Crónica y Fotos del LEYENDAS DEL ROCK – Viernes 9 – Parte 2 con BLIND GUARDIAN + VHÄLDEMAR+ JERO RAMIRO/SANTA + TARJA & MARKO HIETALA + LÈPOKA + ANY GIVEN DAY + WHILE SHE SLEEPS + TEMPERANCE

 

TEMPERANCE + WHILE SHE SLEEPS + VHÄLDEMAR + BLIND GUARDIAN + ANY GIVEN DAY + TARJA & MARKO HIETALA + JERO RAMIRO/SANTA + LÈPOKA

Miércoles 7, Jueves 8, Viernes 9 y Sábado 10 de Agosto –
Polideportivo Municipal – Villena

Viernes 9

TEMPERANCE

Si bien ya hace tiempo que conocí a los EVEN FLOW de Marco Pastorino y Luca Negro, tanto en disco como en directo, no fue hasta el año pasado cuando descubrí en vivo a estos TEMPERANCE, su nueva banda, que resultó ser una de las mayores sorpresas del Zurbarán 2023. Este año, asaltaban el LEYENDAS DEL ROCK por primera vez en sus ya más de 10 años de carrera, siendo una de las grandes atracciones del escenario pequeño en aquella tercera jornada.

Y lo digo, fundamentalmente, a tenor de la enorme cantidad de público que lograron congregar allí. El pabellón se iba llenando cada vez más y más, algunos curiosos, y otros ya sabedores del considerable espectáculo que los italianos saben dar en sus directos. Usando samples para la ocasión (algo muy habitual en TEMPERANCE), la cosa arrancó con mucha fuerza, casi ya al punto de ebullición, algo que tuvo especial mérito tratándose de un tema de su último disco “Hermitage – Daruma’s Eyes Pt. 2”. Dicho tema fue “Daruma”, y el despliegue de energía y euforia que se desató sobre las tablas tuvo pocos precedentes. Exprimiendo cada centímetro del escenario, rápidamente sus dos vocalistas, Gabriele Gozzi y la neoyorkina Kristin Starkey tomaron el control, y el protagonismo, con sus grandes interpretaciones, imparables, derrochando talento y ganas. Recorrían las primeras filas, de lado a lado, estimulando, empatizando constantemente con el público, y parándose frente a frente para ejecutar unas armonías vocales muy pulidas, como sucedió en la siguiente “The Last Hope in a World of Hopes”. A la hora de animar, no había quien les tosiera, y es que incluso el batería Marco Sacchetto, entre golpe y golpe, nos lanzaba miradas y sonrisas que complementaban ese clima de buen rollo. Ese estremecedor grito de Kristin al final del tema dio paso, sin demasiados preámbulos, a “No Return”, cuya melodía, muy bien interpretada por todos, nos enganchó inmediatamente. Y es que esa es una de las grandes virtudes de la formación. Sin poner márgenes demasiado encorsetados a su música, pero habiéndose labrado un sonido muy propio, sus temas entran como la seda, y todavía más en directo. Tampoco son mancos en cuanto a técnica. Los constantes punteos del bajista Luca Negro, y las partes más enrevesadas y cruzadas en la batería son una muestra de ello. Continuaban a saco con “Start Another Round”, con paseos constantes por el escenario de Luca, e interacciones de ambos vocalistas, tanto entre ellos, como con el público, ganándonos más y más con cada canción, y provocando ya unos saltos generales.

Dicho todo esto, fue una verdadera lástima el sonido que tuvieron. Las voces sonaban súper engorrinadas, era casi imposible distinguir las letras o los detalles, y esto es casi trágico tratándose de dos excelentes vocalistas como ellos. Tal vez la de Marco Pastorino, que también hizo un papelón a la hora de cantar, sonaba algo más clara, pero no lo suficiente. Regresando a su último disco hasta el momento, en “A Hero Reborn” nos incitaban a cantar los coros, por lo que la carpa se llenó inmediatamente con nuestras voces.

