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+ FIREWIND + SERIOUS BLACK
Viernes 4 de Octubre de 2024 – La Sala Wizink Center – Madrid
Noche de reencuentros la del pasado viernes en Madrid, gracias a Z! LIVE ON TOUR. «La Sala» ubicada en el Wizink Center sería testigo de un lleno ante un cartel en el que encontrábamos algunos nombres que han ocupado algunas giras en los últimos años por nuestro país, como es el caso de la banda formada en Alemania, SERIOUS BLACK, primer concierto internacional que pude presenciar en 2022 tras los cierres y restricciones provocados por la pandemia.
Me encantaron en su día, y ahora pisaban tierra española de nuevo para presentar su nuevo trabajo de estudio «Rise of Akhenaton», con lo que llegar a tiempo al emplazamiento era prioritario. Por otro lado, la banda de Gus G, FIREWIND , también redondearía el cartel de la noche, tras haber pasado por la capital hace pocos meses junto a MASTERPLAN, sentando cátedra, o hace un par de años presentando su álbum homónimo…conciertos ambos para el recuerdo.
Coronando el cartel, unos SONATA ARCTICA con los que siempre tuve sentimientos encontrados, pues de las veces que hice el esfuerzo de ir a verles en directo en su época dorada, una, no tocaron, comunicándolo pocos momentos antes de su show (acompañando a NIGHTWISH en la gira de «Once»), y la otra, como banda invitada de DORO, donde ofrecieron un lamentable concierto… probablemente, de lo peor que haya podido presenciar.
Curioso es que siempre he seguido su carrera en estudio, Tony Kakko me parece uno de esos compositores con una sensibilidad especial, y decidí acudir a comprobar si la banda finlandesa es de esas que maduran su sonido sobre los escenarios y sorprenden al cabo de los años. Ahora os contaré…porque ahí me presenté, a primera hora, con muchas ganas de ver a las dos primeras bandas, y mucha expectación (e ilusión, he de decirlo), por reencontrarme con SONATA ARCTICA.
SERIOUS BLACK salieron ya con buena parte de la sala pendiente de ellos, y me atrevo a decir que algún fan había, a juzgar por la reacción inicial que obtuvo la banda nada más terminar la intro de melodías egipcias y empezar «Akhenaton». Fue un arranque sensacional, especialmente, porque la formación empezó sonando perfecta desde que comenzó a sonar uno de los temas estrella de su debut…esos coros del estribillo sonaban genial, pero es que este line-up suena medido, ensayado y con mucho punch.
Habiendo pasado por sus filas gente como Roland Grapow, Thomen Stauch o Alex Holzwarth, es de factura reconocer méritos a la plantilla actual, porque el espectáculo sonoro está garantizado, y encontramos a una banda que conecta con su público y sus propios temas…está claro que las riendas de la performance la lleva el ex- vocalista de EDEN’S CURSE, Nikola Mijic, que repetía look respecto a la última visita, y que sonó mucho más claro y potente en La Sala, tanto cómo sus compañeros de banda, especialmente Maurus Mayer y Dominic Sebastian, que crean una dupla guitarrera de muy alta calidad, y perfecto tono y sintonía.
«Mr. Nightmist» de su «Magic» de 2017 y su bonito teclado inicial nos meten de lleno en el concierto, a través de un pegadizo estribillo, y un Nikola que no para de dirigirse al público sin fallar una nota. Llega el momento de presentar su reciente «Rise of Akhenaton» y «Take Your Life» funciona a las mil maravillas sobre el escenario, así como su fácil e hímnico estribillo…el solo suena cortante y milimétrico, mientras que el desarrollo del tema se funde con partes pregrabadas atmosféricas y electrónicas. Un subidón de tema, todo sea dicho, que todo el mundo disfrutó y chapurreó sin conocer (en su gran mayoría).
Ya con un ambientazo generado por su buen hacer y habiendo convencido en todo momento, tiraron de uno de sus grandes temas como «Serious Black Magic», cuyo estribillo es tan adictivo, que sin quererlo, te ves levantando el puño acompañando a Nikola, y te dan ganas de escucharlo en el coche de vuelta. La pantalla, muy bien aprovechada, por cierto, cambiando su contenido a cada tema, nos muestra el videoclip de la actual «Metalized», que desde ya, se convierte en un nuevo himno de la banda, y que, de cara a la gira, creo que ya será inamovible.
