Crónica y Fotos del LEYENDAS DEL ROCK – Sábado 10 de Agosto. Parte 2 con ALESTORM + SAUROM + RATA BLANCA + BRIAN DOWNEY + KALMAH + EIHWAR + EL RENO RENALDO + LINKOLN PARK

 

EIHWAR + RATA BLANCA + KALMAH
+ ALESTORM + BRIAN DOWNEY + SAUROM
+ LINKOLN PARK + EL RENO RENALDO

Miércoles 7, Jueves 8, Viernes 9 y Sábado 10 de Agosto
Polideportivo Municipal – Villena

Sábado 10

EIHWAR

Una de las formaciones que más debate generaron dentro del cartel del LEYENDAS DEL ROCK 2024 fueron sin duda los galos EIHWAR. Para muchos, un acierto, para otros, incomprensible que este dúo tuviera cabida en el cartel.

La banda ya es de sobra conocida, actuaron en la rueda de prensa de presentación del cartel en Villena meses atrás y han formado parte en carteles de otros festivales como HELLFEST.

Su música es una mezcla de folk nórdico y pagano, con instrumentos acústicos, de percusión y electrónicos. Algo que poco a nada tiene que ver con el metal, pero que por una razón u otra, han logrado introducirse en este tipo de festivales. Que nadie me malinterprete, no tengo nada en contra de que sonidos algo más alejados del metal tradicional puedan formar parte de estos carteles, pero creo que habrían encajado mejor en los acústicos de la plaza de Villena.

Reconozco que era mi primera toma de contacto con ellos y no lograron meterme en su atmósfera. Su puesta en escena era sobria pero llamativa, con ambos músicos ataviados con pieles y armaduras como los antiguos hombres y mujeres del norte, alejándose de la estética del vikingo romántico. En lo musical, pues lo dicho, un folk muy atmosférico con momentos rituales donde la percusión tuvo mucho protagonismo.

Entre el público pude ver de todo, desde gente totalmente inmersa en su música, moviendo la cabeza o dejándose llevar por el ambiente más intimista, a asistentes con caras de incredulidad, curiosidad o indiferencia. Asrunn, la vocalista y percusionista supo arengar a los asistentes y lograr tener a parte del público atenta, pareciendo entrar en trance en algunos momentos de la actuación mientras que Mark, encargado de la batería electrónica y samples se mostraba en un segundo plano pero totalmente enérgico y agresivo.

Desde luego no dejaron a nadie indiferente. También ayuda que desde hace unos años la temática vikinga se ha vuelto muy popular en el heavy metal, haciendo que cada vez este tipo de propuestas sean más habituales en festivales. Como digo, a mí no lograron convencerme, pero si bandas como APOCALYPTICA, VAN CANTO o Steve N’ Seagulls por poner unos ejemplos han logrado estar en este tipo de eventos, por qué no ellos?

Fuera de reflexiones, el escenario New Rock presentó una buena acogida y algo me dice que este tipo de formaciones han llegado para quedarse, para alegría o desagrado de muchos.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Cesar Valiente

 

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RATA BLANCA

RATA tocaron en LEYENDAS DEL ROCK en 2019, dando un conciertazo, como el que disfrutamos esta noche.

RATA BLANCA presentaron  su nueva formación. Los habituales Adrián Barilari y Walter Giardino estuvieron acompañados por el batería Alan Fritzler, el bajista Juan Pablo y el teclista Danilo Moschen. Lo cierto es que en todo instante Waler y Barilari fueron los máximos protagonistas, es obvio, pero debo decir que los nuevos integrantes hicieron una gran labor, y con todos mis respetos hacia los que ya no están, a estos últimos no les eché de menos, por lo que RATA siguen siendo una banda de quilates, la misma de siempre, que anunciaron en boca de Adrián que en mayo girarán por España.

Walter estuvo imperial, elegante, metódico y brillante a su guitarra, llevando en todo momento el peso de cada tema, y en sus solos fue impresionante,  junto a un Adrian Barilari, que cantó muy bien, aunque debo decir que el volumen de su voz fue más bajo del que nos hubiera gustado a todos.