La prodigiosa voz de Kristin Starkey, haciendo gala de un rango para quitarse el sombrero, fue una de las grandes destacadas del tema, tanto en solitario, como combinada con el no menos atractivo timbre del gran Marco Pastorino, un músico incansable que actualmente también milita en VIRTUAL SYMMETRY, EVEN FLOW, SERENITY… La próxima “Diamanti” fue, sin duda, la más bailada de todo el concierto, y es que a ver quién se resiste a su ritmo. Todos los músicos comenzaron lanzando ese gesto tan típicamente italiano, y de hecho, el tema está cantado en dicho idioma. Una melodía que, en otra época y contexto, bien habría encajado en el italo-disco. El impresionante agudo sostenido al final de Gabriele Gozzi fue precedido de unos escandalosos y bien ganados aplausos por parte de todo el mundo. Y es que la gente estaba que ardía ya. No contentos con el ambientazo, todavía nos harían participar más. Kristin Starkey nos pedía ahora que cantásemos el siguiente estribillo, pero que lo hiciésemos en español. Así, “I’m the Fire” sonaba, pero nosotros clamábamos a pleno pulmón aquello de ‘Yo soy el fuego’. El buen rollo reinante era también patente en el escenario, con ambos cantantes cada vez haciendo más coreografías, y Marco Pastorino sonriéndonos a cada nota que salía de su instrumento. Con “Of Jupiter And Moons” continuaron elevando la temperatura festiva, marcada por unas bases muy pulcras y bien ejecutadas, tanto por parte de Marco como de Luca y su bajo de 5 cuerdas. Y para terminar, y levantarlo todo por el aire, en “Pure Life Unfolds”, nosotros pusimos esa cuarta voz junto a Marco, Kristin y Gabriele, cantando incluso a capela esa parte final ante la insistencia de los músicos. Power sinfónico, moderno y melódico que en directo no defrauda.

Muy, pero que muy recomendables.

Texto: Javi Estan

Fotos: Jon Rivas Delgado

 

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WHILE SHE SLEEPS

Fue otro de esas bandas “poco habituales” en LEYENDAS DEL ROCK . Y fue otra de esas bandas que no pude ver al completo, por los solapes en los otros escenarios.

Me gustaron más BURY TOMORROW, por poner un ejemplo, aunque cada banda tiene “su rollo”.

El quinteto de Sheffield se ha unido a la larga  de bandas de metalcore que alguna vez fueron veneradas y que desde entonces se han vuelto mainstream y han sufrido de todas las maneras posibles por ello. Debo confesar que no estoy muy familiarizado con su catálogo, pero me gustaron y fueron uno de los contrapuntos del festival.

Los guitarristas Sean Long y Matt Welsh cumplieron con su trabajo y el cantante Lawrence Taylor fue quien salvó la descarga con sus gritos enfadados y fragmentos más melódicos.

Empezaron con «Rainbows» de su último álbum «Self Hell», para seguir con “Sleeps Society” y “You Are All You Need”, ambos del mismo trabajo.

Siguieron con  “the guilty party” de So What? Y “Self Hell” del Cd “Leave Me Alone” y con todos mis respetos me retiré al tercer escenario para ver el concierto de VHALDEMAR.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Cesar Valiente

 

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VHÄLDEMAR

Cuando te planteas ir a un gran festival como es el LEYENDAS DEL ROCK , uno tiene que tener claro que en algún momento va a tener que renunciar a ver algún artista que le interesa  a causa de los fastidiosos solapes. Por eso es imprescindible mirarse bien los horarios antes de llegar al recinto y planificarse cuales son las bandas que uno no quiere perderse bajo ningún concepto. Evidentemente, cada cual tendrá sus gustos y sus preferencias personales, pero en el caso de un servidor si algo tenía claro este año era  que la cita con los de Barakaldo era innegociable.

Para algunos de los que se acercaron al New Rock Stage la descarga de VHÄLDEMAR fue una de las sorpresas positivas de este XVII LEYENDAS DEL ROCK . Sin embargo,  para los que hace tiempo que venimos siguiendo la pista a la banda que capitanean el virtuoso guitarrista Pedro J. Monge y el alocado y genuino frontman Carlos Escudero fue la constatación definitiva de que se han convertido en  unas de las formaciones más auténticas dentro del heavy metal nacional. Musicalmente son una  apisonadora, están en un gran momento de forma, y en los últimos años han publicado tres trabajos absolutamente arrolladores que nada tienen que envidiar a muchas producciones que nos llegan desde más allá de nuestras fronteras: “Against All Kings” (2017), “Straight To Hell” (2020) y su más reciente “Sanctuary Of Death” (2024).

