Crónica y fotos de PAIN + ENSIFERUM + ELEINE + RYUJIN en Madrid

+ ENSIFERUM + ELEINE + RYUJIN

Viernes 20 de Octubre de 2023 – Sala Changó – Madrid

Un viernes cualquiera, en una ciudad como Madrid, es complicado aburrirse…siempre hay algo que hacer, ver y disfrutar. Por esa razón nos dejamos caer por la Sala Changó, porque un cartel en el que aparece el nombre de PAIN con su "I Am On Tour", no nos lo íbamos a perder, mucho menos aún, si la compañía escénica era tan grata como la de ENSIFERUM, y otras dos bandas por las se ha apostado en esta gira…ELEINE y RYUJIN. Allá donde esté Peter, allá que intento no faltar a la cita, pues ya lo hicimos en 2022 con HYPOCRISY, en el mismo emplazamiento, disfrutando uno de los mejores conciertos del último trimestre del año pasado, mientras que hoy no esperábamos menos de la ya fría noche madrileña. Es un personaje que no deja indiferente en estudio, pero mucho menos en sus shows. Siempre tiene algo que ofrecer, en lo musical y en lo visual. Por ello no es de extrañar que la sala presentase una buenísima entrada, notándose que comenzaba el fin de semana y que había muchas ganas de Tägtgren… ¡vamos a ello!.

Nada más entrar, con una puntualidad inglesa (japonesa en el caso que nos ocupa), RYUJIN (antes GYZE) salieron al escenario a por todas. La banda originaria de Okkaido, creada en 2009, nos asaltó con un impacto visual y sonoro de auténtico lujo, practicando lo que podría llamarse death metal melódico con matices (Samurai Metal, según la propia banda, denominación que da nombre a uno de los temas que sonaron), porque en su música hay una gran cantidad de influencias de heavy metal clásico, melodías orientales y mucha mística. Me recordó mucho en la parte más netamente japonesa tradicional, a lo que han intentado y conseguido después gente como Amahiru o el propio Marty Friedman. Ryoji es todo un Alexi Laiho de ojos rasgados y torso al aire, pero es que el resto de la agrupación son, o parecen, igual de auténticos, genuinos y, sobre todo, artistas en todo su esplendor, guardando una estética tan impactante como bonita visualmente hablando. Sonando "Asian Chaos" del álbum de 2019 aún como GYZE, te das cuenta de la grandeza de su sonido, unas guitarras dobladas de alucine, técnica por doquier, y destreza instrumental absoluta por parte de Shinkai y Aruta (guitarra solista y bajista), y es que si no te mueven con su energía, magnetismo y calidad en temas como "Easten Spirits", es que la música de RYUJIN no es para ti… no obstante, creo que nadie quitó ojo del escenario durante los aproximadamente 25 minutos que estuvieron los chicos sobre las tablas. Aprovecharon su tiempo a tope, ganándose, estoy seguro, más de un seguidor a golpe de mucha musicalidad en trallazos como "Dragon Calling", muy CHILDREN OF BODOM, o "Raijin & Fujin", un himno en el que colaboró, en su versión estudio, un titán amante de la cultura oriental como es Matt Heafy de TRIVIUM, bordando con hilo de oro un grandioso show teñido de un gran sonido, y decorado por todo el aura de los dragones, las espadas samurai y el buen gusto. Para seguirles muy de cerca.

Le tocaba el turno a los suecos ELEINE, quienes han girado con gente como ARCH ENEMY en el pasado, y que ahora , tras el fichaje por Atomic Fire Records y la edición de su cuarto disco de estudio "We Shall Remain", pisaban tierras nacionales para presentarnos su metal sinfónico con mucho protagonismo de potentísimos riffs y un gran sonido general, del que se hizo gala durante toda su actuación. La banda, liderada por Madeleine Liljestam, no escatimó en esfuerzos, ganas y profesionalidad desde el primer minuto, que, contando con su logotipo en la pantalla trasera, despegó vuelo con "Enemies", que a pesar de contar con algunos clichés muy característicos del género, no se conformaron con un buen sonido, y lo dieron todo. Madeleine resulta ser una frontwoman de primera línea, expresiva, con una gran voz que se mueve entre varias aguas, y que combina perfectamente con el registro gutural de Rikard Ekberg, el guitarrista, que en mi opinión, fue el otro gran triufador del concierto, consiguiendo entre toda la banda una contundencia digna de admiración, especialmente en las partes más pausadas, y menos recargadas de elementos sinfónicos, ganándose al público desde los primeros acordes…e incluso se podía ver alguna camiseta entre el público.