El público estuvo involucrado en todo momento con ellos, y además de una mayoría local, se veían algunos latinoamericanos, incluso ondeando sus banderas de diversos países.

De cualquier manera, solo para disfrutar de la guitarra de Giardino ya mereció la pena ve su show, y es que Walter es mucho Walter, posee gran clase, destreza, nivel, y además es un príncipe en escena.

RATA empezaron con "Diario de una sombra" de su álbum "El reino olvidado", y estallaron muy pronto gracias a los dos siguientes temas: el delicioso y legendario "Solo para amarte" y "Volviendo a Casa" de su larga duración "El camino del fuego", con ese cautivador riff y su mágica melodía, que desde que escuché la primera vez la canción, me enamoró.

La banda daba la talla, junto a unos portentosos Giardino y Barilari, cuando llegó "El círculo de fuego" de "El reino olvidado", que dio paso a otro gran e histórico éxito de la banda argentina: “Guerrero del arco iris”, que estuvo genial y que los más nostálgicos cantaron. A pesar que tanto Walter como Barilari habrán tocado este himno cientos de veces, se les veía con la ilusión y las ganas de tocarlo por primera vez.

A renglón seguido, tocaron “Mujer Amante”, esa gran canción que todo el mundo cantó con el corazón y que desde hace años les ayudó a romper fronteras e incluso sonar en las FMs. Su melodía “a lo RAINBOW” sigue siendo antológica.

Tras el éxtasis producido por “Mujer Amante”, RATA BLANCA estrenaron una canción nueva, que supongo formará parte de su próximo álbum. Su titulo es “Rock Is Rock”, con un riff muy eléctrico, un grito inicial muy “a lo Hightway Star de PURPLE”  y un desarrollo y una forma de cantar de Barilari que me recordó a OBÚS, incluso la letra. No me preguntéis porque, pero me recordó mucho a los liderados por Fortu. Buen tema en todo caso.

Más tarde siguieron con "Rock and Roll Hotel" del último disco "Tormenta eléctrica" de 2015 y  la buenísima “Aún estás en mis sueños” de “La llave de la puerta secreta”, una canción emocionante.

El final fue, el esperado, con "La leyenda del hada y el mago" que lleva acompañándoles desde 1988 y es imprescindible en cada uno de sus actuaciones.

¡¡Muy grandes RATA BLANCA!!

Texto: Rafa Basa

Fotos: Jon Rivas Delgado

 

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KALMAH

Tras estar presenciando el concierto de RATA BLANCA, me dirigí con rapidez al escenario New Rock para poder ver parte del concierto de los fineses KALMAH, quienes despertaban mucho mi atención desde que fueron confirmados para esta edición del festival.

Cuando llegué, estaban a medias en el tema “They Will Return” y pude apreciar a un público entregado, aunque lastimosamente el recinto no terminó de presentar una buena congregación, ya que la banda tenía la dura misión de actuar entre los mencionados RATA BLANCA y los cabezas de cartel ALESTORM, por lo que les tocó la peor papeleta en esta última jornada.

Aún así su actuación me pareció muy buena al igual que su sonido, un death metal melódico con teclados y pinceladas de power metal, teniendo como clara influencia a sus paisanos de CHILDREN OF BODOM, banda la cual ha sido el espejo en la que se han mirado pero sin sonar a una burda copia.

Su eclecticismo estaba a la par con la calidad musical de sus miembros, teniendo al vocalista y guitarrista Pekka Kokko como principal foco de atención, aunque el teclista Veli-Matti Kananen también llamaba la atención con su peculiar peinado y alternando los teclados tradicionales con el keytar.

De su repertorio destacar temas como “Seventh Swamphony” o “The Black Waltz”, donde el sonido no fue tan fuerte como días anteriores, donde escuché quejas del elevado volumen, pero a cambio sacrificaron potencia en las guitarras, aún así preferí eso a escucharlos con tapones y a un volumen molesto.

