Crónica y fotos de HALESTORM + BLACK VEIL BRIDES + MOTHICA en Madrid

+ BLACK VEIL BRIDES

Domingo 3 de Diciembre de 2023 – Sala La Riviera – Madrid

Otro "Sold Out" en Madrid quiere decir algo… al menos, que todavía hay esperanza depositada en el rock, y hay bandas de la actualidad que todavía atraen a público. Claro que un cartel compuesto por HALESTORM , BLACK VEIL BRIDES y MOTHICA no está compuesto únicamente por noveles, ya que los dos nombres que lucían más grande en el cartel llevan mucho tiempo paseando historia por los escenarios, pues BLACK VEIL BRIDES ya llevan en la escena cerca de una veintenta de años y HALESTORM existen como banda desde hace más de 25. Parece increíble que el tiempo pase tan rápido, y sea ahora, tantos conciertos y álbumes después, cuando ambas bandas gocen de su pico de éxito, tal y como se pudo comprobar en La Riviera. Digamos que el público estaba dividido en esta ocasión, pues diría que casi al 50%, había tantos fans de una banda, como de otra. Si a ello le sumamos que MOTHICA también tiene su público, hablamos de un cartel en el que, claramente, se ha apostado por el caballo ganador, pues el ambiente de la sala era buenísimo desde la apertura de puertas.

MOTHICA, la primera banda en aparecer sobre el escenario, es el nombre de la criatura de McKenzie Ellis, y también su apodo. Se trata de una afamada productora americana que tras algunos acontecimientos musicales virales en redes, se ha ganado a una base de fans muy firme, y que, con total independencia, ha sido capaz de lanzar dos trabajos discográficos y varios Ep’s con una gran aceptación durante los tres últimos años. Todo un logro en una época en la que los sellos discográficos no apuestan por las bandas, y todo un acto de valor por su parte, ocupándose la americana de un gran parte de la promo y management de su música, en un momento crucial para su carrera.

Y cierto es que la propuesta que nos presentaban esta noche, con un único telón con su nombre adornando el escenario y la batería en el lado izquierdo, no era lo más cercano a HALESTORM o BLACK VEIL BRIDES , como también es un hecho que fue empezar a sonar "Casualty" de su último álbum "Nocturnal", y poco lugar hubo para la improvisación, pues el show de MOTHICA está muy bien llevado, estudiado, con una musicalidad reinante que abarca pop, rock, sintetizadores… todo salpicado de una comercialidad descarada, presentando una fusión que puede resultar atractiva a nuevas generaciones y enganchar tanto a fans de los propios HALESTORM , como a aquellos que no buscan distorsión en las guitarras. Lo que está claro es que McKenzie, que presentó una estética que desde mi posición se veía similar a la de Candice Night (la esposa de Ritchie Blackmore), posee ese "algo" que atrae público, una voz más que correcta, y una banda totalmente solvente. El sonido fue bueno, aprobando con nota y dejando disfrutar de su propuesta a los muchos jóvenes que se sabían las letras de cada una de las canciones. Incluso podrían no haber tirado de versiones como la de "Can You Feel My Heart" de BRING ME THE HORIZON, y hubiesen triunfado con material propio. Curioso ver como la sala ya presentaba una buena entrada desde el inicio, algo que MOTHICA aprovecharon a tope.

Fueron presentando cada una de sus cartas sobre el tapete, y "Vices" nos dejó el momento más popero de la noche, eso sí, sonando mucho más poderosos que en estudio, con menos florituras (a pesar de la gran cantidad de samplers y coros que usan, ni bajo a la vista) y con mucha convicción. Me pareció una banda muy profesional, y aunque no creo que agradasen a un fan del metal extremo, tampoco era el cometido esta noche… es más, me parecieron muy bien elegidos para la gira. Tras "Toxins", me dio la sensación de que "Buzzkill" fue una de las favoritas a juzgar por la respuesta del público.

Estribillos fáciles de recordar, un tono vocal variado y agradable por parte de su líder, y una buena conexión con un público dispuesto en todo momento… cualquier guiño a cualquier momento de su carrera fue un éxito, como "Forever Fifteen", haciendo gala de esa adolescencia complicada de McKenzie, que le ha llevado a hablar de ello en sus letras, mostrando su apoyo a cualquiera que se sienta identificado con ellas. Mientras, "All Star", el cover del famoso hit single de Smash Mouth, levantaba a un público de nuevo, que no dejó de cantar y bailar durante todo el tema. Dos de sus más fulminantes éxitos como "Upside" y "Sensitive", daban por concluido un show lúcido, fresco y lleno de buenos momentos musicales. Propuesta accesible para un público realmente abierto de mente, y muy consciente del potencial de una  banda que de seguir el crecimiento de los últimos meses, dará que hablar en un futuro.

Lavado de cara al stage, un telón del logotipo de BLACK VEIL BRIDES y una preciosa y gran batería, fueron motivo suficiente para que se agolpasen frente al escenario un alto número de seguidores, en su gran mayoría, con una baja media de edad, que desde que empezó a sonar la intro pusieron, con un griterío y emoción constantes, ese tono más festivo al show.