Fue una verdadera satisfacción poder comprobar que hay mucha más gente que opina como un servidor, y es que el recinto del New Rock Stage estuvo absolutamente abarrotado desde minutos antes de que diera comienzo su descarga. Así que con el escenario convenientemente engalanado con un gran telón de fondo y sendas pancartas laterales con el indiscutible lema de la banda “A Muerte!”, VHÄLDEMAR aparecían en escena dispuestos a arrasar con todo a su paso, abriendo fuego con un trallazo humeante y rotundo como es  “Dreambreaker”. Por supuesto, desde el mismo arranque Carlos fue quien capturó todas las miradas de los presentes. El vocalista es un showman en estado puro, -no solo es capaz de sacar adelante sus exigentes líneas vocales, -contando con los puntuales apoyos  del bajista Raúl Serrano y del teclista Jonkol Terra-, sino que es capaz de conectar con la audiencia con esos comentarios cargados de actitud, macarrería  y garra heavy metalera, creando un cocktail perfecto que hace que sus descargas sean algo más que un simple concierto de heavy metal.

En cualquier caso, que nadie me malinterprete, lo más importante en los conciertos de VHÄLDEMAR es siempre la música. Y eso es algo que puede apreciarse viendo la pasión y la actitud con la que la banda se entrega a la hora de atacar piezas como “Devil´s Child”, combinando a la perfección la velocidad power metalera con la garra y la intensidad propia del heavy metal más auténtico y despiadado. Por supuesto, que no faltaron las constante proclamas de Carlos incitándonos a ir “A Muerte”, tal y como sucedió durante los prolegómenos de la demoledora “Metalizer”, que fue la elegida para que Carlos sacara una botella de whisky y le diera un genero trago a Pedro antes de visitar por primera vez el foso para saludar a sus incondicionales.

Con tan solo tres temas los de Barakaldo ya habían conseguido caldear, y de que manera, los ánimos de un respetable que parecía dispuesto a enloquecer con ellos. Así que para que el nivel de euforia no decreciese la banda nos propuso el tempo sólido y rotundo de la pieza que abría su anterior “Straight To Hell”, “Death To The Wizard”, que ponía a todo el personal a corear su brutal estribillo con el puño en alto mientras Carlos no dejaba de deambular por el escenario animando incansablemente al personal a la vez que espoleaba también a sus compañeros. Tras arrancarnos una sonrisa con sus socarrones comentarios, tocaba empaparnos de todo el virtuosismo y los elementos neoclásicos que contiene esa rotunda cabalgada que lleva por título “Old King´s Visions (Pt VII)”.

Para presentar el siguiente tema “The Old Man”, Carlos bajó hasta el foso para compartir su botella de whisky con todos los que se aproximaron al escenario. Y es que fue durante la ejecución del que a la postre fue el único guiño que se permitieron a “Shadows Of Combat”, cuando el vocalista nos fue presentando al resto de sus compañeros. A estas alturas del show, con Carlos completamente desatado y con la audiencia en perfecta sintonía con el vocalista, llegaba el momento de que unas sutiles notas de piano nos flanquearan el paso hacia “Howling At The Moon”, durante la que Carlos cambió de posición con Jonkol, que acabó ejerciendo como frontman durante la segunda mitad del tema mientras el impredecible vocalista quedaba parapetado tras los teclados.

Tras recobrar sus respectivas posiciones vimos como Carlos hacía un par de aspavientos, -seguramente  alguien de la organización le comunicó que tenía que ir cerrando el show-. Sin embargo tras encajar la mala noticia el vocalista se dio la vuelta para liderar a sus compañeros a lo largo del hímninco y true metalero “1366 (Old King´s Visions, Pt.V)”. Lamentablemente, ahora sí, había llegado el momento de la despedida pero antes de abandonar el escenario los de Barakaldo todavía tuvieron tiempo de asestarnos un último golpe en forma del brutal  “Energy”, que se zanjaba con Carlos viajando por encima de las cabezas del personal  para recorrer todo el recinto del New Rock Stage impulsado por los brazos del público para finalmente regresar al escenario y cerrar el show por todo lo alto.

