Crónica y Fotos del LEYENDAS DEL ROCK – Sábado 10 de Agosto. Primer parte con STRATOVARIUS + EVIL INVADERS + WIND ROSE + OCEANS ATE ALASKA + TYR+ ARS AMANDI + EQUILIBRIUM

EQUILIBRIUM + ARS AMANDI + TYR
+ OCEANS ATE ALASKA + WIND ROSE
+ EVIL INVADERS + STRATOVARIUS

Miércoles 7, Jueves 8, Viernes 9 y Sábado 10 de Agosto
Polideportivo Municipal – Villena

Sábado 10

EQUILIBRIUM

Por motivos laborales sólo pude estar en esta edición del LEYENDAS DEL ROCK únicamente el sábado, pero eso no impidió que disfrutara de grandes bandas y la primera de ellas eran los alemanes EQUILIBRIUM, a quienes precisamente conocí en su primera visita al festival en 2016 y desde entonces he sido un seguidor de su trabajo.

Si bien es cierto que desde entonces la banda ha pasado por cambios de formación, entre ellos de vocalista, disfruté mucho de su propuesta con ese folk metal tan característico al que poco a poco le han ido sumando nuevas propuestas sonoras.

Precisamente sobre el escenario se notó la ausencia del bajista Skar, quien días después anunció que no iba a seguir en la banda por motivos personales, pero eso no impidió que la banda lo diera todo y ofrecieran un concierto muy correcto.

Llegué al recinto cuando estaban interpretando el tema “Born to be Epic” de su último trabajo “Renegades” de 2019 y aunque el concierto estaba algo avanzado pude ver gran parte de él. La siguiente pieza en ser interpretada fue “Prey”, con la que pude apreciar el buen sonido del que estaban gozando y que, pese al infernal calor y que pese a que era el último día de festival, mucha gente estaba presente en su directo.

“Revolution”, single publicado en 2021 y “Cerulean Skies”, que fue el single que publicaron el pasado año fueron bastante bien recibidas pese a no figurar entre los clásicos de la formación germana, demostrando que la banda sigue manteniendo esa frescura pese a las idas y venidas de miembros, manteniendo únicamente a René como miembro fundador.

“One Folk” por su parte añadió un toque más cañero al repertorio, donde los coros épicos ayudaban a que el público siguiera entregado pese al cansancio.

Naturalmente no faltaron clásicos como “Blut mi Auge” del álbum “Sagas”, el cual anunciaban que estaba cumpliendo su 15 aniversario y con el que se formó un circle pit, siendo el momento más intenso del concierto.

Finalizaron el show con “Apokalypse” de ese gran disco que es “Erdentempel” dejándome un buen sabor de boca y con ganas de más, ya que EQUILIBRIUM no es una banda fácil de ver por estos lares, siendo su última gira por España en 2020. Espero que esta actuación sirva para tenerlos pronto de nuevo por aquí.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Jon Rivas Delgado

ARS AMANDI

Muy pronto en el tercer escenario, pero tocaron. Tras la anunciada operación de tibia de su cantante y líder Dani Aller, ARS AMANDI anunció que fuera como fuera, a pesar del proceso de reposo y recuperación, no tenían intención de suspender ninguno de los conciertos anunciados a la fecha. Por ello, Dani actuó en LEYENDAS DEL ROCK sentado en una silla de ruedas acompañado de sus compañeros de banda, – Óscar Pérez a la  Batería, Dani Rodríguez al  Violín y la dupla de guitarristas formada por Miguel Ángel Torres y  Alejandro Ménez-,  además  del bajista Alberto Garrido de EVIL HUNTER.

Además tuvieron el detalle de llevar varias bailarinas, que salieron a darle colorido en varias partes del show, que según dijo el propio Dani, eran de Villena, y se habían apuntado a última hora sin apenas ensayar, además de algunos efectos, humo, chispas piroténicas, etc.

La banda sonó muy bien, compacta, -aunque el sonido general del tercer escenario no fue del todo bueno-, siendo fiel a cada canción de unos ARS AMANDI, que como he apuntado muchas veces, les falta que el gran público apueste más por ellos. Su rock castellano suena cada vez más actual, mezclando instrumentos como el violín, el pito castellano, la flauta, -que dan el toque folk-, con el rock potente que elabora el resto de la banda.

