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HARDLINE + JADED HEART + TREAT + HACKERS + TYKETTO + PERFECT PLAN + THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA
LION ROCK FEST 2024
Sábado 9 de Noviembre de 2023 – Palacio de Congresos y Exposiciones – León
HARDLINE
Tras el impacto inicial de haberme encontrado con un recinto espacioso, preparado, de instalaciones modernas y limpias y sentir que estamos en el lugar adecuado, en el momento adecuado, nos acercamos a ver a la primera formación de la tarde. HARDLINE, o lo que es lo mismo, la banda de Johnny Gioeli, es una de esos grupos musicales, que, aún no contando con miembros originales salvo el vocalista, mantienen una forma envidiable en la actualidad, tal y como ya pudimos comprobar en su última visita a España (de la que ya hablamos en www.RafaBasa.Com). Ahora les tocaba demostrar su valía en León, en el escenario uno, para abrir de la mejor de las maneras. Poco más que un telón fue el edulcorante perfecto para que "Everything" de "Double Eclipse", pusiese de manifiesto y sobre la mesa todo lo que la banda sabe ofrecer.
Buen sonido, casi sobresaliente, al menos desde donde nos encontrábamos ubicados, y una banda mítica en escena para abrir el cartel. Inmejorable reclamo el ver como Gioeli sale mordiendo, dándolo todo y sudando la camiseta desde el minuto uno… ¡qué energía y buen rollo contagia!. Vocalmente hablando, impecable, y arropadísimo por una banda de primerísima calidad, compuesta por su mano derecha, Alessandro Del Vecchio a los teclados y coros, Anna Portalupi al bajo, Marco Di Salvia a la batería, y a la guitarra, nada menos que Luca Princiotta, quien ha sido músico de Doro durante muchos años… y no sería el único cercano a la alemana que veríamos esta noche, por cierto. El caso es que, ni Neal Schon, ni Deen Castronovo… pero una plantilla que suena de auténtico lujo, haciendo sonar los clásicos de aquel maravilloso álbum fidedignos y potentísimos, como debe ser.
Si os digo que la siguiente en sonar fue "Taking Me Down"…¡enhorabuena amantes del hard rock melódico!. Parece que el álbum del 92 va a ser protagonista. Y nosotros, agradecidos, siendo esto un festival con tiempo limitado… ¡pero qué bueno es "Double Eclipse"!. Luca se luce, y teje cada solo con gran maestría, pero es que el resto de la banda suena de tal modo, que engrandece los temas, que ya de por sí son enormes.
Buenísimo arranque de concierto y festival, aunque pronto echaron el pie al freno para bajar la velocidad y subir en intensidad, para regalarnos un bonito medley de baladas, entre las que se encontraban "Page of Your Life" de su último "Life", dando tiempo a hacer algún guiño a QUEEN, y seguir secándose el sudor un rato… y es que que hay temas melosos para dar y tomar entre los álbumes de HARDLINE como "Take You Home" o "In This Moment", así como grandiosos clásicos como "In the Hands of Time", que esta si cayó completa, pues parece ser una de las favoritas del propio Johnny, dada la intensidad y ahínco con que la presenta…
Pasado ese momento en el que el protagonista fue el frontman y su preciosa voz, además de los envolventes teclados de Alessandro, que se marcó un gran espectáculo, haciendo perfectos coros y llevando la batuta del show junto al jefe, era momento de volver a la electricidad, las carreras de Gioeli, el buen rollo y los clásicos de su debut… "Life’s a Bitch" es otro de esos temas estandarte, cuyo riff, pegada de batería de Marco y el pegadizo ritmo del tema, hacen que te muevas casi sin quererlo, claro que, si nos dirigimos a los álbumes de la "vuelta", "Fever Dreams" del "Danger Zone", no adolece junto a los temas que todos quieren escuchar. No obstante, poco duró esa visita al presente y "I’ll Be There" fue la previa a un final impresionante, comprendido, como no, del cover de Danny Spanos, "Hot Cherie", con todo el personal cantando el estribillo, y una espectacular versión en vivo del "Rythm From a Red Car", uno de los mejores temas de la historia del hard rock, que sonó muy fuerte y muy bien en el LION ROCK FEST, momento en el que Johnny aprovechó para presentar a la banda, bromear cuando señalaba a Anna Portalupi, y llegar a ese último subidón que genera el tema cuando, para cerrar, rompe de nuevo con el estribillo. Uno de los grandes momentos en todos los conciertos de HARDLINE que no faltó en un show lleno de fuerza, buen sonido, un set impresionante y uno de los mejores frontman de la escena rodeado con una banda de justicia. A ver quién es el chulo que lo supera.
