+ BRUJERIA + ROTTEN SOUND
Jueves 23 de Enero de 2025 – Sala Razzmatazz – Barcelona
En el universo del metal existen trabajos que marcaron un punto de inflexión, y no únicamente para las bandas que los publicaron, sino también dentro del estilo que practicaban. Así que no creo equivocarme al aseverar que CARCASS son una una de esas formaciones que han conseguido traspasar estilos, que han logrado hacer que los heavys más clásicos hayan sabido conectar con el material que facturaron a partir de mediados de la década de los noventa, y especialmente con piezas como las que incluyeron en el descomunal “Heartwork”, desencadenado una espiral de críticas por parte del sector más extremo que alcanzó su punto álgido cuando los británicos se dejaron imbuir de los aromas más rockeros en su siguiente esfuerzo “Swansong”. El resultado fue un largo silencio discográfico que se prolongó hasta bien entrado el siglo XXI con “Surgical Steel” en 2013, que tuvo continuidad unos años después con “Torn Arteries”,que, todo hay decirlo, pasó un tanto desapercibido, tanto entre los seguidores de su última etapa como entre aquellos que les venían acompañando desde sus primeros tiempos y que hacía ya tiempo que les dieron la espalda.
En cualquier caso, el combo británico que lideran desde hace prácticamente cuatro décadas el vocalista y bajista Jeff Walker y el guitarrista Bill Steer regresaba a la capital catalana para dejar patente que siguen siendo un pilar imprescindible dentro del death metal melódico. Su incursión barcelonesa tuvo lugar en el marco de un Razzmatazz que sin llegar a agotar todo el papel, sí que acabó registrando una muy buena entrada. No era para menos, ya que antes de ponernos a diseccionar el material del cuarteto de Liverpool tendríamos ocasión de disfrutar de la descarga de otros ilustres veteranos como son ROTTEN SOUND, quienes aprovecharon la ocasión para presentar algunos temas de su más reciente “Apocalypse”, que vio la luz a principios del pasado 2023. Mientras que como preámbulo antes del desembarco de CARCASS contaríamos con la presencia de BRUJERÍA, quienes, como viene siendo habitual aunque en esta ocasión fuera por motivos diferentes, llegaban envueltos de misterio alrededor de quienes serían los músicos que conformarían su actual line-up tras el fallecimiento el pasado 2024 de Juan Brujo y Pinche Peach.
Aunque el inicio de las descargas estaba previsto para última hora de la tarde, lo cierto es que los seguidores más puristas y afines a las tendencias extremas no quisieron perderse la descarga de unos viejos conocidos como son ROTTEN SOUND. Con más de tres décadas de andadura a sus espaldas el prolífico combo finlandés ha conseguido granjearse una excelente reputación entre los seguidores del grindcore gracias a la pegada de unas composiciones cortas, directas y absolutamente demenciales que sirvieron como combustible para unos pogos que se fueron animando a la vez que avanzaba su descarga.
Sin ninguna clase de atrezo ni montaje escénico, la formación oriunda de Vaasa salió a escena con el cuchillo entre los dientes dispuesta a no hacer prisioneros a la vez que nos brindaba un exhaustivo recorrido por lo mejor de su prolífica producción. Rápidos, fieros, compactos y muy rotundos, se encargaron de pasar a cuchillo a una audiencia que acogió con los brazos abiertos la bestialidad sonora contenida en zarpazos hirientes y humeantes como “Self” y “Power”. Cabe remarcar que el ritmo de su descarga fue trepidante, con el cuarteto enlazando muchos de sus temas. De modo que piezas de nuevo cuño como “Pacify” y “Equality”, se fundieron con trallazos de su primera época como “Koiranyrjö”.
Como ya sucediera en anteriores visitas, el polifacético Keijo Niinimaa fue el indiscutible motor de la banda lanzando con absoluta solvencia las ráfagas vocales que sirvieron como estilete para temas como “Lazy Asses” e “Inhuman Treatment”. Pero sin duda si algo marcó la descarga de los finlandeses fue la rugosa brutalidad que aportó el bajo de su última incorporación Matti Raappana en piezas como “Renewables”. De entre las que más movieron al personal me quedaría con “Targets” e “Insects”, aunque donde más se vio disfrutar al cuarteto fue al atacar sus composiciones más recientes, de modo que la tripleta que conformaron “Ownership” “Sharing” y “Nothingness” sirvió para que pudiéramos apreciar tanto su faceta más seminal y devastadora como la más crujiente y pantanosa.
