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APOSENTO + VULTURE + TOXIKULL + CANCER + TERRORIZER + I AM MORBID + TANKARD
Jueves 25, Viernes 26 y Sábado 27 de Abril de 2024 – Barroselas – Portugal
Jueves
Camino de las bodas de plata y dispuesto a batir todos los récords de longevidad metalera, el festival portugués SWR BARROSELAS METALFEST celebró este año su vigésimo-cuarta edición donde el leit motiv fue como no podía ser de otra manera el metal extremo en cualquiera de sus variadas formas. Fueron tres días (y uno de apertura) donde la complicada climatología característica del mes de Abril en el norte de Portugal se unió a la fiesta. Las temperaturas cálidas y el sol reinó, aunque sin la presencia de algún chaparrón el “barro” no sería el “barro”. Al igual que el año pasado, el festival contó con dos escenarios cubiertos por lo que la poca lluvia que cayó del cielo no fue impedimento para el disfrute completo de la gran cantidad de bandas que se dieron cita en BARROSELAS.
El primer día, en miércoles y a modo de apertura, tuvo lugar la ya clásica WACKEN METAL BATTLE entre cuatro bandas portuguesas que compitieron por alzar el premio de tocar en el famoso festival alemán. Este año COBRAFUMA, VOIDWOMB, VERME y ALPHA WARHEAD se batirían el cobre saliendo ganadores del envite VOIDWOMB quienes además del premio gordo también se llevaron otro al hacer doblete el Jueves ante la inesperada baja de los belgas SCHIZOPHRENIA. De esta forma el death metal de VOIDWOMB alcanzó a un público más numeroso y fueron ovacionados con orgullo patrio.
Para muchos de los fieles asistentes al BARROSELAS el Jueves se presumía como de los más interesantes y variados a tenor de la calidad de las bandas presentes y no defraudaría en absoluto. REDEMPTUS calentarían el más pequeño de los dos escenarios mientras el personal todavía se asentaba en el terreno, sin embargo serían los brasileños DISGRACE AND TERROR los que empezaron a animar las melenas cada vez más ralas y canas con su thrash metal pasado de vueltas, en la mejor versión del sonido underground brasileño.
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No pintaba mal la cosa y TOXIKULL se encargaron de confirmarlo con un gran show en el escenario principal. Esta banda portuguesa practicante de un heavy/speed metal está dando bastante de qué hablar dentro de la escena metalera lusa, formada por integrantes de bandas ya experimentadas, en general conocidos de muchos de los asistentes y no les fue difícil llevarse al público de calle porque cuentan además con muy buenos y coreables temas. Acaban de editar el disco Under the southern light y por supuesto no perdieron la oportunidad de presentar algunos de estos nuevos temas en el mejor de los escenarios posibles. Concierto divertido y muy bien ejecutado. Un excelente ejercicio de heavy metal de claro sabor añejo.
Claro que pretender que el BARROSELAS navegue por cauces meramente heavys es una quimera porque los siguientes en salir serían los blackers SONNEILLON, típica banda que lleva el sello BARROSELAS gravado en la pechera. Una escucha frugal de sus últimos lanzamientos puede dar una sensación equivocada de lo que ofrece este dúo portense que en directo se convierte en cuarteto, quizás uno pueda pensar en más de lo mismo, sin embargo defendieron con suma solvencia su black metal por veces macarra y en otras más enfocado en las atmósferas. Un concierto que se pasó en un suspiro y agitó el avispero.
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Ojo que se vienen curvas. Una de las grandes tapadas de esta edición salia al escenario principal para romper cuellos. LIK se habría merecido un puesto más alto en el running order del jueves visto el tremendo bolazo que se marcaron. No obstante aquí ya pudimos ver en acción a gente realmente experimentada como los guitarristas de KATATONIA, Niklas Sandin, y el de BLOODBATH, Tomas Akvik, quien en este proyecto también se encarga de las voces. El escenario principal adornado con el telón de fondo de la portada del último disco de la banda Misanthropic bleed en el que basaron gran parte del show, lo hacía todavía más grande y majestuoso.
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Casi una hora de puro death metal sueco donde reinaron los pogos y el headbangging colectivo bajo un ejecución simplemente perfecta. En este sentido LIK dejaron el listón muy alto para los casi dos días y medio que restaban de certamen. Tras la descarga de adrenalina de LIK, la cosa seguiría por cauces death metal con los irlandeses VIRCOLAC, bastante más agrestes en las formas que los suecos, olor a catacumbas, menos sofisticados y que sirvió para que la banda presentara el recién salido del horno VENERATION en una especie de concierto de transición hacia uno de los platos fuertes del día.