Texto: José Rojo
JADED HEART
Corriendo íbamos al escenario dos a ver a una banda que tenía muchísimas ganas de volver a disfrutar en directo, es decir, JADED HEART. La única vez que me acerqué a uno de sus conciertos, fue en la Sala Divino Aqualung, teloneando a HELLOWEEN, y ya por aquel entonces era un enamorado de su álbum "IV" y los primeros tiempos junto a Michael Bormann. Aún sin Bormann me pareció una gran agrupación de directo, y, teniendo en cuenta que han pasado casi 20 años de aquello y que Michael Müller, su bajista, es el único superviviente de los inicios de los alemanes, enfrentaba el reencuentro con ilusión.
La banda empezó su concierto con "Stand Your Ground" y desde el inicio el alma se me cayó a los pies… la guitarra de Peter Östros presentaba desagradables cortes de sonido, con un tono nada agradable, Johan Fahlberg, aunque con actitud, no estuvo acertado con su voz, echando miradas al suelo de vez en cuanto (no se si tratando de ver algún prompter o el set)… ni la fantástica batería de Johnny Dee (DORO, ex- BRITNY FOX, que también actuaría después junto a TYKETTO), logró lucir lo que debía. "Heart Attack", con ese regusto tan del hard rock alemán poderoso, al más puro estilo BONFIRE, no logró levantar el vuelo, el sonido seguía siendo deficiente (especialmente en contraste con el de HARDLINE), y empezó a verse a gente marcharse de entre el público… incluso algunos asistentes como yo, con muchas ganas de ver a JADED HEART. Cierto es que tras la marcha de Bormann, no definieron del todo el sonido hacia una dirección concreta, pero temas como "Schizophrenic", a mí, al menos, me gustan en estudio, pero dista muchísimo del resultado de lo que estábamos presenciando en León. Incluso algún gazapo en la base rítmica pude escuchar, que no eran más que los que también se podían escuchar en la guitarra.
Tal vez, empezar su show con temas más desconocidos para los no especializados en su historia, pudo llevar a pensar que JADED HEART no tienen el bagaje que acarrean a sus espaldas, y fue cuando pensé que con "Anymore" del "Trust", la cosa se iba a animar, pero no, amigos… escuchar un clásico sonando tan distante de lo que esperamos, fue la gota que colmó el vaso. Lamentablemente, el concierto no estaba a la altura del que vi en 2005, ni de los propios álbumes del inicio, que muchos consideramos imprescindibles. A partir de la siguiente "Heart Attack" veías a gente ir a la grada, otros tantos quedarse para ver si aquello tomaba otro rumbo, esperando no llevarse una decepción… y es que no sé qué pudo ocurrir para que todo fuese tan caótico, especialmente viniendo de una banda del calibre de los germanos. Si a ello le sumas, que el grueso del público se componía de gente que les conoció en sus primeros tiempos y que, probablemente, hayan desconectado de su discografía actual, pues nos topamos con que, si tocas "The Enemy" del "Devil’s Gift", aunque sea un gran tema, el personal se quede frío. Estoy seguro de que, de haber caído algún trallazo como "Live Let and Die", más de uno se hubiese quedado a ver como intentaba remontar el asunto. Pero no… eso no sucedió.
Prosiguieron navegando por su discografía actual con temas como "Saints Denied", e incluso tocaron su nueva "Intuition", pero la suerte había sido echada, y no estuvo de su parte. El sonido de las cuerdas de Peter Östros se entrecortaba, la voz de Johan seguía sin encarrilar el tono correcto, y la sensación de pena era generalizada, especialmente entre los que disfrutamos de JADED HEART. "Run and Hide" o "Tomorrow Comes" del genial "Helluva Time" no fueron suficiente para la remontada, alguna colaboración de personal en el escenario para poner alguna guinda positiva, que no logró decorar ni la sensacional versión del mismo álbum de “Anastacia”, "Paid My Dues". Tampoco creo que ayudase, dado el perfil del festival, no tirar de temas de "Inside Out", "Slaves & Masters", "Mystery Eyes" o "IV", aunque viéndolo desde otro prisma, me hubiese apenado más aún ver temas de aquellos álbumes en la situación que se presentó en esta actuación. Pero volveré a verles en otra visita, a comprobar que lo de esta noche no es la tónica general, y que podré disfrutar de los JADED HEART que yo conocía.
Texto: José Rojo
TREAT
Con la desilusión obvia por un lado, y la emoción ascendente por otro, fuimos enfrente a ver a los suecos TREAT, otra de mis bandas fetiche, que jamás había disfrutado en directo, y que, con un telón en representación de su último álbum, salían al escenario en principio, con el mejor juego de luces del festival hasta el momento, y para seguir…empezar con el "Skies of Mongolia" del grandioso "Coup de Grace" es pegar el puñetazo en la mesa recién entrados al stage. El sonido, aunque algo agudo, dejaba escuchar cada detalle del sensacional tema, y algunos coros pregrabados no dejaron que se ensombreciese el resultado final de un tema espectacular, y un inicio de show perfecto. Robert Ernlund canta con un brillo y soltura espectacular, pero nada desdeñable es el trabajo a la guitarra de un increíble y preciso Anders Wikström que me encantó desde el inicio… solos limpios, elegancia, y llevando el peso completo de las guitarras. Por supuesto, Jamie Borger le pegaba de lo lindo a su kit, ni qué decir que los teclados de Patrick Appelgren lo llenaban todo cuando tenían que sonar. Impecable inicio que prosiguió con uno de mis himnos favoritos…¡cómo sonó "Ready for the Taking" del "Organized Crime"!. Calcado al original, momento en el que te paras a pensar si el tiempo pasa para todos los músicos. Increíble como canta Ernlund, y cómo son capaces de hacer sonar al tema, señores. Pero si algo tienen TREAT, es una discografía consistente, y volvieron al celebrado "Coup de Grace" con "Papertiger", momento en que el frontman se calza su sombrero, y en el que nos percatamos de que los coros, no solo son grabados, pues la banda también ayuda lo suyo en algunos temas, y muy bien…con mucho buen gusto, y muy afinados, por cierto.