Una buena señal, que supongo activa la propia energía de la banda sobre el escenario. Desde luego, no les hizo falta templar el sonido, y para "Never Forget" de su último trabajo, cuyo riff casi podría pertenecer a AMON AMARTH, ya habían elevado su show al infinito. Madeleine no paró de dirigirse al público, posar, hacer headbanging con el resto de la banda y animar… un espectáculo muy completo, medido y estudiado. Poco espacio para la espontaneidad, pero especialmente potente en lo que salía por el equipo. La base rítmica fue muy responsable de un muro extremadamente sólido.

Si hay un tema de su última apuesta discográfica que hace mover al público y se quedará en el set de futuras giras, ese es "We Are Legion", con un riff impresionante, coreografía estudiada, una buenísima combinación de voces angelicales y guturales, así como unas orquestaciones que aumentan la épica de la composición, siempre dejando espacio al gran desarrollo que incita a mover la cabeza en todo momento. Continuaron la presentación de su nuevo material con "War Das Alles", mucho más pausada, ambiental, en la que Madeleine despliega artillería vocal, y nos deja un precioso registro. La atmósfera conseguida está a la altura del show, hay que presumir de álbum y "Blood In Their Eyes" posee todos los elementos necesarios para volver a mover las melenas de las primeras filas.

Sin mucho de novedoso en estudio, pero con un gran punch en directo, parace que la fórmula de ELEINE en la actualidad es totalmente loable para generar una buena base de fans… si no, al tiempo. Aunque en temas como "Ava of Death", de su "Dancing On Hell", ya gozaba de esa fórmula. Riffs marcadísimos, y la completa paleta vocal de su vocalista como constante reclamo, que contrastando con la actual "We Shall Remain", confirma la comentado respecto a su dirección presente, con uno de los mejores estribillos de su carrera, por cierto. Tras un pequeño juego de división de público, dieron por finalizado su show con el pelotazo "Death Incarnate", que es todo un torbellino en directo y que imagino ya se quedará como tema de cierre para los restos por su carácter coreable y épico, sirviendo para que ELEINE se llevasen una merecida ovación.

Y si hay algo de lo que podía presumir la noche, era de gozar de variedad estilística entre las bandas del cartel. ENSIFERUM, uno de los estandartes del folk/viking metal festivo, estaban dispuestos para la batalla con el único adorno de la portada de su último trabajo „Thalassic“, proyectada tras ellos. No hizo falta más parafernalia… fue comenzar "Andromeda", tema de cierre de su obra de 2020, y todo fluyó, en cuanto al gran sonido, la enorme química entre la propia banda y con su público. Había fans con la cara pintada que venían a Changó especialmente a ver a ENSIFERUM , y se notó… poco tardaron en montarse los primeros revuelos entre las primeras filas, ante la felicidad visible de un concentrado pero increíblemente preciso Petri Lindroos, que fue compartiendo tareas vocales durante todo el show con Pekka Montin y Sami Hinkka, quienes mostraron un buen rollo inmenso hacia los fans más próximos al escenario.

Una comunión que se disfruta tanto si diriges la mirada hacia la banda, como a los animados seguidores. Pero si a ello, le añadimos que empezaron a caer himnos nada más comenzar el concierto…¡la fiesta está servida!. "In My Sword We Trust" suena sensacional, festiva, creíble y muy contundente. Probablemente la mejor pieza de Unsung Heroes, que no desentonó con la más reciente "Run From the Crushing Tide", que tras ser anunciada por el propio Petri, ya provocó auténticas avalanchas en los puestos más cercanos al escenario, y no era para menos… ¡estaban sonando perfectos!. Las tablas y experiencia son un grado, y ENSIFERUM montan sus shows alrededor de temas imbatibles, con una profesionalidad absoluta, que ya hemos disfrutado en otras bandas de su gremio como FINNTROLL, KORPIKLAANI o los propios AMON AMARTH. Un movimiento que encontró su cima en bandas como ellos, y que a dia de hoy cuenta, como pudimos observar, con una gran horda de seguidores.