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De un tiempo a esta parte los americanos BELL WITCH se han convertido en una de las propuestas más interesantes dentro de una escena tan singular como es la del funeral doom metal. Peculiar donde los haya, esta formación se compone solamente de dos integrantes, bajo/voz y batería y por grabar discos de uno o dos temas que pueden superar los cuarenta minutos. Esta gente no ha venido a vender discos, está claro, pero su música introspectiva tiene su público. En BARROSELAS se limitaron, de hecho, a tocar el único tema que contiene su último disco Future´s shadow part 1: The clandestine gate repleta de desarrollos y atmósferas envolventes. Acompañando su tétrica música una gran pantalla en la que se iban proyectando imágenes que daban mayor carga emocional al show. Calidad a raudales, pero es obvio que este tipo de espectáculos requieren de un gran compromiso del oyente que puede caer fácilmente en la desidia y el aburrimiento. En todo caso, ver en escena a una banda de estas características y una propuesta tan enfocada en lo artístico es todo un lujo y le da al festival una variedad que lo hace único.
Una procesión de sombras aletargadas salía de la carpa principal camino de renovadas sensaciones tras el sueño depresivo que les había inducido la música de los BELL WITCH y el sopapo de realidad fue patente con FREDAG DEN 13: E, o los que en sueco vendría siendo Viernes 13 aunque a esas horas todavía era Jueves en Portugal. Los de Gotemburgo no son unos desconocidos para la parroquia de BARROSELAS ya que tocaron en alguna otra ocasión y su death metal hardcorizado sirvió de acicate para encarar la recta final del día, aunque muchos aprovecharían este slot para cenar y recobrar fuerzas.
La parte más esperada por la vieja guardia estaba por comenzar. Primero serían CANCER los encargados de hacernos regresar al pasado glorioso del death metal. Esta banda inglesa ahora afincada en Madrid solamente conserva al gran Jhon Walker a la guitarra y voces, y solo por ver en acción al hacedor de discos ya considerados clásicos del género como To the glory end o Death shall rise, ya merecía la pena la visita este día a BARROSELAS. Walker reinició la actividad de la banda hacia el año 2018 momento en el que sacó al mercado Shadow gripped.
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La actividad artística de CANCER nunca fue muy boyante si nos atenemos a la realidad y quizás por ello fueron siempre unos eternos olvidados. Hoy por hoy la banda, aunque capaz de ofrecer conciertos de gran nivel está lejos de captar nuevos seguidores y todo lo que pudimos presenciar en BARROSELAS fue una más que correcta demostración de death metal old school que disfrutaron muy de lejos los más viejos del lugar. Además de Walker, la banda la forman actualmente tres músicos españoles donde es necesario destacar al guitarrista Daniel Maganto (mucha atención al disco que acaba de editar con ETERNAL STORM) y el batería Gabriel Valcázar más conocido por su actividad en los grandes WORMED. Sonido grueso y buenos solos de guitarra, algunos clásicos y unos pocos temas más “modernos”. Concierto dinámico que se pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Tras los CANCER la gran atracción de la noche serían TERRORIZER, palabras mayores al referirse a la escena grindcore. Entre la una y la otra tuvo lugar en el escenario exterior el concierto de DIOCLETIAN, banda que llegaba desde Nueva Zelanda y que dieron, literalmente, una soberana paliza al personal. Brutalidad totalmente descontrolada la de estos tipos que posiblemente ofrecieron la propuesta más extrema de esta edición. Se tienen ganado un nombre en el underground extremo. Salí de allí reconfortado de no haber sucumbido a tan hostiles momentos.
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La de TERRORIZER sería la primera de las apariciones de dos iconos de la escena death metal como son David Vicent y Pete Sandoval, ambos ex MORBID ANGEL y que merecen pocas presentaciones. Nunca fui muy devoto del trabajo discográfico de esta gente y si he de ser honesto el mayor aliciente que encontré para asistir a esta actuación era ver en acción a Sandoval tras los parches. La atención era máxima por ver a uno de los mejores baterías del metal extremo, algo así como el Mike Portnoy del death metal o por lo menos del death metal old school. El status de leyendas se manifestó desde la misma entrada de “Horde of the zombies” seguida de “Subterfuge” y eso que aun no se habían dejado caer por tierras más contaminadas.