Ya era hora de defender la actualidad más inmediata, y "Home of the Brave" fue la muestra perfecta de que pueden combinar temas de sus 5 primeros discos con los actuales sin que parezca un despropósito. Al contrario… empastan a las mil maravillas, y el estribillo me parece de lo mejor que vivimos durante su estancia en escena. Lo propio ocurrió con "Riptide", aunque la nostalgia es enemiga del presente y "Sole Survivor" del "Dreamhunter" del 87 es pura magia… emocionante el ver cómo la banda calca cada segundo de canción sin despeinarse, y Robert mantiene el nivel en un modo muy top…superior. Volvemos a sus últimos trabajos con "Freudian Slip", que, con su toque más aor comercial, consigue que no decaiga la intensidad de un espectáculo que estaba tocado por una varita, aunque, todo sea dicho, seguía con ese tono más agudo, al menos desde donde me ubicaba yo en ese momento. Vuelta al "Coup de Grace" y la increíble "We Own the Night", en la que Anders nos erizó la piel con los reverb de su guitarra, además, consiguiendo sobrecoger con el pegadizo estribillo, que todos cantamos acompañando a una banda que estaba rozando el cielo, para ir de cabeza a una fiesta a los 80 con "Rev It Up" del maravilloso "The Pleasure Principle". Típico tema de la época que en directo funciona a la perfección, en el que Erndlund suelta algún que otro agudo que deja al personal con la boca abierta.
Estaba todo el género vendido, con un público a sus pies, y "Roar" volvió a hacernos levantar el puño con el enérgico estribillo, y el poderosísimo riff, que hizo retumbar el recinto. Un momentazo para recordar… y qué mejor manera de no bajar el nivel que tocando dos clasicazos del "Organized Crime", como son "Get You On The Run" y "Conspiracy". Ni el corte de sonido de "World of Promises" impidió que TREAT arrasasen, triunfasen, y nos dejasen uno de los grandes conciertos del festival. Enormes.
Texto: José Rojo
HACKERS
Es cierto que tenían el tiempo de actuación más corto de todo el festival (algo que a mí me pareció cuestionable), pero los canarios HACKERS disfrutaron de una posición destacada dentro del cartel, entre el soberbio concierto que nos ofrecieron los TREAT, y la retahíla de clásicos que nos tenían preparada los americanos TYKETTO. Por otra parte, también es verdad que ello fue un arma de doble filo, y bastante gente aprovechó esta franja para cenar, sea por preferencias musicales, o por el desconocimiento de la banda. Eso sí, quienes nos quedamos a muerte con ellos, pudimos disfrutar con gran intensidad del poder de sus canciones… mientras el equipo de sonido nos lo permitió, claro está.
Que conste que no lo digo por cumplir, ni por hacerme el interesante, pero la de HACKERS fue una de las confirmaciones por las que el cartel del festival ‘me obligó’ definitivamente a recorrerme media geografía. No son fáciles de ver en la península, y creo que sus dos trabajos se encuentran entre las mejores obras del más elegante y suave AOR en español de la última década. Y sin haberles visto anteriormente, estaba convencido de que su actuación me iba a llegar hasta el tuétano.
Fue uno de los conciertos menos concurridos, pero sus más acérrimos fans, sobre todo entre las primeras filas, nos dejamos la piel para animarles y arroparles como se merecieron. Ellos eran bien conscientes del hándicap horario, y no dudaron en emplear sus mejores armas desde el inicio. Ya las pudimos ver y sentir en “El Poder de Una Canción”: coros excelentes, teclas que sonaban celestiales, cuerdas bien definidas y percusiones suaves pero con la presencia justa. Indiscutiblemente, faltó elevar mucho más el volumen del conjunto, pero todo sonaba limpio, y transmitía la esencia misma del disco. Y desde luego, en mi opinión, hicieron maravillas con lo que tuvieron. Muestra de ello fue también la siguiente “Mil Recuerdos”, un tema cargadísimo de nostalgia pero con un puntito muy simpático en sus letras. Pensaba que la reservarían para la recta final, pero afortunadamente no fue así. Muy animados y cada vez más visiblemente contentos, Fran Alonso a la guitarra, y el bajista César González iban abandonando sus posiciones para unir fuerzas, encarándose y apoyándose entre ellos. Y qué se puede decir de Víctor Guardia, al frente de la banda. Su presencia solo se puede tildar de gigantesca, y su actitud y forma de cantar, apasionadas a más no poder. Un carisma de esos que te va atrapando conforme van cayendo los temas, y una voz soberbia, que clavó todos y cada uno de los temas. Decidió acertadamente no perder demasiado tiempo, y tras un breve pero conciso saludo, sonaba ya la siguiente “Juego de Cobardes”. Sus sedosos compases iniciales nos metieron aún más de lleno en aquella noche de neón y melodía, sonando de maravilla, con tempos perfectamente dirigidos por Alex Sánchez a la batería y César a las cinco cuerdas de su bajo.
