Crónica y fotos de SCORPIONS + PHIL CAMPBELL AND THE BASTARD SONS en Valencia

+ PHIL CAMPBELL AND THE BASTARD SONS

Jueves 11 de Julio de 2024 – Auditorio Marina Sur – Valencia

Valencia, por desgracia, es una ciudad donde los grandes conciertos y eventos de rock y heavy metal suelen pasar de largo. Las giras de bandas internacionales de gran nivel eligen otras ciudades del país y en la capital del Turia solemos quedarnos desangelados de este tipo de propuestas. Por eso, cuando una de esas giras recala aquí, es un evento social al que todos acudimos en masa.

SCORPIONS, banda con más de 50 años de actividad, uno de los baluartes del hard rock y heavy metal a nivel mundial, pisaban por primera vez Valencia dentro de su gira “Love at First Sting Tour” y eso era motivo de celebración. Han tenido que pasar más de medio siglo para que la banda actúe en mi ciudad, pero la espera mereció la pena.

El recinto elegido es el llamado Auditorio Marina Sur, que no es más que una enorme explanada que antaño se utilizó para el circuito urbano de la Fórmula 1, cuando la ciudad de Valencia acogió y transformó la ciudad para este y otros eventos deportivos que no salieron bien parados, pero de este tema prefiero no hablar para no alterarme. El caso es que ahora se emplea como recinto para grandes conciertos, teniendo buena capacidad y cosas positivas y negativas.

Como punto positivo, la ya mencionada capacidad, que permite celebrar conciertos de gran aforo. Al estar pegado al mar, la brisa marina ayudó a sofocar el calor típico del mes de julio, que por suerte fue soportable. Los puntos negativos, la acústica, de la que hablaré más tarde y el hecho de que el suelo esté asfaltado hace que el calor se acumule. Los precios de las bebidas fueron razonables dentro de lo esperado, sigue sin ser barato, pero menos caro que en otros eventos a los que he asistido en los últimos años. El acceso al recinto fue rápido, no tanto al salir, pero algo normal.

Pasando a los conciertos, la banda invitada para la gira era PHIL CAMPBELL AND THE BASTARD SONS, el proyecto musical que montó el guitarrista Phil Campbell tras la disolución de MOTÖRHEAD. Como nota anecdótica, las redes sociales del propio evento en algunas notas renombraron a la banda como “Phil Collins and the Bastad Sons”, para el cachondeo y burlas de la gente y que incluso la propia banda bromeó de ello en sus redes sociales.

Había visto en acción al grupo un par de años antes en un festival, pero dedicaron su repertorio a tocar canciones de MOTÖRHEAD, pasando por alto sus 3 álbumes de estudio que bajo mi opinión son bastante notables. Para esta ocasión dieron más importancia a sus canciones, dejando ver que no viven únicamente del legado de la banda de la que Phil Campbell fue guitarrista durante más de 30 años.

Lo primero a resaltar y como lo peor de la velada fue el sonido ridículamente bajo con el que sonaron. En ningún momento se pudo escuchar decentemente al grupo, con el sonido a un volumen más acorde para una sala de 100 personas que para un concierto de decenas de miles. Vergonzoso que la banda en toda su actuación no gozara de un sonido acorde, empañando la experiencia.

Aún así la banda estuvo entregada e ilusionada de estar girando con SCORPIONS . Phil Campbell, líder indiscutible y patriarca, estuvo en su rincón mostrando su calidad a las seis cuerdas, tomando el protagonismo cuando era necesario pero dejando brillar a sus hijos.

Debido al mencionado pésimo sonido era incluso complicado adivinar las canciones que estaban sonando, eso estando situado bastante bien, junto a la torre de sonido, pero entre el repertorio destacar temas como “We’re the Bastards” de su segundo álbum homónimo junto a composiciones de su último trabajo “Kings of the Asylum” publicado el pasado año.