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A partir de “After world obliveration” de su primer y más valorado disco, la cosa se puso candente y el escenario del BARROSELAS se convirtió en una pasarela donde el personal de seguridad tuvo que ganarse el sueldo. Temas de apenas dos minutos tocados a ritmo punk y oleadas de death metal grindcorizado que a mas de uno le puso la patata en la boca. No son chavales y por lo tanto la tralla contrastaba un poco con esa gente de mediana edad como paseando por el escenario. Me gustó mucho la actuación de Sandoval pero también destacaría al nuevo vocalista Brian Werner, con una estética bastante impactante. A ambos les veríamos al día siguiente portando otra camiseta.
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Viernes
Segunda jornada del SWR BARROSELAS METALFEST 24 que se preveía igual de intensa que la anterior. Los segovianos ENTRÖPIAH fueron una de las pocas representaciones españolas en esta edición y abrieron la lata con su crust punk bastante pasado de frenada y a dos voces ante un público todavía escaso a esas primeras horas de la tarde. Sin demasiada demora y también en el más pequeño de los dos escenarios saldrían BOOBY TRAP, más conocidos por la parroquia portuguesa y en un momento en el que el recinto iba llenándose, su crossover thrash de claro sabor noventero ayudó a que el ambiente festivo cobrara forma. Chutazo de adrenalina el de esta veterana banda de Aveiro que actuaban, extrañamente, por primera vez en el Barroselas.
Para los que no les era nuevo pisar alguno de los escenarios del BARROSELAS es a ANALEPSY que estrenarían el escenario principal ante una gran expectación y es que estamos ante una de las mejores propuestas portuguesas en lo que a brutal (slam) death metal se refiere. Ya en el 2022 dejaron un muy buen sabor de boca y este año volvieron a patear al personal con una técnica y una brutalidad realmente abrumadoras. Sonidazo el que siempre nos ofrece esta banda en directo que defendió cada uno de sus tres trabajos de estudio con una clara apuesta por el Quiescence del 2019, totalmente recomendable para el que desconozca como se las gastan estos tipos. Chulería y suficiencia sin tapujos.
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Tras la aniquilación a la que nos sometió ANALEPSY sería el turno para otros habituales del festival: NECROBODE. Un show bastante menos brillante, centrado en dar al personal una ración de black metal tan perro como la vida misma. Son de esa clase de formaciones que aunque meten una tralla considerable mantienen al público un tanto apuntalado al suelo. Mucho más interesante me pareció el concierto de los alemanes VULTURE que dieron el show heavy del día tras la buena acogida de este género el día anterior con TOXIKULL. En lo personal desconocía a VULTURE hasta que los vi anunciados en el cartel y unos meses después pude escuchar su nuevo trabajo Sentinels.
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Formación con muchas tablas, que se tiene dominados todos los clichés del género, cosa que ayuda a montar un ambiente bastante épico. La intro del concierto ya nos hacía ver que se nos avecinaba un concierto de heavy metal de altura y así fue. En muchos momentos el rollo entre heavy speed metal y thrash me recordó a la época de los primeros HELLOWEEN, aquellos del Walls of Jericho como demostraron con la contundente “Screams from the abattoir” que abre su último disco. Mucho más melódica es su himno, también de nueva factura, “Unhallowed & forgotten”, que fue recibida como si ya fuera un clásico de la banda. Estética ochentera, buenas luces y poses heavys de las que levantan a la grada especialmente cuando tocaban algo de cosecha antigua como “Vendetta”. Al final se marcaron uno de los conciertos más destacados de esta edición y por supuesto todos como locos por redescubrir la discografía de esta gente.
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Virando radicalmente entre subgéneros del metal, ya esperaban CHILD para ofrecer una buena ración de zapatilla sueca. Reconozco que veníamos como en una nube del rotundo concierto de sabor añejo de VULTURE y costó un poco hacerse a la idea de que esto es el BARROSELAS. Grindcore pasadísimo, con groove especial, un batería que se salía de la banqueta… en definitiva, no quedó otra que volver a maltratar los oídos y aquellos más animosos a golpearse arduamente en cada una de sus articulaciones con absoluta devoción. A veces un paso atrás es una victoria.
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Tras la actuación de estos CHILD que bien podrían ser unos S.A suecos, el “refinamiento” musical volvería a sus cauces con una de las actuaciones estelares del día y me atrevería a decir de esta edición ya que SARGEIST son de esas formaciones que dan sentido al espíritu del BARROSELAS. Los finlandeses dieron un concierto en el que se volcaron con su material más antiguo (“Sargeist”, “Black treasures melancholy”, “Satanic black devotion”…) dejando de lado cualquier cosa de su último lanzamiento para sorpresa de muchos. Decir que dieron el mejor concierto de black metal de esta edición no sería descabellado.