Por desgracia, en este momento nos llevamos el primer susto de la noche, y el sonido al completo nos dijo ‘adiós, muy buenas’. Como muestra de empeño, la banda continuó tocando, Víctor cantando, y nuestras voces sonando más altas que nunca, pero pronto se centraron en intentar resolver el incidente, ante el enorme disgusto del público y el suyo propio. Todo volvió a la normalidad salvo el micro del cantante, cuyo problema también se solventó poco después. Nuestra gran ovación les insufló un torrente de ánimos, y volvieron a crecerse sobre el escenario con “Respirar Rock & Roll”, con ese rollo tan guapo y ‘tan WHITESNAKE’ que desprende. No estoy seguro de sí llevaban apoyo pregrabado, pero esos armonías corales alimentadas por César y Fran sonaban de auténtica fábula, al igual que los pasajes de Alex, que hacía del ‘menos es más’ un verdadero arte a la hora de tocar. Ya bien entrado en calor, Víctor se quitaba el chaleco para continuar desplazándose por el escenario y seguir con sus ademanes, trasladándonos su pasión con cada nota y cautivándonos a cada paso. Volviendo a su primer disco “Empezar de Cero”, recordaban “Historias que Contar”, en la que relucieron como nunca las teclas de Elvis Pescossa, imprescindibles en el sonido HACKERS.
La banda volvía a mostrarse en su máximo esplendor, Fran nos sonreía al mismo tiempo que bordaba sus riffs y elevaba el mástil de su guitarra, y aunque como digo seguía faltando mucho volumen, todo sonaba envuelto en una elegancia espléndida. Quizá el suyo no era un estilo para todos los paladares auditivos, pero su calidad escénica y musical quedó como algo indiscutible, y para mí llegó a su más elevado clímax en la preciosa “Mi Dulce Condena”. Víctor se nos acercaba, siempre llevando sus gafas de sol, luciendo barba canosa, y una estatura tan grande como su devoción al micro. Al igual que los teclados, la guitarra desbordaba feeling en cada una de las partes, y por suerte, se apreciaba hasta el más mínimo detalle. Pero justo en esos momentos en los que uno deseaba que aquello no terminase nunca, durante los primeros minutos de “Si Te Vas…” todo, el sonido y las luces, volvió a caer de golpe. El enfado entre los que allí estábamos fue considerable, pero para más inri, esta vez nada se pudo hacer por retomar el concierto. Unos cuantos nos quedamos allí, gritando palabras de ánimo, esperando los interminables minutos en silencio, y aferrándonos a la vana esperanza de escuchar, aunque fuese, un último tema de despedida que, desafortunadamente, nunca pudo llegar. Así pues, el concierto me dejó unas sensaciones muy dulces en lo que respecta a la propia banda, pero también muy amargas por este desagradable ‘coitus interruptus’, esa enorme decepción de la que me costó mucho recuperarme, siendo como digo una de las actuaciones más esperadas para mí de todo el festival. Creo que sería un merecido acto de justicia que la organización volviese a contar con ellos para la próxima edición.
Texto: Javi Estan
TYKETTO
Tras el accidentado show de HACKERS, eran enormes las ganas que teníamos de ver a TYKETTO, o lo que es lo mismo, al gran Danny Vaughn, que, residiendo desde hace mucho tiempo en nuestro país y habiendo grabado con artistas nacionales (como Manuel Seoane en BURNING KINGDOM), hace tiempo que no podíamos disfrutar de su voz en el contexto de la banda que le encumbró. Un telón con el precioso logotipo de la agrupación, y empieza a sonar "Remember My Name" de "Reach", Danny armónica en boca, imponente voz, un sonido grueso, la guitarra de Harry Scott Elliot sonando algo apagada pero durísima, y un juego de luces muy bien elegido… esto se pone que arde, y acaba de empezar. Johnny Dee vuelve a estar tras el kit y es sinónimo de diversión, nada puede fallar… tampoco Wayne Banks al bajo sustituyendo a Chris Childs. Madre mía, cuando empieza a sonar "Meet Me in the Night" de "Strenght in Numbers", la guitarra de Harry echando humo, sonando perfecta, al más puro estilo "guitar hero" old school… ¡menudo hacha!. Ni una nota falló y nos dejó una masterclass de solos, riffs bien hechos, sonido y tono increíbles. Un diez para el. La ecualización se equilibró y empezó a sonar todo perfecto, especialmente la voz de un Danny en su mejor momento. Increíble como un tema como "Wings" del colosal "Don’t Come Easy", puede sonar tan rematadamente bien en directo tantos años después. Pura magia que nos hizo emocionarnos en varias ocasiones… todavía me recorre un escalofrío cuando pienso en el resultado aquello, y no exagero.