Naturalmente, tampoco faltaron canciones de MOTÖRHEAD, más esperadas por una parte del público que no está familiarizada con sus canciones propias, dando paso a “Born to Raise Hell”, un clásico que puso a muchos a alzar el puño y fue el primer momento álgido de la velada.

Con el volumen ligeramente más alto (pero sin seguir siendo decente) siguieron presentando temas de su último álbum como “Strike the Match” o “Maniac” con la que Joel Peters nos incitó a hacer una peineta en los estribillos.

La nota final llegó con la esperada “Ace of Spades”, himno inmortal de MOTÖRHEAD con la que cerraron el concierto y rindieron su peculiar homenaje al siempre añorado Lemmy Kilmister. Fuimos muchos los que teníamos la ilusión que Mikkey Dee se uniera a la banda con su ex compañero a tocar juntos algún tema, aprovechando que están girando juntos, pero no ocurrió, dejándonos a todos con las ganas de ver a ⅔ de la última formación de MOTÖRHEAD. Parece que ambos quieren dejar claro que la banda ya no existe sin Lemmy y hasta ahora, han rehusado cualquier tipo de reunión y homenaje, cosa que respeto.

El guitarrista galés ha sabido como seguir el legado de la banda con ese rock macarra y sucio. Lástima que el sonido y la poca duración del concierto no ayudara a que lo pudiéramos disfrutar en condiciones, pero aún así, fue un inicio que auguraba que lo mejor aún estaba por llegar.

Y, por fin, la espera terminaba. SCORPIONS actuaron por primera vez en Valencia con una gira especial, con la cual iban a repasar su mítico álbum “Love at First Sting” el cual cumple 40 años y que fue el disco que terminó de encumbrarlos en el Olimpo del rock, si bien es cierto que anteriormente ya habían publicado trabajos que a día de hoy son clásicos como “Lovedrive” o “Blackout”, mi favorito, pero con “Love at First Sting” les llegó el éxito definitivo en Estados Unidos y contiene canciones que son piezas clásicas del rock.

También mencionar su puesta en escena, con un gran juego de luces y pantallas donde fueron proyectando vídeos e imágenes, además de la ya tradicional pasarela que utilizan para acercarse al público. Por suerte, el sonido fue mucho mejor con ellos y estuvo a la altura de las circunstancias, aunque como todo, se pudo haber mejorado.

Así, con la introducción sonando y bajo un clamor donde se mezclaba impaciencia, nervios e ilusión, SCORPIONS fueron apareciendo en el escenario arrancando el repertorio con “Coming Home”, pieza con la que abrían los conciertos de presentación del disco allá por 1984 y que han recuperado para la ocasión.

Decir que la banda estuvo totalmente entregada, con esa dupla de guitarristas que son Matthias Jabs y Rudolf Schenker los cuales no pararon de moverse por el escenario ambos con sonrisas permanentes, Paweł Mąciwoda al bajo, que aunque más en un segundo plano hizo un trabajo impecable y el grandísimo Mikkey Dee a la batería, que fue una auténtica máquina de matar, con su pegada característica y que se notaba que tras más de dos décadas en MOTÖRHEAD, una de las bandas más brutales del rock, con SCORPIONS va sobrado y le añade más garra a las canciones.

Mi mayor duda y temor era Klaus Meine. Llevaba unos cuantos años sin ver a la banda en directo y no sabía que me iba a encontrar, pero mis dudas se desvanecieron en cuanto le escuché cantar, manteniendo su particular timbre casi intacto. Aunque estuvo bastante estático durante el concierto (nada que reprochar, ya que cuenta con 76 años) dio la talla a la voz y su carisma hizo el resto.

“Gas in the Tank” fue la única referencia a su material más reciente, concretamente a su último trabajo “Rock Believer” de 2022, ya que el resto del repertorio fueron, además del citado disco el cual tocaron casi al completo, sus clásicos, por lo que les resultaba imposible fallar ante un público que estaba disfrutando ya de la puesta en escena y de una banda que rara vez falla en directo.