Típica letra cargada de tópicos, y musicalmente sin inventar nada…pero totalmente loable para animar los shows y que el público se sienta identificado con lo que está viendo en el escenario. El show llegaba a su fin con «Senso Della Vita» del anterior «Vengeance is Mine», con el particular estribillo copando la canción y la banda muy motivada a encarar un triunfo más en Madrid. Su ya fija «High and Low» dejó el listón muy alto, demostrando como una banda como la suya, que empezó siendo una «superband», puede reponerse ante las adversidades y hacerse realmente grande sin ningún nombre especialmente sonado en sus filas, creando su legado paso a paso, disco a disco…concierto a concierto. Trabajando y ofreciendo lo mejor de sí, como volvieron a hacer el viernes…¡claro que sí!.
Poco cambio de atrezo, salvo el pie de micro, que este tiene el logotipo metálico de FIREWIND sobre la barra principal, y ya estábamos esperando a que suene la música. La última vez pudimos disfrutar de un bonito escenario temático que le dio una vistosidad extra al show, pero si has visto a los de Gus G. en alguna de sus innumerables visitas, sabes que no necesitan de mucha parafernalia…basta con su energía, música y profesionalidad para partir la pana…tienen todo ganado.
Gus no fue el guitarrista de Ozzy por casualidad, y lleva demostrándolo unos cuantos años, lanzamientos y giras, tanto con la banda, como en solitario. Uno de esos músicos «one in a million». Veremos si esta noche vuelven a volarnos la cabeza y dejarnos otro concierto como los que ellos saben que pueden hacer, y que de hecho, siempre han hecho cuando he podido verles.
Intro de rigor, y empieza a sonar «Fallen Angel» de su espectacular «Stand United», que conforme avanza el año, más me gusta…¡puro FIREWIND !. Las proyecciones acompañan, y son las mejores de la noche, las más curradas, y aunque los platos de Jo Nunez suenan muy alto para empezar (lo cual duró unos segundos), la banda sale como un ciclón y arrasa. Petros, que parece salido de un concierto de LYNYRD SKYNYRD, acompaña al brutal batería, y Herbie, como ya he dicho en alguna ocasión, es una máquina en escena, uno de los mejores frontman de la actualidad, y borda el tema con voz y actitud, pero es que toda la banda es muy, muy top… sin excepción.
Gus, con menos tachas que en otras giras, no para de posar, escupir riffs y solos a tutiplén, y el tema de «Days of Defianace», «Set the World On Fire», es la confirmación de que la noche avanza con paso firme, sin traspiés, para mirar a sus inicios con «Destination Forever» de su debut…me da a mí, que el set, poco va a distar del que vimos hace pocos meses en Madrid.
De su nuevo álbum descargan «Destiny is Calling», y espero que sea de las bazas que mantengan en futuras giras, porque es de los mejores temas del álbum…y del año. Hoy parece que disfrutarmemos de la versión reducida, por motivos obvios, de su última visita, y «I Am the Anger», que estuvo adornada con una impactante proyección de una calavera envuelta en llamas, lo confirma.
Cuidan cada detalle.. .y eso, sin ser headliner, se nota igualmente. No faltan elementos que mantengan tu atención, ni qué decir que el instrumental «The Fire and the Fury» del «Burning Heart», conforma uno de los mejores y más intensos momentos del espectáculo, con un Gus que no escatima en medios y nos deja a todos, una vez más, prendados de su sensacional técnica y puesta en escena.
Un guitar hero como pocos… de los que no aburren, y saben montárselo para que cada una de sus apariciones tengan algo de especial y de divertido. Esta vez no hubo luces en la guitarra, ni efectos varios, pero la pasión con la que el griego toca cada nota, ya es motivo de elogio.
Tras la narración en la que trescientos se avecinan, «Ode to Leonidas» nos ataca con su tremebundo riff, su épico estribillo y un Herbie que se calza los zapatos de cualquiera. Uno de los clásicos imperdibles de la banda, sin lugar a dudas. Cae a continuación «Chains»…otro de los grandísimos temas del nuevo disco de FIREWIND , que esta noche todos aplaudieron, mientras las pantallas anuncian que «Rising Fire» de su anterior homónimo iba a servir para hacer arder La Sala con una masterclass de cómo de heavy debe sonar una banda en la actualidad.
