Crónica y fotos de THERION + SATRA en Madrid

+ SATRA

Sala Mon – Madrid

Domingo  3 de Marzo de 2024 –  Sala Mon – Madrid

Hace ya unos cuantos años que no veía a THERION en directo. La última vez fue durante la gira de un disco tan peculiar y especial como "Les Fleurs du Mal", en 2012, y he de decir que me quedé con un sabor de boca tan dulce, que la cancelación de su venida en 2023 me sentó como un barreño de agua fría sobre la cara.

A pesar de no considerar "Beloved Antichrist" tan terrible como algunos dicen, y encantarme, literalmente, la trilogía "Leviathan" (en la que realmente encuentro muchos de sus elementos del pasado, dando una vuelta de tuerca a su sonido, pasajes y formas musicales), estaba muy ansioso de saber lo que podría ofrecer la formación actual que acompaña al mago Christopher Johnsson. Christian Vidal ya es imagen fija del grupo, al igual que el increíblemente versátil Thomas Vikström, que junto al maestro de ceremonias, son la voz cantante de los actuales THERION .

Si a ello le sumamos la increíble voz de Rosalía Sairem (una profesional como pocas tenemos en nuestro panorama), y la vuelta a su lado de Lori Lewis (en mi opinión, una de las grandes voces femeninas de la historia de la banda)… pues qué queréis que os diga. Se me hacía la boca agua solo por el hecho de pensar que, desde aquel lejano en el tiempo line-up con “Snowy Shaw y Mats Levén”, esto podría verse sobre unas tablas de escenario, en un contexto tan perfecto como la presentación de "Leviathan III", y una Sala Mon que presentaba una buenísima entrada. Que fuese domingo por la tarde, también ayudaba, claro.

De ello se beneficiaron los teloneros SATRA, finlandeses que solo han lanzado un álbum debut, "Sand of Time", que fue publicado hace pocos días, y que presentan ante un público muy receptivo ante su propuesta, ya que toda la imaginería del lp, nombre y estética general, daba que pensar que eran afines a THERION en algún punto. Pero, tras saltar al escenario como cuarteto con "From the Night", y ver los primeros cabeceos en el primer riff del tema, todo se empezó a desvanecer poco después.

Un sonido demasiado espeso, nada definido, y una Pilvi Takhola, su vocalista, cuyo timbre vocal, no solo sonaba lineal, sino que desafinaba, y fuese por ecualización, o por ese tono más nasal y agudo, pero las ganas de SATRA quedaron en la nada en menos de diez minutos de recorrido.

Obviamente, hubo partes disparadas (nada que no hagan cientos de bandas), pero a nivel de performance, la banda permaneció casi estática, salvando algún gesto simpático a las primeras filas por parte de la capitana del barco, que tampoco supo coger bien el timón para redirigir el viaje.

La propia "Sand of Time", a pesar de tener un buen estribillo que podría ser deudor de LACUNA COIL, contiene tan pocas variaciones vocales, que pierde interés, al menos en su versión en directo…cierto es que Petteri Rotman, su bajista, y su batería Jani, cumplen, sin florituras, y totalmente estáticos, mientras que su guitarrista Niko Valjus, aunque contundente en ejecución, no consigue salvar un sonido difuso, un show "sin show", y una falta de interés generalizada que tan solo arrancó algunos aplausos, que esperamos sirvan a la banda de aliento para afrontar el resto del tour.

Quizás "Stars" fue un oasis en un desierto con demasiada extensión, porque su carácter de medio tiempo, y la voz de Pilvi, encuentra variaciones en uno de los temas que más pude disfrutar, sin llegar a cautivarme por los motivos ya expuestos.

Y aunque el concierto encontró un pequeño atisbo de dinámica con algún arranque gutural de Niko, la verdad es que temas como "Secret Place", que en estudio son disfrutables, en directo me supieron a muy poco… más salvable resultó el más movido y dinámico "Shadow Engine" (en el que Pilvi pasó penurias para salvar a duras pensas algunos tonos), finalizando su periplo con "Scarecrow" y "Golden City", dejando tan solo dos temas sin tocar de su debut, pero facturando un concierto que, al menos a quien escribe, no convenció en absoluto, siendo yo el primero que adora descubrir bandas en este tipo de carteles y giras, intentando resaltar siempre lo positivo de álbumes y presentaciones en vivo, porque entiendo, que todo es fruto de un trabajo previo.

No obstante, no puedo decir que la noche de SATRA me encandilase. Bien por el que lograse disfrutar de su actuación (que no performance), pero como os digo y muy a mi pesar, no fue mi caso.

THERION, por fortuna, se las saben todas, son veteranos, y, aunque su atrezo no pasaba de una proyección en la pantalla trasera y una gran batería, tenía todas conmigo de que lo que pude ver en 2012, no adolecería en absoluto respecto a lo que disfrutaríamos esta noche.

No veo a Christopher permitiéndose una mala velada… pero una cosa es como yo le vea desde mi perspectiva siendo el seguidor que soy de toda su carrera, y otra diferente que, siendo humano como es, pueda tener una mala noche. Hagan sus apuestas.

Pero ya os digo que cuando Thomas apareció ataviado con un gorro de estética "steampunk" y una gabardina negra, cantando el inicio de "The Blood of Kingu" del aclamado "Sirius B", la sala ya era suya…propiedad del sueco. Parecía el Rob Halford del metal sinfónico, y se movía como tal…pero eso sí, sin fallar una sola nota, a pesar de no parar de moverse. Ahora sí, el sonido era realmente notable (y eso que era el inicio del show…), y la banda salió a por todas, bordando cada nota, y lo más impactante.. .los coros. Una maravilla sonora, que solo THERION saben como ensablarla tan magistralmente entre elementos de música pesada.