Se notaba que la banda lo estaba dando todo en el escenario, llegando a lanzar una camiseta al público y donde se escuchó una fuerte ovación cuando presentaron el corte “Heroes to Us” con esos toques neoclásicos y la evidente influencia de la ya mencionada banda del añorado Alexi Laiho.

La arremetida final llegó con “Hades” con Veli-Matti Kananen volviendo a la parte delantera del escenario con el keytar y cerrando un concierto que si no hubiera sido por la coincidencia con ALESTORM, podrían haber gozado de mayor congregación y que para mí fueron una de las sorpresas del día, dándonos un concierto muy enérgico y notable.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Jon Rivas Delgado

 

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ALESTORM

Al igual que dije en mi crónica de LÈPOKA, ante estas horas tardías, donde el cansancio ya puede llegar a ser un hándicap importante tras cuatro jornadas non-stop de festival, montar una gran fiesta llena de bailes y cachondeo puede ser una de las soluciones que mejor nos ayuden a sobrellevarlo. ALESTORM venían a posicionarse como uno de los cuatro cabezas de cartel del festival, y a cumplir con estos requisitos.

Humo a borbotones, y tres enormes patos hinchables capitaneaban el escenario, y música que nada tiene que ver con el Metal sonaba por altavoces. A la vez, un montón de artilugios de goma, pistolas de agua, y vestimentas estrafalarias, se podían atisbar entre el público. Ante tal viñeta, los ingleses abrieron fuego con “Keelhauled”, empuñando Christopher Bowes su keytar, e inmediatamente, los coreos llegaron desde el público, incluso antes de que este último pronunciase una sola frase. Contundente demostración de las ganas de fiesta, y no sería la única. Proseguían con “Back Through Time”, subiendo poco a poco el nivel, con muchos bailoteos entre los músicos, y el bajista Gareth Murdock, con su instrumento colgando por debajo de las rodillas, paseándose y provocando al personal. Tomaba Christopher un trago y nos saludaba con mucho desenfado, algo intrínseco al espíritu de la banda. No tardaba en caer la movidita “Mexico”, con una base electrónica amparando el principio del tema, que puso a botar a casi todo el recinto.

Se podría decir que el sonido era bastante bueno, el volumen no resultaba doloroso, y más o menos se distinguía bien cada instrumento. Las luces azules se apoderaban del escenario ante la llegada de “Magnetic North”, y entre los asistentes, se preparaba el primer wall of death –de tantos que hubo- para dar la bienvenida a “Alestorm”, que endureció el sonido con sus ritmos machacones y esas voces más aguerridas por parte de Christopher y el teclista Elliot Vernon. La buena relación entre músicos también se hacía de notar, con constantes paseos del guitarra Máté Bodor entre unos y otros. Por primera, pero no por última vez, invitaron al escenario a la exótica Barbara Blackthorne (vocalista de EMPRESS) para que se cantara con ellos “Voyage of the Dead Marauder”.

Barbara tuvo gancho, y una voz que, sin destacar entre otras vocalistas de su estilo, sonó bastante bien. Luces parpadeantes y el foco sobre el guitarrista al ejecutar su solo, nos llevaron hasta “Under Blackened Banners”. Una desternillante fiesta con buenas coreografías entre Gareth y Máté, una parte cantada por el teclista, y un arrollador doble pedal que se comía en ocasiones al resto de instrumentos. La polvareda que levantó el público con los moshpits me obligó a retrasarme unos cuantos metros, pero seguí disfrutando de temas como “Hangover”, donde subió al escenario alguien llamado Mc Shark, con una cabeza de tiburón encasquetada. Como siempre, ALESTORM enarbolando la bandera del cachondeo y el desfase. “Uzbekistan” hizo que lo pasásemos tan bien como el batería Peter Alcorn, cuya cara de satisfacción hablaba por sí sola, y en “Zombies Ate My Pirate Ship”, volvieron a contar con la voz y gran presencia de Barbara, a quien todos los músicos recibieron tirados por el suelo. Los flotadores y demás parafernalia seguían surcando sobre los asistentes, y Christopher requirió una cabeza de unicornio.