“Make It Real” del álbum “Animal Magnetism” fue acompañada con la proyección de la bandera española de fondo y con Rudolf y Matthias en la pasarela bañándose entre las ovaciones de los asistentes, desgranando otro de sus clásicos inamovibles de sus directos. Con la noche ya cayendo, el momento fue mágico.

La banda hizo un ligero parón para darnos las buenas noches y el agradecer el estar por primera vez en “la terreta”, palabras que hizo que el público valenciano entrara en clamor con ese guiño que aunque obviamente estaba preparado, fue todo un detalle hacia una ciudad que por fin podía disfrutar de SCORPIONS en directo. Tras eso dieron paso a “The Zoo”, otro corte que nunca falla en sus conciertos, con Klaus acompañando al cencerro y donde de nuevo los dos guitarristas se lucieron a placer.

La instrumental “Coast to Coast” sirvió para darle al vocalista un respiro, aunque siguió presente en el escenario empuñando una guitarra para formar momentáneamente un trío a las seis cuerdas, con el resto de músicos tocando en lo alto de la plataforma de la batería presidida por un Mikkey Dee entregado. La banda estaba disfrutando de lo lindo sobre el escenario y el impresionante juego de luces apoyaba el espectáculo que los alemanes estaban ofreciendo.

“I’m Leaving You” fue una de esas piezas que rescataron para la ocasión, aprovechando el aniversario del disco, haciendo que algunos pudiéramos escucharla por primera vez en directo, al igual que “Crossfire”, una de las tapadas del “Love at First Sting” que si no me equivoco, hasta la fecha únicamente la habían interpretado en formato acústico y que ahora, con Mikkey Dee aporreando esos ritmos marciales, era ideal para traer en directo. Todo un regalo para los seguidores.

“Bad Boys Running Wild” era otra de esas canciones que no iba a faltar a la cita, uno de sus himnos que abre el “Love at First Sting” y cuyo estribillo fue cantado por todos a pleno pulmón y que fue sucedido por un solo de Matthias Jabs, quien mostró su maestría a la guitarra y donde apareció un guitarrista de apoyo que estuvo en un rincón del escenario, dejando a Rudolf y Klaus unos minutos de descanso. Matthias tuvo su momento para brillar y dejarnos ver que lleva en SCORPIONS 46 años como guitarra solista, siendo pieza clave del éxito de la banda.

Llegaba el momento que nunca falta en un concierto de los alemanes, el tiempo de las baladas, que tanta fama ha dado a SCORPIONS . Hay gente que los conoce más por estas canciones, pero creo que ellos son algo más que creadores de baladas y que sus seguidores más “casual” debería explorar más en su discografía. Pero al final ellos saben lo que la gente quiere, así que bajaron las revoluciones para tocar “Send Me an Angel” y cómo no, “Wind of Changes”, ambas del álbum “Crazy World” de 1990, para muchos, su último gran disco. Aquí se palpó la emoción en muchos rostros, sobretodo en la segunda, más emotiva y sentida, que en su día tuvo mucho significado con su letra pacifista y que buscaba el hermanamiento de las dos Alemanias tras la caída del Muro de Berlín y que ahora, en estos tiempos tan pesimistas y oscuros azotados por dos guerras, debería estar más vigente que nunca.

Tras ese momento más pomposo y mágico, tocaba volver a subir las revoluciones, dando paso a “Tease Me Please Me”, que nos devolvía a la senda del hard rock más gamberro. Aquí algunos miembros habían realizado un cambio de vestuario y me llamó la atención que ahora Klaus lucía una chaqueta donde en la espalda se podía leer “Rock & Roll Forever”, el mismo lema que llevó tatuado en la espalda James Kottak, el anterior baterista de la banda y que tristemente falleció este año. Pese a que salió de la banda en malos términos por sus adicciones, la banda se nota que le pesa su fallecimiento y fue un silencioso pero emotivo homenaje a su figura. Un detalle.

