Tony Martin – OVERKILL – HOUSE OF LORDS

Pues ojalá sacasen algo juntos Iommi y Tony Martin.

Si Tony Martin tiene que esperar a que Tony lo llame, puede esperar sentado.
No sé qué está haciendo ahora, pero con el impulso de la caja igual podría hacer una gira tocando temas de esos 4 discos y no le iría mal del todo.

¿»Impulso de la caja»? Imagino que te referirás a los 4 lp’s reeditados. En mi opinión creo que Iommi no tiene demasiado interés en volver a contar con Martin para nada. Amo a Martin y lo que hizo con Sabbath pero, no nos engañemos, es un «don nadie».
Llegó a Sabbath en su momento más bajo y por aquel entonces ni Iommi ni los fans lo respetaban. Solo ahora, con el público de aquellos años calvos, viejos y que no conecta con lo que hoy se hace, es cuando subimos a los altares a esos discos de «serie b» que grabaron. En su día fueron ninguneados, criticados y ridiculizados por nuestros «yoes» más jóvenes.
Cuando salió «Eternal Idol» un servidor tenía mejores cosas que hacer que escuchar al dinosaurio de Iommi con un grupo de mercenarios haciendo Heavy rock del montón: «Appetite for destruction», «Among the Living», «1987», «Hysteria», «Hall of the mountain king»… El tan amado hoy día «Headless Cross» no podía ni encontrarse en las tiendas cuando se publicó. Mi joven «yo» de 1989 lo pudo ver de importación en lp a un precio alto; ¿pero podía competir ese disco de viejos con «Conspiracy»? ¿»Headless Children»? ¿»Dr. Felgood»? o » Perfect Simmetry»?
«Tyr» lo compré en su momento desembolsando una fortuna por ese vinilo de importación. La mayoría de mis colegas optaron por gastar esa pasta en «Painkiller», «No prayer for the dying», «The Ritual» o «Empire». Y si nos vamos a «Cross Purpouses»o «Forbidden» la cosa es aún más dramática. Los compré en su momento, pero al poco pensé que hubiese sido mejor invertir mis magros ingresos en «Imaginations from the other side», «Superunknow», «Avalancha», «Vs», o «Land of the free».
Sí, la nostalgia, es lo que tiene.
Por tanto, dudo que Iommi quiera volver a trabajar con Martin, al cual adoro. Pero es justo reconocer que el Hombre de Negro ha reeditado esos discos por cuestiones personales o de pundonor más que como una hipotética señal de compadreo a Martin para reverdecer laureles… (¿qué «laureles»?)
Además, más allá de su trabajo de nicho y para nerds -como yo- en Sabbath, ¿qué ha hecho Martin? Discos irregulares de bajo presupuesto y vuelo que más que convertirlo en una leyenda lo han transformado en peón de músicos de segunda. Si alguna vez tuvo la oportunidad de ser un ex Sabbath honorable, esos trabajos para ganarse las habichuelas lo han impedido. ¿Os habeis fijado que es el vocalista más menospreciado de los de Birmingham? Hugues a punto ha estado de caer ahi, pero su mítico paso por Purple le da ese halo de «ex Purple» que casi todo lo perdona.
Martin tiene que luchar para hacer recordar al gran público que él es también un ex Sabbath.

Buenas anécdotas discográficas, se agradecen. Totalmente de acuerdo contigo.

Bueno tema de house of lords (como casi siempre) , una pena que luego haya tantas dudas sobre su directo luego….sino fuera por eso serían una de las grandes en su estilo.

Yo en aquella época sin internet ni nada parecido es que ni me enteré de la salida de esos discos, tan solo escuché algo del Eternal idol en la radio. Fueron discos que descubrí más tarde gracias a internet y que, salvo Forbidden, me parecen unas joyas infravaloradas, sobre todo ese grandioso Headless cross. Una pena que en su día fueran tan infravalorados hasta el punto que algunos ni supimos de su existencia.