En cualquier caso, la descarga de ROTTEN SOUND acabó convirtiéndose en una orgía salvaje de riffs demoledores y lacerantes tal y como se encargaron de ratificar en la imparable recta final que conformaron “Salvation”, “Trashmonger” y “Blind”. En definitiva, grato reencuentro con unos ROTTEN SOUND que hacía un tiempo que no se dejaban caer por aquí, y que volvieron a ratificar esta noche que hay cosas que, afortunadamente, nunca cambian.
Los siguientes en tomar las tablas de un Razzmatazz que a estas alturas de la tarde estaba ya bastante concurrido y animado fueron BRUJERÍA. Habiendo descubierto a la formación que lideró Juan Brujo cuando irrumpió dentro de la convulsa escena internacional de principios de los noventa -con todo el misterio y la mística que les rodeó en su momento-, he de reconocer que quedé bastante decepcionado con lo que fueron sus últimas visitas. Es más, un servidor era de los que esperaba que se cayeran del cartel de este tour tras la muerte de Brujo y Peach. Sin embargo, he de admitir que, sin ser nada del otro mundo, me sorprendió positivamente la descarga del ahora cuarteto, ya que nos enfrentamos a una banda ruda, auténtica, que tocó sus temas más conocidos y que no se perdió en el “teatrillo” que, para mí, enturbió sus últimas descargas haciéndoles parecer casi una parodia. Y es que resulta cuanto menos curioso que los californianos no incluyeran ninguna composición del que a la postre ha sido su último lanzamiento, por lo menos hasta el momento, “Este Es Brujería”. En cualquier caso, lo que creo que todos teníamos claro era que sus descargas en el presente tour iban a ser un homenaje a sus compañeros desaparecidos, tal y como podía verse en el telón de fondo que presidió el escenario y que contenía el nombre de la banda y el rostro de ambos junto a sus nombres y la leyenda: “En memoria”.
También me sorprendió muy positivamente el cálido recibimiento que la audiencia tributó a unos BRUJERÍA que como si se tratara de una declaración de intenciones rompieron el hielo con “Brujerizmo”. Estaba claro que muchas de las miradas iban a recaer sobre su actual frontman Henry “El Sangrón” Sánchez, quien supo conectar con el público para hacerle partícipe de trallazos de estirpe punkera como “El Desmadre”. Otro detalle a destacar fue que el grueso del repertorio de los californianos estuvo centrado en el material de lo que fue su segundo largo “Raza Odiada”, siendo el primero en sonar “Hechando Chingasos (Greñudos Locos II)”.
Habiendo despejado las incógnitas sobre las prestaciones que podríamos esperar de estos BRUJERÍA de 2025, -que todo hay que decirlo sonaron cafres, sucios y manteniendo la primigenia esencia del proyecto-, tocaba sumergirnos de lleno en la hilarante “Vayan Sin Miedo”. Por supuesto que no faltaron a lo largo de su descarga las arengas para azuzar a un público que se lo estaba pasando en grande, y que no se cortó lo más mínimo a la hora de tomar partido en piezas como “La Migra”. Pocos, muy pocos, fueron los temas que la banda rescató de sus últimas entregas de estudio. Sin embargo, el cuarteto no quiso dejarse en el tintero ese visceral ataque comandado por un riff implacable y que lleva por título “Ángel De La Frontera”, que hizo que los pogos y los empujones no se detuvieran en los aledaños del escenario.