“The Same Thrill” fue otra canción que pudimos disfrutar gracias a la gira de aniversario y que es otra tapada de un disco donde sus clásicos no dejan a veces protagonismo a temas que son igual de buenos, bajo mi opinión, siendo esta una canción breve pero directa, más heavy, donde SCORPIONS se metieron de lleno en este género, siendo ellos partícipes del movimiento.

Ahora le llegaba el turno a Mikkey Dee para lucirse a la batería con un solo espectacular. Decir que los solos en los conciertos suelen aburrir o alargarse de manera innecesaria, pero aquí fueron dinámicos y entretenidos, y tener a Mikkey Dee es un regalo. Es uno de mis bateristas favoritos y su carrera le avala: KING DIAMOND, MOTÖRHEAD, SCORPIONS … un músico completo que nunca falla y que no pierde esa fuerza y empaque que le caracteriza. Además en las pantallas también quisieron hacer un homenaje a MOTÖRHEAD, con esa máquina tragaperras donde se pudo ver al mítico Snaggletooth.

Tras la merecida ovación al baterista, el resto de miembros regresaban al escenario para continuar el repaso de himnos con “Blackout”, con esa ya típica guitarra de Rudolf Schenker echando humo. Es de admirar la entrega del guitarrista, que a sus 75 años corretea por el escenario, pega saltos, acompaña a los coros… el corazón de la banda y desde luego uno de los guitarristas rítmicos más míticos del rock. Verle ahí, disfrutando, luciendo su chupa amarilla bajo el calor de la noche valenciana, con una eterna sonrisa, me hizo apreciar más su figura. La canción sonó ligeramente menos rápida que en estudio y es de las pocas veces que se notó a Klaus sufrir a la voz, pero algo comprensible teniendo en cuenta que es uno de los temas más exigentes vocalmente hablando.

“Big City Nights” nos ponía a todos a saltar y gozar de este temazo, uno de los singles del “Love at First Sting” que desde entonces siempre ha estado fija en los repertorios de la banda, y que el estribillo fue coreado a una sola voz.

Con esto la banda se retiraba, haciendo que el público pidiéramos el obligado bis con ese “oe oe oe” con el que SCORPIONS volvieron al escenario agradecidos. Quedaban dos canciones para terminar y cualquiera que sea seguidor del grupo sabe cuáles son, las dos que faltaban del “Love at First Sting” y que son el buque insignia de los alemanes.

La primera es la balada de baladas, “Still Loving You”, el mayor ejemplo de cómo crear una balada perfecta, esa que ha hecho que mucha gente diga esa frase de “las baladas heavys son las mejores” y culpa de ello es de esta canción. No importa las veces que la haya escuchado en directo, siempre emociona. Sabes que va a sonar, pero siempre termina creando una atmósfera especial, que hizo que miles de voces la entonaran y se dejaran llevar por su letra. Magia en estado puro.

Y para terminar la noche, “Rock You Like a Hurricane”, otra que es inevitable en los setlist de SCORPIONS y que ha pasado esa barrera de ser un himno del rock para serlo de la música. Una canción atemporal que la banda lleva enarbolando ya 40 años y con la que cerraron un concierto especial para los que ahí estábamos. Poder ver por fin a SCORPIONS en nuestra ciudad fue algo único, que hizo que muchos nos viéramos las caras y nos reuniéramos. Vi a padres y madres con sus hijos e hijas, generaciones diferentes presenciar el evento, personas del rock de toda la vida y público más casual que tampoco quisieron dejar pasar la oportunidad. Por una vez Valencia fue rock and roll y esto demuestra que más bandas así pueden venir, ojalá esto no sea puntual.

Lo que sí quedó claro es que a SCORPIONS les queda mucho aguijón que clavar, que siguen en forma y que esa retirada de hace unos años fue un error que ellos mismos han reconocido. Los que podáis, disfrutad de su directo porque merece la pena.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Pedro J. Delgado

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