Christopher, tan elegante como siempre, con su Flying V, dirigía todo desde su posición privilegiada, pero es que lo del trabajo de Christian Vidal es de otra galaxia… uno de los guitarristas más variados, profesionales y multitarea de la escena. No hablemos de la dupla Rosalía/Lori, que teatralizaron y bordaron cada una de sus partes vocales, o el perfecto acompañamiento de la base rítmica de esta noche…¡qué maravilla de formación!.

Continuaron con la actual "Ruler of Tamag" y la sala ya estaba literalmente rendida ante tal belleza de canción, fundiendo tres voces de modo colosal, y generando una atmósfera emocionante, única, mística y épica a su vez. Íbamos a disfrutar de una mágica noche THERION . Ya no había duda.

Pero ¿sabéis ese momento en el que algo increíble torna a algo que va más allá todavía?. Creo que pocos se esperaban "Birth of Venus" del querido "Vovin", y es que es, junto a "Deggial" y "Theli", uno de los álbumes favoritos de los fans de la banda, no sin razones.

Las voces y coros llevados a cabo por toda la formación elevaron el espectáculo a otro nivel de calidad, poniendo la piel de gallina a los asistentes, y dando un golpe sobre la mesa, reivindicando la actual alineación, como una de las más potentes de su historia… ¡claro que sí!. Emocionados se mostraron, especialmente una Rosalía, de la que toda la sala se mostró orgullosa.

Una de las voces nacionales con más carisma, esta noche brillaba con fuerza junto a una de las bandas de metal sinfónico más importantes de la historia…¡enhorabuena Rosalía!. Lo siguiente en sonar, “Tuonela”, de la primera parte de “Leviathan”, es uno de sus nuevos “futuros clásicos” indudablemente. Su estribillo, épica y la voz del simpático de Thomas, en combinación con la de Sairem, es un cóctel explosivo, en uno de los temas que más me han impactado de los últimos años de THERION .

Tras volver a su nueva entrega con la oscura y teatral “Twilight of the Gods”, y dejarnos atónitos con la complicidad entre Lori y Rosalía, así como esa cadencia más pesada de la canción, la banda merecía un reposo, y por ello se arrancaron con dos temas en los que se entregaron rosas, se palpó el teatro musical, generando, lo que a priori puede parecer un momento menos interesante para los amantes de lo más duro, uno de los tramos más emocionantes del concierto. “Mon Amour Mon Ami” y “La Maritza”, nos hicieron viajar a aquel maravilloso álbum en francés “Les Fleurs du Mal”.

No es de extrañar, que con los tres álbumes actuales, lanzados en un lapso de tiempo de tres años, tengan ganas de mostrárnoslos, y la propia “Leviathan” constituyó uno de los momentos más bonitos, impactantes y grandilocuentes de la noche.

Las voces femeninas son dueñas en la canción, y el estribillo es una maravilla, que esta noche hizo de nuevo, uso de la magia, que continuó con una vista al pasado, concretamente al “Secret of the Runes” de 2001 y su “Asgård”, para volver a guiñar el ojo al aclamado “Vovin” en “Morning Star” enlazado con “Black Diamonds”. Curiosos los guiños al álbum del 98, obviando otras maravillas como “Deggial” o “Lepaca Kliffoth”, por nombrar uno de su primeros trabajos, pero su carrera es tan extensa y brillante, que podríamos hablar de un set de 5 horas si quisiésemos escuchar nuestros temas favoritos.

También sonó “Ginnungagap” del álbum de 2001, finalizando el combo de clásicos antes de que la banda navegase de nuevo en los “Leviathan”, esta vez en su segunda parte con la genial “Littany of the Fallen”, centrada de nuevo en mostrarnos las maravillosas voces con que cuenta la banda, en uno de mis temas favoritos de aquel álbum…y cuando nadie se lo esperaba…¡zas!. “Theli” hace su aparición con “Siren of the Woods”, volviendo al “Leviathan II” en “Aeon of Maat”, su genial riff, orquestaciones (disparadas, como es obvio), y una combinación vocal que envolvía toda la sala.

Rosalía, que se dirigió en castellano al público, presenta el aclamado “Lemuria” (del que también descargaron “Quetzalcoatl”), que celebramos y acogimos con emoción, al igual que “Sitra Ahra” (del homónimo) y “Eye of Algol”, en la que Rosalía mantuvo un intersantísimo duelo vocal con los coros masculinos, brillando especialmente un Christian Vidal polivalente y profesional en todas las áreas que tocó.

“Son of the Staves of Time” del laureado “Gothic Kabbalah” no adoleció frente a la versión que se pudo ver en la gira del propio álbum, despidiendo el concierto dos clásicos infaltables como el “Rise of Sodom and Gomorrah”, tema de apertura de “Vovin”, poniendo la sala patas arriba, y como no, uno de los clásicos más conocidos del metal sinfónico, pionero y grandiosamente interpretado como fue un “To Mega Therion”, en el que la banda, cómplice y comunicativa, emocionada visiblemente a flor de piel y agradecida a Madrid, despedía una noche marcada por la mejor cara de THERION, haciéndonos partícipes del gran momento que viven, generando una felicidad absoluta entre los asistentes, que pudieron disfrutar de un repertorio largo, variado y una formación en plenas facultades.

Vamos… que si este hubiese sido el último concierto de THERION en España, doy mi enhorabuena a los afortunados asistentes, porque presenciaron un espectáculo inolvidable.

Texto: José Rojo

Fotos: Alvaro Ochoa

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