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Por su parte NOSTROMO habrían de lidiar con la dificultad de tocar a la hora de la cena y con una propuesta algo extraña entre death metal y groove. Se hicieron algo lineales pero sirvieron como transición al siguiente concierto del escenario principal. A KRYPTS les tocó una posición privilegiada en el cartel y a tenor por lo vivido fue todo un acierto. Gozaron de uno de los mejores sonidos de todas las bandas que tocaron en el escenario principal y machacaron arduamente a la audiencia con un pesadísimo death doom metal de claro sabor finlandés. Aunque desconocidos para una gran mayoría, el cuarteto nórdico se plantó en BARROSELAS demostrando muchas tablas y repasaron sus tres discos hasta la fecha. Introspectivos por momentos y delirantemente agresivos en otros, alrededor de una hora sumergieron a la concurrencia en su particular mundo de horror. Eso sí, tocaron acompañados de luces tenues y en muchos momentos de un humo que invadía todo el escenario por lo que quien consiguió retratar el concierto merece mis elogios.
A estas alturas del cuento tengo que admitir una gran diferencia entre las bandas que tocaron en el escenario principal y las del exterior, sobre todo en lo que a cuestiones técnicas se refiere. Los canadienses THANTIFAXATH no se vieron muy beneficiados precisamente de esta circunstancia. Había muchas ganas de ver en acción a los creadores de unos de los discos que en 2023 recibieron muy buenas críticas, Hive mind necrosis, y tras lo visto he de reconocer que su propuesta, arriesgada desde cualquier punto desde el que se mire, es de las que causan un mayor impacto en estudio que al ser trasladada al directo. En muchos momentos el concierto de estos virtuosos pareció más un show de free jazz en clave blackmetalera y aunque sí que es cierto que fue sorprendente ver la pericia de los músicos, especialmente la del batería, fue imposible el no estar mirando la hora continuamente.
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Y llegaría uno de los momentos más esperados del Viernes. Sobre las tablas del escenario principal se plantaban otra vez TERRORIZER… o casi, porque en la alineación de I AM MORBID repetían David Vicent, Pete Sandoval y Richie Brown. Reconozco que MORBID ANGEL son una de mis bandas favoritas de todos los tiempos y que Sandoval es un ídolo desde mis años mozos, por lo que ver una especie de banda tributo era algo menos doloroso. No puedo decir nada malo sobre la ejecución y el set elegido para la ocasión; la sombra del ángel mórbido se mantuvo presente en todo momento si bien creo que el concierto agradó más a los despistados que a los más devotos de la banda americana que seguramente y en no pocos momentos echamos en falta la magia de la guitarra de Trey Azagthoth. No se anduvieron por las ramas y ofrecieron un concierto cargado de clásicos del género como “Immortal rites”, “Fall from grace”, “Maze of torment” o “Blessed are the sick” pero el plato fuerte fueron los cortes del Covenant, disco tras el que giró la idea de Vicent y Sandoval de recuperar y hacerle la competencia a los MORBID ANGEL originales. De esta forma la concurrencia de BARROSELAS pudo ver en acción al mejor Pete Sandoval cuando despacharon las “Rapture”, “Pain Divine”, “World of shit (The promise land)” o la más esperada, “God of emptiness” que además vino precedida de otro clásico como “Where the smile live” una de las escasas muestras del Domination. Decir que David Vicent y Pete Sandoval fueron las estrellas de esta edición, por su status en la escena y tras ofrecer dos conciertos con bandas distintas en apenas veinticuatro horas es una obviedad.
Buena jornada la del Viernes, un poco de sensaciones sube-baja, no tan contundente como la del Jueves aunque los descubrimientos de VULTURE y KRYPTS fueron un puntazo. La cosa finalizaría a altas horas de la madrugada con los franceses HEXECUTOR, a los que reconozco no haberles prestado mucha atención de camino ya a la salida.
Sábado
Llegados al final del camino de esta edición del SWR BARROSELAS METALFEST he de dictar sentencia y es que el festival pareció ir de más a menos, con un Jueves excelente, un Viernes bueno y un sábado dónde hubo más decepciones que alegrías, aunque esto es un comentario que hago desde la subjetividad más absoluta. Las dos bandas encargadas de la previa serían los thrashers CAPELA MORTUARIA y APOSENTO. Bien sin más.
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Los primeros gozaron de ser una banda del país y no les pesó en ningún momento la responsabilidad de tocar en tamaño evento a pesar de su juventud como banda. Por su parte los españoles APOSENTO son bastante conocidos en el panorama extremo al otro lado de la frontera y su death metal sin demasiados adornos siempre cumple.
