hizo doblete. Fue a SAUROM y al concierto de Jorge Salán. Gracias.

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