Me gusta ver como una banda que practica un género como el suyo son como un imán para jóvenes, y todo un icono. Lástima que momentos antes, Andrew Dennis Biersack, su líder, no fuese todo lo cercano que debiese en el backstage con los que habían pagado por el meet & greet… pero aquí estamos para hablar de lo musical, y aunque la banda salió a por todas, el sonido empezó siendo el peor de la noche con mucha diferencia (y eso que algún apoyo grabado llevaban). Empezaron con "Crimson Skies" de "The Phantom Tomorrow", su último trabajo de 2021, y a pesar de la energía con la que asaltaron el escenario, el sonido de la batería de Christian Coma era ensordecedor, siendo, prácticamente, el único instrumento que podíamos escuchar.

El bajo de Lonny Eagleton era imperceptible, y no os digo nada de las guitarras de Jake Pitts y Jinxx. Tan solo se escuchaba notablemente la voz de un Andrew que, sin demasiados alardes, reprodujo muy bien lo que cada tema requería. Una lástima que toda esa juventud hambrienta de su música no pudiese gozar de un gran sonido. A mí, que en su día me gustó el lejano "Set the World On Fire", me impidió disfrutar del todo de un tema como "Rebel Love Song", pero era realmente reconfortante observar cómo, a pesar del mal sonido, su público estaba disfrutando muchísimo del show.

Lo que me dejó realmente sin palabras es la respuesta que cosecha cada una de las canciones, pues el estribillo de "Wake Up" fue ensordecedor, recordándome a aquella primera vez que pude ver a AVENGED SEVENFOLD arrancando con "Nightmare" en Vistalegre.

Miraron atrás, concretamente a "Wretched and Divine" con "Nobody’s Hero", y he de decir que a partir de "Scarlett Cross" de su último disco, el sonido mejoró notablemente, algo que, sumado a la buenísima comunión entre banda y público, hizo que la segunda mitad del concierto se disfrutase muchísimo (en términos de sonido) ya que las primeras filas y pista eran una verdadera olla a presión. A partir de este tramo, pude apreciar mucho mejor la combinación de guitarras dobladas, así como un efecto global mucho más compacto. Seguimos anclados en el álbum de 2021, y "Torch" hizo que el espectáculo ganase en variedad y profundidad, con una tesitura mucho más accesible, que obviamente sirvió de respiro a la banda, así como al entregado público, que ya esperaba el sprint final con ansia.

Está claro que "Set the World On Fire" es uno de los favoritos, y "The Legacy" resultó ensordecedor, sin dejar pasar la oportunidad de visitar aquel primer "We Stich These Wounds" y su ya clásico "Knives and Pens", de carácter más metalcore, en la que Andrew mostró su paleta vocal con mucha soltura, dejando ese "uoooh, uoooh, oh!" que todos sus fans cantaron a grito pelado.

Obviamente quedaba por asomar su conocida "Fallen Angels", con ese toque angelino que han adoptado gente como CRASHDÏET, y que a BLACK VEIL BRIDES les quedó de maravilla en este single, marcando, sin duda, el momento más brillante y emocionante de su concierto. "In the End" puso fin a un espectáculo con una primera mitad sombría, opacada por un sonido deficiente, solo decorada por un público sublime, así como un buen juego de luces, y una segundo tramo intenso, que se hizo muy corto, especialmente, porque cuando todo empezó a estar y sonar en su sitio, la banda se tuvo que despedir.

Tan pronto como la crew retiró todo lo respectivo a BLACK VEIL BRIDES, hubo una desbandada de las primeras filas que hizo que estuviésemos más cómodos en la zona si cabe. Pero otros tantos se movieron hacia delante a sabiendas de que ver a HALESTORM , es, o debería ser, una gran experiencia, a juzgar por la calidad que la banda ofrece en estudio. Pues en mi caso, siendo la primera vez que veía a los americanos, y habiéndo catalogado su anterior "Vicious" como uno de los mejores álbumes de su año de edición, tenía el modo expectación por las nubes, máxime cuando siempre que alguien me ha hablado del potencial de la banda en vivo, ha sido para ponerme los dientes muy, muy largos.

 El caso es que ahí estaba, viendo como el escenario se vestía de un modo muy sobrio, pero elegante, con el logotipo luminoso, varias cegadoras y algunos focos de luz. Un gran juego lumínico, que acompañó todo el espectáculo. Menos es más… y así me lo demostraron tan pronto como sonó la voz de Lzzy a capella por el equipo.

Pocos artistas han conseguido ponerme los pelos como escarpias antes de encenderse las luces, y ese primer contacto con la prodigiosa voz de Hale hizo que me recorriese un escalofrío de la cabeza a los pies con ese guiño  a "Raise Your Horns". Cuando salió la banda a escena con "I Miss the Misery" de su "I Strange Case Of…", la gente empezó a saltar, y la energía de la banda estaba por las nubes.

