Crónica y fotos de INSOMNIUM + IN MOURNING + KVAEN en Madrid

+ IN MOURNING + KVAEN

Martes 28 de Diciembre de 2023 – Sala Mon – Madrid

La pasada noche de martes, los madrileños teníamos una cita muy señalada en el calendario metalero. Y es que INSOMINIUM venían a presentar su último álbum un disco que, para el que firma, se encuentra en el top 3 del presente año.

No debe andar muy desencaminada mi opinión sobre las bondades que “Anno 1696” posee, pues la sala MON registró un lleno en toda regla. Y si además de poder contar con una banda en estado de gracia que lleva encaminando álbumes excelentes desde hace ya bastante tiempo, sumamos dos maravillosos teloneros, la ecuación da como resultado una perfecta velada para disfrutar de la mejor música entre semana.

Con algo menos de la mitad de aforo saldrían a escena KVAEN, proyecto en solitario de Jacob Björnfot que fue sin duda la gran revelación de la noche, siendo la “banda” de black metal que más me ha sorprendido y gustado en mucho tiempo. Disfrutaron además del mejor sonido de las tres bandas.

En poco más de media hora nos deleitaron con un surtido de canciones pertenecientes a sus dos únicos discos editados hasta la fecha; una joya ambos. Canciones como “Sulphur Fire”, “The Great Below” o “Insilence” encandilaron a propios y extraños, consiguiendo una generosa respuesta por parte del público en la zona del merchandising una vez su actuación fue terminada (de hecho habían agotado días antes todos los vinilos que llevaban, con lo que se entiende que la reacción está siendo unánime durante toda la gira).

Se despidieron por todo lo alto con la simpar “Revenge by Fire”, dejando un excelente sabor de boca.

No era fácil salir después de estos monstruos a tocar. Afortunadamente IN MOURNING venían ya con los deberes hechos y lo dieron todo desde el primer momento, siendo además el plato fuerte del paquete de bandas para muchos.

Reconozco que tardé un par de canciones en engancharme a su propuesta y que si bien en disco me encantan, en directo me costó ver cómo transportaban todos esos sonidos a un escenario. De hecho, es que hasta el parón melódico a la mitad de la incial “Thornwalker” se me hizo demasiado brusco, como si el cambio de tono entre la parte inicial y aquella no viniera a cuento (cuando en disco les queda genial). No sé… seguramente fui yo, porque a partir de “The Smoke”, lo “flipé” a base de bien (de hecho mi chica y yo nos vinimos con los dos vinilos que vendían en el puesto de merchandising bajo el brazo, felices.

Tras meter “cera” de la buena con “Sovereign”, terminaron con ese juego de atmósferas progresivas mezcladas con el death metal de vieja escuela europea que es “Colossus”.

Cuando INSOMNIUM subieron al escenario, aquello estaba que ya no cabía un alfiler en la sala. La expectación era máxima y es que poco a poco los fineses se han ido haciendo un nombre dentro de la escena, ganando más adeptos con el paso de los años y los álbumes.

Esa manera suya de combinar las melodías con el metal extremo y las letras esotéricas con pinceladas vikingas, ha calado hondo entre el personal y no es para menos.

Por un motivo u otro, no había tenido oportunidad de verles en directo, pese a que son una banda bastante habitual por nuestras tierras. Con lo que no estaba seguro de cómo sería su concierto y me gustó encontrarme con una versión de las canciones más desnuda a lo que tenemos en los discos. Cierto es que llevaban teclados y guitarras acústica sampleados, pero no menos lo es el hecho de que INSOMNIUM son una banda de directo, que suenan bien y como tal se desempeñaron (pese a gozar del peor sonido de las tres bandas que tocaron esa noche).

El repertorio fue un repaso a buena parte de su discografía, con especial énfasis en la selección de canciones de su último álbum, como no podía ser de otra manera. Lo único achacable que les tengo que decir es que dejaran fuera esa maravilla de pieza llamada “The Wanderer”, que es de lo mejor que he escuchado en los últimos años.

Desde la inicial “16196” que bautiza su nueva obra, aquello fue una fiesta. Alternando clásicos como la celebrada “Ephemeral” con otras de nuevo cuño como esa genial “White Christ” en la que eché en falta un sonido algo más contundente y con algo más de volumen (tuve la sensación de que sonaron muy bajos todo el rato) para que fuera tan pesada y cañera como el disco.

Y sí, hubo melodía a raudales, aunque también disfrutamos de la vertiente más veloz y extrema de los fineses, la cual llegaría con canciones como “Pale Morning Star” – ¡qué momento el de esas guitarras marcando las armonías entre estrofas! –  “Only One Who Waits” o “Change of Heart”. Para luego volver a esos tempos más pausados, pesados incluso, de “And Bells They Toll” o la evocadora “Lilian”.

“The Rapids” fue majestuosa, tras la que desembocaron el Armaggedon que supuso “Mortal Share”, coreadísima por toda una audiencia que se desató en hacer headbanging.

El momento cumbre de la noche llegó con la apoteósica “Song of the Dusk”… ¡qué momento, señores! Y es que esta canción es una obra maestra en sí misma. Terminamos todos cantando “we roam the night… we roam the twilight” al unísono junto a un Nilo Sevänen emocionado.

“While we Sleep” fue una fiesta, con todos coreando sus melodías de guitarra mientras Markus Vanhala nos miraba complacido a la vez que las ejecutaba desde su instrumento.

Pusieron el broche de oro con la melancólica “Weighed Down With Sorrow”, rubricando una magnífica noche de metal europeo donde disfrutamos de uno de los mejores conciertos que nos ha dado el 2023 en una sala.

Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com
Twitch: dj_phoenix – Youtube

Fotos: Alvaro Ochoa

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