¡Absolutamente imparables! No me cabe la menor duda de que de todos los conciertos que un servidor ha tenido ocasión de ver este año en el escenario New Rock, el de VHÄLDEMAR ha sido el más potente y explosivo.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Pedro J. Delgado

 

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BLIND GUARDIAN

BLIND GUARDIAN se han ganado con el paso de los años el cetro que desde hace tiempo ostentan. Los liderados por Hansi Kürsch  son ponderados, pero seguros y no necesitan grandes montajes, ni efectos circenses para encandilar a sus fieles. Les bastan sus grandes canciones,  que siempre suenan perfectas,  para gustar. Su profesionalidad es muy buena y demuestra que son garantía de triunfo.

Han tocado en LEYENDAS DEL ROCK varias veces y siempre han hecho felices a sus fans. Este año también lo consiguieron.

BLIND GUARDIAN viven una especie de segunda juventud, un renacimiento prolongado, y en España son queridos y valorados por un público que les adora, respeta y beatifica. Que hayan venido varias veces a nuestro país recientemente y hayan llenado, no es casualidad, ya que han publicado su mejor álbum en muchos años, «The God Machine», que apareció en  septiembre de 2022,  y a primeros de agosto de 2024 sacaban una versión regrabada del clásico cuarto disco “Somewhere Far Beyond” renombrada para la ocasión “Somewhere Far Beyond Revisited”. Los bardos son siempre bienvenidos  de la manera más cálida. Son muy grandes en nuestro país, y  ellos adoran tocar en  España.

Como nos dijo el propio Hansi  Kürsch en la entrevista previa, «La última vez que estuvimos en LEYENDAS DEL ROCK hicimos el repertorio de “Somewhere Far Beyond” y ahora vamos a hacer un recopilatorio de toda la carrera de la banda».  He hicieron un repertorio similar al que la banda alemana ha calcado durante esta gira veraniega.

Comenzar con “Imaginations From the Other Side” fue colosal. Es uno de los múltiples ganchos que posee la banda, y desde el principio, encendieron a su público.

Hansi estaba allí con su eterna sonrisa, con su cara feliz, con la banda habitual, acompañado de sus fieles y equilibrados  Andre Olbrich y Marcus Siepen. El resto de la banda cumplió como relojes, como siempre. Quiero destacar a su teclista, Michael Schüren, quien hace un trabajo que no es protagonista, pero si imprescindible. Pasa desapercibido de cara a la galería, pero se saca de su chistera mil arreglos, apoyos, partes disparadas y voces, que redondean aun más el resultado final de los shows.  El grupo lo completan Frederik Ehmke a la batería, que lleva casi veinte años, y el nuevo bajista neerlandés Johan van Stratum.

Tras  “Imaginations From the Other Side” dieron paso a «Blood of the Elves» de su The God Machine, Tras este, otro clásico nos encandiló; «Nightfall» donde Kürsch cantó muy bien, dejándose por los fans, y bien guarnecido por la dupla Olbrich y  Siepen.

A partir de ahí, tocarían «The Script for My Requiem», recordando de nuevo su          «Imaginations From the Other Side», «Violent Shadows», otro de los mejores temas de «The God Machine», «Skalds and Shadows» de «A Twist in the Myth», un disco y un tema que no me convenciño como otros,  y «Time Stands Still (At the Iron Hill)» del gran «Nightfall in Middle‐Earth».

Hansi seguía encantado u agradecido al público que reaccionó fulgurantemente ante «Bright Eyes».

Y llegó “el momento” de la noche y de la actuación de BLIND GUARDIAN. El LEYENDAS DEL ROCK cantó al unisonó la emocionante «The Bard’s Song – In the Forest». La banda estaba perpleja y encantada, pero ya sabía que esto pasaría. Por razones obvias, es una canción que en España los fans, cantan con el alma. Sinceramente, muchos, yo incluido, eché unas lagrimitas de emoción.

Me tenéis que perdonar, pero a partir de ahí, me perdí una parte de la actuación, aunque me reenganché al final pletórico y una vez más histórico con los finales “Valhalla”, donde el público cantó su estribillo hasta la saciedad, y el final con “Mirror, mirror”.

