Crónica y fotos de JOSÉ RUBIO + G3NOMA en Madrid

+ G3NOMA

Viernes 9 de Febrero de 2024- Sala Godfather – Madrid

El pasado viernes, la banda del gran guitarrista cordobés, afincado en Orense, José Rubio, se presentó en Madrid. Coincidía con otros conciertos en la ciudad, pero tuve que elegir, y me decanté por este, y eso que me quedé con ganas de acercarme a ver a DAVIL FANTASIES, pero la coincidencia de horarios lo hizo imposible, y eso que se me pasó por la cabeza ver parte de los dos conciertos, hacer doblete, pero dado que el de José Rubio se retrasó en su inicio, al final desistí.

Como digo, el inicio se demoró, mientras el público fue casi llenando la Sala Godfather de Vallecas, antes conocida como Jimmy Jazz. Por cierto, enhorabuena por el «buen rollo» y el gran sonido. Como ya he comentado algunas veces, me gusta ver conciertos en lugares reducidos y más cercanos, como fue el caso.

Los encargados de arrancar la velada fueron G3NOMA, a los que vi teloneando a CHEROKEE no hace mucho. En aquella ocasión, me sorprendieron para bien y me gustaron, tanto como esta noche de viernes.

La banda madrileña presentó una vez más, temas de su reciente álbum “Existencialismo”, demostrando entrega, complicidad entre ellos, buen trabajo, calidad, y un nivel que poco o nada tiene que envidiar a la primera división de nuestro metal patrio.

Empezaron con una de sus mejores canciones, “Volver a Soñar”, un tema directo, con un estribillo melódico de los que se quedan a la primera. Su cantante Alberto destacó desde el inicio. Igual que toda la banda.

“El sendero del perdón” e “Ilusiones” asentaron aún más el sonido, -que fue muy bueno-, a la propia banda, y el propio público, que poco a poco se dejó conquistar.

Me volvieron a gustar sus dos guitarristas, Raul y Sam, y su bajista Iván, quien a las siete cuerdas, demostró poseer mucho nivel.  Junto a los mencionados, Diego destacó a la batería. En resumen, dieron una gran talla. Como ya pasó la anterior vez que les vi en directo.

Su propuesta musical me pareció muy interesante, con melodías a lo SOBER, influencias progresivas, y retazos muy frescos y mucho virtuosismo tanto instrumental, como vocal.

Me gustaron temas como “Perdido en bosques de espina y Huesos”,  “Circo de Locos” y su final “Euforia”, junto con el primero, de sus mejores temas, sin duda.

Y quiero destacar su balada “Despertar”,  donde su vocalista Alberto dio una lección melódica.

Tras los cambios, José Rubio y sus compañeros tomaron posesión del escenario. A estas alturas, cuestionar su nivel instrumental, musical y como guitarrista es absurdo.  Puede gustar más o menos porque en España hay inmensos guitarristas; pero sea como sea, José Rubio es uno de los más grandes, como quien le acompañó a la segunda guitarra, ni más no menos que Robert Beade, su compañero en EVIL HUNTER, quien además editó hace poco otro buenismo álbum titulado “Down Underground”. Beade acompañó a Rubio, demostrando su gran nivel, y siendo muy generoso, dejando que José fuera el solista y quien se luciera, salvo un par de duetos entre ambos y algún solo donde Robert destacó especialmente.

Lo mejor del concierto, además de José Rubio , fueron sus hijos.

A la batería tocó su hijo de 11 años, Junior. IMPRESIONANTE lo de este niño; es para verlo y disfrutarlo. Es un crack en todos los aspectos. Le ves y jamás imaginas que este niño de 11 años puede tocar un instrumento así. No solo le pega con fuerza, es que lleva el ritmo perfectamente, redobla a la perfección, domina el doble pedal de bombo, y además posee una refinada técnica.  Y demuestra descaro, actitud, chulería… INCREIBLE lo de Junior.

Y no le queda atrás su hermana de 15 años Galilea, quien toca el bajo con mucho nivel, con los dedos y con una elegante técnica. En escena fue más discreta, pero se hizo notar, y mucho. Otro 10 para Galilea. No es extraño que Papá Rubio esté plenamente orgulloso de ambos.

Los cuatro, liderados por José Rubio, dieron muy buen concierto, con las introducciones y arreglos de teclados disparadas por el propio Rubio desde su computadora.

Empezaron a ritmo celta alegre y a la medida de un público que desde ya empezó a dar palmas. Dos temas de su disco “Celtic Lands” de 2019 fueron los primeros, con bases celtas y José Rubio tocando de maravilla. Los dos temas fueron “Samhain” y “The Rampages of Robin Redcap”, presentados por el guitarrista, como el resto del repertorio. Desde el inicio, todos nos dimos cuenta que íbamos a gozar. Junior nos dejó a todos con la boca abierta, mientras su hermana tocaba el bajo muy bien, y Beade hacía unas rítmicas estupendas, guardando las espaldas de un Rubio, sonriente.

El tercer tema fue la versión de SCORPIONS “Coast To Coast”, con poderío y calidad, donde Rubio y Robert se lucieron. Tras esta, levitamos con “Kelpie´s Song” donde José transportó su máximo feeling de su corazón a sus dedos. ¡Que lujo de interpretación!

Llegaba el primer tema de su más reciente EP de la mano de un gran «The Jacket over the Grave». y la presentación de sus hijos de los que José habló maravillas, admitiendo que con ambos «se le cae la baba». En «The Jacket over the Grave», todos los dieron todo, y Rubio lo bordó, demostrando lo gigantesco guitarrista que es.

Tras este, llegó otro  corte de “Black Rose” que a mí personalmente me encantó: “The Crow”, con una potencia desmedida, Junior tocando como un diablo, y su hermana con problemas, ya que en el primer tercio de la canción, se le rompió una cuerda, y menos mal que el bajista de G3NOMA estaba aún allí, quien mientras le cambiaron la cuerda en pleno directo, le prestó su bajo de siete cuerdas, con el que Galilea se apañó como pudo. De cualquier forma, el tema les quedó bestial y le sirvió a Junior para marcarse un solo de batería, que disipó las dudas de su gran valía, para quien a estas alturas las tuviera.

Con el bajo de Galilea reparado,  tocaron “Pieces of My Soul”, dinámico, genial y maravilloso, (uno de mis favoritos cortes del nuevo disco), que dio paso a «Tears”, quien Jose presentó como un blues «muy heavy» y “Land of Terror”. ¡¡Muy grande José y su banda!!

Para cerrar, otra versión: “Into The Arena” de Michael Schenker, donde Beade se desató y soleo a dúo con José y en solitario, mientras a todos se nos dibujaba una enorme sonrisa, tras el descomunal concierto.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Alvaro Ochoa

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