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+ REMEDY
Domingo 15 de Diciembre de 2024 – Sala But – Madrid
Las melodías escandinavas por excelencia regresan a la capital. El rock melódico de ECLIPSE es siempre un reclamo para los amantes de este sonido tan electrizante y pegadizo, y es que los suecos habitúan a venir a nuestro país por estas fechas últimamente (sin contar con los festivales) y siempre con una gran entrada, esta vez no sería menos a pesar de contar con hueco de sobra en la balconada. El cuarteto contaría para la ocasión con otra banda de rock melódico abriendo sus shows como REMEDY, Suecia representando.
Apertura de puertas a eso de las siete de la tarde con una relativa tranquilidad, un domingo por la tarde es todo un reclamo para hacer la previa en el bar recurrente de los alrededores. A pesar de ello aguardaba una gran cola a la entrada, aunque posteriormente no hubo grandes disputas por un puesto… el ambiente era cien por cien sano para disfrutar de una noche de rock.
Ocho menos cuarto y se apagan las luces, aparecen en la madrileña sala But desde Estocolmo REMEDY. Roland ‘Rolli’ Forsman es la cabeza visible de este proyecto sueco que vio la luz hace prácticamente dos años con el lanzamiento de su disco debut “Something That Your Eyes Won’t See” (2022). “Living on the Edge” marcaba su inicio entre el humo, oscuridad y algún que otro problema técnico con algún micro, algo que se agudizaría en la parte media del show, con la pérdida del sonido en todos los micros durante prácticamente un tema entero. En esa situación la banda supo reaccionar y puso Madrid patas arriba a alentar y corear junto a sus instrumentos para solventar esta tremenda papeleta, ¡y lo solventaron inmejorablemente!
El público se encendió por completo para otras como “Angelina” o la efectiva “Thunder in the Dark”. El cuarteto muy comunicativo en todo momento y con un ‘feedback’ que fue a más a raíz de esta situación para completar esta gran victoria con “Crying Heart”, otra de sus joyas que convencieron entre unos asistentes muy por la labor de crear una atmósfera más que favorable. Gran presentación de los nórdicos.
Y ahora sí, momento de recibir a ECLIPSE sobre el escenario. Eran las nueve de la noche y ante una sala ya con un aspecto envidiable aparecían en escena Erik a la guitarra y voz, su inseparable Magnus Henriksson a la guitarra solista, Philip Crusner tras los platos y Victor Crusner al bajo. Los nórdicos nos presentan así su último trabajo “Megalomanium II” (2024), otra obra a la altura de lo que una mente compositora como la de Erik se puede esperar.
Energizantes desde el inicio con palmas acompañando a “Roses on Your Grave” de su último trabajo con ese poderoso estribillo perfecto para poner a tono a la sala. “Got It!” y “Run for Cover” continúan con una dinámica ganadora con el respetable coreando y saltando cada nota, y con una banda sólida que no sonaba nada mal en una But que hemos visto conciertos de todo tipo en este sentido. Así llegaba el estallido de la tormenta perfecta, una “The Storm” que cae siempre gloriosamente en la capital, uno de esos grandes hits que suena por encima la voz del público que del propio Erik. “Killing Me” y sus melodías preciosas por parte de Magnus a la guitarra o el riff de “The Spark” no desentonan en un comienzo arrollador con Madrid a los pies de los suecos.
Turno para la casi eurovisiva “Runaways”, con la que ECLIPSE trató de representar a su país en el certamen internacional de música hace unos años y con la que utilizaron una serie de láser cruzados creando una especie de red de rayos infrarrojos de película, curioso cuanto menos. Enlazaron después con otra un tanto especial como “Still My Hero”, con melodías que nos recuerdan por momentos a bandas como THE KILLERS, quien interpretó Erik sólo a guitarra acústica y voz dedicándosela a su fallecido padre. Bonita y efectiva es sin duda “The Downfall Of Eden”, con unas guitarras arpegiadas y melódicas en la estrofa y puente que rompen en otro estribillo marca de la casa, qué maravilla compositiva, es una delicia tenerla en directo.
“The Masquerade” es ya un bombazo en sus sets que no puede faltar, lo tiene absolutamente todo, digna de mención esa estrofa con la voz de Erik ‘on point’ para las delicias del respetable. Solo de batería de rigor que sirve de descanso rápido para el resto del combo y enlazar así con el inicio protagonista de Philip para “Saturday Night (Hallelujah)” y la pista se volvía a caer y a corear otro estribillo mágico, de esos a los que ya nos tiene acostumbrada la pluma y tinta del señor Mårtensson.
Es un himno en toda regla, “Anthem” es magia y nos devuelve a Erik solo en el escenario con su guitarra haciéndonos cantar con él al unísono, tras la cual empezó a interpretar junto a Magnus las primeras notas de “Wild Child” de W.A.S.P. llevándola hasta el estribillo sin acordarse bien de la letra en la parte de la estrofa, por cierto. De este modo llegaba “Black Rain”, una de esas que es imposible no mover la cabeza al son del ritmo que imprimen los señores Crusner al bajo y batería.
De nuevo Madrid empezaba a saltar al son de la extremadamente pegadiza “Never Look Back”, como sucede en la siguiente “Twilight”, y es que es imposible omitir la constante repetición de las palabras melodía, pegadiza, coreable… porque es lo que mejor resume a ECLIPSE . Así abandonaban las tablas momentáneamente ante un clamor absoluto, la gente quería más.
Tras este breve parón, “Battlegrounds” es otro de esos estandartes cantables a una voz, que, por supuesto cumpliría su función con creces, una de las más clásicas ya e inamovibles de su set. Nos acercamos al final ahora sí con “The Hardest Part Is Losing You”, un corte nuevo pero que tiene todas las papeletas para convertirse en otra de las fijas de sus próximas giras. El cierre, cómo no, “Viva la Victoria” con una auténtica fiesta y toda la sala saltando sin descanso en un estribillo mágico y que aún retumba en nuestros oídos.
Así acabo un concierto de nuevo soberbio de una banda que tiene tantos hits que ya les es complicado montar un set sin dejar fuera éxitos como “Bleed & Scream”, “I Don’t Wanna Say I’m Sorry” o “Vertigo”. La única pega que podemos poner a la velada fue el abultado sonido durante toda la noche, por no hablar de la iluminación, muy oscura en REMEDY y con grandísimos contrastes de luz en ECLIPSE , de oscuridad a deslumbrar por completo, unos ajustes caóticos en este sentido. Poco parecieron importar a un público que una noche más salía encantado y con una tremenda sonrisa.
Vibrante, divertido, potente… ECLIPSE siempre es un acierto, es una garantía de buenos resultados, sabes que el dinero que inviertes en el concierto está bien invertido siempre. Solo nos queda esperar su próxima visita, que sabiendo lo que les gusta nuestro país, no tardará en llegar.
Texto y fotos: Óscar Gil Escobar
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Espero que la próxima vez si quedo algún hueco se pete la but entera para ver a eclipse y de ahí a la Riviera ya la siguiente vez,se lo merecen,son muy buenos eclipse.