Entonces, llegó uno de los temas más rápidos de todo el concierto, como fue “Big Ship Little Ship”, seguido de uno de los momentos más especiales, con “Nancy the Tavern Wench”. Christopher abría con unas teclas de lo más marineras, y segundos después, tenía a prácticamente todo el recinto (hablo de cientos y cientos de personas) sentadas y remando al ritmo de la canción. Es algo que se ha convertido en un verdadero clásico de sus directos. Pero todavía tenían mucho material para seguir armándola. Durante “Tortuga”, volvimos a ver al enigmático Mc Shark, ante el despelote de la peña, rapeando y pateándose todo el escenario, y “1741 (The Battle of Cartagena)” fue muy bien recibida.

La gente estaba tan entusiasmada como los propios músicos, hubo ahí mucha comunión entre ambas partes, y el cansancio parecía haberse evaporado para muchos. Los guturales de Gareth y Elliot aportaron dureza extra al tema y, por cierto, nunca había caído en la cuenta de lo bueno que es Máté Bodor a la hora de ejecutar los solos, con una técnica muy pulcra. Las notas aceleradas de “P.A.R.T.Y.” hablaron por sí solas sobre cómo se estaba viviendo el asunto, y “Shit Boat (No Fans)” nos llevó directo a los bises. Tras una breve y humorística presentación de la banda, el respiro les sirvió para volver a piñón fijo con “Drink” (qué bien rugieron las guitarras en ella), y la etílica “Rum”, con las que no dieron tregua.

Como no podía ser de otra forma, Fucked With an Anchor puso el punto y final por todo lo alto, con el guitarrista tocando acostado, y un enorme FUCK YOU hinchándose ante nuestras narices en el borde del escenario. Barbará también colaboró con ellos, y el vocalista, por si no había quedado claro, se despidió de todos nosotros con un sonoro Fuck You Spain! Lo cierto es que el último tercio del concierto se me hizo algo cansino, pero ni yo, ni nadie, les podemos quitar el mérito de haber sabido mantener un pulso muy constante, y haber elevado la moral de su público hasta límites insospechados.

Texto: Javi Estan

Fotos: Cesar Valiente

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BRIAN DOWNEY

Tras ver algunos minutos del concierto de ALESTORM, me dirigí al tercer escenario, ya que iba a poder presenciar el que para mí fue, bajo mi humilde opinión, el mejor concierto de la jornada.

Si bien es cierto que THIN LIZZY murió con Phil Lynott, han sido muchas las reencarnaciones que han buscado mantener viva la llama del músico irlandés. Y si hay alguien que puede llevar ese estandarte, ese es BRIAN DOWNEY. El baterista es, junto con Lynott, el único miembro que estuvo en todos los discos de la banda, siendo también el cofundador de THIN LIZZY, por lo que está en su pleno derecho de tocar en directo las canciones que él compuso y defendió durante décadas. Creo que en este caso no hablamos de banda tributo y discutir si puede o no tocar esas canciones creo que está fuera de debate.

Así, el concierto se centró en los temas clásicos de la mítica formación irlandesa. No fuimos muchos los presentes en el concierto ya que coincidía de pleno con los cabezas de cartel, pero los que estuvimos gozamos de un excelente show, donde además del propio Downey, teníamos a Michal Kulbaka y Joe Merriman a las guitarras y a la voz y bajo a Matt Wilson, quien además de tener una voz y un estilo al bajo similar a Phil Lytnott, la apariencia física era indudable, luciendo un pelo a lo afro y un estilismo que por momentos uno podía dudar si estaba ante la reencarnación del añorado músico.

La banda no quiso andarse con rodeos y arrancaron el concierto con “Are You Ready?” y la mítica “Jailbreak” que fue coreada por los presentes. Además, gozaron del mejor sonido en el escenario New Rock en ese día, pudiéndose escuchar todos los instrumentos de forma nítida y donde se pudo gozar de la pegada y calidad del propio Downey a la batería, el cual hizo un gran concierto sin recurrir a solos, alardes o pedir protagonismo, él simplemente tocó y lo hizo de forma magistral.