Siempre gustan mucho, triunfan, son sobrios pero altamente eficaces… son BLIND GUARDIAN, y ganaron la partida con un repóquer de relumbrón.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Jon Rivas Delgado

 

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ANY GIVEN DAY

Tras la lección magistral de heavy metal que nos brindaron VHÄLDEMAR, los siguientes en tomar las tablas del escenario New Rock fueron los alemanes ANY GIVEN DAY, quienes tenían que competir con sus compatriotas BLIND GUARDIAN que en ese momento eran el principal foco de atención en el recinto del festival.

En cualquier caso, su propuesta poco tenía que ver con la de Hansi y sus muchachos, ya que lo suyo es el metalcore enérgico, vigoroso y  salpicado de algunas pinceladas de crossover. He de reconocer que me sorprendió lo animado que estuvo el recinto del New Rock Stage durante su descarga, y es que la banda supo dar a los que optaron por quedarse a verles una buena ración de tralla dando buena cuenta de trallazos concisos y agresivos como “Get That Done” o “H.A.T.E.”, que fueron seguidas con sucesivos moshpits por parte de la animada audiencia.

Por supuesto que tampoco faltaron los pogos y los wall of death, y es que durante su descarga vivimos momentos hilarantes, como cuando su fornido frontman, Dennis Diehl, nos arengó a que hiciéramos  10  flexiones de brazo antes de que la banda descargara “Push Up”. De entre los temas que más motivaron al personal sin duda me quedó con el camaleónico “Unbreakable”,  y con los aromas mas melódicos e introspectivos de “Lonewolf”, que servían para que todos moviéramos los brazos de izquierda a derecha.

Para finiquitar su descarga por todo lo alto, con el personal botando intensamente, la banda se reservó “Savior” y su particular versión del tema de Rihanna “Diamonds”. En definitiva un buen show de una banda que no conocía y a la pienso prestar más atención en el futuro.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Cesar Valiente

 

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TARJA & MARKO HIETALA

Marko ya tocó con sus TAROT en el LEYENDAS DEL ROCK y ahora colaboraría en algunas canciones con Tarja.

Entrada la noche, la divina Tarja hacía su aparición estelar. Tarja tiene una carrera variada, brillante y prolífica en solitario,  lo mismo se acerca a la ópera como al rock potente; pero es claro que la sombra de NIGHTWISH sigue siendo muy alargada para ella, a pesar de los años, y los fans anhelan que algún día la finlandesa afincada en tierras malagueñas, vuelva a la banda que le hizo famosa, pero eso no tiene posibilidades de pasar. Tarja es una gran cantante, posee una voz única, es elegante, muy elegante, una señora en toda regla, y quiere seguir labrándose su historia, pero como Tarja, y por méritos propios, y guste más o menos, hay que respetarlo. Los discos en solitario de la Turunen no serán obras maestras, ni maravillosamente recibidos por un gran y masivo público, pero son álbumes con alma, con grandes canciones y sobre todo con Tarja cantando y ofreciendo todo su sentimiento.

Ahora, Tarja, entre los proyectos que tiene entre manos, le ha dado un trocito de su dulce pastel  a su ex- compañero Marko Hietala, como ella misma dice, “un regalo muy especial para los fans”.  Cuando fue a por él, y le saco de la mano a escena en LEYENDAS DEL ROCK , lo hizo con una gran sonrisa, y dijo: “Ahora, el momento que todos vosotros estabais esperando”.  No fue un concierto de ambos, fue un concierto de Tarja, donde Marko era un invitado muy especial. Y así fue…

Todos disfrutamos de una Tarja pletórica que nos presentó sus  mejores canciones, y como guinda a su pastel, invitó a Hietala para interpretar siete canciones, a medias cantadas por ambos.

El show empezó con “Dead to the World” «Eye of the Storm», un tema que en su momento era nuevo y se incluyó en el recopilatorio ·Best of: Living the Dream»-

Por cierto, apuntar que la banda que acompañó a Tarja estuvo formada por músicos profesionales.

La finesa, con su imagen y logo en la pantalla gigante trasera, nos deleitó con uno de los temas de «The Shadow Self»: «Demons in You», cantando con mucho feeling, una voz impresionante y elegancia suprema. Como en el siguiente «Die Alive», de «My Winter Storm».

Y nos endulzó con otras dos creaciones muy personales: «Diva» de «The Shadow Self» y «Innocence», del mismo disco. Este tema si hizo más mella entre el público.