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La primera banda en aparecer por el escenario principal serían MORTE INCANDESCENTE, que ya se saben el camino a BARROSELAS de memoria porque sus integrantes han tocado aquí en numerosas ocasiones con las distintas bandas en las que militan (CORPUS CRISTII, NECROBODE, DECAYED, IRAE…). Buena onda dentro del malrollismo blacker que se gastan. Divertidos y canallescos, fue un chute de black metal en su variante más MOTORHEAD.
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Los siguientes en caer sería otra banda portuguesa, en este caso ELS FOCS NEGRES también formada por componentes más que conocidos para la parroquia de BARROSELAS que han militado o militan en FILLI NIGRANTUM INFERNALIUM, una de las bandas más respetadas por estas adorables tierras . Muy bien la verdad, sonaron frescos con un heavy metal bastante particular y defendieron perfectamente su último álbum del 2023 que causó bastante impresión en la escena metalera portuguesa. Apuntados en la agenda.
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Los alemanes CONJURER asaltaban el escenario principal y dieron un concierto que nos rememoró en cierta forma el del día anterior ofrecido por KRYPTS. No tan death, más arrimado al post metal, con un sonido también alto y limpio pero como suele pasar con estas bandas des post esto y post aquello te pueden gustar mucho en un determinado momento y nada en otros. Una montaña rusa de la que sales un poco mareado.
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La cosa iría avanzando. Una de las decepciones, siempre desde un punto de vista muy personal, sería la de los italianos HIEROPHANT. Un poco lo mismo que con DIOCLETIAN y THANTIFAXATH, formaciones todas ellas que cuentan con su nicho de devotos, que en sus discos dan muestras de ser excelentes compositores pero que después, en la cruda realidad resultan del todo anárquicas en su propuesta. El de HIEROPHANT fue un concierto tan brutal en lo sónico como hiriente para los sentidos. Una velocidad desorbitada y una propuesta compleja que al no contar con la calidad de audio del escenario principal hacía un poco aguas. STIKSYSTEM tampoco me convencieron demasiado. Banda que en sus orígenes estuvo formada por componentes de AT THE GATES y que a día de hoy parece seguir viviendo del mismo reclamo. No podría compararlos ni de lejos al tremendo show que se marcaron LIK el primer día aunque su rollo podría parecerse por momentos, quizás estos en una vena más crust punk. Sí, la peña aprovechó la inercia de esta música para montar buenos pollos en la platea pero el concierto me pareció como muy llano en todo momento. Y vaya, que la cosa no mejoró demasiado con ROPE SECT. Lo cierto es que tenía muchas esperanzas depositadas en este show ya que se desmarcaba bastante del resto del cartel, un rollo más a lo BAUHAUS, entre punk y gótico, y lo cierto es que fue un concierto un tanto aburrido por una puesta en escena bastante ramplona. Quizás con unas buenas luces y una mejor ambientación en el escenario principal la cosa habría ganado enteros.
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Por suerte los cerveceros TANKARD levantaron un poco una jornada que iba en caída libre. Dieron todo lo que se esperaba de este clásico del thrash germano que no es otra cosa que diversión y bastante caña. He de reconocer que tocar solo diez temas es un poco de rácanos para haber tocado de cabezas de cartel, y aunque es cierto que despacharon las infaltables “The morning after”, “Zombie attack”, “The chemical invasion” y “(Empty) Tankard” se fueron demasiado por las ramas con temas que estarían bien en un set más largo pero no en este. Si has de tocar ese número de canciones márcate un guiño al disco en vivo de 1991, Fat…ugly & Live y sales de BARROSELAS a hombros. En todo caso, la actitud de la banda con “Gerre” y Frank Thorward comandando la nave fue intachable y demostraron el porqué son una de las formaciones más veneradas en la escena thrash metal mundial.
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El buen y en ocasiones emotivo concierto de TANKARD, tuvo su continuación con los checos SNET, que para haberles tocado el escenario exterior lo supieron aprovechar. Sin duda, de todas las bandas que le dieron al grindcore, crust y similares géneros de volarte la cabeza, fueron de los más destacado. Pero aquí acabó un poco el asunto del Sábado. Reconozco no ser muy objetivo con el cabeza de cartel de esta jornada, que eran los canadienses BLASPHEMY, una de esas bandas de culto que apenas dan conciertos y por tanto, que se acercaran por primera vez a Portugal ya era todo un acontecimiento por si mismo. Sus discos son de esos que devoran los puristas de lo underground y extremo a partes iguales, discos con sonido maquetero, aparentemente mal producidos, todo muy true black metal.
Texto y fotos: Angel Silva
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
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