Esto acababa de empezar y ya estábamos en una nube, pues muy complicado sería que este no fuese el concierto del día. Mucha calidad instrumental, y un "Strength in Numbers" que sonó potente, imponente, en el que, no solo el riff sonó aplastante, sino que hizo que Vaughn nos mostrase su lado más salvaje, tanto con la voz, como en sus movimientos por el escenario… ¡qué temazo y cómo lo disfrutamos!. "Reach", del álbum homónimo, sirvió para traer al Danny más motivado del show si cabe, pues ha dicho en algunas ocasiones, que es uno de sus trabajos favoritos, aunque es dejarse ver algo del "Don’t Come Easy" o el "Strength in Numbers" y ganarse a cada uno de los asistentes, especialmente, cuando llevas tras de tí a una banda con semejante potencial, defendiendo el nombre de TYKETTO de un modo increíble. Por ello, temas como "Rescue Me", saben a verdadera gloria ejecutados del modo en que lo hicieron.
Con mención a las víctimas de nuestras catástrofes, bromear con su castellano, e incluso con el cómo los españoles nombramos a su banda, Danny estuvo tirando de carisma y simpatía en todo momento, pero cuando suena su música, poco monólogo es necesario… "Burning Down Inside" fue un momento cargado de nostalgia, melodías mágicas…para cerrar los ojos y dejarte llevar, mientas que "Lay Your Body Down", también del "Don’t Come Easy", puso el punto más desenfadado y festivo a un concierto demencialmente perfecto.
¡Que no!…que esto no decae. "Sail Away", acústica en mano y con la mejor de las sonrisas, enlazando con "The Last Sunset", anunciaban un final marcado por una perfecta "Forever Young" que levantó pasiones, y es que incluso algunas de las personas de la grada se movieron y acercaron al escenario para cantar semejante himno junto a Danny y sus TYKETTO, que en ese momento, pusieron el broche más valioso a uno de los conciertos de hard rock del año.. .uno de esos que dejan un recuerdo imborrable. De diez.
Texto: José Rojo
PERFECT PLAN
Llegaban esas horas en las que el cansancio va ganando terreno a la euforia. Para muchos fue así, y en el concierto de PERFECT PLAN se notó una importante vaciada, a pesar de que era la primera vez que la banda liderada por el guitarrista Rolf Nordström y el inconmensurable Kent Hilli visitaban nuestro país. Una de las bandas más cercanas al AOR que ilustraban el cartel, con una carrera que despegó fuerte hace tan solo seis años, y no ha hecho más que consolidarse con la llegada de cada nuevo disco, actualmente tres de estudio más un directo. De todos ellos, nos hicieron un buen resumen en el setlist.
La introducción de aires militares, y una iluminación bien vistosa, prepararon el terreno para los suecos que, con gran elegancia y distinción, pisaban el escenario a la vez que atacaban con “Time for a Miracle”. Y además, nos sorprendían con un sonido muy depurado, en donde la voz de Kent y las teclas Leif Ehlin, dos elementos cruciales en su estilo, brillaban especialmente. De hecho, con total seguridad fueron los que mejor sonaron en aquel escenario, ya que JADED HEART no tuvieron ni de lejos su mejor noche, y Hackers terminaron de forma abrupta por problemas del equipo. Tras un enfático ‘Thank You Spain!!’ por parte del vocalista, subían el pulso rítmico con “Bad City Woman”, potenciando las melodías y bajando la carga eléctrica. Los coros, junto a la impresionante voz de Kent Hilli, llenaron por completo el tema, y el subidón del solo, con el guitarrista Rolf Nordström elevando su guitarra, terminaron de redondearlo. Este último no dejó de sonreír prácticamente en todo el concierto, dedicándonos sus más entusiasmados movimientos y sus mejores punteos, como sucedió en la fantástica “What about Love”, muy cantada por un público que empezaba a cogerle el rollo a la banda. De todas formas, dadas las horas, el cansancio acumulado, y el sutil sonido de Perfect Plan, todavía les harían falta unos cuantos temas más para encender del todo el fuego. En 2019 grabaron como single una versión de SURVIVOR, “Didn’t Know It Was Love”, que aquella noche dedicaron a la memoria del icónico Jimi Jamison. Para la ocasión, les acompañamos con muchas palmas, aunque la desaparición durante unos instantes de la guitarra de Rolf nos puso a algunos el corazón en un puño. Afortunadamente, quedó ahí la cosa, y el resto del concierto pudimos seguir disfrutando de un sonido muy bien ecualizado y sin movidas. “Fighting to Win”, con una de las interpretaciones más aterciopeladas de Kent Hilli, no ayudó demasiado a olvidar el cansancio. Tal vez una balada de este tipo, aunque bonita, no fuese la más adecuada, aunque gracias a la magnífica representación de la banda, a las florituras de Mats Byström al bajo (que nos enfocaba con una lucecita al principio) y al torrente vocal de Kent, la gente aguantó el tipo y colaboró bastante. El frontman dedicaba ahora unos minutos a agradecer a la organización, el haberles traído por primera vez a España.