Yo no tuve problemas para adquirir ni Headless Cross y Tyr en vinilo en tienda física cuando salieron. Y sólo había una donde vivía. El Cross Purposes ya cayó en CD, al igual que Dehumanizer con Dio. Los dos primeros ya luego los compré en CD también.

Headless Cross es un pedazo de fistro. Al Atáquerrrr.

Yo tenía el headless y el tyr en cinta grabada, uno en cada cara y flipaba con ellos. Aún lo hago.

Me ha gustado mucho tu comentario, mamoma. Muy ilustrativo para los que no vivimos los 80 y solo podemos hablar de las leyendas del Rock desde la perspectiva actual.

Black Sabbath es uno de mis grupos favoritos, y una de las razones para ello es lo mucho que disfruto todas sus etapas, de las más gloriosas a las más humildes (que las hay, como recordáis todos).

Siempre he tenido la impresión, me corregís si me equivoco, de que los Sabbath de los primeros discos con Ozzy son toda una referencia en el mundo del Rock en general a nivel de nombres como los Rolling, AC/DC o Bruce. Casi no hay nadie que no sepa al menos tararear «Paranoid» o «Iron Man», y esto se debe en una parte importante a la dimensión mediática de Ozzy, bien dirigido por Sharon durante décadas en el candelero. A veces me pregunto si sus amigos de Birmingham, especialmente Tony, el genuino talento del grupo, se sentirían como poco más que músicos de sesión de la carrera en solitario del Madman cada vez que se reunieron a pescar billetes. Esto último, supongo, les ayudaría a soportar el «trauma».

Pienso que la época de Ozzy es la que se tiene en cuenta en el mundo del Rock, a secas, como también pienso que la de Dio es la más adorada en el mundo del Heavy Metal en particular. Sin ni siquiera la mitad de exposición que la formación original, esta etapa del grupo llegó al corazón de cientos de miles de personas con «Heaven and Hell» y «Mob Rules», que son dos pináculos del género reducido a la «parroquia», a los fans de otros clásicos como Maiden o Judas. Ronnie plasmó muy bien esta etapa en unas declaraciones en las que decía algo así como que si la gente recordaba a «otro» cantante en Black Sabbath, ese era él.

¿Y después? Pues muy pocos nos fijamos en la nueva vida del grupo ya definitivamente en manos de Tony, que lo manejó como pudo mientras Dio obtenía un éxito razonable en solitario aupado en los años de gloria que le quedaban al Metal, y Ozzy se convertía en ese personaje archiconocido que ha llegado hasta hoy.

«Born Again» es un disco vilipendiado por muchos, tal vez lo hubiera vilipendiado yo mismo de haber disfrutado in situ los años de Dio. Pero oye, lo descubrí siendo un adolescente en 2010 y me parece un caprichoso regalo de la historia que Ian Gillan fuera cantante de Black Sabbath, como resultado de una cogorza que se alargó un año. Qué narices, siempre he pensado que el disco se deja escuchar, y que la guitarra de Iommi y los gritos cavernícolas de Gillan tienen que dar, al menos, algunas buenas canciones. A «Disturbing the Priest» o «Zero the Hero» me remito, por ejemplo.

La etapa de Glenn Hughes me parece un poco lo mismo, pero con menos encanto. Otro ex miembro de Purple, aunque de la «segunda línea», prestando una voz prodigiosa a un disco que no se sabe muy bien qué pinta en el catálogo de Sabbath. Me parece maravilloso que esa deslucida reunión de la formación original en el Live Aid, con Tony de resaca y los otros a saber cómo, se produjera entre la publicación de «Born Again» y «Seventh Star», como una vuelta a 1975 en un basurero de Philadelphia que Freddie Mercury se comió desde Londres.

¿Y nuestro héroe, Tony Martin? A esas alturas me supongo que Iommi querría asegurar la jugada sin tanto experimento, fichando a un vocalista joven y versátil que pudiese cantar todo el catálogo del grupo sin problemas. Los discos resultantes de esa etapa me parecen disfrutables con la excepción para bien de «Headless Cross», que me parece una obra maestra, y la excepción, para mal, de «Forbidden». Que es «Forbidden», no hace falta decir más. Una etapa, como decís en otros comentarios, desubicada y eclipsada a finales de los 80 por sangre nueva o por coetáneos que supieron adaptarse como Whitesnake o el propio Ozzy, que disfrutaría las mieles del estrellato mundial mientras Sharon boicoteaba a su amigo de Birmingham.