“Rosalie” continuaba repasando los grandes éxitos de THIN LIZZY, otra de esas canciones que son ya un himno y que son piezas básicas del hard rock. También hubo cabida para momentos más calmados como “Danzing in the Moonlight” la cual enlazaron con “Massacre”, una de mis canciones favoritas de la banda y que tocaron igual que en su mítico directo “Live and Dangerous” de 1978, uno de los mejores álbumes en directo de la historia.

“Still in Love With You” trajo esas raíces más blues de la banda, mostrando esa melancolía que Lynott plasmó en sus letras, mientras que “Don’t Believe a Word” nos trasladaba al genial disco “Johnny The Fox”. La banda estaba disfrutando y el público, que se notaba que éramos todos seguidores de THIN LIZZY, con la boca abierta al ver como estaban clavando cada tema y con una calidad indiscutible.

La parte media del concierto fue ya un aluvión de himnos, como “Cold Sweat” o la excelente “Cowboy Song”, una de esas canciones que siempre logran ponerme los pelos de punta con sus guitarras gemelas y su solo y que fue uno de los momentos más especiales del repertorio.

La recta final llegaba con “The Boys Are Back in Town”, otra esperada que fue bien recibida y “Suicide”, quizás esta más sorpresiva que me encantó escuchar en directo. Como colofón, “Wiskey in the Jar”, esa canción popular irlandesa que THIN LIZZY lograron que traspasara fronteras y es ya un clásico de la banda.

Así la banda se despedía, estando sobria en las tablas pero ofreciendo un concierto sobresaliente y lo más parecido a vivir un concierto de THIN LIZZY en directo. Si en 2019 los “Thin Lizzy” oficiales fueron cabezas del cartel de esa edición e hicieron un buen concierto, creo que esta otra encarnación me pareció superior. Sea como sea, ya he podido vivir dos versiones de la banda con algunos de sus miembros y gozar de sus clásicos, algo que como seguidor de la banda que no pudo verlos en su día en directo, es todo un regalo.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Cesar Valiente

 

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SAUROM

No cabe duda que SAUROM y LEYENDAS DEL ROCK van unidos de la mano. Rara vez la banda gaditana falta a alguna edición del festival y son sinónimo de espectáculo, fiesta y magia.

Como siempre, lucieron sobre el escenario una gran parafernalia, con pirotécnica, columnas de fuego, saltimbanquis, coro e invitados especiales, algo que ya es normal en sus directos. En las pantallas, durante toda la jornada, se anunció su concierto en el Wizink Center de Madrid del próximo 21 de marzo del próximo año. Mi duda era si el recinto se les podía quedar grande o si era una banda que podía estar a la altura de ese acontecimiento. Al final de la crónica os respondo.

SAUROM hicieron un repertorio donde intentaron dar cabida a gran parte de su discografía, centrándose en su último trabajo “El Pájaro Fantasma”, tema con el cual dieron el pistoletazo de salida a su show, con una banda totalmente entregada y con un Miguel que ejerció de maestro de ceremonias, tan comunicativo y carismático como siempre.

“Amancer”, de su disco “Música” continuó desgranando su extensa discografía, donde pudimos ver ese coro que acompañó a la banda en casi todo el concierto y donde no faltaron los típicos instrumentos como gaitas, violines de mano de Narci Lara, la cabeza pensante de la banda el cual también estuvo en todo momento entregado.

“La Hija de las Estrellas”, más ligera y melódica, puso ese toque más emotivo e intimista, y la primera sorpresa de la noche llegó cuando en el escenario hicieron acto de presencia Isra Ramos y Ramón Lage, para cantar junto a Miguel “No Seré Yo”. La verdad es que tener en el mismo escenario a esas 3 grandes voces fue un regalo para los asistentes, estando los 3 radiantes y ofreciendo su mejor versión. Un momento especial que los seguidores del metal en castellano agradecimos presenciar.