Por supuesto, el famoso cover «Maniac» de Michael Sembello, puso a la sala patas arriba y al público en una nube, mientras que Herbie nos dejaba unos curiosos bailecitos que siempre amenizan la interpretación del tema y que despedían el sensacional show de FIREWIND del viernes. Una vez más, se ganaron al público desde el primer minuto, y, aunque bien me hubiese gustado encontrar alguna sorpresa en el set, habiéndolo interpretado un poco más extenso este mismo año en la misma ciudad, he de decir que cada concierto de FIREWIND sigue siendo un valor seguro que hace que al finalizar su visita pienses; «pues la próxima vez vuelvo, seguro». Grandes…pero grandes, grandes.
Y ahora sí… tras 20 años sin cruzarme con SONATA ARCTICA en directo, por fin iba a hacerlo. «Clear Cold Beyond» me ha parecido un disco muy bien hecho, mirando a su época sagrada y hacia las peticiones de los fans, considerando además, muy inteligentemente, las posibilidades actuales de la voz de Kakko, pero os digo que tampoco hice ascos a «Talviyö» o «The Ninth Hour». Creo que los finlandeses siempre dicen algo con su música…otra cosa es que no conectes con su estilo, mensaje o quieras que siempre estén repitiendo «Ecliptica», e incluso «Unia», pero la música es así, y nuestros gustos, así de caprichosos. Estaba deseando comprobar cómo había «envejecido» la banda y qué tal defendían el nuevo álbum, y por supuesto, sus clásicos.
Se destapó la batería que había sobre la tarima (FIREWIND y SERIOUS BLACK tocaron con el kit de los primeros), en cuyos bombos luce el bonito logo de la banda, y el micro de Kakko es una barra de luz, mientras que en la pantalla se proyecta la sugerente portada de su reciente álbum, que se mantendrá inamovible todo el concierto…la sala abarrotada, y saltan al escenario con «First In Line» de su nuevo álbum. La sorpresa para mi fue mayúscula, porque esta banda no es la que yo vi en el pasado… ni por line-up, ni por actitud, ni por sonido.
Aquello fue caótico, mientras que aquí encontré a un Tony haciendo gala de una preciosa voz, y una banda que toca milimétricamente sus temas ante un público que se percibe, ama cada nota que emiten. Esto suena a power metal de vieja escuela, y aunque el tema es nuevo, es una vuelta al pasado… Elias Viljanen lo borda todo, aunque su guitarra no se escucha todo lo que debería, Pasi Kauppinen aporta sobriedad a la puesta en escena acompañando a un potente y correctísimo Tommy Portimo, mientras que Henrik se muestra muy centrado en su rol de teclista, saliendo de vez en cuando a darse un paseo con su keytar, pero reproduciendo cada una de sus partes a las mil maravillas.
Si bien el sonido no era perfecto, el concierto empezó a un buen ritmo y dejaba lucir la magia que siempre deberían haber tenido SONATA ARCTICA en directo, y que yo nunca pude llegar a disfrutar.
Primer y positivo contacto con la banda, y nos abordan con «Dark Empath», también de su nuevo trabajo, y en estos momentos en los que menos sale a relucir su vena más power, es en los que creo deberían apoyarse con algún elemento que llenase más el sonido para transmitir todo lo que producen en estudio…¡que ojo!. La banda toca fantásticamente, Tony Kakko estaba cantando a gran nivel y el tema suena realmente bien, pero es la sensación que me produjeron los temas más lentos, en los que hay más espacios para otros elementos.
Cuestión de percepciones, porque sí puedo decir que la banda estaba contectando con el público, y el personal cantaba cada sílaba del tema…la conexión era brutal, y casi digo que muy emocionante. «Stone Grow Her Name», como todos los álbumes de la banda, aportó frescura a su propuesta, pero «I Have a Right» suena realmente bonita en directo, con esas líneas de teclado que adornan cada verso, y todo el público levantando las manos en el estribillo, mientras que «California» de su último trabajo, vuelve a la faceta más cañera de la banda, y a demostrarme que en estos cortes es en los que la banda mejor suena en directo.