La fiesta empezó con “La Voz que me guía”,  de su álbum "Desterrado entre sueños" con Dani sentado en la silla, y el resto del grupo tocando y moviéndose en escena. “Gritando al mar” y “No abandones” fueron los siguientes, con el público animado, con pirotecnia, y la participación visual del elenco da bailarinas.

“El poder de Caelia” fue uno de mis temas favoritos. Con una mezcla muy interesante, con el pito castellano marcando camino, al lado de unas buenas guitarras y la potente batería de Óscar, que en el inicio recordó levemente a “Over the Hills and Far Away”.  Es uno de los pilares de “En Tierra de Castillos”,  de 2019, el octavo disco de ARS AMANDI. En él, la pirotecnia y las bailarinas le dieron un  toque extra.

“Rubia de Bote” fue presentada por Dani con muchos bríos, dedicada a la rubia que más le gusta a la banda: la cerveza. A renglón seguido, llegó “Defensores de Palantia” otro de los mejores temas de la tarde.

“No queda sino batirnos”,  de “En tierra firme” puso un punto medieval más profundo aún, y dio paso a la versión de TRIANA que lleva acompañando a ARS AMANDI desde hace años: “Abre la Puerta”, que el público cantó.  

Para cerrar el concierto, contaron con la colaboración del vocalista de LANDEVIR, para interpretar uno de sus temas más pegadizos, y redondos: “Escuchando al Corazón”, espléndido.

Un buen concierto de ARS AMANDI, con Dani sentado demostrando que una de las cualidades que enseñó el grupo en LEYENDAS DEL ROCK fue CORAJE.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Pedro J. Delgado

TYR

Los amantes de las epopeyas épicas, el folk, y la mitología nórdica tenían una cita ineludible con TYR a primera hora de la tarde, ya que la banda que lidera  Heri Joensen fueron los encargados de inaugurar el escenario Azucena en esta última jornada festivalera. Con el escenario engalanado con un gran telón de fondo que reproducía la portada de su último redondo “Battle Ballads”, la banda irrumpió en escena precedida de una grandilocuente introducción  y de forma sorpresiva dio el pistoletazo de salida a su descarga con uno de sus himnos más conocidos y celebrados “The Sword  In My Hand”, desplegando todo su potencial épico para conseguir enganchar  desde el mismo arranque a todos los que se acercaron con ganas de entonar con el puño en alto sus coreables estribillos.

Lamentablemente el sonido no fue el que a todos nos hubiera gustado, especialmente durante los primeros compases del show, ya que la batería  estuvo demasiado alta y prácticamente devoró el sonido de las guitarras de Joensen y Hammer. En cualquier caso, los problemas técnicos  se fueron solventando a medida que el show fue avanzando. Así que tras haber roto el hielo creando un fantástico ambiente con sus seguidores tocaba empezar a presentar su último disco, y para ello Joensen entonó a capela, a modo de introducción, el estribillo de “Dragons Never Die”. Pese a que el público estuvo bastante metido en el show, acompañando con el puño en alto y animando durante los desarrollos en temas como “Ragnars Kvæði”, la banda se mantuvo bastante estática, especialmente su frontman, quien apenas se movió de la parte central del escenario, y se pasó prácticamente todo el show con el pie  apoyado sobre uno de los monitores.

En cualquier caso, musicalmente hablando TYR se mostraron de lo más sólidos y resolutivos, brindándonos un repertorio muy equilibrado, en el que combinaron temas de la más candente actualidad como “Hammered”, con viejas favoritas como   “Hail Of The Hammer”, que hacía que el personal levantará sus cuernos al aire; o la hímnica “By The Light Of The Northern Star”, que con sus poderosos redobles volvía a incidir en la vertiente más épica de los guerreros feroeses. Otro detalle  a destacar es que la banda supo aprovechar al máximo su tiempo, descargando los temas de forma consecutiva, sin apenas entretenerse a la hora de las presentaciones, lo que dio al show un dinamismo aplastante.