Las teclas de Leif Ehlin sonaban muy bien encajadas en el conjunto sonoro, algo que por suerte, fue una constante en casi todas las actuaciones, y también el bajo de Mats, prácticamente perfecto, grueso y potente. Así continuaban, elevando el nivel de caña, con “Better Walk Alone”, levantando incluso algunos saltos desde las primeras filas con su contundente estribillo, para continuar por la senda de “Nobody’s Fool”. Kent no es lo que se dice el frontman más cercano o dinámico del mundo, pero insistió varias veces para escuchar nuestras palmas y voces, mientras la banda hacía pausas rítmicas con esa finalidad. Contrastaba, por tanto, la gran energía con la que Rolf Nordström se desenvolvía en el escenario, siempre contento y radiante, en temas como “Heart to Stone”. Alguien comentaba a mi alrededor que le estaban pareciendo muy planos, y tal vez tuviese razón en parte, aunque solo por el talento de sus músicos y por las contagiosas melodías de casi todos sus temas, creo que merece disfrutar de su directo. Opino que no siempre es imprescindible la innovación cuando hay calidad de sobra, como en este caso. Y sobre todo, cuando hay estribillos tan guapos como el de “Gotta Slow Me Down”, con los que es casi imposible no ponerse a bailar. Tiene un rollazo inmenso, y además contó con un frenético solo de teclado que me encantó. De hecho, creo que fue una de las grandes ‘culpables’ de que esta parte final del show se volviese más intensa en todos los sentidos.
En “Surrender”, los coros fueron de gran importancia, algo más moderna, pero sin perder del todo la esencia clásica. Kent se acercaba al borde del escenario, mirando al público, haciéndonos algún que otro guiño, pero sin descuidar su increíble voz y forma de cantar, que mantuvo a un nivel grandioso de principio a final del show. Rara vez cambió una sola nota de ningún tema, ni de los más exigentes, y eso ya es algo que no se ve todos los días en vivo. Durante la acaramelada “Heaven in Your Eyes”, ya casi tocando el final, me gustaron sobre todo los papeles de Mats y Rolf, no solo en lo musical con todos esos detalles y dibujos en sus cuerdas, sino también en cuanto a sincronía escénica. Los coros a cinco voces (contando a Kent), maravillosos y sonando de película. Como era de esperar, reservaron para el gran final el que es el mayor hit de su carrera, la ‘AORera’ “In and Out of Love” que fue, con bastante diferencia, la más coreada de todas, y que personalmente disfruté una burrada. Kent Hilli también se vació del todo en ella, ofreciéndonos una lección de canto absolutamente magistral con su privilegiada voz.
Texto: Javi Estan
THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA
Creo que no fue solo impresión mía el hecho de que este LION ROCK FEST contó con menos asistentes que el anterior, y en caso de ser así, me resultaría ciertamente triste. Este año para mí el cartel era mucho más atractivo, y si bien es cierto que no contaba con bandas tan multitudinarias (al menos, en nuestro país) como H.E.A.T. o ECLIPSE, hay que valorar infinitamente el esfuerzo de sus organizadores por arriesgar y brindarnos la ocasión de ver un gran número de bandas nada habituales por aquí. Una de esas joyas, tal vez la mayor y más brillante de todas, era THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA, con quienes este segundo LION ROCK FEST daría el carpetazo por la puerta grande.
La marea de gente cambió de un escenario a otro. Aún faltaban unos minutos para el siguiente show, debido a que PERFECT PLAN terminaron un poco antes de la hora prevista. Y mientras algunos, por incomprensible que suene, abandonaron el recinto, muchos otros esperábamos con unas ansias incontenibles esta última golosina que el festival nos deparaba. Todos dispuestos y preparados para este alucinante viaje nocturno intergaláctico de músicos estelares y melodías de una calidad astronómica. Y por si fuera poco, justo antes de su inicio, recibíamos la dulce noticia de que habrá un tercer LION ROCK FEST, algo que nos subió considerablemente la adrenalina.