El buen ambiente de la sala era sobresaliente y palpable, momento para que "For Sirens" calmase los ánimos, por su carácter menos movido y agresivo, contando con algunas voces limpias, y tramos más relajados… la calma antes de la tormenta, porque "Twilight Tavern" nos hizo viajar al pasado, concretamente a "From Afar", con uno de mis temas favoritos de su discografía, y el enloquecimiento instantáneo del personal. Ese punteo inicial predice cinco minutos y medio de pura diversión, que se materializaron en uno de los mejores momentos de la noche. Por supuesto, la cosa no fue a menos con "One Man Army" del disco homónimo, súper celebrada por la propia banda, que desparramó cada riff, golpe de batería y efectos de teclado para nuestro divertimento absoluto. Cuando todo suena en su sitio, el público lo nota, y la noche estaba siendo para medalla de oro. La festiva "Lai Lai Hei" miro al pasado, concretamente hacia "Iron", mientras que "Two of Spades" de "One Man Army", con su bailable y divertido puente, se encarga de dejar todo hecho un solar después de una victoria anunciada y totalmente merecida. ENSIFERUM no fallan, y los guerreros de cara pintada de la primera línea de batalla se retiraban hacia puestos más tranquilos. Los de Helsinki sentaron cátedra, y sus más fieles servidores correspondieron a semejante exposición artística.

Con todos los guerreros de caras rayadas atrás, y un atrezo de lo más pintón con batería forrada de led, cegadoras extra y focos adicionales, estábamos ansiosos por ver lo que PAIN eran capaces de ofrecer tras la separación de Peter del proyecto LINDEMANN, y con tan solo dos singles aislados editados desde la edición de "Coming Home" en 2016. Pero confiamos en  Tägtgren… si decide salir de gira, algo ofrece, seguro.

Con algún problema de sonido en la intro disparada, el line-up salió casi a oscuras para avasallarnos con "Let Me Out" del ya lejano "You Only Live Twice", y el sonido, sin ser cristalino, quizás un poco excesivo, nos presentaba a un Peter con ropajes casi harapientos, y la cara pintada, aunque poco se podía intuir entre la tenue luz azul de la que se hizo uso (y que se mantuvo en gran parte del concierto). La banda que acompaña al héroe en esta ocasión se compone de Sebastian Tägtgren a la batería, Jonathan Olsson al bajo, y Sebastian Svalland a la guitarra, y he de decir que  suenas increíbles. Una banda compenetrada y engrasada… no esperaba menos de los elegidos de un genio como el que protagonizaba el show. El himno "End of the Line" ya sonó nítido, con cada elemento disparado de sintetizador generando la atmósfera adecuada, y una banda que son pura energía, incluido un teatral y expresivo pain, que si bien varía algunos tonos vocales, hace que todo sea realmente único. Las proyecciones iban sucediéndose en la pantalla a partir de este punto y "Nailed to the Ground" del grandioso "Pslams of Extinction" de 2007 (ufff… parece que salió a la venta ayer) es la demostración del gran potencial que puede derrochar la banda en un género como el metal industrial, sin adolecer frente a ningún titán del género. Sólidos, imbatibles y muy duros… así suenan pain, que cuentan con un magnífico batería como Sebastian, hijo de Peter, y uno de los grandes de la actualidad, con un futuro brillante por delante. No os digo nada… pero la locura de Peter se desata ante el mega-himno "The Great Pretender", su repetido riff, su magnífico estribillo, que todos cantamos al unísono, y esas bases electrónicas marca de la casa que acompañan al mismo. Otro nivel… otra liga.