Sin duda algunos de los temas más celebrados de su descarga fueron los rescatados de su álbum de 2009: “By The Light Of The Northern Star”, el trabajo que de alguna forma  redefinió su sonido perfilándolo hacia su actual propuesta. Por supuesto que tampoco se dejaron en el tintero  las melodías con matices folkies en temas como “Tróndur í Gøtu”, que daban munición para que los más animados no dejaran de saltar. Sus seguidores más veteranos también tuvieron su “caramelito”, ya  que el cuarteto rescató para su descarga  “Regin Smiður”, de su segundo largo “Eric The Red”.

La vuelta sobre el material de “Battle Ballads”, llegaría con  “Axes”, que precedida de la llamada del cuerno al combate se acabó convirtiendo en uno de los momentos culminantes del show, con la banda mostrando su vertiente más netamente metalera. Por unos derroteros similares transitó “Blood Of Heroes”, que con sus vibrantes increscendos melódicos y sus estribillos preñados de épica nos acabaría abocándonos  sobre una recta final que estuvo marcada por los cánticos con aromas folk que  condujeron “Sinklars vísa” y por la épica metalera que el cuarteto desplegó a lo largo de la inevitable “Hold The Heathen Hammer High”.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Cesar Valiente

OCEANS ATE ALASKA

En el tercer escenario de LEYENDAS DEL ROCK vi parte del concierto de OCEANS ATE ALASKA, tras ver también parte de TYR, en los escenarios principales. Congregaron a poco público.

La  banda británica de metalcore formada en Birmingham, en  2011 sonó muy potente, y me recordó a tramos a bandas como BRING ME THE HORIZON, ARCHITECTS, incluso a BAD OMENS.

Me llamó especialmente la atención su rudo vocalista Jake Noakes con una voz altamente infernal.

De lo que vi, destacaron temas como "Nova" de "Disparity", muy trallero  y "Escapist" de su álbum "Hikari" combinando la traca, con algún elemento prog y un estribillo muy melódico.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Jon Rivas Delgado

WIND ROSE

Tocaba trasladarse al escenario Jesús de la Rosa para ver el concierto de WIND ROSE, quienes hacían su aparición en el festival con el aliciente de ser su único festival en Europa este año.

Sinceramente, no entiendo la popularidad que la banda ha alcanzado. Su power metal me parece bastante sencillo y musicalmente algo plano y no logro terminarme uno de sus discos de una sola sentada, pero parece que han logrado enamorar a un gran número de adeptos. Su estética y ambientación son llamativas, de eso no cabe duda, pero encontré su concierto bastante simplón tanto en lo musical como en el sonido, algo irregular en algunos momentos. Pero bueno, sobre gustos no hay nada escrito y fueron muchos los que se aglomeraron en las primeras filas, algunos llevando martillos y estética vikinga y nórdica para disfrutar de su show.

La banda fue tomando posiciones durante la intro y fue con la aparición del vocalista Francesco Cavalieri cuando las ovaciones aumentaron, saliendo a escena ataviado con una armadura y casco cual rey enano o como un personaje sacado de las figuras de Warhammer. Está claro que los italianos saben cómo llamar la atención y su propuesta, canciones que rodean la temática de la raza de los enanos, ha calado bien.

Canciones como “Army of Stone” o “Fellows of the Hammer” fueron desfilando, con un sonido como digo algo mejorable, escuchándose la batería por encima del resto de instrumentos.

“Drunken Dwarves” del álbum “Wintersaga” puso ese toque más festivo y desenfadado, con coros, estribillo más desenfadado, poniendo a bailar a muchos y desatando pogos.

“Mine Mine Mine” más solemne y marcial mostraba esa influencia de sus paisanos RHAPSODY OF FIRE, haciendo gala de recursos como coros épicos, un estribillo pegadizo y partes más sinfónicas.

Fue tras esa canción cuando decidí abandonar el concierto para irme al escenario New Rock para ver a EVIL INVADERS, la banda que más ganas tenía de presenciar en la jornada del sábado. Tras verlos por segunda vez en directo (la primera en este mismo festival) queda confirmado que WIND ROSE no son para mí. No les quito el mérito de lo que han logrado y les deseo suerte en su carrera, pero su propuesta queda muy lejos de mis gustos, ya que dentro del power metal siempre he preferido bandas más clásicas y con presentaciones menos rimbombantes. Pero parece que el público disfrutó de lo lindo y eso al final es lo importante.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Jon Rivas Delgado

EVIL INVADERS

Vientos de destrucción masiva se acercaban al escenario New Rock de la mano de los belgas EVIL INVADERS, que amenazaban con dejarlo todo patas arriba. Los que ya hemos gozado de sus directos sabemos que no tienen ni un ápice de piedad a la hora de desatar el más absoluto caos entre los asistentes a base de temas rápidos como una bala y afilados como una cuchilla.