Dada la introducción empleada, lo más probable era que abriesen con “Violent Indigo”, y sin embargo, correspondió a “Midnight Flyer", del “Amber Galactic”, aquel comienzo de la fiesta final. Ataviado con una capa de efecto multicolor, gorro, gafas de sol, y elegante traje, Björn Strid salió a nuestro encuentro, sin ocultar en ningún momento sus enormes ganas de echarse unos bailes. Eso sí, de momento, dosificó mucho su voz, que iría en crescendo conforme fuesen cayendo los temas. Esto mismo se puede decir del sonido, en general, que al principio no me pareció tan bueno como el de otras bandas, sonando las bases rítmicas demasiado saturadas, y muy por encima del resto de instrumentos. Curiosamente, también en este primer tema estuvo en primera línea Sebastian Forslund, a quien rara vez volvimos a ver el pelo. “Sometimes the World Ain’t Enough”, con su adictiva melodía, y esos bongos que tan bien palmeó el bueno de Sebastian, fueron levantando los primeros contoneos de un público todavía tímido y cansado, aunque era cuestión de tiempo que esto último cambiara radicalmente. A pesar de las horas, a pesar del reto extra de levantar unos ánimos muy erosionados, a la banda se le veía muy cómoda sobre el escenario. Los movimientos, las vestimentas, y por encima de todo, la enorme simpatía que inspiran todos sus músicos, nos fueron cautivando cada vez más. Pero lo que es imposible dejar de percibir, es su inmensa calidad como músicos.
Sin duda, uno de los primeros puntos de inflexión del concierto fue “Divinyls”, en donde toda la sala se arrancó definitivamente con las palmas y los coreos, al mismo ritmo con el que Mats Rydström se pavoneaba de un lado al otro del escenario con su bajo, su atuendo tan ‘disco’, y tocando de auténtico lujo. Anna Brygård y Åsa Lundman, a la derecha del escenario, nos regalaban continuas sonrisas y sus deliciosas voces. Más conocidas como las ‘Aeromanticas’, su presencia es algo ya imprescindible en los directos de THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA, aportando también mucha simpatía, y reforzando ese ambiente y estética única que la banda ha ido creando a su alrededor. Copa en mano, brindaban en el despegue de este mágico vuelo, al compás de “Living for the Nighttime”. Muy contundente, y sonando mucho mejor que al principio, la sección rítmica formada por Mats Rydström y el batería Jonas Källsbäck rodaba como la seda, y estuvo plagada de excelentes detalles, como dibujos de bajo o contratiempos muy marcados. También molaron a saco esas guitarras tan setenteras a cargo de Rasmus Ehrnborn, que se cargó a las espaldas las partes más complejas de este instrumento. Björn, ya desatado vocalmente, nos pedía que no parásemos quietos. Pero… ¿cómo dejar de bailar ante un temazo de la talla de “Burn for Me?” Y más, cuando esta ostentó una sección instrumental prácticamente perfecta, con una coordinación intachable entre Mats (que cubre en directo a Sharlee D’Angelo) y Rasmus. Tantos músicos implican un perpetuo movimiento sobre el escenario, y esto también nos motivó cosa mala. El sarao cada vez cogía más fuerza, y continuaba por medio de “Gemini”, con todos los integrantes muy metidos en su papel, y bajando un pelín el ritmo, con “Something Mysterious”. Pero precisamente son temas como este último los que más te sumergen en el universo sonoro que siempre ha sido santo y seña de la banda, cadencias y ambientaciones profundas que te abstraen y te transportan hasta un viaje nocturno del que es imposible escapar.
Rasmus Ehrnborn abría con su guitarra la triunfal “Satellite”, que levantó un gran número de voces desde el respetable, y Björn nos preguntaba sobre la marcha qué tal lo estábamos pasando. Este se despojó definitivamente de su capa en “Paralyzed”, otro corte tremendamente especial gracias en parte a unos bongos tan hipnóticos como los bailes de Åsa y Anna, y unos bajos espectaculares. El teclado fue otro instrumento que ganó una barbaridad conforme mejoró el sonido, mezclándose perfectamente con el resto de instrumentos, y formando un conjunto vibrante junto a los tambores o el arenero que agitaba de vez en cuando Sebastian. El single “White Jeans”, extraído de su último disco hasta el momento (“Aeromantic II”) marcó el subidón final antes de los bises, y todos danzamos con él hasta quedar exhaustos. Cabe destacar también los coros femeninos y unos teclados que John Lönnmyr acabó tocando levantado de su taburete. Tras el silencio (que no dejamos consumar con nuestro griterío), volvieron los músicos a la palestra, brindando y agradeciendo nuestra presencia. Sin dejar que nos enfriásemos lo más mínimo, se lanzaron a tope con “Stiletto…” ¡y todo el mundo a bailar otra vez! Con ella, el desmadre y las ganas de fiesta llegaron hasta tal punto, que incluso se formó un tren humano que fue transitando entre el público. Lo mejor de todo, esa parte final improvisada en la que Björn nos dejó boquiabiertos con su ‘soul’ y su impresionante chorro de voz. El carismático vocalista se despedía, ahora sí, de todo el mundo, con un nuevo brindis, y recordándonos que este había sido su último concierto del 2024. Pero antes de que marchasen con todos los honores, pudimos gozarnos esa “West Ruth Ave”, impregnándonos del buen rollo que desprendían las coreografías de ambas azafatas y del ritmo irrefrenable de esos bongos que, de forma completamente espontanea, nos hacían dar palmas y mover el cuerpo hasta el final, con las últimas energías que nos quedaban. Sencillamente grandiosos, uno jamás va a fallar si apuesta por ellos, ya sea en disco o en directo. Mil gracias por esto, LION ROCK FEST.