Si hubo algo que dinamizó el espectáculo, fue el empeño que siempre pone Peter a las variaciones en sus conciertos, y en esta ocasión, en la pantalla fueron sucediendo algunos vídeos en los que dos personajes relacionados con la historia de los artowrk de su discografía, se hacían la vida imposible continuamente en situaciones de lo más variopintas (haciendo de Mario y Bowser en alguna ocasión, incluso), y que nos arrancaron unas cuantas risas, ya fuese en la siguiente "Call Me", o en cualquiera de los temas en los que hicieron aparición. Curiosa la incursión de Joakim Brodén de SABATON cantando sus partes en el vídeo, para despedirse de todos nosotros con un misterioso dedo corazón… un apunte simpático. El riff de la monstruosa "Walking on Glass" fue más que suficiente para que nos pusiesen a saltar a ritmo de la batería de Sebastian, y es que, llegados a este punto, el clímax había llegado a lo más alto. Mejor inicio de show imposible. El nuevo single "Revolution" fue muy bien acogido, pero todavía había unas cuantas almas desconocedoras de semejante pieza, que podría haber sido parte del proyecto LINDEMANN a la perfección. Pero el "Psalms of Extiction" son palabras mayores, y el riff de "Zombie Slam" recayó sobre nosotros como una losa, para llegar a uno de los mejores estribillos de la historia de PAIN , con ese regustazo a The Sisters of Mercy, casi hipnótico. Fueron haciendo un repaso, videos animados incluidos, a toda su carrera. "Suicide Machine" del "Rebirth" o la cañerísima y excepcional "Monkey Business" de "Cynic Paradise", fueron el conjunto previo perfecto para abordar la que se nos venía encima. Acústica en mano, "Coming Home" supuso el único respiro para Peter en todo el concierto, sacando a relucir sus tonos más limpios, mientras que, con un taburete, un puff y unas cuantas bromas entre la propia banda, nos deleitaron con un extraordinario "Have a Drink to Me" con sabor a blues y country, y unos músicos gozando cada segundo sobre el escenario, con  Tägtgren ya desprendido del abrigo, demostrando la gran valentía de estar en manga corta, ya que el aire acondicionado de la sala estaba al 200% (¿por qué?).

Cuando empezaron las primeras notas de "Same Old Song", todo se vino más arriba…cuando Peter canta aquello de "¡Same Ooooold Soong!" al inicio, la mente viaja, pues la atmósfera del tema, el desarrollo, el fantástico estribillo y el sentimiento del tema, son inigualables. Claro que, si después de semejante clásico suena "It’s Only Them" de LA OBRA, es decir, "Nothing Remains The Same"…¡uff!. La piel de gallina. La cantidad de veces que habré puesto ese inicio de álbum en "repeat", y esta noche sonaba para nosotros a todo volúmen. Uno de esos momentos que uno no se cansa de vivir y sentir. Otro "break" con dos temas más sosegados como "Bye/Die" y el "Gimme Shelter" de ROLLING STONES, para retirarse, volver vestidos con ropajes de fiesta, guitarra con pelo glamuroso… está claro que va a caer "Party in My Head", y esa fiesta no estuvo solo presente en su cabeza, sino que la liaron parda en Changó, con cada ser gritando el estribillo y gozando de cada acorde. Un hit single de la banda, con tan solo dos años de edad, que se dice pronto. "I’m Going In" del "Cynic Paradyse" olía a final, pero no fue hasta que escuchamos la mítica melodía de teclado de "Shut Your Mouth", cuando todo estalló por los aires, y es que me sigue pareciendo uno de los mejores temas de metal industrial de la historia.

Único, irrepetible… con el público como loco coreando su estribillo, y una banda en su completa salsa, gozando con nosotros, para demostrar, una vez más, por qué el nombre de PAIN es tan respetado, y por qué, lo que parecía un proyecto del cantante y compositor de HYPOCRISY, se ha convertido en una de las bandas cabecera de muchos. Conciertos como este son los que hacen que sigamos siendo fieles a PAIN.

Cuatro bandas, cuatro estilos, cuatro grandes conciertos. Con giras como "I Am On Tour" poco te tienes que pensar a la próxima.

Texto: José Rojo

Fotos: Óscar Gil Escobar

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