Una etapa, en fin, que supongo que recordáis como esas épocas no tan felices de la vida que el paso del tiempo han endulzado. Viva Tony Martin, carajo. Cantaste en Black Sabbath, aunque pocos lo recuerden.

Magnífico comentario. La nostalgia.Recuerdo comprar el Headless Cross de segunda mano sobre el 90 y poco. Llevaba ya tiempo ahí, nadie lo quería al igual que el Eternal Idol con el que me hice después. La portada me llamó la atención. Buscaba sensaciones «fuertes», no tenía ni idea de la música que podía darme Sabbath y en mi búsqueda de la fe metálica sin conocerlo adquirí esta obra. Al principio decepción. Voz melódica, nada heavy, cero agresividad, yo quería a alguien escupiendo fuego, cagandose en dios,adorando a Satán lo que en mi joven imaginario representaba el grupo «Misa Negra». No estaba en la tienda ninguno de los discos que ya han nombrado. Ni Conspiracy,ni Hall of the Mountain King ni No Prayer. Treinta años después entiendo por qué no estaban en la tienda.La unión Iommi/Martín no está mal,buenos discos pero ni de lejos llegarán a la grandeza de los discos con Ozzy y Dio. Estos son otra cosa. Martín ya no interesa a nadie, solo a cuatro nostalgicos que tampoco perdemos el culo por un disco nuevo. En síntesis es un debate artificial porque Iommi pasa de Martín como de la mierda. Esa es la realidad. Por último pensaba cuando siendo joven pensaba en el tal Martín (sin acceso a fotos ni a videos) pensaba que al menos tendría una imagen peligrosa, especial. En cambio al tropezar muchos años después y desmitificado todo por los años que uno va cumpliendo, me encuentro con un tipo con calvicie galopante con un pelo horroroso y con una imagen con menos carisma que una piedra.

Lo que hay que leer. Hay gente que en vez de oído parece tener sólo orejas. Los discos con Tony Martin son brutales, y buena parte de culpa la tiene su extraordinaria voz y dotes de interpretación.
No se trata de nostalgia, simplemente el tiempo pone a cada grupo y a cada disco en su lugar.

Coincido más con el último comentario, creo que su etapa en la banda, a nivel musical, es realmente de un gran nivel sin necesidad de copiar ni compararse a nadie. Otra cosa es que para cuando entró Martin en la banda la marca Sabbatah estaba YA muy desgastada a nivel comercial y de apoyo de los fans después de 7 años con idas y venidas de cantantes y una fama en declive justamente debido a ello. Pero Martin les dio estabilidad, una década muy interesante discográficamente hablando (ya ves tú lo que hicieron después, el disco con DIO bajo otro nombre y otro con Ozzy y se acabó… en 20 años más que estuvieron en activo!) y que siempre ha sido muy infaravalorada justamente por ese declive comercial que atravesaba la banda y que ni siquiera la fallida reunión con Dio a principios de los 90 consiguió remontar (y el Dehumanizer me parece un discazo de cabo a rabo).
Así es que una cosa es la nostalgia y otra que los discos sean realmente buenos, que lo son. Y Martin también, aunque en directo sí que es cierto que siempre fue un cantante bastante limitado.

Me.acuerdo como Se le tomo en un segundo plano a Tony Martin con la vuelta de Dio en dehumanizer,dado que Dio no tenia el éxito que requeria en su carrera en solitario en parte por la explosion grunge que surgió en ese momento.pero aun así yo prefiriendo a Dio es parte del mundo sabbath con lo que ello conlleva por discazos que saco.

Seria genial que Tony Martin y Tony Iommi volvieran a hacer música juntos. A lo mejor como una nueva versión de Heaven & Hell. O con otro nombre, da igual.