Texto: Javi Estan
Fotos: Jorge del Amo
(jorge_del_amo@rafabasa.com)
X: @Jorge_del_amo
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La primera vez que veo bailar la conga en un concierto de hard rock… Gran ambiente, fenomenal todas las bandas. Una gozada. Repetiremos sin lugar a dudas.
Hardline me gustan mucho y son muy buenos pero llevan haciendo el mismo concierto años….creo que sus últimos discos merecen un poco más de amor y tienen bastantes canciónes de calidad como para tocarlas en vivo, que treat llevan coros pregrabados (como tantos) es algo tan noticiable como que blackie no canta en directo casi nunca, y si, estaba claro que aunque a mí personalmente me gustan tyketto, treat o hardline es evidente que no tienen el tirón de unos gotthard o Heat por lo que era lógico que hubiera menos gente….esperamos la tercera edición con ganas y animo a los promotores. Ahí dejo algunos nombres como sugerencias, winger, Houston, stryper, gotthard con su nuevo disco, Néstor…
Me molaría mucho ver a Winger …… TNT , Night Ranger , House of Lords , Bonfire , Newman , Dare , y como gran capricho personal Michael Schenker con Robin McAuley pero tocando temas de los 3 discos que hicieron juntos ….. Un saludo
Con NESTOR lo petarían al año que viene, con lo que nos gustaron en ROCK IMPERIUM, pero también me uno a que se arriesguen con WINGER y HOUSTON, que ya los trajeron a La Riviera.
Tengo ganas de conocer la ciudad e ir a este festival. No lo descarto el año que viene.
Mi primer Festival y he salido encantado y deseando volver el año que viene aunque nuestros cincuentones cuerpos no aguantaron hasta el final y no vimos a TNFOrquesta ….. Coincide bastante mi visión personal con la crónica que he leído , Hardline apoteósicos , merece la pena pagar una entrada por ver cantar a J.Goieli , que bestia !!!! Es un animal en el escenario y tiene una voz increíble , no sé cómo puede cantar tan bien a la vez que va corriendo y saltando por todo el escenario , tiene una banda que toca de maravilla y sonaron perfectos …. El problema vino con el escenario secundario, el sonido en comparación con el escenario principal fue infame , horrible , Jaded Heart empezaron a tocar , la guitarra no se oía casi nada el bajo distorsionaba una barbaridad un desastre y claro después de escuchar a Hardline te encuentras con esto y te jode el rollo , a medida que te alejabas del escenario se escuchaba mejor y al final nos quedamos a pie del escenario principal esperando el turno de Heat ….. Como me gustan !!!! Cada vez más , también sonaron fenomenal dieron un concierto cojonudo el set list perfecto para una hora y cuarto … Hackers pues fueron los más afectados del escenario secundario y es una pena porque molaban mucho , no los conocía pero sonaban muy bien dadas las circunstancias hasta que un apagón total les arruinó el concierto y les acorto el poco tiempo que tenían …. Tykketo fueron para mí un auténtico sorpreson , los conocía pero nunca los había visto y que maravilla de concierto, cortito porque solo tocaron 1 hora pero directo , también sonaron fenomenal y Danny Vaughn que pedazo de vocalista , elegante , heavy y con una voz acojonante y además un tío muy simpático,me gustó muchísimo y disfruté el concierto una barbaridad , muy buenos de verdad para mí fueron el momento de la noche …. Y Perfec Plan muy buenos también , a ellos les respeto más el sonido aunque al principio la voz del cantante sobresalía demasiado por encima de todo pero a medida que avanzaba el concierto fue mejorando el sonido , muy buenos muy ochenteros, me habria encantado haberlos visto en el escenario principal porque seguro que habían sonado de escándalo , y como dije al principio nos fuimos sobre las 1 porque estábamos desechos después del viaje y de estar allí 7 horas de pie dándolo todo …. Gran festival a pesar del escenario secundario y espero repetir el año que viene , y que decir de la ciudad de León , que se merece una visita exclusiva para verla con tiempo y con calma , no podéis iros sin ver su catedral ESPECTACULAR !!!!!! ….. Un saludo y perdón por la chapa
Otra vez en la nevera ???? No lo entiendo
Que asistencia aproximada habia?
He visto en algún sitio por ahí que 2400
No sé calcular , la gente comentaba que habia menos que el año pasado , pero yo creo que podría haber cerca de 3000 personas , la verdad es que el recinto es bastante grande y te podías mover con comodidad
Unas 3000
Ojalá se hiciesen más festivales de este tipo,de un mismo estilo y unos pocos grupos solo. Me hubiese encantado acudir a este, sobre todo por ver a Tykketo.