Un público que ya preguntaba… ¿Y Marko? Pues llegó el momento, y como ya he dicho antes, la propia Tarja, que se dirigió al respetable en español en todo momento, fue a por Hietala y le invitó a interpretar varias canciones.  La primera fue “Dead to the World” del álbum de NIGHTWISH “Century Child” que según nos dijo la propia Tarja en nuestra entrevista, fue la primera canción en la que escuchó cantar a Hietala y le encantó.

Tras este primer guiño a NIGHTWISH, Marko y Tarja interpretaron “Dark Star”, “Left on Mars”,  el tema que recientemente grabaron juntos y  “Dead Promises”.

Muchos esperaban el momento, y llegó  «The Phantom of the Opera», el tema  compuesto por Andrew Lloyd Webber, y que ambos interpretaban juntos en NIGHWISH. Fue un momento muy especial, íntimo, muy personal, mágico.

Pero cuanto todo el mundo cantó y saltó fue cuando ambos interpretaron una buena aunque más lenta versión de «Wish I Had an Angel».

Marko se marchó y Tarja siguió con sus canciones en solitario. En ese instante e subí al escenario tres para ver el final del show de Jerónimo Ramiro interpretando canciones de SANTA.

Por lo que supe después, Tarja y Marko cerraron su actuación con la versión de GARY MOORE, «Over the Hills and Far Away».

Texto: Rafa Basa

Fotos: Cesar Valiente

 

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JERO RAMIRO/SANTA

 

Tradicionalmente el LEYENDAS DEL ROCK   ha sido un punto de reencuentro entre las bandas y sus fans, en el sentido de que muchas de nuestras formaciones más clásicas han aprovechado la celebración del festival para ofrecer un show especial tras estar varios años fuera de circulación. En muchos casos ese “concierto especial” ha acabado propiciando que algunas se hayan reactivado y hayan regresado a la actividad.

Pues bien, el regreso que nos ha traído esta XVII edición del LEYENDAS DEL ROCK ha sido uno de los más deseados por los fans del heavy metal nacional. Creo que todos pensábamos que iba a ser muy difícil, casi imposible, volver a disfrutar en directo de los temas de una de las bandas pioneras del heavy metal en nuestro país: SANTA. Sin embargo, el guitarrista Jero Ramiro ha decidido dar ese gustazo a sus seguidores y ha rearmado la banda contando como vocalista con Eva García, cantante del grupo de tributo SATÁN.

Un pequeño telón de fondo con el logo clásico del puñal  presidiendo el escenario New Rock nos anunciaba que estábamos a punto de vivir un emocionante ejercicio de nostalgia metalera. Había mucha curiosidad por comprobar como Eva sería capaz de calzarse las botas de dos grandísimas vocalistas como son: la añorada  Azucena Dorado y Leonor Marchesi, y lo cierto es que lo hizo muy bien mostrando la vertiente más salvaje, en cuanto a estética y actitud se refiere, de la vocalista madrileña, y aportando ese toque más elegante y sofisticado de la argentina.

En cuanto al repertorio escogido, lógicamente estuvo muy centrado en los dos discos que la banda grabó con Azuzena al frente “Reencarnación” (84) y “No Hay Piedad Para Los Condenados” (85), aunque Jero tampoco quiso olvidarse de incluir alguna composición de lo que fue ese tercer disco que grabaron con Leonor Marchesi: “Templario” (86).

Salieron con todo de cara, con el personal expectante y coreando el nombre de la banda, y aunque tuvieron varios problemas con el sonido, lo cierto es que SANTA acabaron completando un fantástico concierto, que a más de uno nos puso los pelos de punta. Dieron el pistoletazo de salida con uno de los clásicos imprescindibles del primer disco,  “Héroe de Papel”, y a muchos nos sorprendió la irrupción de Eva en escena, encuerada y sin parar de moverse, captando la atención de todos los presentes mientras Jero se encargaba de “dirigir las operaciones” desde su posición.

Además del desparpajo que mostró Eva a la hora de moverse y de animar al respetable, sin duda lo más destacable de su actuación fue como se desenvolvió vocalmente, dando buena cuenta de ese registro rasgado y potente al mismo tiempo, además de mostrar unas excelentes cualidades como frontwoman, ya que no tuvo problemas para hacer que la gente participara activamente en trallazos como “No Hay Piedad Para Los Condenados”, o la marchosa “Fuera En La Calle”.