Como comentaba anteriormente, la irrupción de BRUJERÍA en la escena internacional en los primeros años de la década de los noventa fue todo un acontecimiento. En aquellos días no habían redes sociales y la información sobre quiénes eran los integrantes de sus primeras encarnaciones nos llegaba a través de los programas de radio y las revistas. Sin embargo, dejando especulaciones al margen, lo que llamaba la atención era material como “Chingo De Mecos”, “Christo De La Roca” o “Desperado”, que nos brindaban la oportunidad de escuchar una banda de grindcore cantando en castellano y hablando en sus letras sobre drogas, narcos, satanismo…
Sin duda cuando pudimos ver al personal más excitado, y cantando mientras no dejaba de moverse, fue al atacar el cuarteto otra de las que se han acabado convirtiendo en imprescindible en todas sus descargas “Colas De Rata”. La elegida para ralentiza mínimante el tempo del show antes de abordar una incendiaria recta final fue “La Ley De Plomo”, para acto seguido volver a acelerar el paso al máximo con el escueto y explícito “Revolución”. Por supuesto que no faltó el recuerdo a sus compañeros caídos antes de finiquitar el show con la tripleta que conformaron “Consejos Narco”, “Raza Odiada” y “Matando Güeros”, tras la que se despidieron llevándose la cálida ovación del respetable. Lo dicho, poco queda ya de aquellos primigenios BRUJERÍA , sin embargo tuvimos ocasión de disfrutar del directo de una banda que sin grandes alardes se mostró como un combo sólido y compacto. Aunque he de reconocer que me faltaron en su repertorio temas de su primer largo como “El Patrón”, “Machetazos”, “Seis, Seis, Seis”…
Concluidos los actos previos llegaba el momento del desembarco de las indiscutibles estrellas de la noche: CARCASS . Pese a que el cuarteto de Liverpool hace ya lustros que abandonó lo que podríamos denominar el underground extremo, lo cierto es que las huestes que lidera Jeff Walker, -quien por cierto sorprendió a más de uno con su nuevo look-, siguen optando por una escenografía y una puesta en escena de lo más sobria. Nada de ostentosos elementos de atrezo, ni decoración innecesaria. Simplemente un enorme telón de fondo y un modesto, pero efectivo, juego de luces que combinó a lo largo del show tonalidades rojizas, azules y blancas. Eso sí, la calidad de su material y la estrecha conexión que establecieron con el respetable desde que irrumpieran en el escenario precedidos de una introducción que acabó desembocando en la genial “Buried Dreams”, fue la constatación definitiva de que los británicos confían ciegamente en su música, y eso se notó en la explosión de júbilo de un esperable que acompañó con los puños en alto los instantes iniciales del tema de apertura. Aunque como ya he comentado Walker ha cambiado de look, donde no hubo cambios fue en las pintas netamente setenteras, -pantalones de campana incluidos,- que lució su compañero Bill Steer quien, -al igual que su socio a las seis cuerdas Nippy Blackford-, no paró de agitar la melena durante todo el show.
En cuanto al repertorio, como era previsible, estuvo muy centrado en lo que fue su época más popular, brindándonos un buen repaso a su producción noventera aunque sin dejar de lado algún suculento guiño a sus dos primeras entregas a modo de regalo para sus fans mas veteranos, ni tampoco algún tema que sirviera como representante de lo que la banda ha plasmado en esta segunda etapa de su carrera. Aprovechando el subidón inicial los británicos nos propusieron una primera incursión en el material que formaba parte de su último largo de estudio, así que la batería de Daniel Wilding fue la que se encargó de flanquearnos el paso hacia “Kelly´s Heat Emporium”.
La noche había comenzado de forma brillante, conjugando uno de sus clásicos imprescindibles con una de las piezas más rugosas y crujientes de “Torn Arteries”. De modo que para mostrar todas las facetas que la banda ha plasmado a lo largo de su trayectoria tan solo nos quedaba realizar una incursión en lo que fueron sus primeros tiempos, al material que les encumbró como uno de los referentes dentro de la escena extrema europea, y para ello que mejor elección que “Incarnated Solvent Abuse” que comandada por sus lacerantes riffs provocaba que el movimiento no se detuviera en los aledaños del escenario calentando aún más el ambiente en una sala que a estas alturas estaba ya bastante animada. Una nueva mirada al aclamado “Heartwork” sirvió para que el nivel de euforia y entrega se mantuvieran intactos mientras el cuarteto desgranaba “No Love Lost”, que nos dejaba con la clásica estampa de Walker, con el pie apoyado sobre uno de los monitores mientras nos espetaba inmisericordemente sus corrosivas estrofas.