Un tema que de seguro se mantendrá en próximas giras a juzgar por la gran acogida, que podría pertenecer a su primera época sin titubear. SONATA ARCTICA saben que crearon algo muy especial en sus cinco primeros álbumes, y que son banda sonora de la vida de muchas personas que esperan este tipo de canciones en sus conciertos…aquellas que les lleven a aquellas magníficas melodías que plagaban los temas de aquellos años. «California» es una buena candidata para añadirse a esas playlist de «BSO de vida». Lo mismo ocurre con temas como «Angel Defiled», y es que, si «Clear Cold Beyond» hubiese sido el siguiente disco a «Winterheart’s Guild», no me hubiese importado. El factor sorpresa con el que contaban entonces, no está, pero si las preciosas composiciones, y la única voz de un Kakko que sabe perfectamente de qué recursos puede abusar, y de cuales no. Se ha convertido en un profesional de la voz que lo hace muy, muy bien en directo. Pero ya que hemos nombrado el tercer álbum de la banda, «Broken» sí que nos hizo volver 21 años atrás y disfrutar de una gran interpretación del tema, fiel al original.
Si hay un álbum complejo en la historia de SONATA ARCTICA , ese es «The Days of Grays», del que nos dejaron una genial «The Last Amazing Grays», seguida de «Tallulah» del colosal «Silence», con un acertado Tony Kakko sentado a la tarima, y a partir de aquí, sí que sí, las emociones, recuerdos, nostalgia y sentimientos se unieron y nos preparamos para un tramo de auténtica magia compuesto por su primer gran single «Replica», «My Land», con todo el mundo enordeciendo al de al lado con ese mítico inicio que decía «uooh-uooh-uooh-uoh-oh-oh»…¡la piel de gallina!. La interpretación fue perfecta por parte de toda la banda, y Tony la cantó realmente bien las partes más altas.
Durante todo el show moviéndose, haciéndonos agitar los brazos y a un buen nivel, y cuando tiene que levantar pasiones, como en «My Land», lo hace. Si la siguiente en sonar es «FullMoon», nada que objetar. La Sala disfrutando de uno de esos himnos que traspasan generaciones, y que siguen emocionando. A las pruebas me remito respecto a lo vivido el viernes. Tras una primera retirada, la banda volvía al stage a interpretar «Flag in the Ground» del «The Days of Grays» y el súper single «Don’t Say a Word», seguido de su ya clásica despedida «Vodka», generando al finalizar una ovación al unísono, que dejó clara la posición del público respecto a su actuación.
Para mí, una reconciliación absoluta con SONATA ARCTICA en vivo, supongo que como para muchos otros que llevaban tantos años como yo sin acercase a uno de sus conciertos. Si me he estado perdiendo algo, no lo sé, pero aún con la idea de que en los medios tiempos todavía pueden sonar más poderosos, no dudaré en volver a revivir los sentimientos que sí lograron despertar en mí el viernes en Madrid. Unos músicos muy centrados y profesionales, un repertorio impresionante…y un Tony Kakko único. No me los vuelvo a perder, lo prometo.
Texto: José Rojo
Fotos: Manu Arcas
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SONATA ARCTICA muy bien, van recuperando el norte, en directo siempre bien pero ahora como que mejor pues su último disco es a mi parecer muy muy bueno,
He visto a Sonata Arctica 17 veces y este último concierto destaca por su calidad. Muy buen setlist y muy buena ejecución. Es verdad que el sonido no fue perfecto pero siento que fue más problema del equipo de sonido que de la banda. Desde luego, memorable.
El sonido en Pamplona fue muy bueno, en mi opinión, vaya. El de los tres grupos de hecho.
Me gusta mucho Ecliptica, de hecho es uno de los pocos discos de power metal europeo que me gustan y poseo. En los 90 tras el estallido del grunge, del metal estilo Pantera y luego el nu-metal los que amábamos el hard rock y heavy de los 70 y 80 estábamos huérfanos de grupos nuevos que nos gustaran. Y entonces salió el power metal europeo con mucha fuerza. No es el género que más me gusta y había para mi mucha mediocridad pero hubo unos cuantos discos que sí me alegraron la década y enganchó a los más jóvenes: los dos de Heaven’s gate, los dos de Lost horizon, Powerplant de Gamma Ray, Vain Glory opera de Edguy, Visions y Episode de Stratovarius, los primeros de Helloween tras la partida de Kiske…