“Músico de Calle”, con esa letra y ambiente más desenfadado y acompañado por malabaristas, impregnó de optimismo el polideportivo de Villena, poniendo a muchos a bailar con la noche cerrada y desafiando al cansancio tras 4 días de festival.

“La Leyenda de Gambrinus” es uno de los inamovibles del repertorio de SAUROM y donde Isra Ramos volvió a hacer acto de presencia para acompañar a Miguel a las voces. La verdad es que ver al vocalista en acción y cantando tan confiado y contento tras su lesión es una alegría para muchos, ya que se merece lo mejor tras esa mala racha.

Una de mis canciones favoritas de la banda es ”La Batalla con los Cueros de Vino”, donde narran un pasaje del Quijote y que siempre me hace sonreír. Es otra de las que nunca faltan en sus conciertos y que siempre es bienvenida. Muchos la cantamos y nos dejamos llevar por su letra. Desde luego SAUROM son especialistas en transmitir buen rollo con su música y por eso son siempre fijos en el festival.

Otro momento muy intenso es cuando presentaron la canción “Mejor sin ti”, dedicada a esos “haters” que malgastan su tiempo en criticar, pero que ellos le dan un giro optimista y les desean lo mejor, una letra donde se demuestra que los gaditanos siempre ven el lado bueno de las cosas y que fue un gran momento dentro de su concierto.

Quizás una de las partes que más me sobraron fue con “Cuando Nadie nos ve”, una balada que bajó considerablemente el ambiente festivo y que a esas alturas de la noche y del festival supuso un pequeño bajón. Creo que no acertaron incluyéndola en el repertorio porque se notó en las caras de mucha gente.

“La Llorona”, esa canción tradicional que publicaron como single logró volver a subir las revoluciones del concierto, pero sin duda fue “El Lazarillo de Tormes” la que consiguió poner a todos de nuevo a saltar y mover las cabezas en otra de mis piezas favoritas de la banda.

Llegaba la recta final del concierto y la banda sacó todo su arsenal, y con “El Carnaval del Diablo” salían a escena enmascarados, malabares, fuego y todos los recursos para poner en pie a un público que tiraba de fuerzas para seguir dándolo todo pese al cansancio acumulado.

Pero eso es algo fácil cuando SAUROM empiezan a hacer desfilar sus canciones más festivas como “El Círculo Juglar” donde no faltó ese círculo creado por el público que ya es tradición en sus conciertos.

Con mucho humor y cachondeo, Miguel nos recordaba que hacía 10 años de aquel incidente en el cual SAUROM incendiaron el escenario con la pirotécnica para desesperación del bueno de Marcos Rubio, y como celebración de aquella efeméride, tocaron “Fuego” donde no faltaron las potentes columnas del elemento y que volvía a demostrar que la banda sabe tirar de buen humor y que eso contagia a cualquiera.

“Noche de Halloween” volvió a contar con la presencia de Ramón Lage e Isra Ramos en otro gran tema que busca la fiesta y el desenfreno y como colofón, “La Taberna”, con todos los invitados, coristas y bufones sobre el escenario para poner un fin de fiesta por todo lo alto.

SAUROM volvieron a salir triunfantes en otra edición del LEYENDAS DEL ROCK con su música y buen rollo. Por poner pegas, eché en falta alguna canción de trabajos como “Maryam” “Once Romances desde Al-Andalus” o incluso de “Sombras del Este” que hubieran sido regalos para sus seguidores más veteranos, pero aún así la banda estuvo al nivel esperado y dieron otra fiesta que ya es un clásico del festival.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Jon Rivas Delgado

 

 

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LINKOLN PARK

 

Como ya hemos explicado en anteriores crónicas del festival, no pudimos ver a todas las bandas, y por ello no os podemos ofrecer nuestras crónicas pero si fotos. Es el caso de LINKOLN PARK y EL RENO RENALDO . Pedimos disculpas.

Fotos: Cesar Valiente

 

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EL RENO RENALDO

 

Fotos: Cesar Valiente

 

¡¡¡Hasta el año que viene LEYENDAS DEL ROCK !!!