Pese a que en su momento suscitó muchas críticas por el brutal cambio estilístico que representó “Swansong”, en el que los británicos se adentraban en tesituras más rockeras, lo cierto es que me sorprendió muy positivamente ver la respuesta del personal cuando abordaron “Tomorrow Belongs To Nobody”, con las primeras filas totalmente entregadas y levantando los puños para apoyar una composición que acabó fusionándose con “Death Certicate. Habiendo calentado convenientemente a su parroquia de incondicionales era un buen momento para regresar al presente, volviendo a incidir sobre los temas de “Torn Arteries”, desplegando la rugosa e implacable intensidad que marcó “Dance Of Ixtab (Psychopomp & Circumstance March No. 1 In B”, haciendo que las primeras filas se dejaran notar con fuerza.
De cara e encarar el ecuador del show el cuarteto de Liverpool optó por dar rienda suelta a las estructuras más sólidas, rocosas, marcadas y de esencias stoner contenidas en “Black Star”, para dejar que acto seguido llegara uno de los momentos de la noche con todo el personal cantando enfervorecido el ganador estribillo de “Keep On Rotting In The Free World”, que se zanjaba con una rotunda ovación. Tardó en llegar, seguramente sus seguidores más veteranos pensarán que demasiado, pero estaba claro que CARCASS no estaban dispuestos a dejar aparcado su seminal pasado. Así que la elegida para brindarnos una primera incursión en su material ochentero fue la pieza que abría el icónico “Reek Of Putrefaction”: “Genital Grinder”.
Ese sonido añejo, oscuro, crudo, seminal, y hasta podríamos tildar de primitivo que marcó sus primeras entregas y que de alguna forma ayudó a moldear su personalidad a finales de la década de los ochenta tendría continuidad durante “Pyosisified (Rotten To The Gore)”. Con las primeras filas convertidas en un campo de batalla llegaba el momento de atacar la inevitable “Exhume To Consume”. Mientras que el cambio de registro llegaría con la pieza escogida para representar lo que fue su aclamado álbum de regreso en 2013 “Surgical Steel”, dando buena cuenta de “316 L Grade Surgical Steel”. Para poner el punto y seguido a su trepidante descarga Carcas optaron por los increscendos épicos, a la par que melódicos, de “This Mortal Coil”, dejando patentes sus influencias más netamente heavy metaleras.
No tardarían mucho Jeff Walker y sus muchachos en volver a tomar posiciones sobre el escenario para rematar la descarga de forma definitiva con los putrefactos riffs del death metalero “Corporal Jigsore Quandary”. Más atrás en el tiempo, concretamente hasta su anterior redondo que vio la luz en 1989, nos condujo esa inefable andanada grind que lleva por título “Ruptured In Purulence” para acto seguido dejar paso a la demostración solista de Daniel Wilding que sirvió como preámbulo para el tema que cambió el paradigma y la personalidad de la banda: “Heartwork”.
A la salida del local, -como suele suceder siempre en todas sus descargas-, hubo división de opiniones. Los más veteranos y puristas volvieron a repetir cual mantra, que la banda hace ya mucho tiempo que traicionó a sus raíces. Mientras que la gran mayoría salieron contentos y convencidos de haber presenciado una solvente y sólida descarga de metal, en la más amplia de sus acepciones. Y es que me da la impresión de que si CARCASS no hubieran dado un viraje a su estilo a principios/mediados de los noventa difícilmente, -tres décadas después-, estarían liderando su propio espectáculo en un marco como es la sala grande del Razzmatazz.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver (@carlosoliverphotography)
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Si carcass no hubieran cambiado su sonido, hoy serían un grupo más del montón.
Gracias a eso tienen algo que les hace especiales y les da el reconocimiento que merecen. Dudo mucho que hubieran llegado a algo siendo la banda de grindcore que eran
Discrepo profundamente de tu argumento, precisamente su primigenio sonido fue lo que los hizo sobresalir del resto de grupos Death metaleros de la época de los ´80 y ´90.
tal cual