Éramos unos cuantos los que estábamos allí, esperándoles, dispuestos a rompernos el espinazo a base de empujones y headbanging, algo que ya estaba garantizado de antemano. Su legión de fans no ha aparecido de la nada, ni de un día para otro. Con tres LP ya en el mercado, han demostrado ser uno de los baluartes más sólidos del old school speed Metal que existen en la actualidad. Esto sí es actitud. Esto sí es Metal, con mayúsculas. Saltaban al escenario bien cargados de adrenalina y ganas de arrasar con todo, y eso lo demostraron desde el primer tema, que correspondió a “Feed Me Violence”, mandanga fina para ir abriendo boca. Una marabunta de gritos desgarradores a cargo de Johannes Van Audenhove al micro, carreras desenfrenadas, cruces y saltos por doquier convertían el escenario en una auténtica locura de frenesí. Joe maltrataba a gusto su guitarra, e incluso el batería Senne Jacobs, que tuvo que soportar el sol que se filtraba por el techado casi la mitad del concierto, pegaba a sus parches como si no hubiese un mañana en “Mental Penitentiary”. ¿El sonido? Cómo no… un maldito desastre.

Los instrumentos nos llegaban completamente apelotonados y sonando a lata oxidada. Por suerte, aquí la caña burra prevalece sobre los alardes técnicos, pero aun así, esto fue algo que me cabreó bastante, ya muy cansado de volver a revivir una y otra vez la misma historia en ese escenario… Abrían a continuación guitarras furiosas y una arrolladora batería para “Hissing in Crescendo”.

Joe, a quien el escenario se le quedaba pequeño, saltó al foso para marcarse sus riffs en nuestras narices, algo que alborotó cosa mala al personal. No fue exclusivamente suyo ese comportamiento tan explosivo. Sobre las tablas, el guitarrista Max Mayhem interpretaba su solo agachándose, retorciéndose, y cada nota sonaba con muchísima mala hostia y electricidad. Con “In Deepest Black” levantaban un poco el pie del acelerador para exigirnos unas palmas, dar paso a más headbanging y más solos encabronados. Algo más relajada, sí, pero las carreras de Joeri y Joe no paraban ni un segundo ¿Todo bien, hijos de puta? Nos profería su vocalista, ante un jolgorio casi fuera de control, que terminó de reventar definitivamente en la brutalísima “Sledgehammer Justice”. Se acabaron las contemplaciones. Ahora absolutamente toda la carpa era un circle pit, cada vez más grande y violento, que engullía todo a su paso. Y dicha excitación del momento se reflejó también en la voz de Joe, que cantó más cabreado que nunca. El escenario también continuaba siendo un mar de headbanging en “Broken Dreams in Isolation”, a pesar de la ligerísima bajada de ritmo. Seguían rugiendo esas guitarras (que tan mal se escuchaban…) y la banda hacía todo lo posible por que no dejásemos quietas nuestras vértebras. Sobra decir que mostraron una actitud 100% auténtica durante todo el concierto, dejándose la piel en cada nota y cada paso que daban, e intentando constantemente que les siguiésemos el pulso.

Pulso que ahora marcaba Senne Jacobs con pisotones al doble pedal en uno de los estribillos más coreados de aquel concierto: el de “Die for Me”. Los gritos desgarrados de Joe se hacían cada vez más extremos y frecuentes, y la intensidad volvería a uno de sus picos con “As Life Slowly Fades”, arriba y debajo del escenario, con los constantes y poderosos redobles de Senne, y ese solo ardiente a mástil alzado de Max. También tuvieron su papel (aunque debido al horrendo sonido, no lucieron del todo) los coros de Max y Joeri, acompañando a la gritona y rabiosa voz principal en temas como “Pulses of Pleasure”. Hicieron un pequeño parón a mitad de esta… pero solo para echar más leña al fuego. ¡¡Vamos a quemar este sitio!! Gritaba Joe, antes de ese fulgurante solo compartido entre él y Max, mientras Senne reventaba su batería con incontenible pasión. Solo podían terminar el concierto con algo que fuese pura dinamita, y la elección de “Raising Hell”, incluida en su EP “In for the Kill”, no pudo ser más acertada. Un gran circle pit volvía a invadir todo el recinto, y la banda vio en él el resultado de sus provocaciones, mientras lo daban absolutamente todo, especialmente Joe, que se salió de madre. Carreras, saltos, y finalmente, un descenso al foso para blandir melena junto a nosotros, con un grito final que nos puso los pelos de punta. ¡¡Casi nada!! Un concierto demasiado corto, pero que difícilmente pudo ser más intenso.