Lzzy, con una falda de cuadros, chupa de cuero y camisa blanca, nos embelesó desde ese momento con su impresionante e imponente chorro de voz, pero es que la banda sonó perfecta desde el primer acorde. Joe Hottinger hace sonar su Gibson SG con un feeling increíble, perfectamente compenetrada con la preciosa Explorer de Hale, mientras que Josh Smith da un toque más alternativo a la imagen del line-up, pero todo un empujón de potencia a la base rítmica… claro que lo de Arejay Hale es estratosférico.

Ves ahí a un músico de imagen desenfadada, pelo verde, que casi podría parecer miembro de cualquier banda de un campus universitario americano, aporrear su kit con un poderío, precisión, pegada y técnica que lo llena absolutamente todo. Uno de los mejores baterías de la actualidad, sin duda, que en mi opinión, es parte indispensable del show visual y sonoro de unos HALESTORM que rompieron moldes nada más empezar, y se ganaron al público con un solo tema. Increíble.

Con toda la sala de su parte, continuar con "Love Bites (So I Do)" es garantizar y afianzar una noche épica, pero si encima lo haces con la destreza y caña que saben imprimirle al tema, la cosa desemboca en lo que al final fue… una verdadera fiesta, con todo el mundo cantando el infeccioso estribillo. Y ante ese impresionante pistoletazo, la bluesera voz de Lzzy nos introduce en "I Get Off" de su debut, llenando de magia cada rincón de La Riviera con ese prodigio que tiene por cuerdas vocales, y recordando a HEART en por unos instantes. Alargó el final hasta que todo el mundo quedó estupefacto… pero cuando empezó "Wicked Ways", otro de sus grandes temas de su reciente "Back For the Dead", la sala se venía abajo, no solo con la efervescencia de un público que estaba en llamas, sino también con una banda que estaba sonando perfecta, y una Hale dándolo absolutamente todo, transmitiendo muchas emociones con su modo de actuar, y dejando bien claro quien es LA VOZ de la actualidad. Sin rival posible.

 Continuó el show con "Freak Like Me" y ese riff hizo temblar las paredes de la sala, mientras que "Rock Show", de su segundo álbum, y "Amen" de "Into the Wild Life" pusieron la guinda más light y accesible al primer tramo del concierto, alargando de nuevo el tema y demostrando que las dos guitarras del escenario eran también protagonistas (¡cómo sonaba la Les Paul de Joe!),  no sin antes salir Lzzy a escena con su teclado, y dejarnos a todos con el corazón en la boca interpretando la preciosa "Break In", enlazada con "Shatter Me", aprovechando el momento y culminando un estremecedor y precioso "Raise Your Horns". Para mí, el momento del concierto, y uno de los mejores vividos en 2023 en vivo. Y mira que "Heart of Novocaine" me parece una de las mejores canciones lentas de su carrera, pero Hale le pone tanta pasión a cada nota que sale de su boca, que cante lo que decida cantar, hace que los sentimientos y emociones estén a flor de piel. Hace lo que quiere, como quiere con su voz.

Tras dejarnos a todos noqueados con su maratón a piano y capella, no decidieron pasar de 0 a 100, y "Familiar Taste of Poison" hizo que la banda volviese a tocar el cielo, mirando de nuevo a sus inicios con "Takes My Life", antes de que Arejay nos sorprendiese con un dinámico, entretenido y bien llevado solo de batería que lejos de aburrir, elevó el concierto otro peldaño más, finalizándolo de un modo brillante aporreando el kit con unas baquetas gigantescas. Bravo por Arejay, que logró que nadie quitase ojo del concierto, pues los solos de batería (y de cualquier instrumento), tienen que aportar algo diferente para no distraer la atención y mantener la fuerza del concierto, y el de esta noche sumó mucho en vez de restar (como he visto y presenciado en otras ocasiones). "Back For the Dead" de su último disco, sonó atronadora, y la voz de Hale seguía intacta aún con la alta exigencia que requiere un tema así, mientras que el único guiño a mi álbum favorito (como he dicho, "Vicious"), fue la movida y desentendida "Uncomfortable".

Hubiese preferido otras de aquel maravilloso álbum, pero eso ya va en gustos personales, y no creo que se pudiese reprochar nada a un recital literalmente perfecto, que culminaron con la actual "Terrible Things", la emotiva y radiable "Here’s to Us", y el único punto en el que ya se notó menos rasgada la voz de Lzzy, "The Steeple", en el que llegó al final del show demostrando quién es la que manda, y dando una lección de como ser la mejor frontwoman, vocalista y guitarra rítmica del planeta. Tres por uno. La banda se retiraba del escenario empapada de ovaciones, repartiendo púas, baquetas y una sonrisa que no se borró de sus caras durante toda su actuación.

HALESTORM son el futuro de la música contemporánea y lo dejaron bien patente en La Riviera, a través del que podría ser el concierto del año. ¿Que no?…preguntad a cualquiera que se pasase por allí. Para recordar mucho tiempo.

Texto: José Rojo

Fotos: Álvaro Ochoa

Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.