En cualquier caso, el auténtico protagonista de la descarga, como no podía ser de otra forma,  fue Jero Ramiro, quien fue vitoreado en varios momentos del show. Es más, incluso se animó, tras saludar al respetable, a presentar alguno de los temas que interpretaron. Tras haber arrancado el show de forma arrolladora, tocaba contemporizar un poco los ánimos del personal, y para ello que mejor que dejar que los teclados se encargaran de conducir  “No Eres Suficiente”.

Aunque para algunos ha quedado como un trabajo olvidado, Jero no quiso dejar pasar la ocasión de reivindicar el material contenido en  “Templario”. Así que el primer guiño que se permitieron a su obra de 1986 llegaría de manos de “Por La Espalda”, que ponía a todo el personal a animar en el arranque para acabar convirtiéndose en una de las grandes sorpresas de la noche gracias a la pegada de su demoledor estribillo. Varios fueron los momentos en los que la emoción se apoderó de gran parte de los presentes. Y sin duda uno de ellos fue cuando la banda se embarcó en el tema que dedicaron a unos pioneros del rock nacional como son los sevillanos Storm: “Víctimas De La Tormenta”, todo un decálogo de las dificultades y calamidades que,- antes y también ahora-, tienen que pasar los músicos que deciden entregar su vida al rock, y que nos dejaba con el que sin duda fue el gran solo de la noche a cargo de  un inspiradísimo Jero.

No dejarían de lado  el material de “No Hay Piedad Para Los Condenados”, ya que la siguiente en sonar fue “Arma Mortal”, a la que seguiría la poderosa “Morgana”. Acto seguido Jero se apoyaría sobre la tarima de la batería para dar el pistoletazo de salida a “Todo Mi Honor”, para posteriormente hacernos rockear intensamente con ese duelo entre teclados y guitarra antes de que   alzábamos los puños para apoyar en los coros de su pegadizo estribillo.

Para poner el broche de oro a este regreso que mejor que una doble ración de auténtico heavy metal dando cancha a dos de los temas más potentes de la discografía de SANTA: “Al Lado Del Diablo”, que sonó como una apisonadora, con una banda completamente desatada y un público totalmente  entregado. Mientras que la despedida definitiva llegó con la inevitable e icónica  “Reencarnación”:

Para los que durante años hemos sido seguidores de SANTA su descarga del pasado viernes cerrando el escenario New Rock fue un sueño hecho realidad, al que solo le faltó para ser perfecto que hubieran incluido en el repertorio “Sobrevivir”. Ahora solo cabe esperar que este haya sido tan solo el primero de una serie de conciertos que nos permitan volver a disfrutar de unos temas increíbles contando con la guitarra de su principal compositor: Jero Ramiro.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Jon Rivas Delgado

Ndr.: La idea de montar la actuación y otras con Jero Ramiro, recordando a SANTA, partió de la MANHATTAN ROCK BAND, y más concretamente de su coordinador y amigo Jesís Hernández, Chule. Estaba previsto que fuera su cantante Mer la que cantara, pero no pudo ser. de hecho, los músicos que tocaron fueron los de la MANHATTAN ROCK BAND. 

 

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LÈPOKA

Casi a las dos de la madrugada en una tercera jornada del LEYENDAS DEL ROCK, solo hay un lema válido: fiesta, o muerte. Y desde luego, del primer concepto, los LÈPOKA entienden un poquito. Para la ocasión, nos tenían preparado un setlist completo, que abarcó temas de prácticamente todos sus discos (dejando fuera tan solo el primero “Folkoholic Metal”), mucha parafernalia, trucos escénicos… y alguna sorpresa que ni siquiera alguno de ellos se esperaba.

Con bastante gente aguantando el tirón para verles y, visto lo visto, muchísimas ganas de sarao, destaparon su setlist con la incisiva “Dios está Borracho”, entre las llamas que ya brotaban del escenario y mucho movimiento. Una banda muy entregada, activa y con algunos de sus músicos, como el violinista Daniel Fuentes o el guitarra Dio, especialmente motivados y danzarines. “Antes del Amanecer” trajo consigo una lluvia de papelitos multicolor, con sus toques celtas, y también saltos y mucho jolgorio desde el público, mientras los músicos estaban flanqueados por dos enormes barriles de cerveza, santo y seña de LÈPOKA.