Texto: Javi Estan

Fotos: Pedro J. Delgado

STRATOVARIUS

Las huestes que lideran el vocalista Timo Kotipelto y el teclista Jens Johansson se ha convertido en unos habituales del LEYENDAS DEL ROCK . Desde que vivieran sus momentos de mayor esplendor en la segunda mitad de los noventa los finlandeses siempre han contando con el beneplácito del público español. Así que, como viene siendo habitual en todas sus visitas, sus incondicionales se dejaron notar con fuerza dando colorido y animando intensamente desde las primeras filas del escenario Azucena.

Desafiando al sol y al intenso calor de última hora de la tarde el carismático vocalista aparecía en escena luciendo una chupa de cuero para dar el pistoletazo de salida al show con uno de sus nuevos himnos, el tema que presta título y abre su último redondo: “Survive”. Pese a que Kotipelto ha tenido épocas en las que le ha costado sacar adelante los conciertos, en los últimos años parece que ha conseguido dosificarse, sacrificando algunas de las tonalidades más agudas para ofrecer unas mejores prestaciones, y eso es algo de agradecer ya que le permite encarar desde los compases iniciales del show viejas favoritas como “Eagleheart”, que lograba levantar los puños y los ánimos del personal para convertirse en el primer gran momento del show.

Lejos de disminuir el nivel de intensidad, STRATOVARIUS optaron por redoblar su apuesta y acelerar el paso  siendo la siguiente en sonar una de las que les convirtió en abanderados del power metal melódico a mediados de la década de los noventa: “Speed Of Light”, que nos dejaba con ese trepidante duelo entre los teclados de Johansson y la guitarra de Matias Kupiainen para acabar arrancando la cerrada ovación del respetable. No abandonarían el material que facturaron en la segunda mitad de los noventa, aunque en esta ocasión centraríamos nuestro objetivo sobre las composiciones de su aclamado “Visions” para dar buena cuenta del mensaje ecologista contenido en “Paradise”, que lamentablemente sigue teniendo la misma vigencia que en 1997.

Con el vocalista deshaciéndose de su chupa llegaba el momento de seguir mostrándose crítico con la sociedad dejando que los poderosos riffs de Kupiainen se encargarán de conducir el implacable “World On Fire”, que nos dejaba la estampa de de Kotipelto levantando el brazo para invitarnos a participar en su rotundo estribillo. Una nueva escala en “Visions” sería la excusa perfecta para que nos abandonáramos al headbanging siguiendo el frenético ritmo de “Legions”, antes de acabar levantado los cuernos para dar colorido a ese final preñado de épica metalera.

Tras alcanzar el clímax absoluto tocaba contemporizar mínimamente el ambiente y fue “Frozen In Time”, la que sirvió para calmar momentáneamente los ánimos del personal permitiéndoos recobrar el aliento antes de encarar una aplastante recta final que arrancó con otro de sus himnos imprescindibles: “Black Diamond”, que fue coreado con auténtica devoción por su fiel parroquia de incondicionales. Tampoco se quedó atrás, en cuanto a respaldo del personal se refiere, “Unbreakable”, que se ha convertido ya en otra de las imprescindibles en todas sus descargas. Mientras que la elegida para rubricar el triunfal retorno de los finlandeses al Leyendas fue la coreadísima “Hunting High & Low”.

No acostumbran a fallar. STRATOVARIUS son de aquellas bandas que siempre te alegran el día cuando te los cruzas en cualquier festival. Seguramente nunca serán los grandes triunfadores, pero su sola presencia te asegura un show cargado de potencia, melodía y un montón de estribillos altamente  coreables. ¿Qué más se puede pedir?

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Cesar Valiente

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