Con un estruendoso ¡Buenas noches, LEYENDAS! Dani Nogués nos dedicaba unas breves palabras, haciendo hincapié en que no querían perder demasiado tiempo. Y volvieron al trote con “Brindo por verte”, y ahora columnas de fuego emergían del borde del escenario mientras Dani Nogués se daba unas vueltas sobre sí mismo, sin dejar de cantar. Lo que más me moló fue ese sable de luz roja con el que Daniel Fuentes tocaba su violín. Desde luego, si no conquistaban al público a base de sus contagiosas melodías (algo que sin duda consiguieron), lo iban a hacer a base de atrezo y espectacularidad. Entre bailes y bailes, se iba formando un enorme circle pit en medio del público, que por culpa del ya bastante deteriorado césped, iba levantando una molesta nube de polvo en temas como “Pandemonium” (donde, en disco, colaboró Pul Pul de Ska-P en las voces) y la saltona “Dónde vas”. No sé si fue mi impresión, pero esta vez le noté la voz un pelín cascada a Dani, que no obstante, se defendió de maravilla.

El resto de los músicos, incluso cuando descansaban de sus instrumentos, continuaban moviéndose y pasándolo teta, extra motivados, sin duda, por el jolgorio que estaban montando. “A las calles” fue otra mirada hacia su último álbum. Antes de iniciarla, Dani la dedicó a su amigo Adán Moreno, víctima mortal de la privatización del sistema sanitario. Las letras reivindicativas y el espíritu combativo se han ido abriendo paso en su música desde sus inicios, pero en este último disco es donde más terreno han ganado. Enlazando con esta última, aparecían en pantalla imágenes del Tetris con la consabida melodía, que sirvió de introducción a “El Baile de los Caídos”. La polvareda que se estaba formando era realmente incómoda, obligándonos a algunos a retroceder. Tanto en esta, como en “Un Año Más”, las guitarras me parecieron sonar mucho más heavys que en otros temas, a pesar de la suavidad que le imprimen a los temas tanto el violín como la gaita, manejada por Zarach, el multiinstrumentista de la banda. Dani ocupaba unos segundos entre los temas para agradecer infinitamente al LEYENDAS DEL ROCK el haber contado con ellos un año más. La cachonda “El Picorsito”, que nos volvió a contagiar con ese ritmo imparable que marcaban Zaph al bajo y Jaume a las baterías, derivó en una de las más celebradas como es su clásica “Chupito”, en su vena más alcohólica. Mucha caña aquí, y mucho desparpajo por parte del guitarrista Dio, cuya energía en sus carreras y movimientos parecía no tener límite. A partir de aquí, sus canciones más conocidas empezaron a tomar cada vez más protagonismo, pero también hubo lugar para más temas recientes, como “La Nit es Nostra”, que me llegó a la patata por estar cantada en su lengua natal (que también es la mía), con buenos coros de Zaph.

Precisamente este último lanzaba a continuación un discurso contra las guerras, y una sesión de beatbox, apoyado por su compañero Zarach a la gaita, antes de emprenderla con la bailonga “Goliardos”, en donde también salieron a escena un par de enormes muñecotes hinchables. El concierto encauzaba la recta final con “El Dorado y Contando al Andar”, donde no faltaron las patadas al aire de Dio, y los apoyos, espalda contra espalda, entre Zaph y Dani Fuentes. Los bailes, los saltos y los cánticos seguían entre el público, que parecía no cansarse nunca. Así, llegaron los bises, que aparte de más temas, también incluyeron una enorme sorpresa para el vocalista.

Inesperadamente, apareció su chica en el escenario, con una tarta, para felicitarle el cumpleaños… ¡y pedirle matrimonio allí mismo! Dani quedó atónito por la emoción de la sorpresa, y tras un SÍ QUIERO, volvió a liarla junto a sus compañeros con “Seguimos en Pie”, provocando una sentada multitudinaria y deshaciéndola a ritmo de ska, “Contra viento y marea” (donde cientos de papelitos todavía volaban por el aire) y, tras pedir un aplauso para todo su equipo técnico, zanjar la faena con la trallera “Yo Controlo”, en la que el escenario se llenó de humo, bailes locos, y color.

Texto: Javi Estan

Fotos: Cesar Valiente

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